Prólogo
- Estoy cansado de tus andanzas y tus desacatos Sirena, a partir de este momento te largas de esta casa y no regreses más. No voy a seguir siendo la burla de todo el mundo por tu culpa ¡Se acabó!
- Papá por favor, no me puedes hacer esto; yo soy tu única hija.
- Serás mi única hija y todo lo que quieras; pero yo no te crie para que fueras una cualquiera y eso es exactamente lo que eres. Yo no digo que no tengas intimidad con uno o más hombres porque tú eres la única dueña de tu cuerpo; sin embargo, no pienso seguir manteniendo tus salidas y gastos exagerados. Tú ni siquiera trabajas y te la pasas todo el día gastando el dinero a manos llenas.
- Ese es tu problema, siempre me estás reclamando por el maldito dinero ¡Claro! De seguro lo quieres para entregárselo a tu amante. M*****a sea la hora en que esa mujer entró en nuestras vidas.
- Te pido de favor que no hables así de Esmeralda, ella es la mujer que amo y después de ti es la mujer más importante de mi vida. No como tu madre que nos abandonó por irse tras de otro solamente porque era una verdadera interesada.
- Eso lo dices siempre que me quieres echar en cara su abandono ¿Qué culpa tengo yo de eso?
- No te echo nada en cara hija, solamente que ya estoy cansado de tu actitud irresponsable; actitud de la que yo tengo la culpa por haberte dado todos los gustos siempre. Sin embargo; eso se acaba hoy mismo. Además; no puedo seguir tapando tus errores porque eres una demente que no es capaz de manejar ni su propia vida.
- ¿Cómo? ¿De qué estás hablando?
- Hablo de que he tomado una decisión y no hay marcha atrás. A partir de la semana que viene, te irás de la ciudad de México para ir a trabajar a la Costa de Veracruz.
- ¿Qué? ¿Dime que estas de broma? Ni loca me pienso ir para ese lugar olvidado del mundo; yo no soy mujer de estar metida en un pueblucho como ese.
- Bueno, pues recoge tus cosas y lárgate de esta casa porque de mí no recibirás ni un solo peso más. Desde este momento si quieres algo de mí tendrás que ganártelo Sirena; así que escoge. Oh haces lo que yo te digo o ya ve despidiéndote de tu vida de reina mimada y descerebrada. No quiero que una hija mía se convierta en una inútil el día de mañana porque no recuerdo haberte criado de esa manera. Me hierve la sangre ver como quieres que los demás te vean como una mujer frívola y superficial, la cual solamente piensa en sus carteras y en sus zapatos.
– No pienso solo en mis carteras y en mi zapatos, no se de dónde sacas eso. Más bien dime que ya quieres sacarme de tu vida porque te estorbo y por eso me mandas a ese lugar.
– Claro que no me estorbas y nunca lo has hecho, pero si no cambias tu manera de ser me temo decirte que me veo en la penosa necesidad de tomar medidas drásticas.
Capítulo 1SirenaMi nombre como ya lo saben, es Sirena; Sirena del Castillo y soy hija del empresario mundialmente reconocido Felipe del Castillo. Mi padre es un importante empresario de la industria exportadora, que empezó su imperio desde abajo en un pueblo olvidado del mundo que se llama Costa de Veracruz. Digamos que mi amado padre nació en ese pueblo chiquito y muy aburrí, en donde conoció ahí a la mujer que por desgracia me dio la vida ¿Por qué digo por desgracia? ¡Pues verán!Mi amada madre nos abandonó a mi padre y a mí cuando apenas yo tenía nueve años. Según ella, mi padre era un don nadie recién llegado a la Ciudad de México y con un par de sueños ilusos que no le darían ni para comer. Así que decidió que era mejor irse con otro hombre que si le pudiera cumplir sus sueños de grandeza y nosotros no les importamos nada.Tiempo después del abandono de mi madre, tristemente para ella intentó volver con nosotros en cuanto papá comenzó a crear su fortuna y prestigio, ya que supu
Capítulo 2SirenaYa han pasado unos días desde que mi padre me puso la precisa de que tenía que supuestamente cambiar mi estilo de vida y desde entonces se la ha pasado molestando con el supuesto tema de que debe capacitarme para mi nuevo cargo. Ni siquiera he tenido tiempo para mí y eso ya es demasiado, solo veo a mí alrededor documentos, documentos y más documentos.Según mi padre hay una sola cosa que ha mantenido casi a flote la pequeña exportadora de ese pueblucho y digo así para no llamarlo de otra manera. Y es que los pescadores de la zona la mantienen medianamente surtida, por lo que cuando hablo de medianamente, me refiero a que al parecer esos pueblerinos no les gusta trabajar. Sin embargo; en cuanto yo ponga un pie en ese lugar todo tomara forma y el que no me obedezca será despedido.Mañana a primera hora deberé salir para Costa de Veracruz y ahí me entrevistaré con el supuesto capitán de un barco llamado Poseidón. El cual desde este momento puede considerarse el primero
Capítulo 3SirenaVeo por la ventanilla del auto como las calles de este pueblo están cubierta de muchos colores y la verdad no entiendo cuál es la necesidad de tanto adorno. Sin embargo, ignoro esto y solo espero a que al fin lleguemos a la casa en la que pasaré mi estancia aquí. Solamente espeso que mi padre por ese lado haya sido generoso.Veo el puerto de este pueblo repleto de barcos y a pescadores que lanzan sus cañas desde la orilla ¿Cómo pueden existir personas que se conforman con tan poco en esta vida? Personas que no desean salir de aquí a comerse al mundo y de lo único que daba gracias era que mi padre no haya sido un conformista.Cuando por fin el auto se detuvo, no pude creer en dónde me encontraba, ya que lejos de estar en frente de una hermosa mansión con una piscina enorme. La casa en la que mi padre pretendía que me quedara era una muy distinta a mi clase social.– Esto debe de ser un error Juan. Mi padre seguramente te dio mal la dirección de la casa en la que me qu
Capítulo 4SirenaMientras me baño no puedo dejar de pensar en eso que dijo Juan de que mi padre me ve reflejada en la que por desgracia es mi madre. Yo nunca he querido que eso sea así, pero no puedo volver a ser la chica tonta e ingenua que se dejó engañar por quienes pensaban eran mis amigos. Fue desde ese momento que opté por crearme una fachada que me protegiera del exterior para que así nadie pudiera volverá a lastimarme. Si tan solo mi padre pudiese ver la verdad, seguramente sabría que sigo siendo su niña consentida, pero bueno. Ya es tiempo de dejar de pensar en esas cosas.– Ya hemos llegado a la exportadora señorita. Bajemos para que pueda presentarle al personal y a su asistente.Mirando como Juan daba la vuelta al carro para abrirme la puerta, me coloco mis gafas de sol y tomo su mano una vez la puerta está abierta para poder bajar. Solamente quiero entrar para acabar con esto de una buena vez.Para mi sorpresa pensé que este lugar tendría un olor inmundo a pescado, pero
Capítulo 5SirenaDebo reconocer que esperaba encontrarme con un barco más pequeño, pero según observo el que me ha señalado Juan, este es bastante grande y estoy segura de que puede traer en sus bodegas el doble de lo que reporta.Me bajo de la camioneta dispuesta a enfrentar a aquel hombre y mientas avanzo puedo notar como todos los hombres de los alrededores se me quedan viendo. Es como si nunca hubiesen visto a una mujer bien vestida en tacones y con el pelo suelto.Una vez he subido las escaleras y estoy a bordo del barco, noto como al costado de este hay un grupo de hombres riéndose de algo, por lo que hago un ruido con mi garganta para que noten mi presencia y lo logro.- ¡Vaya! No sé si es una ilusión, pero creo que mis ojos acaban de ver a un mismísimo ángel – dijo uno de aquellos hombres y la verdad me choco un poco la confianza que se acaba de tomar.- No voy a decir nada con respecto a su comentario, pero me gustaría saber cual de ustedes es el capitán del barco. Estoy bus
Capítulo 6SirenaPataleo y golpeo sin parar la espalda de aquel animal, el cual me ha tomado sobre su hombro como si yo fuera un costal. Hay que ver que de idiotas esta hecho el mudo y este imbécil no se quedaba atrás.- Que me suelte le he dicho pedazo de animal ¡Bájeme! – vuelvo a gritar mientras lo golpeo, pero este no me hace caso.- No se preocupe señorita que ya mismo la bajo. Yo creo que un bañito frio en el mar no le caería mal y así de paso se le quitan esos aires de grandeza que se carga.- No, ni se te ocurra tirarme desgraciado infeliz.Ni siquiera tuve tiempo a reaccionar bien cuando de pronto sentí como mi cuerpo fue lanzado al mar y para colmo de males comencé a ahogarme ya que no sabía nadar. Sé que tal vez eso suene increíble siendo hija de Felipe Castillo, pero digamos que por culpa de mi madre nadar ya no es una opción para mí.Cuando ya veía mis esperanzas perdidas y supuse que nadie me sacaría de aquí, sentí como si alguien se lanzara rápidamente al agua y me sac
Capitulo 7GonzaloLa verdad es que en mi vida nunca hay un rumbo fijo y soy como el mar que viene y que va en calma, pero también puedo ser ese que se enfurece como si fuese la misma tormenta que lo agita sin parar.Yo siempre he sido un amante de las mujeres bellas, las cuales siempre me buscan para satisfacer los placeres de la carne y aunque muchas han intentado echarme el lazo, hasta ahora no ha nacido la que pueda lograrlo.Cuando mi padrino me llamo hace unos días para decirme que un nuevo administrador vendría al pueblo, debió decirme que era su hija y que esta tenía un carácter de los mil demonios. Seguramente le habría dado otro trato o de lo contrario todo hubiese sucedido igual. Sin embargo, cuando la vi en el agua desesperada tratando de salir, en el momento en el que iba a lanzarme para sacarla Juan lo hizo primero. Al parecer el hombre estaba esperando a que algo como esto sucediera y creo que mis anteriores momentos han tenido que ver en eso.Lejos de la sorpresa de des
Capítulo 8Sirena Luego del horrible susto y el desagradable momento que pasé por culpa de aquel hombre, me fui directo hacia la casa, en donde tomé un baño bastante largo. Necesitaba quitarme de encima toda aquella agua salada, pero sobre todo necesitaba que el coraje que sentía se me pasara de alguna manera. No podía creer como aquel hombre se había atrevido a tanto y encima ni siquiera saltó después de haberme tirado al ver que me estaba ahogando.Cuando pensé que mi tarde mejoraría y que solamente debía de ocuparme de sacar a ese hombre de inmediato de la empresa, me encuentro con la sorpresa de que está hablando con Juan justo en frente de mi puerta. Que tonto pensar que un hombre tan bruto como él podría sentir arrepiento después de lo que me hizo. En vez de eso solamente ha llamado estúpida a la decisión que tomé con respecto a sacar lo del barco y ahora menos que nunca pienso retractarme de lo que dije. Supongo que De nada sirvió que la tal Paloma me hablara de lo buen capitá