Marcos se quedó a comer lo que había preparado Madilyn, ella le había servido a él también un plato y se sentaron en el sofá del salón a comer mientras miraban la televisión y conversaban. Él se había mostrado sorprendido por lo deliciosa que le resultaba la comida, y ella le había agradecido que lo pensara.Sonó el móvil de ella sobre la mesa, ella lo tomó y miró a la pantalla, miró de reojo a Marcos quien parecía interesado en saber de quién se trataba.—Tengo que contestar—dijo poniéndose en pie y depositando su plato sobre la mesa.Salió a la cocina y después de aceptar la llamada, llevó el celular al oído. Estaba hablando evidentemente con Shane quien le estaba pidiendo información sobre sus datos.—No entiendo ¿para qué lo necesitas?—Viajaremos fuera de la ciudad, a las islas Hayman para ser exactos, será divertido. Necesito vuestros datos para registraros en el hotel.—¿Cómo? —preguntó asombrada.—Como lo has oído, y por favor no me digas que no puedes viajar.—Bueno…no tengo
Era la mañana del viernes. Alan había pedido el día libre en la agencia para poder viajar junto a Madilyn y sus nuevos amigos. Solo conocía a Shane quien había pasado por la casa después de que Madilyn lo llamara el día anterior, y como ella había dicho, le había parecido un tipo estupendo. Intentó que pareciera que el viaje no le importaba, que lo hacía porque su prima se lo había pedido y necesitaba protegerla. Sin embargo, tanto él como ella conocían la verdadera razón principal, estaba emocionado y quería saber qué se sentía al compartir espacio con gente de alta clase.Con el poco equipaje ya listo, esperaron a Shane que pasaría a recogerles como les había prometido. Y así lo hizo. Llegó con uno de sus autos descapotables y condujo hacia la estación.Shane aparcó el auto justo en la pista junto a la avioneta, era un Cessna Citacion, uno de las avionetas más rápidas del mundo. Cuando se bajaron del coche, Madilyn y su primo se quedaron impresionados observando al aparato.Shane l
Madilyn se dejó caer de espaldas sobre la cama de la habitación que le había tocado. Era un cuarto vip, en la última planta. Tenía un salón propio con un televisor plasma, un balcón y una terraza. Todo era bonito.En la habitación había un carrito con una botella de champan y algunos dulces, se acercó y probó uno de ellos, estaba delicioso.Tenía que estar lista en unos veinte minutos, porque todos habían quedado en que Shane y Aron les enseñarían el lugar. Salió de su habitación y vio a Alan junto a su puerta coqueteando con una de las asistentas. Cuando la vio se despidió de la chica y se acercó a su prima.—No me digas ¿estás ligando?—He venido a disfrutar del momento, no como otros. Bajemos.Bajaron al piso principal donde se encontraron a Marcos y Lady sentados en uno de los sillones que había en la recepción mientras conversaban. Madilyn se preguntaba del por qué habían venido precisamente los dos a un recreo en el que no habían sido invitados, parecían tramar algo. Era la prim
Poco a poco fue abriendo de nuevo los ojos, pero para su sorpresa, Jussie, ahora estaba frente a ella. Madilyn soltó un grito de susto y él tuvo que agarrarla del brazo y acercarla a él.—Tranquila.—¡Suéltame! —gritó intentando zafarse. Él sonrió y la soltó. —¡¿Por qué estás aquí?! ¿cómo has logrado entrar? ¿qué quieres? ¿No se supone que no ibas a estar aquí?—Ya me lo comentaron.La observó desde los pies a la cabeza. Se arrepintió en seguida de haber decidido quedarse allí a esperar a que ella saliera del cuarto de baño, porque ahora que la veía así medio desnuda se estaba sintiendo irremediablemente provocado, ella lo provocaba. Madilyn se sintió incómoda con su mirada sobre ella. Le palpitaba fuerte el corazón, se llevó las manos a la parte superior de la toalla agarrándolo.—Creo que mejor esperaré en el salón a que te cambies.—¡No! Lo que quiero es que te vayas de una vez y me dejes en paz.Él la mantuvo la mirada mientras se acercaba a ella.—No…no te me acerques así—dijo re
Estaban los seis sentados a la mesa especial que se les había preparado bajo las luces artificiales, fuera del edificio de cuatro plantas y 200 habitaciones. Marcos se aseguró de sentarse junto a Madilyn, Alan igualmente se sentaba en el mismo lado de la mesa. Shane, Aron y Lady se sentaron al otro lado.La mesa estaba hecha un gran bufete, Alan no encontraba el momento en que comenzar a comer. Repasaba la mesa pensando con qué plato comenzaría primero y qué cantidad debía comer de cada plato para no hartarse y poder así probar todo. No todos los días se tenía la oportunidad de disfrutar de algo igual.—¿Estamos esperando algo? —Preguntó Marcos al notar que los chicos no tenían intención de comenzar con la cena.—Hola por aquí— todos levantaron la vista para ver a Jussie que estaba acercándose un asiento para sentarse. Marcos lo miró lleno de sorpresa y de furia.—¡Jussie! ¡Mi amor! Estás aquí —exclamó Lady emocionada, sobre todo porque no le quedó de otra que sentarse junto a ella. M
Cuando Madilyn entró en su cuarto, intentó varias veces contactar con Jussie y saber si estaba bien. Desde que había abandonado la mesa no había dejado de preguntarse si todavía seguía afectado por lo ocurrido el día de su boda, sería lo más normal que así fuera, aunque él insistiera en que ya no le afectaba. A ella le molestaba el trato que él la estaba dando últimamente, pero por alguna razón que ella no se explicaba, se preocupaba por él. Su móvil debía de estar apagado porque no lo localizaba. Si tan solo conociera su cuarto, probablemente sus amigos lo supieran, pero no iba a preguntárselo a ellos, la habían engañado.Después de cambiarse, se metió en la cama pensando en las palabras de Marcos “Nos casaremos al final de este mes”, quedaba muy poco tiempo para finalizar el mes y ella no había conseguido completar la deuda. El dinero que le había dado Shane era más de lo que deberían haberla pagado, y aun así lo que le debía a Marcos era superior. Pagar los gatos médicos por leucem
Madilyn llegó primero a su casa a depositar sus cosas, darse una ducha y cambiarse de ropa. Dejó suelto su pelo rizado y salió fuera a tomar un taxi que la llevara al restaurante Black donde una vez estuvo con Jussie.Una vez que llegó, suspiró hondo antes de entrar en el gran edificio. Ya dentro la recibieron con toda la cortesía posible, si tan solo supieran que ella no tenía dinero suficiente para pagar sus servicios.Pidió una mesa en la cual se sentó. Se acercó uno de los camareros a saber qué necesitaba comer. Con la carta en mano, pidió bistec de verduras y un zumo. Para postre pidió un mousse de chocolate y vainilla.—Ah, y otra cosa—le detuvo al camarero que estaba a punto de irse— ¿Podrían llamarle al dueño del restaurante? —el chico la miró confuso—Díganle que hay una mujer a quien debe aquí esperándolo, por favor.—De acuerdo.Se alejó el joven y ella miró alrededor, empezaba a sentirse nerviosa y fuera de lugar. Estaba dispuesta a empezar algo con Jussie ¿pero el qué? Pro
—Deberías saber que ella siempre tiene el móvil apagado. —decía Shane pasando por delante de Marcos que estaba pegado a su celular intentando inútilmente contactar con Madilyn. Éste le miró de mala gana.—¿Tú cómo sabes eso? A penas os conocéis.Shane se encogió de hombros.—No necesito mucho tiempo para saber cómo es la gente. Pero hay algo que me inquieta ¿por qué dudas en la posibilidad de que se haya ido por algo importe? Sabes lo emocionada que estaba de encontrarse aquí.—Claro, hasta que llegó tu amigo— dijo fijándose en Jussie que se encontraba sentado en el bar siendo acompañado por Lady. Shane resopló.—En fin, creo que acabo de malgastar suficiente tiempo. Me largo.Caminó hasta encontrarse con Jussie quien depositó su vaso sobre la barra cuando lo alcanzó su amigo.—¿Y?—No sospecha de ti. —le susurró y miró a Lady que los observaba a distancia. —¿De verdad crees que conseguirás librarte de ella?—El primo de Madilyn ¿dónde está? —preguntó ignorando aquella pregunta.—Aro