Me levanté muy apenada cubriendo mis senos con una de mis manos y con la otra tomé la blusa me la puse y así mismo también el pantalón muy rápidamente.-¡Lo siento Sergio!- No dejé que me respondiera cuando yo ya estaba corriendo por las escaleras hacia la habitación de la bebé.La tomé en brazos, meciéndola por toda la habitación, caminando de un extremo a otro, pero su llanto era desesperado, nunca antes la vi así, estaba desconsolada y yo me asusté un poco no sabía qué hacer.-¿Qué pasa mi amor? ¿Qué tienes? – Ella gritaba muy fuerte, sus mejillas estaban enrojecidas.La amamante y esa fue la manera en la que por fin comenzó a calmarse, entonces asumí que probablemente tenía mucha hambre, voltee mi mirada y ahí estaba Sergio justo en la puerta de la habitación.Me sentía tan incomoda con su presencia en ese momento, pero me da vergüenza pedirle que se retire.-Nicol ¿Todo está bien? –-Si, pero ahora la niña requiere de mi atención y quisiera pedirte que te vayas a casa--Pero Nico
Al final del día termine de dar clase a todas las niñas, la sensación de satisfacción que me genera poder enseñar a otros un poco de lo que sé es indescriptible.Aunque sin duda hoy no fue el mejor día, aún siento el sin sabor de haber rechazado esa oferta, giro mi mano para ver la hora en el reloj y me doy cuenta que ya es momento de ir por Claire. Tomó mis cosas y me despido de las chicas, salgo del estudio, camino unas cuantas cuadras hasta llegar a la guardería.-Buenas tardes señorita Scott ¿Cómo se ha portado Claire el día de hoy?--¡Excelente! Es una niña muy tranquila, hace falta ni que lo preguntes – Mientras yo sonrió, tomó a la niña en mis brazos.-Lo sé señorita Scott, es muy amable de su parte, nos veremos el día de mañana--Aquí las estaré esperando con muchísimo gusto- Yo asentí con la cabeza, seguido a eso me fui con Claire en brazos, viendo su hermoso rostro.-Mi niña no sabes cuanto te extraño mami, moría por verte-Le decía mientras ella solo me veía con su tierna
Narra Alejandro SilvaMe sentía exhausto y solo físicamente por el vuelto tan largo que había tomado si no también mentalmente, sentir que estaba haciendo lo que jure no hacer me estaba matando por dentro.Estaba regresando a new York cuando tenía una buena vida en París ¿Por qué? Por imbécil porque estoy tan costumbrado hacer lo que ellos dicen al menos en parte porque los justificó diciendo que son mis padres.Recojo mi maleta y trato de encontrar a Siwon, el chófer de mí familia desde que tengo uso de razón, hasta que lo veo con un cartel en alto en el que se luce mi nombre entre la multitud, su imagen es graciosa.¡¡¿Por qué usa eso?!! ¿Se supone que no lo reconocería o que?— No me diga nada... —le digo levantando mi dedo para apuntar en su dirección cuando iba abrir la boca para justifica a la persona que había solicitado mi presencia en new york — ¿Acaso el señor no tuvo tiempo de venir aunque sea? — Pregunté de mal humor — ¿Cómo ha estado joven Silva? — me ofrece la mano y y
Narra Nicol MartínezOdio la imagen que me devuelve el cristal frente a mí, pero es mi único aliado al momento en que practico una y otra vez la coreografía que el profesor de danza nos encargó para esta semana. Trato de perfeccionar mis movimientos pero no hay caso, fallo una y otra vez en el mismo giro. Suspiró con frustración Tomo la toalla para secar el sudor que corre por mí rostro y me convenzo que es suficiente por hoy. Estoy agotada y decido tomar un largo baño en recompensa por mí esfuerzo. Hoy es domingo y quedé con mi amiga Talía en ir al cine a ver una de esas películas sentimentales que a ella tanto le gusta, mientras se atora comiendo palomitas y kilos de dulces para matar la angustia... Simplemente la envidio por eso, no sé cómo puede comer tanto y no engordar un gramo. ¡Maldita Talía! Salgo de mi relajante baño y busco qué ponerme. Después de un rato termino ataviada en lo mismo de siempre. No soy tan fanática de los vestidos aún así es lo que más hay en mi clóse
Narra Alejandro Silva. Son las ocho en punto cuando llegamos junto a mis padres a la residencia de los Martínez No voy a mentir me siento algo nervioso, pero estoy decidido a hablar con esa niña y evitar esta locura. Ese es mí objetivo principal esta noche. No pienso casarme... Acepté hacerme cargo de la compañía y trabajar para sacarla adelante pero no de esa parte del trato. Una vez que ingresamos a la casa somos recibidos por su ama de llaves quién nos guía hacia la gran sala de estar. — Tomen asiento. Iré a avisarle a los señores que ya han llegado. Con su permiso. — veo a la señora realizar una reverencia y perderse por el pasillo. Tomo asiento y observo el lugar. — ¿Qué te parece la casa? — se acerca mi madre y toma asiento a mi lado. — Bonita decoración... — digo sin importancia. — Alejando hijo recuerda lo que te dije. — insiste mí padre —. La señora Martínez es algo intensa así que te pido calma... — me recuerda por tercera vez. — Tranquilo padre, trataré de ma
Narra Nicol MartínezSalí de ese baño despavorida. Incrédula de lo que acababa de suceder. Aún siento el corazón palpitar en mi garganta. ¿Qué rayos fue todo eso?¡¡Es un maldito loco!!Camino lentamente por el pasillo tratando de serenarme antes de entrar nuevamente al comedor. Ese chico me da miedo, siento que es capaz de hacer cualquier cosa para lograr su objetivo y la verdad no me interesa mientras no me perjudique.Respiro hondo y tomo valor para enfrentar lo que queda de la noche... Pero al parecer Dios no me iluminó con los dotes de la actuación, porque no puedo disimular mí malestar.— Nicol, ¿Todo bien? — pregunta mi padre.— Si padre. Todo está bien. — respondo y tomo asiento en mi lugar. No pasan ni cinco minutos que él vuelve a ingresar a la sala y aunque no levanto la mirada siento la suya quemándome en la piel.Esto es incómodo. ¿Por qué es tan intenso?— ¿Qué tal si pasamos a la sala? —menciona mi madre luego de un momento —. Aún hay algunas cuestiones que debemo
Narra Alejandro Silva El sábado por la mañana me encuentra preparando mi maleta. Estoy decidido a dejar estados unidos y volver a París, de dónde nunca tendría que haber salido. Fue un error volver... Están completamente locos si piensan que me casaré con esa niña y además tener que compartir el mismo techo con ella Me niego rotundamente. A mí no me engaña... Podrá hacerlo con mis padres pero conmigo no.Esa chica es tan arpía como su madre, o quizás peor, oculta bajo ese manto de inocencia un buen plan. Estoy casi seguro de ello... Perdido entre mis pensamientos y contradicciones escucho cuando tocan a la puerta de mi departamento... Genial no estoy para visitas, mi humor es pésimo en este momento. Al abrir la puerta me encuentro con mis amigos José y Pedro del otro lado. — ¡Buen día! —me dice Pedro mostrándome un pack de café. — ¿Llegamos en mal momento? —pregunta al ver mi cara y todo mi departamento. — La verdad de bueno no tienen nada. —digo sin entusiasmo —. Estoy ar
Narra Nicol Martínez. Creo que hay algunas cosas en este mundo que están marcadas en nuestro camino. El destino está absolutamente fuera de nuestro control. Y aquí estoy afrontando mi propio destino... Ese que ya estaba escrito para mí y del cual espero me lleve a cosas buenas en el futuro. Esa mañana de sábado mi madre me sacó temprano de la cama de mi Nana... Sí, había dormido con ella la noche anterior, ya que en el medio de la noche se desató una terrible tormenta sobre la ciudad. Hasta el cielo estaba de acuerdo conmigo ese día y desató su furia. Como le tengo pánico a las benditos relámpago y sobre todo a los rayos, corro escaleras abajo para meterme en la cama de mi Nana... Ella me da seguridad. Desde que llegué a esa casa siempre hice lo mismo, ya que mi madre jamás me abrió la puerta cuando pedía su consuelo. El plan del día era ir de compras, pasar por algún salón donde me arreglaran el cabello y por la tarde teníamos cita con una diseñadora ara elegir que usaría en