Un pitido constante cerca de sus oídos la puso nerviosa. No podía ver nada, pero parecía no tener aire a su alrededor. Le faltaba oxígeno y comenzó a sentir que moría, se asustó, se sintió aterrada, era como si estuviera… como si estuviera enterrada. Escuchó que la llamaban por su nombre y mientras ella gritaba algo como un cristal romperse, sonó a su lado. De pronto la imagen de fuego, el sonido de un arma y un grito se hicieron presentes. Kerrie abrió los ojos de par en par justo en el momento en que un rayo interrumpió su sueño. Se dio cuenta que estaba en la habitación del hotel y que su corazón latía con fuera. Había tenido una pesadilla y había sido horrible. Escuchó que la puerta sonaba desde fuera así que corrió para abrirla, ahí estaba Hudson quien parecía molesto. —Te llamé diez veces Carrie. No me digas que te dormiste. —Lo siento. — Frunció el entrecejo al verla bien. La joven lo miró de la misma forma. —¿Sucede algo? —¿Tienes fiebre? — Colocó su mano sobre su frente
Kerrie despertó en el hospital del pueblo. No se sorprendió al ver a Hudson sentado a su lado con una expresión de cansancio en su rostro. Pronto recordó lo que había sucedido y se sintió aterrada, sucia y confundida. La habían drogado, un hombre la vio semidesnuda, además Hudson había entrado al cuarto y recordaba muy bien que había arremetido con fuerza en contra del hombre. Miró sus manos notando las heridas en sus nudillos. Nada de eso había sido un sueño.—Hudson. — El chico la miró. Ya ni siquiera llevaba la peluca, solo unas gafas oscuras y una gorra.—¿Cómo estás? ¿Te sientes bien? — Asintió.—¿Y tú? ¿No te duelen las manos? — Hudson las miró y luego negó levemente.—Eso no importa. ¿Te sientes bien? El doctor dijo que estarías limpia en unas horas. Te metieron algún tipo de sustancia que te noqueó por completo.—¿Qué pasó con el hombre?—Será mejor que volvamos a casa, esto fue mala idea.—¿Dónde está el hombre? — Hudson se calló y luego respiró con lentitud como si le pesara
Hudson y Kerrie compartieron miradas repletas de confusión. Vieron al hombre entrar a la casa y fue recibido por varias personas. Ambos entraron intentando comprender que pintaba ahí Dorian Krub. ¿Acaso conocía a Rory? Todo era tan confuso.—¿Qué es esto?—Estoy igual de confundida que tú. Te lo juro. — Decidieron esperar a qué se quedara solo o al menos no estuviera tan ocupado. Kerrie parecía nerviosa, se encontraba mordiendo las uñas de sus dedos debido a los nervios. Hudson había notado que ese era un gesto que hacía mucho. Sin pensarlo, tomó su muñeca y la bajó con suavidad. Ella lo miró detenidamente.—Calma, saldrá bien. — Asintió y tomó aire. El hombre comenzó a caminar hacia otra habitación así que ella decidió seguirlo y Hudson tomó el pasillo por si podía encontrarlo en la otra habitación.El hombre se giró a verla y ella reunió todo el valor para mostrar una pequeña sonrisa y decir: ¡Vaya es un usted Dorian Krub! Es un placer. — El hombre parpadeó varias veces mostrando su
—Todo está bien. En perfecto orden. No hay nada irregular o anormal. — Su médico de cabecera le entregó sus pruebas y Hudson negó levemente.—No lo entiendo. ¿no tengo taquicardia? Quiero decir, por qué mi corazón late tan rápido.—A lo mejor te has sentido nervioso por algo, estresado.—Está ensayando para la obra de teatro. — Luther comentó a su lado.—Puede ser eso.—Imposible. No late así de fuerte y rápido cuando estoy en el escenario. Solo es cuando estoy con ella.—¿Ella?—¿Quién ella? — Miró a Luther y luego al doctor.—Quiero decir, mi corazón se comporta así de raro cuando estoy trabajando con Kerrie, mi subordinada. — El doctor miró a Luther y Luther a él.—Bueno, eso explica muchas cosas.—¿De qué habla? — El doctor suspiró.—Hudson, creo que te has enamorado.—Imposible. — Luther soltó una carcajada detrás de él. El doctor tomó los resultados de los exámenes de nuevo y se los marcó a Hudson.—El examen es claro, no hay nada malo con tu cuerpo. Es posible que tu corazón la
—¡Qué patético! — Hazel negó mientras alzaba su tarro de cerveza. —Nash Phillips es el ser más egocéntrico y cobarde que haya conocido.—¿Cómo diablos te hiciste amiga de dos personas así? — Dante parecía igual de indignado que Hazel. —Claro que sin ofender Hazel.—No te preocupes, Aila será mi hermana de sangre, pero nunca la vi de esa forma. Siempre fue egoísta y malvada. La quiero, pero como un familiar lejano. — Kerrie hizo una mueca para luego darle un sorbo a su soda.—Es que soy mala leyendo a las personas. Siempre fui molestada y ellos eran los únicos que me defendían. — Dante y Hazel suspiraron con fuerza.—No te preocupes, no nos leíste mal. Seremos fieles.—Hasta la muerte. — Okay, Hazel ya estaba borracha y Dorian se dio cuenta.—Creo que la cerveza ya no es para ti.—¿Cómo que no? Hay que seguir bebiendo, mira que Kerrie ni siquiera ha tomado.—No soy muy buena con el alcohol. ¿Recuerdas lo de la fiesta?—Cierto, entonces beberé en tu honor. — Iba a tomar otra botella de
—Necesito un frappé. — Kerrie se levantó y Hudson iba a acompañarla, pero Ciel se levantó antes que él y siguió a la joven. Hudson miró a Ciel como si lanzara miles de dagas con sus ojos. Patrick lo notó y no pudo evitar soltar una pequeña risa.—Así que Hudson. — El muchacho miró al hombre frente a él. —¿Por qué no protegiste a Kerrie?—Lo siento. — Patrick suspiró al ver el arrepentimiento en el rostro del muchacho. Patrick se sentía de la misma forma. Kerrie era como su hermana menor, una chica que había dado más de lo que su familia le dio, conocía a la madre que los había abandonado, ella conocía a su esposa e hijos y se llevaban como una familia. Por esa misma razón no podía evitar sentirse culpable al no haber podido advertir a Kerrie de la maldad y el peligro del mundo al cual ella ya se había enfrentado más veces de lo que hubiera querido.—No te disculpes. Sin embargo, me hubiera gustado enterarme de que Kerrie se fue de viaje con un chico. — Hudson de pronto se sintió acusa
Cuando sus hermanos vieron a Hudson, Molly fue la primera en correr a sus brazos. Kerrie se llevó una sorpresa ya que no pensó que ella lo adorara tanto, pero era evidente de que si lo hacía. Con respecto a Dylan, buen él aun se mostraba reacio. Abrazó a su hermana mayor y ella no se opuso. De hecho, se sintió bien abrazarlo, luego de su momento íntimo y raro con Hudson, sintió algo extraño. Nunca creyó que podría llegar a ser cercana de esa forma con el chico que afirmó no agradarle.En fin, ahora estaba con sus hermanos y podía pasar un rato con ellos y en parte era gracias a Hudson. Los niños se subieron en la parte de atrás del auto y se aseguró de que usaran sus cinturones, luego se acomodó en el asiento del copiloto y una vez listos, Hudson emprendió el viaje. Mientras iban de camino a casa, Kerrie recibió un mensaje, era de Ciel.“¿Estás ocupada?”“Voy de camino a casa con mis hermanos.” Respondió ella.“Verás, he encontrado algo. ¿Podemos reunirnos mañana?” Ella sonrió y acept
Kerrie llegó al teatro luego de que Luther la llamara para pedirle un favor, que lo ayudara a cuidar de los actores. Kerrie no se negó ya que de cierta forma se lo debía a Luther luego de haber cuidado a sus hermanos. Por esa razón no se negó. Además, ahora tenía más tiempo libre ya que no cubría los turnos en el restaurante todos los días, más bien tres veces a la semana. El dinero que Hudson pagaba por sus servicios era más que suficiente. Así que al salir de la universidad corrió hacia el teatro.Luther la esperaba en la entrada y cuando la vio la saludó con un abrazo.—¿Estás bien? — La joven asintió mostrando una sonrisa. —¿Qué te hiciste? Te ves más guapa. — Ella le mostró una sonrisa ladina. Luther era un tipo muy caballeroso. La joven le dio un golpe en el brazo.—No bromees así.—Pero no bromeo. — Comenzaron a caminar hacia dentro. —Eres una chica muy guapa.—¿En serio? Llevo gafas que cubren más de la mitad de mi cara y soy muy flacucha. No creo ser un buen prospecto.—Tiene