Capítulo 3
Sirena
Veo por la ventanilla del auto como las calles de este pueblo están cubierta de muchos colores y la verdad no entiendo cuál es la necesidad de tanto adorno. Sin embargo, ignoro esto y solo espero a que al fin lleguemos a la casa en la que pasaré mi estancia aquí. Solamente espeso que mi padre por ese lado haya sido generoso.
Veo el puerto de este pueblo repleto de barcos y a pescadores que lanzan sus cañas desde la orilla ¿Cómo pueden existir personas que se conforman con tan poco en esta vida? Personas que no desean salir de aquí a comerse al mundo y de lo único que daba gracias era que mi padre no haya sido un conformista.
Cuando por fin el auto se detuvo, no pude creer en dónde me encontraba, ya que lejos de estar en frente de una hermosa mansión con una piscina enorme. La casa en la que mi padre pretendía que me quedara era una muy distinta a mi clase social.
– Esto debe de ser un error Juan. Mi padre seguramente te dio mal la dirección de la casa en la que me quedaré – le digo de inmediato al chófer para que vuelva a arrancar.
– Lo siento señorita, pero me temo que no hay ningún error. Esta es la dirección exacta que me ha dado su padre y también es a donde lo traído a él siempre que estamos aquí.
– No, esto no puede estar pasando, mi padre no puede humillarme de esta manera ¿Hasta cuándo seguirá con su ridículo capricho de hacerme sentir menos como si yo no le importara? – digo evidentemente molesta y por el reflejo del espejo veo como Juan me mira a través de este.
– Si me permite decirle algo señorita Sirena, n creo que su padre le esté haciendo esto por ocasionarle algún daño. Más bien creo que le está enseñando a valorar las cosas buenas de la vida, pero si me permite decirle otra cosa considero que la casa no es tan mal como usted considera. Esta casa tiene una fachada bastante bonita a mi parecer y su interior es muy cómodo.
– Mira Juan, has estado muchos años al servicio de mi padre y solamente por eso voy a dejar pasar tus comentarios. Sin embargo, no me importa el hecho de que mi padre crea que esto es lo mejor para mí porque yo estoy hecha para otro nivel de vida. No pertenezco a este mundo de pueblo tan simple como para que ahora mi padre quiera hacerme cambiar mi manera de ser.
– Entiendo lo que me dice señorita, pero aún con temor a que mis últimas palabras le causen alguna gran molestia, me atrevería a decir que sería una pena que al final ustedes se parezca a su madre. Esas mismas palabras siempre fueron las que ella decía sin cansarse y creo que su padre solamente quiere evitar que usted también cometa los mismos errores que ella.
En esta ocasión las palabras de Juan sí me dejaron sin argumento alguno porque no puedo imaginarme que mi padre considere el hecho de que me parezco a esa señora. Yo jamás dejaría a alguien porque tenga más dinero que otro y es porque simplemente detesto el simple hecho de pensarlo. No pienso pagarle a nadie con la misma moneda que ella y sobre todo porque en mi vida no hay espacio para algo tan ridículo como el amor. Mis errores del pasado no volverán a hacerme sufrir.
Sin decir una sola palabra más me bajé del auto bastante molesta, pero preferí quedarme callada antes de que seguir discutiendo con Juan. Solamente me dediqué a entrar de una a la casa para que mis ojos pudieran escanear el espacio que ocuparía a partir de ahora.
En este corto lapso de tiempo debo admitir que para ser una casa de pueblo esta se encuentra bastante amplia y bien decorada, pero aún así no cumple ni siquiera con las expectativas que tenía antes de venir. Esta casa simplemente tiene tres cuartos, una cocina y por suerte los baños individuales dentro de cada habitación. Además, se puede decir que la sala de estar es algo así como moderna, pero no con el espacio necesario.
– Ya dejé sus maletas en la puerta de su habitación como me ordenó y también le avisé a la señora de servicio que usted había llegado. Su padre considero que sería bueno que alguien la ayudara con los quehaceres de la casa, ya que seguramente cuando empieza a trabajar en la exportadora ni siquiera tendrá tiempo para usted misma. En ese lugar hay mucho que hacer.
– Está bien, Juan. Por lo menos tendré a alguien que haga los quehaceres por mí, no creo que eso sea un gran avance, pero me gustaría saber en dónde vas a quedarte tú. Creo haberte escuchado decir que has dejado mis maletas en la puerta de mi habitación, pero no que dejaste también las tuyas.
– No se preocupe por eso señorita, este espacio solamente para usted. Siempre que vengo con el señor tengo mi propia casita la cual compré aquí para cualquier cosa que suceda en mi futuro. Usted solamente debe de llamarme al celular si necesita moverse por el pueblo y yo enseguida estaré aquí justo para llevarla. Ya cuando se acostumbre mejor al lugar podrá ir i venir usted sola.
– Bueno, como quieras. Sin embargo ahora desearía tomar un baño relajarme para prepararme adecuadamente e ir a visitar la exportadora. Quiero conocer el lugar donde a partir de ahora trabajaré y de paso poner en orden algunas cosas que ya tengo previamente preparadas en mi cabeza.
– En ese caso iré a guardar mis cosas a mi casa y cuando usted termine solamente me llama. La llevaré con gusto a los lugares que me ha pedido.
–Muy bien, entonces manos a la obra. No veo la hora de conocer al famoso capitán del Poseidón, creo que hoy será su último día en ese barco.
– ¿Habla usted de Gonzalo Salazar? No creo que sea buena idea que ustedes quiera enfrentar al capitán y menos si no se conocen. Él es un hombre de temperamento muy fuerte y creo que no se llevarán nada bien si empiezan con el pie izquierdo.
– Pues me vale si el capitancito ese tiene aires de grandeza y de superioridad. A mí nadie me va a decir cómo puedo o no tratar a ese tipejo que solamente le trae pedidas al negocio de mi padre. Así que él y todos los que me estorben pueden considerarse despedidos ¿Quedó claro?
– Más claro que el agua, señorita.
Capítulo 4SirenaMientras me baño no puedo dejar de pensar en eso que dijo Juan de que mi padre me ve reflejada en la que por desgracia es mi madre. Yo nunca he querido que eso sea así, pero no puedo volver a ser la chica tonta e ingenua que se dejó engañar por quienes pensaban eran mis amigos. Fue desde ese momento que opté por crearme una fachada que me protegiera del exterior para que así nadie pudiera volverá a lastimarme. Si tan solo mi padre pudiese ver la verdad, seguramente sabría que sigo siendo su niña consentida, pero bueno. Ya es tiempo de dejar de pensar en esas cosas.– Ya hemos llegado a la exportadora señorita. Bajemos para que pueda presentarle al personal y a su asistente.Mirando como Juan daba la vuelta al carro para abrirme la puerta, me coloco mis gafas de sol y tomo su mano una vez la puerta está abierta para poder bajar. Solamente quiero entrar para acabar con esto de una buena vez.Para mi sorpresa pensé que este lugar tendría un olor inmundo a pescado, pero
Capítulo 5SirenaDebo reconocer que esperaba encontrarme con un barco más pequeño, pero según observo el que me ha señalado Juan, este es bastante grande y estoy segura de que puede traer en sus bodegas el doble de lo que reporta.Me bajo de la camioneta dispuesta a enfrentar a aquel hombre y mientas avanzo puedo notar como todos los hombres de los alrededores se me quedan viendo. Es como si nunca hubiesen visto a una mujer bien vestida en tacones y con el pelo suelto.Una vez he subido las escaleras y estoy a bordo del barco, noto como al costado de este hay un grupo de hombres riéndose de algo, por lo que hago un ruido con mi garganta para que noten mi presencia y lo logro.- ¡Vaya! No sé si es una ilusión, pero creo que mis ojos acaban de ver a un mismísimo ángel – dijo uno de aquellos hombres y la verdad me choco un poco la confianza que se acaba de tomar.- No voy a decir nada con respecto a su comentario, pero me gustaría saber cual de ustedes es el capitán del barco. Estoy bus
Capítulo 6SirenaPataleo y golpeo sin parar la espalda de aquel animal, el cual me ha tomado sobre su hombro como si yo fuera un costal. Hay que ver que de idiotas esta hecho el mudo y este imbécil no se quedaba atrás.- Que me suelte le he dicho pedazo de animal ¡Bájeme! – vuelvo a gritar mientras lo golpeo, pero este no me hace caso.- No se preocupe señorita que ya mismo la bajo. Yo creo que un bañito frio en el mar no le caería mal y así de paso se le quitan esos aires de grandeza que se carga.- No, ni se te ocurra tirarme desgraciado infeliz.Ni siquiera tuve tiempo a reaccionar bien cuando de pronto sentí como mi cuerpo fue lanzado al mar y para colmo de males comencé a ahogarme ya que no sabía nadar. Sé que tal vez eso suene increíble siendo hija de Felipe Castillo, pero digamos que por culpa de mi madre nadar ya no es una opción para mí.Cuando ya veía mis esperanzas perdidas y supuse que nadie me sacaría de aquí, sentí como si alguien se lanzara rápidamente al agua y me sac
Capitulo 7GonzaloLa verdad es que en mi vida nunca hay un rumbo fijo y soy como el mar que viene y que va en calma, pero también puedo ser ese que se enfurece como si fuese la misma tormenta que lo agita sin parar.Yo siempre he sido un amante de las mujeres bellas, las cuales siempre me buscan para satisfacer los placeres de la carne y aunque muchas han intentado echarme el lazo, hasta ahora no ha nacido la que pueda lograrlo.Cuando mi padrino me llamo hace unos días para decirme que un nuevo administrador vendría al pueblo, debió decirme que era su hija y que esta tenía un carácter de los mil demonios. Seguramente le habría dado otro trato o de lo contrario todo hubiese sucedido igual. Sin embargo, cuando la vi en el agua desesperada tratando de salir, en el momento en el que iba a lanzarme para sacarla Juan lo hizo primero. Al parecer el hombre estaba esperando a que algo como esto sucediera y creo que mis anteriores momentos han tenido que ver en eso.Lejos de la sorpresa de des
Capítulo 8Sirena Luego del horrible susto y el desagradable momento que pasé por culpa de aquel hombre, me fui directo hacia la casa, en donde tomé un baño bastante largo. Necesitaba quitarme de encima toda aquella agua salada, pero sobre todo necesitaba que el coraje que sentía se me pasara de alguna manera. No podía creer como aquel hombre se había atrevido a tanto y encima ni siquiera saltó después de haberme tirado al ver que me estaba ahogando.Cuando pensé que mi tarde mejoraría y que solamente debía de ocuparme de sacar a ese hombre de inmediato de la empresa, me encuentro con la sorpresa de que está hablando con Juan justo en frente de mi puerta. Que tonto pensar que un hombre tan bruto como él podría sentir arrepiento después de lo que me hizo. En vez de eso solamente ha llamado estúpida a la decisión que tomé con respecto a sacar lo del barco y ahora menos que nunca pienso retractarme de lo que dije. Supongo que De nada sirvió que la tal Paloma me hablara de lo buen capitá
Capítulo 9 IrinaEsta tarde mientras caminaba por el pueblo en compañía de mi madre, me quedé escuchando una conversación bastante fuerte en donde las mujeres de los pescadores comentaban el hecho de que Gonzalo había tirado a una mujer al agua hace menos de tres horas.Sin embargo, lo que más me llamó la atención fue el saber que aquella mujer al parecer no sabía nadar y solo por eso muchos estaban diciendo que Gonzalo quiso matarla. El hecho de saber que el capitán cometió semejante acto no me sorprende para nada, ya que Gonzalo siempre ha sido un hombre muy temperamental y eso me enloquece de él. No obstante, para su desgracia al parecer será despedido de su trabajo y todo porque aquella mujer a la que tiró resulto ser su jefa.Aunque quise seguir escuchando lo que parloteaban aquellas mujeres para saber un poco más, de inmediato tuve que dejar de hacer antes de que mi madre se diera cuenta. No podía dejar que me llamara la atención enfrente de todo el pueblo o sin duda sería el h
Capítulo 10SirenaDesde que había vuelto en la tarde a la exportadora, no pasó por alto para mí las miradas de muchos de los trabajadores. Seguramente ya me dio pueblo debe de saber lo que me sucedió con aquel hombre en el muelle y de seguro ya era el hazmerreír de todos por su culpa. Sin embargo, para mi grandiosa suerte solamente hice oídos sordos a los posibles comentarios, ya que al parecer solo se iban a dedicar a hablar a mis espaldas porque hasta el momento nadie se ha dignado a darme la cara. Nadie se atreve a hablarme de frente creo que eso es algo que hace la gente de pueblos sin educación o simplemente las personas que adoran el chisme.– Señorita, aquí está todo lo que me pidió la primera vez que vino en la mañana, no obstante, creo que debo preguntarle si de verdad estás segura de lo que quiere hacer ahora que volvió ¿No sería una buena idea que cambiara de opinión?– Por supuesto que no es una opción para mí el cambiar de opinión y tampoco quiero hacerlo Paloma. Quiero
Capítulo 11GonzaloEsta tarde luego del fallido encuentro entre aquella mujer y yo, había decidido que lo mejor era retirarme a la cantina para despejar un poco mi mente con una buena jarra de cerveza. A lo mejor el alcohol podía hacer que se me pasara un poco el coraje que traía encima y así de paso también dejaba de pensar en esa mujer. Debía olvidar la forma en la que la vi luego de que Juan la sacará del agua, ya que no era normal que la siguiera pensando después de todo lo que ha pasado entre nosotros en menos de un día.– No sé por qué pienso en esa mujer cuando tengo otras cosas más importantes en que pensar – digo mientras dejo la cerveza sobre la mesa.– ¿Dijiste algo capitán? Me pareció escucharte decir algo.– No he dicho nada Aldo o al menos nada que sea importante.– ¿Entonces capitán no lograste convencer a la hija de Don Felipe? – me pregunta Hugo por enésima vez y la verdad es que ya no sabía como decirle lo mismo sin que volviese a preguntar.– ¿Qué se supone que har