Conversaciones pendientesAquella revelación realizada por el señor Cavill me dejaba con una impresión poderosa con el potencial de aupar aún más la confusión de mi corazón. De ninguna manera me iba a sentir atraída por la violencia ni tenía intenciones de normalizar lo que el señor Cavill le había hecho a Ethan. Para mí siempre sería fundamental encontrar una solución alejada de la violencia para poder resolver cualquiera que fuese el problema, pero también era cierto que esa demostración de preocupación del señor Cavill que bogaba por protegerme de una forma tan intensa, no podía quedarse sin ser considerado como una muestra de un intenso interés hacia mí.Por eso solamente asentí cuando él me dejó en claro que esperaba que yo cumpliera a cabalidad toda orden a partir de ese momento. No estaba de ánimos como para llevarle la contraria después de lo que había ocurrido, simplemente quería dejar los problemas atrás cuanto antes.― ¿Quién era ese tipo? ―me preguntó después de que en su
En la mansión del jefeEl señor Cavill me dejó en la escalera para que pudiera instalarme definitivamente en la que sería mi habitación mientras durase mi estadía en la mansión. Era impresionante que a pesar del tamaño de esa casa y de que siempre se encontraba impecable y reluciente, pareciera que no existía personal de servicio alguno en el lugar. El asunto era cuando menos llamativo, pero no era algo como para alarmarme, lo más importante de momento era hacerme a la idea de que esa sería mi casa, por lo menos hasta cumplir una semana del contrato para poder iniciar el proceso judicial necesario para hacerme con la custodia de mi hermano.Así llegué hasta la habitación que permanecía igual de impresionante que en la mañana. La cama por si sola era una invitación a perderme en la suavidad anunciada por aquel inmenso lecho cubierto de sabanas que parecían hechas de la seda más suave del mundo y almohadas que bien podían estar rellenas con plumas de unicornio. Me senté en una silla que
Las facetas de un hombre complejoEn aquella impresionante cocina de acabados delicados, de tonos azules, negros y cromados, el señor Cavill se movía como en su elemento. Los distintos mostradores servían como escenario para lo que parecía ser una coreografía perfectamente equilibrada e interpretada por el más capacitado de los artistas. Cuchillos y cucharas se convertían en sus manos en las herramientas del artista, que ante mi mirada atónita derrochaba una impresionante capacidad culinaria.Vegetales, especias y carnes desfilaban ante mis ojos en lo que era aquella misión de conseguir el sabor perfecto. Era tal la concentración de él en aquel entorno soñado, que tardó un poco en percatarse de que yo llevaba rato contemplándole desde la distancia.―Señorita Reyes ―me saludó con un movimiento de su cabeza cuando se percató de mi presencia mientras cortaba un poco de lechuga fresca―, no sabía que ya estaba aquí.―Acabo de bajar ―mentí con descaro.― ¡Perfecto! ―espetó él, volviendo a c
Ángeles y demonios No podía estar más en desacuerdo respecto a su opinión. En mi experiencia de vida había tenido la oportunidad de tener una experiencia que me decía algo muy diferente a lo afirmado por él. Yo había descubierto a personas muy buenas, siendo corrompidas por la vida hasta convertirse en criaturas de plena maldad, lo mismo que había conocido a personas maléficas que gracias a la intervención adecuada lograron reformarse para convertirse en agentes del bien. Era cierto que nadie en la vida es cien por ciento bueno o malo, pero esto es porque el proceso es rudo y en el camino hacia el bien siempre se pueden tener tropezones capaces de hacerlo caer a uno, pero definitivamente no podía admitir su cosmovisión de ser malo y bueno intencionalmente al mismo tiempo. El plato de ensalada desapareció mientras los argumentos de la discusión fueron expuestos por ambas partes. Era realmente agradable poder descubrir la posibilidad de sostener ese tipo de conversaciones con el mismo
La mujer más hermosa del mundo definitivamenteDespués de aquel aparatoso desenlace de la cena con el señor Cavill solo me fui a la cama así sin más. Él me había dado una orden y yo no quería comenzar con el pie izquierdo desobedeciéndole. Ya me había dado cuenta de que el juego de llevarle la contraria podía tener sus réditos de cierta manera, pero tampoco era algo que quisiera sobreexplotar y por eso prefería irlo midiendo mientras perfeccionaba los métodos. Regresé a la habitación y me metí a la cama. Intercambié un par de mensajes con Ana para saber cómo había seguido Ethan después de que el tren lo golpeara y me quedé dormida después de que supe que Erick iba a dormir con ella. Todo prometía que el romance por fin comenzaba a despegar en la vida de mi amiga y eso era una grata noticia para mí, por lo menos una de nosotros lo estaba consiguiendo.En sueños tuve la oportunidad de repetir nuevamente las escenas de siempre. Recuerdos del pasado rememorados como si los estuviese viv
Devolviendo el favor.Un aire de tranquilidad me insufló calma en ese momento de plena tensión en la que el señor Cavill respiraba sobre mi cuello como queriendo devorarme de manera violenta. Mis labios titiritaban de excitación cuando su pierna de manera brusca se había insertado entre mis muslos para obligarme a mantenerlos separados, aplastando en el proceso su rodilla contra mi entrepierna, aun dolorida por su primer encuentro, pero que de manera inevitable palpitaba al anticipar la cercanía del aquel cuerpo fogoso que aprisionaba los centros de placer. De manera discreta me removí para acoplarme a su cuerpo y poder dar rienda suelta a las sensaciones que me ahogaban de manera intensa. Yo no era capaz de decir nada más, mientras que él reconcentraba solamente en mantener esa tensión de plena excitación acomodada sobre mí, como el lobo que se levanta sobre su presa. En un instante fugas me atreví a mirarle a los ojos y ahí descubrí que no estaba lidiando con el señor Cavill sensib
Amanecer de reinaDespués de aquel derroche pasional, el señor Cavill extrañamente no me exigió nada más. No hubo forma de convencerlo, de quedarse un poco más. Él terminó de besarme para potenciar la sensación de satisfacción que me sobrevino con el orgasmo y acto seguido procedió a desatarme sin mucho ánimo. Yo intenté iniciar una acción de vuelta, pero él sin mucha importancia me detuvo obligándome a refrenar mis intenciones. Él no esperaba nada a cambio, por lo menos no en ese momento. Mi cuerpo me pedía satisfacerlo de vuelta, sobre todo cuando me percaté de que la erección oculta por la diminuta prenda que cubría su sexo estaba a punto de reventar por la presión de aquel miembro que bogaba por libertad. Pero el señor Cavill no parecía sucumbir ante sus bajas pasiones, por lo menos no de esa forma, él parecía haber quedado más que satisfecho llevándome a conocer lo que era el cielo en la tierra.Yo quedé casi en las nubes, sintiéndome ligera como una pluma y con el corazón colmad
Al volanteEl señor Cavill me invitó a desayunar antes de partir a la oficina. Un tazón con una ensalada de frutas no era el desayuno que acostumbraba a degustar cuando estaba en casa de Ana y mucho menos durante mi estadía en el internado. Quedaba en claro que el señor Cavill aparte de todo, era un hombre que se preocupaba por mantener un estilo de vida saludable y eso incluía la alimentación y el ejercicio, por lo que se asombró bastante cuando yo le confesé que nunca en mi vida había pisado un gimnasio y que a la hora de comer no tenía ningún tipo de filtro.― ¿Entonces tu belleza es natural? ―me preguntó de pronto.―Diría que sí, aunque no sé bien a lo que se refiere, señor Cavill ―le respondí apenada.―Me gustaría saber el secreto ―comento en tono de burla, dando por terminado el tiempo del desayuno mientras se colocaba de pie―, pero será luego, junto con las otras conversaciones que tenemos pendientes… una era sobre tu familia… ¿Y la otra cuál era?… ¡Ah, sí!, era de cómo poder g