Capítulo 4
Sirena
Mientras me baño no puedo dejar de pensar en eso que dijo Juan de que mi padre me ve reflejada en la que por desgracia es mi madre. Yo nunca he querido que eso sea así, pero no puedo volver a ser la chica tonta e ingenua que se dejó engañar por quienes pensaban eran mis amigos. Fue desde ese momento que opté por crearme una fachada que me protegiera del exterior para que así nadie pudiera volverá a lastimarme. Si tan solo mi padre pudiese ver la verdad, seguramente sabría que sigo siendo su niña consentida, pero bueno. Ya es tiempo de dejar de pensar en esas cosas.
– Ya hemos llegado a la exportadora señorita. Bajemos para que pueda presentarle al personal y a su asistente.
Mirando como Juan daba la vuelta al carro para abrirme la puerta, me coloco mis gafas de sol y tomo su mano una vez la puerta está abierta para poder bajar. Solamente quiero entrar para acabar con esto de una buena vez.
Para mi sorpresa pensé que este lugar tendría un olor inmundo a pescado, pero lejos de eso no era así. Según Juan las personas que se encargan de manipular el pescado están en ogro sector muy separado de las oficinas y ese olor no llegaría a esta parte. Creo que mi padre pensó muy bien en distribuir las instalaciones de esa manera para priorizar el trabajo de los demás.
- Y esta es su oficina señorita Sirena. Desde aquí trabajara y atenderá a su personal. Esta es la oficina de su padre y yo seré su asistente – dijo la chica con grandes lentes y pelo mal cuidado.
- Muy bien, mensaje captado ¿Cuál me dijiste que era tu nombre? No lo recuerdo.
- A no, no le he dicho mi nombre señorita. Me llamo Paloma y cuando su padre me dijo que iba a venir no lo podía creer.
- Pues yo tampoco podía creerlo, pero ya ves, aquí estoy y no es precisamente por mi propia voluntad. Sin embargo, si quieres seguir trabajando aquí y a mi lado te advierto que no acepto fallas. Conmigo todo tiene que salir perfecto en todo momento, así que para empezar quiero sobre mi escritorio todos los contratos del los barcos pesqueros que trabajan para esta exportador y de paso un buen numero de cartas de despido. Voy a empezar a limpiar este lugar ce personas que no aportan nada comenzando por ese tal capitán Gonzalo.
- ¡¿Espere que?! ¿Ha dicho que va a despedir al capitán Gonzalo? Señorita déjeme decirle que si hace eso esta empacadora se va a la ruina y muchas personas perderán sus empleos. El capitán Gonzalo es el único que mantiene esta exportadora surtida para poder cumplir con los pedidos.
- ¿Me estás diciendo acaso que me he equivocado? Déjame decirte querida Paloma que antes de venir a este lugar vi unos informes en donde claramente se dejaba ver que ese hombre solamente le trae perdidas a este lugar. Además, dichos documentos me los mostro mi padre y se perfectamente de lo que estoy hablando.
- Pues debe de haber algún error señorita porque soy yo quien le pasa los informes a su padre y se perfectamente de que hablo. Tal vez si revisamos los últimos informes que le envié pueda ver que lo que digo es cierto. El capitán es un hombre integro y trabajador y con su tripulación siempre lo arriesgan todo en el mar para que este lugar siga funcionando. Es raro que su padre le haya mostrado esos informes, ya que su propio padre le tiene mucha estima y cariño.
- De la manera en la que hablas de él es como si estuvieras enamorada de este tal Gonzalo, sin embargo, si estas tan segura de que hubo un error entonces muéstrame los informes. Veamos si es cierto todo lo que dices de ese hombre, pero de igual manera tendrá que adaptarse a mis normas si quiere seguir trabajando aquí.
- Está bien, ya mismo traigo lo que me pidió y vera como si tengo razón.
No pasaron ni cinco minutos cuando sin darme cuenta ya tenía todo lo que le pedí a Paloma sobre mi escritorio y mirando los documentos que anteriormente había visto en casa, era obvio que existía un gran error de información. Era más que obvio que el problema al final no era ese capitán, sino los demás trabajadores de este lugar.
- Muy bien Paloma, prepara las cartas de renuncia de las personas que ya te he dicho y mañana mismo se las haces llegar. Quiero que liquides muy bien a cada uno para que no haya problemas a futuro y mientas haces eso yo iré a ver al capitán estrella del que tanto hablas. Quiero comprobar por mi misma quien es ese sujeto.
- ¿De verdad no quiere que la acompañe a verlo? Tal vez las cosas entre ustedes se pongan difíciles porque veo que ambos tienen el carácter muy pesado.
- No tienes que preocuparte por eso Paloma, necesito que te quedes aquí y hagas exactamente lo que te pedí. Créeme cuando te digo que yo misma sabré como lidiar con ese hombre.
Capítulo 5SirenaDebo reconocer que esperaba encontrarme con un barco más pequeño, pero según observo el que me ha señalado Juan, este es bastante grande y estoy segura de que puede traer en sus bodegas el doble de lo que reporta.Me bajo de la camioneta dispuesta a enfrentar a aquel hombre y mientas avanzo puedo notar como todos los hombres de los alrededores se me quedan viendo. Es como si nunca hubiesen visto a una mujer bien vestida en tacones y con el pelo suelto.Una vez he subido las escaleras y estoy a bordo del barco, noto como al costado de este hay un grupo de hombres riéndose de algo, por lo que hago un ruido con mi garganta para que noten mi presencia y lo logro.- ¡Vaya! No sé si es una ilusión, pero creo que mis ojos acaban de ver a un mismísimo ángel – dijo uno de aquellos hombres y la verdad me choco un poco la confianza que se acaba de tomar.- No voy a decir nada con respecto a su comentario, pero me gustaría saber cual de ustedes es el capitán del barco. Estoy bus
Capítulo 6SirenaPataleo y golpeo sin parar la espalda de aquel animal, el cual me ha tomado sobre su hombro como si yo fuera un costal. Hay que ver que de idiotas esta hecho el mudo y este imbécil no se quedaba atrás.- Que me suelte le he dicho pedazo de animal ¡Bájeme! – vuelvo a gritar mientras lo golpeo, pero este no me hace caso.- No se preocupe señorita que ya mismo la bajo. Yo creo que un bañito frio en el mar no le caería mal y así de paso se le quitan esos aires de grandeza que se carga.- No, ni se te ocurra tirarme desgraciado infeliz.Ni siquiera tuve tiempo a reaccionar bien cuando de pronto sentí como mi cuerpo fue lanzado al mar y para colmo de males comencé a ahogarme ya que no sabía nadar. Sé que tal vez eso suene increíble siendo hija de Felipe Castillo, pero digamos que por culpa de mi madre nadar ya no es una opción para mí.Cuando ya veía mis esperanzas perdidas y supuse que nadie me sacaría de aquí, sentí como si alguien se lanzara rápidamente al agua y me sac
Capitulo 7GonzaloLa verdad es que en mi vida nunca hay un rumbo fijo y soy como el mar que viene y que va en calma, pero también puedo ser ese que se enfurece como si fuese la misma tormenta que lo agita sin parar.Yo siempre he sido un amante de las mujeres bellas, las cuales siempre me buscan para satisfacer los placeres de la carne y aunque muchas han intentado echarme el lazo, hasta ahora no ha nacido la que pueda lograrlo.Cuando mi padrino me llamo hace unos días para decirme que un nuevo administrador vendría al pueblo, debió decirme que era su hija y que esta tenía un carácter de los mil demonios. Seguramente le habría dado otro trato o de lo contrario todo hubiese sucedido igual. Sin embargo, cuando la vi en el agua desesperada tratando de salir, en el momento en el que iba a lanzarme para sacarla Juan lo hizo primero. Al parecer el hombre estaba esperando a que algo como esto sucediera y creo que mis anteriores momentos han tenido que ver en eso.Lejos de la sorpresa de des
Capítulo 8Sirena Luego del horrible susto y el desagradable momento que pasé por culpa de aquel hombre, me fui directo hacia la casa, en donde tomé un baño bastante largo. Necesitaba quitarme de encima toda aquella agua salada, pero sobre todo necesitaba que el coraje que sentía se me pasara de alguna manera. No podía creer como aquel hombre se había atrevido a tanto y encima ni siquiera saltó después de haberme tirado al ver que me estaba ahogando.Cuando pensé que mi tarde mejoraría y que solamente debía de ocuparme de sacar a ese hombre de inmediato de la empresa, me encuentro con la sorpresa de que está hablando con Juan justo en frente de mi puerta. Que tonto pensar que un hombre tan bruto como él podría sentir arrepiento después de lo que me hizo. En vez de eso solamente ha llamado estúpida a la decisión que tomé con respecto a sacar lo del barco y ahora menos que nunca pienso retractarme de lo que dije. Supongo que De nada sirvió que la tal Paloma me hablara de lo buen capitá
Capítulo 9 IrinaEsta tarde mientras caminaba por el pueblo en compañía de mi madre, me quedé escuchando una conversación bastante fuerte en donde las mujeres de los pescadores comentaban el hecho de que Gonzalo había tirado a una mujer al agua hace menos de tres horas.Sin embargo, lo que más me llamó la atención fue el saber que aquella mujer al parecer no sabía nadar y solo por eso muchos estaban diciendo que Gonzalo quiso matarla. El hecho de saber que el capitán cometió semejante acto no me sorprende para nada, ya que Gonzalo siempre ha sido un hombre muy temperamental y eso me enloquece de él. No obstante, para su desgracia al parecer será despedido de su trabajo y todo porque aquella mujer a la que tiró resulto ser su jefa.Aunque quise seguir escuchando lo que parloteaban aquellas mujeres para saber un poco más, de inmediato tuve que dejar de hacer antes de que mi madre se diera cuenta. No podía dejar que me llamara la atención enfrente de todo el pueblo o sin duda sería el h
Capítulo 10SirenaDesde que había vuelto en la tarde a la exportadora, no pasó por alto para mí las miradas de muchos de los trabajadores. Seguramente ya me dio pueblo debe de saber lo que me sucedió con aquel hombre en el muelle y de seguro ya era el hazmerreír de todos por su culpa. Sin embargo, para mi grandiosa suerte solamente hice oídos sordos a los posibles comentarios, ya que al parecer solo se iban a dedicar a hablar a mis espaldas porque hasta el momento nadie se ha dignado a darme la cara. Nadie se atreve a hablarme de frente creo que eso es algo que hace la gente de pueblos sin educación o simplemente las personas que adoran el chisme.– Señorita, aquí está todo lo que me pidió la primera vez que vino en la mañana, no obstante, creo que debo preguntarle si de verdad estás segura de lo que quiere hacer ahora que volvió ¿No sería una buena idea que cambiara de opinión?– Por supuesto que no es una opción para mí el cambiar de opinión y tampoco quiero hacerlo Paloma. Quiero
Capítulo 11GonzaloEsta tarde luego del fallido encuentro entre aquella mujer y yo, había decidido que lo mejor era retirarme a la cantina para despejar un poco mi mente con una buena jarra de cerveza. A lo mejor el alcohol podía hacer que se me pasara un poco el coraje que traía encima y así de paso también dejaba de pensar en esa mujer. Debía olvidar la forma en la que la vi luego de que Juan la sacará del agua, ya que no era normal que la siguiera pensando después de todo lo que ha pasado entre nosotros en menos de un día.– No sé por qué pienso en esa mujer cuando tengo otras cosas más importantes en que pensar – digo mientras dejo la cerveza sobre la mesa.– ¿Dijiste algo capitán? Me pareció escucharte decir algo.– No he dicho nada Aldo o al menos nada que sea importante.– ¿Entonces capitán no lograste convencer a la hija de Don Felipe? – me pregunta Hugo por enésima vez y la verdad es que ya no sabía como decirle lo mismo sin que volviese a preguntar.– ¿Qué se supone que har
Capítulo 12SirenaMiro la luna desde mi ventana y no sé por qué no he podido quedarme dormida todavía. Solamente pienso en ese hombre sin poder sacarlo de mi cabeza y de verdad esto me está sacando de mis casillas. Yo hace mucho dejé de dedicarle tiempo a las cosas insignificantes que me rodean y él no iba a cambiar eso. Como quisiera borrarle de su rostro aquella sonrisa arrogante y de paso también hacer que se trague todas sus palabras.Si bien yo jamás había conocido a un tipo tan arrogante y maleducado como él, me había planteado la meta de hacerlo pagar por lo que me hizo. Ya veremos como se doblega ante mis pies hasta el punto de venir arrastrándose para pedirme perdón.Al sentir el sonido de mi teléfono salgo por completo del trance en el que estoy y me doy cuenta de que este está sobre la cama. Seguramente es mi padre de nuevo insistiendo en hablar conmigo y hay que ver que el hombre no se cansa. Así que para evitar que el teléfono vuelva a sonar, me decido por tomar la llama