Sometimiento ― ¡¿Sometimiento?! ―pregunté escandalizada y con la confusión apremiante desbordando de mí ser. El señor Cavill no se inmutó en demasía por mi gesto de sorpresa, para él aquello era cuando mucho un contratiempo, pero en ningún momento se mostró si simpatizara con mi situación. ―No estoy para repetir las cosas, señorita, no es mi culpa que su torpeza le hiciera firmar un contrato sin dignarse a leerlo primero. La dualidad habitaba en ese cuerpo de una manera impresionante. El mismo hombre que me había dejado sin aliento solo con una mirada cautivadora también estaba consiguiendo conminar mi desprecio con su prepotencia y altivez desmedida. Con una mirada de pleno desencanto le dejé en claro que sus palabras no habían calado en mi ánimo, sino que, al contrario, habían potenciado mi enfado, pero ese gesto de mi parte parecía haber desencadenado nuevamente los demonios de su interior. Con esa mirada de reproche le reté, pues su humanidad nuevamente se me vino encima, tomán
El inicioMi alma entera era un completo caos y un conflicto abismal se apoderaba de mis pensamientos. No era algo que hubiese siquiera considerado en otras condiciones, pero esas no eran condiciones ordinarias, yo literalmente me encontraba suspirando por ese sujeto a pesar de su trato mezquino y su actitud tóxica y como si eso no fuese suficiente me estaba ofreciendo prácticamente justo lo que pedía al cielo cada noche antes de irme a la cama: Estabilidad económica y una casa propia para poder sacar a mi hermano de aquel infierno donde se encontraba encerrado.La idea sola de estar manteniendo una conversación respecto a una propuesta de implicaciones tan insólitas me resultaba en un chiste de mal gusto, pero peor se tornó la situación cuando me vi obligada a interrumpir la destrucción de ese contrato que había firmado sin conocimiento y que ahora me estaba obligando a situaciones inauditas e insólitas. Destruir ese contrato habría sido el anhelo de mi corazón en otro momento, pero
Una difícil decisiónEl resto del día me convertí en un zombi ambulante, sin rumbo fijo y sin una idea clara de nada. Tenía todo el tiempo del mundo, pues para esa hora se suponía que ya debía estar instalada en mi nuevo puesto de empleo y ahora, sin embargo, me encontraba sopesando la respuesta que debería dar ante una propuesta descabellada e insólita. Aquella propuesta que, siguiendo mi raciocinio, debería haber desechado de manera instantánea, pero que, sin embargo, seguía dándome vueltas en la cabeza aun después de que mi propia lógica me conminara a olvidarlo y pasar la página.Caminé por el parque después de haber aparcado el coche de Ana en el estacionamiento, asegurándome de que se encontrara seguro, necesitaba despejar mi mente para poder encontrar mi voz interior, esa voz que tanto me hacía falta en ese momento para encontrar la verdad por la cual sufría. Lo que había visto de aquella reacción del señor Cavill me dejó con el ánimo desencajado. Su ímpetu, su violencia y su d
FamiliaEl nudo en mi garganta solo era proporcional a la marejada de recuerdos amargos y difíciles que me acompañaban desde que enfilé el auto a la entrada del lugar. Aquello era una situación que no me dejaba respirar con completa libertad, pero era una sensación a la que ya estaba bastante adecuada, pues no era la primera vez que regresaba allí.Aquel lugar era un fallo en el sistema, una anomalía que no podía justificarse, pero que, sin embargo, seguía allí, significando una bofetada en el rostro de todas las leyes que procuraban el bien y protección para los jóvenes sin familia y sin hogar. Allí habíamos ido a parar después de la muerte de nuestros padres, y allí habíamos conocido lo más rudo de la vida. Maltratos, insultos y humillaciones eran parte del día a día de ese lugar donde no se cumplía de ninguna forma el propósito para el que se suponía que había sido creado.Apenas cumplí mi mayoría de edad, logré escapar de allí, no sin antes haber vivido mi infierno personal en ese
Motivación extra.―El Jefe me dijo que tiene planes para mí, incluso me asignó a un grupo de trabajo menos exigente para demostrarme que me aprecia… las cosas han cambiado para mí en las últimas semanas.Yo escuchaba las palabras de mi hermano y no podía siquiera permitirme la oportunidad de sopesar eso que él me decía, sencillamente no podía ser la misma persona, esa de la que él me hablaba y la que yo recordaba. Sencillamente, se me hacía imposible considerarlo.―Me alegra saber que las cosas están mejorando David, pero no quiero que te encariñes con nada de lo que ese desgraciado te prometa… Tú sabes de sobra lo que pasó conmigo.David, mi hermano, asintió con pesar, pero también se recompuso para responderme con prontitud.―Pero no tiene que ser también así conmigo, es posible que yo si pueda salir de aquí para triunfar hermana.Al escucharle decir aquello con ese ánimo no me sentí con fuerzas como para robarle esas esperanzas, yo sabía por experiencia propia que dentro de esas pa
Intensas conversacionesEl chiste que se me ocurrió para burlarme de Ethan dio paso a una conversación bastante seria.― ¿No piensas en eso? ―preguntó Ethan tomando un trozo de pizza.El queso se estiró como chicle cuando él la mordió, dejándolo en una situación bastante graciosa. Después de reírme para burlarme de ese gracioso accidenté, le respondí.― ¿A qué te refieres?―A tener un novio ―sentencio él.La determinación de Ethan quedaba latente por la frontalidad de su cuestionamiento, uno que se atrevía a tocar un tema que nunca antes habíamos atendido juntos. Yo levanté la mirada de la rodaja de pizza que tenía delante de mí y me enfoqué en él para mirarle a los ojos y tratar de entender lo que buscaba con aquello.―No lo digo por nada en específico ―se apresuró a decirme con un gesto errático y nervioso.―No te preocupes ―le tranquilicé sonriendo levemente y con un gesto de mi mano―. Solo me tomó por sorpresa una pregunta tan directa.―Déjalo así ―me dijo él devolviéndome la sonr
Despertar aprensivo Después de que Ana hubiese creído que yo le tomaba el pelo con el asunto de la confidencialidad del contrato, me quedé escuchando música hasta quedarme dormida. Eran demasiadas las cosas en las que quería pensar y no tenía manera de ordenar todos esos pensamientos que me convertían la cabeza en una piscina de confusión y enredos, por lo que preferí someterme a una relajante sesión de música. Mi lista de reproducción se convertía en un reflejo de lo que me ocurría en ese mismo momento. Antes de quedarme completamente dormida escuché canciones Rock pesado seguidas de piezas de Pop juvenil. Mi único objetivo era el poder conciliar el sueño en medio de esa hecatombe que me atosigaba el alma. Por suerte, con el almuerzo que compartí con Ethan, mientras hablábamos de aquellos vericuetos, solo me bastó beber un batido de fresas para llenar mi estómago y no resentir el saltarme la cena.El sueño durante la noche fue, como de costumbre, un desfile de confusiones transfigur
ImpresiónA bordo de aquel vehículo de lujo desbordante y comodidad desmedida me sentía como parte de la realeza, al punto que sentí que el conjunto que había escogido para ese día no alcanzaba para estar a la altura de ese nivel de glamur. Arthur no había dicho nada más después de abrirme la puerta con caballerosidad para dejarme subir al asiento trasero de aquel lujoso auto inglés que había sido modificado para tener la comodidad de una limusina sin arriesgar su sobriedad inherente a su diseño. El sujeto de movimientos mecánicos y serenidad excesiva había cerrado la puerta con delicadeza para luego ir a tomar su lugar al frente del volante.Por mi cabeza pasaron las más disparatadas hipótesis respecto a todo aquello: desde un secuestro hasta una broma de mal gusto. No podía entender como había sido tan insensata de aceptar subirme al coche de un sujeto al que no conocía. Ni siquiera por la identificación que dejaba en claro su pertenencia al equipo de trabajo de las industrias Cavil