El ambiente en la mesa se volvió aún más tenso. Hugo miraba a Trinidad con preocupación, y ella podía sentir la angustia en su mirada. No entendía por qué estas personas se estaban involucrando en sus vidas y qué podían querer de ella.—No puedo estar seguro de qué están planeando —continuó Landon— no olviden que Valeria se hizo pasar por ti y estaba saliendo con Marcos, quien pretende divorciarse de Tiana para casarse contigo, Trinidad. Además, Leviña, que recientemente se reunió con su esposo Lisandro Smith tras salir de la cárcel, también parece estar involucrada en todo esto. Quizás estén buscando venganza en contra del señor Muñóz, y qué mejor manera de hacerlo que dañándote a ti.La preocupación de Trinidad aumentó al escuchar todo esto, esa Valeria siempre metiéndola en problemas, ¿por qué tenía que hacerse pasar por ella precisamente frente al hermanastro de Hugo? ¿Es que nunca iban a salir completamente de ellas? Hugo, por su parte, la rodeó con su brazo en un gesto de protec
La casa de la familia Fuentes se erguía majestuosa y oscura, rodeada por altos muros de piedra y una verja imponente que parecía advertir a los intrusos que no eran bienvenidos. Al entrar por el portón, uno era recibido por un amplio camino de adoquines que se perdía en la penumbra de la noche. La mansión estaba construida en un estilo gótico, con altas torres y tejados puntiagudos que se recortaban contra el cielo estrellado. Las paredes de piedra oscura estaban enmarcadas por enredaderas retorcidas que parecían querer atrapar a cualquiera que se acercara demasiado. El interior de la casa era igual de sombrío que su exterior. Los pasillos estaban iluminados por lámparas de araña colgantes que arrojaban una luz tenue y misteriosa sobre los retratos antiguos que adornaban las paredes. Los rostros en los cuadros parecían observar a los visitantes con ojos penetrantes, como si guardaran secretos oscuros y ancestrales. El mobiliario era opulento pero austero, con muebles de madera ma
Trinidad intenta mantener la compostura, pero sus manos tiemblan ligeramente mientras busca su plato y su copa. Sin quererlo, derrama un poco de vino, y una sensación de vergüenza y frustración se apodera de ella. Trata de disimular su torpeza, pero no pasa desapercibido para algunos miembros de la familia Fuentes. Por suerte la conversación sigue su rumbo y todos se concentran en Marcos.—¿Qué abuelo? —protesta Marcos ante el regaño de su abuelo. —¿Por qué Hugo, no puede decir cómo logró pagar esas deudas tan grandes que tenía? Su esposa no parece ser precisamente adinerada.El tono sarcástico de su voz no pasa desapercibido, y todos en la mesa dirigen su mirada hacia Trinidad, esperando la respuesta de su esposo. Hugo, con una mirada decidida, toma la mano de Trinidad bajo la mesa para tranquilizarla. Sabe que su respuesta puede ser determinante en
Hugo, en silencio, asiente en apoyo a su esposa. Él sabe que Trinidad ha desarrollado una sensibilidad única para percibir las verdaderas intenciones de las personas a través de otros sentidos, incluso sin verlas directamente. No por algo dirige unas empresas como las de ella, llevándolas a la cumbre. En ese momento sonríe orgulloso de su mujer.El abuelo Máximo Fuentes entra en el salón, interrumpiendo la tensión en el ambiente. Todos disimulan, pero el encuentro entre Trinidad y Regina ha dejado una huella imborrable en sus mentes.—¿Y qué le parece la casa Trinidad? —pregunta Máximo tratando de aliviar el ambiente tan tenso.—Por como la describe su nieto, es una majestuosa e increíble mansión, ¿la hizo usted? Trinidad se muestra segura de sí misma, sin dejarse amedrentar por la malicia de Regina. Su voz resuena en el salón, y todos los presentes se quedan en silencio, sorprendidos por la valentía de la joven.—¡Claro hija! Es mi obra maestra. Hugo, al parecer tu esposa tiene cono
El aire frío de la noche envuelve a Hugo y Trinidad mientras caminan juntos, abrazados en silencio. El corazón de Trinidad late rápidamente, y su respiración se agita por la intensidad de las emociones que la atormentan. La tensión de la cena familiar aún pesa sobre ellos, y aunque Trinidad trató de mantenerse firme, la crueldad de algunas personas hacia su discapacidad visual ha dejado una profunda cicatrices invisibles pero profundas en su alma y corazón. Finalmente, llegan al auto y se refugian en su interior convirtiéndose en un santuario de confesiones silenciosas. Mientras Trinidad desahoga su dolor en lágrimas y sollozos, Hugo lucha internamente con una mezcla de emociones que lo desbordan. La impotencia lo consume, como si se encontrara en medio de un torbellino en el que no puede hacer más que presenciar el sufrimiento de su amada.—¿Quieres hablar sobre lo que sucedió, mi amor? —pregunta Hugo, sin atreverse a moverse del asiento, temiendo que sus palabras puedan herirla aú
Trinidad se levanta al otro día y se siente abrumada por una mezcla de sensaciones. No puede olvidar lo que pasó en casa de los familiares de Hugo; la tensión y los conflictos familiares dejaron una huella en su corazón. Sin embargo, al mismo tiempo, la ida al club la llenó de nostalgia, recordándole momentos hermosos de una época pasada. Una suave sonrisa se forma en su rostro al rememorar cómo bailaron y disfrutaron la noche como nunca antes lo habían hecho. Se siente asombrada al notar la conexión especial que tiene con Hugo en la pista de baile, como si ambos compartieran una danza que ya habían ensayado en el pasado. Es como si no fuera la primera vez que bailan juntos. Concluye de vestirse justo cuando escucha cómo un mensaje suena en su teléfono.Cariño, no te asustes. Esta es una función que me enseñaron para dejar mensajes de voz programados. Me fui al trabajo a buscar unos contratos y volveré al mediodía. Descansa hoy, preciosa, te lo mereces. Gracias por todo. Cualquier co
En una elegante mansión en las afueras de la ciudad, Hugo García, el misterioso hombre que apareció de la nada en la vida de Trinidad, se encuentra en una reunión secreta con Regina, la malvada madre de Marcos Fuentes. La habitación está sumida en la penumbra, y la atmósfera es tensa, cargada de intrigas y oscuros propósitos.—Hugo, ¿cómo te atreves a venir aquí? — pregunta Regina, mirándolo con desconfianza. —Pensé que te habías retirado del juego después de todo lo que sucedió con el trabajo que te encomendé y que no cumpliste.—No lo cumplí como querías, pero lo hice.—¡No te ordené que mataras a mi esposo, imbécil! Te dije que sedujeras a la tonta amante y lo humillaras para que regresara a mí. No sé qué vienes a buscar ahora, te he dado suficiente dinero. El ambiente se vuelve aún más tenso, como si en cada palabra pronunciada se escondiera una traición acechando en las sombras.—Tu esposo y amante fueron solo el comienzo, Regina —Hugo responde con una sonrisa siniestra—. Ahora
En una lujosa mansión en las afueras de la ciudad, Rigoberto, el astuto sobrino de Leviña, se encuentra reunido con Valería, en una habitación secreta. Los dos miran fijamente un álbum de fotografías antiguas que contiene imágenes de Hugo y Trinidad juntos, aparentemente felices.—Valería, esto es perfecto —dice Rigoberto con una sonrisa maliciosa—. Si logramos usar estas fotos en nuestra ventaja, podremos separar a Hugo de Trinidad de una vez por todas.Valería asiente, intrigada por la idea de su primo y deseando vengarse de Trinidad por haber ocupado el lugar que alguna vez pensó que sería suyo.—Pero, ¿cómo lo haremos? —pregunta Valería—. No podemos simplemente mostrar estas fotos y esperar que eso los separe.Rigoberto se inclina hacia ella, susurra en voz baja como si estuviera confiándole un oscuro secreto.—Crearemos un plan meticuloso —dice con voz conspiratoria—. Primero, dejaremos que Hugo encuentre estas fotos por casualidad. Dejaré el álbum en algún lugar donde él lo desc