Aquellos ojos feroces observaban cada movimiento que hacía, no había olvidado lo que aquel chico había intentado hacer aquella noche, era el mismo que recién llegada al pueblo había querido violarme. Sus pupilas estaban dilatadas y sus ojos rojos, también pude percibir aliento a alcohol, tenía miedo y solo esperaba a que Bastian llegara pronto.
—Pero te has vuelto más hermosa desde la última vez que te vi —me dijo aquel chico tambaleándose un poco.
—Buena noche —dije tratando de esquivarlo y salir pero él me impidió el paso agarrándome de la muñeca.
—¿Qué quieres? —le pregunté desafiante.
Escuchar lo que pensabaBastianme hizo saber que él era el indicado, y no soportaría perdernos de nuevo.—Supongo que tienes razón —le sonreí—. Será mejor que me vista.—Estoy de acuerdo con eso.Comencé a vestirme y al terminarBastianapagó la pantalla y salimos de aquella habitación, afuera la gente seguía bailando y riendo, la música estaba a todo su potencial y nunca me solté de la mano deBastian, estábamos a punto de irnos cuando al voltear hacia la barra, vi algo de lo que me sorprendió por completo, eraTonybesando aSaskia. No me lo esperaba pero en un movimiento rápidoTonyme vio y corrió a mi en
Milanse había quedado sin habla al igual que yo, después de unos cuantos segundos que parecieron ser una eternidad, tomé la toalla para cubrir mi cuerpo desnudo.—Deberías aprender a tocar antes de entrar a mi habitación —le reclamé molesta y apenada.—Pensé que estarías en la ducha todavía —Milanbajó la mirada y después entró cerrando la puerta detrás de él.—Esto es algo incómodo —mencioné mientras me sujetaba bien la toalla alrededor de mi cuerpo.—Nunca te había visto completamente desnuda —Milanestaba extraño—. Eres...eres...
El ambiente en aquella estancia era tenso,Bastianhabía sacado casi a la fuerza aCrys, ella ya había aclarado ciertas cosas con ambos, pero él aún no dejaba en claro las cosas con su mejor amigo, y era momento de hacerlo.—¿Por qué hiciste eso? —Tonyse puso de pie.—Mejor dime que significó esa estúpida mirada —hablóBastiancon voz ronca.—¿A quéte refieres?.—Te conozcoTony, desde que llegamos aquí no has dejado de ver aCrys, y no soy el único que lo ha notado,Saskiatambién —Bastianvolvió a tomar asiento tranquilamente&m
Hablar conSaskiano me apetecía demasiado. De hecho, estaba comenzando a pensar que había sido una mala idea acercarme a ella, si tenía que decirme algo era ahora o nunca, de lo contrario me iría y le echaría bronca aBastian.—¿Y bien, de quéquieres hablar? —le pregunté mientras arrancaba un poco de pasto para después aventarlo al lago.—Esto...esto es algo muy difícil paramíCrys—habló como si lo que me tuviera que decir le costara mucho trabajo, y eso me cabreó un poco más—. No sé...Nosé por donde comenzar.—Pues no soy una experta pero creo que por el principio sería lo mejor &md
Enseguida entróSaskiacon los ojos rojos de haber llorado, al verlaTonyse dio cuenta de que estaba hablando, ya no podía escapar de nada, ya no tenía a donde esconderse.—Hablo del aborto,Saskiame ha contado todo —le digo finalmente—. Si que te lo tenías bien guardado, eres de lo peor.—Deja que te lo explique —comenzó a rogarme—. Por favor, lo puedo aclarar.—¡¿Aclarar, aclarar quéTony, que me engañaste todo el tiemposoloporqué no quería acostarme contigo?!, ¡o me aclararás el hecho de haber obligado aSaskiade alguna manera para que abortara, pormí!.
Después de unos diez minutos o un poco másBastianse había cansado de esperar a queCrysabriera la puerta,Tonyestaba con él y conSaskiaesperando a que los escuchara a los tres, todo había sucedido tan rápido que no pensarón que fuera algo real.Milanbajó para buscar alguna llave de réplica que pudiera ayudarles a abrir la puerta de la habitación deCrys.—Esto es tu culpa —Tonyle dijo aSaskia, quien no dejaba de llorar aunque con menos intensidad.—¿Mi culpa? —Saskiale aventó un cuadro que estaba colgado en una de las paredes deCrys, pero por fortuna lo logró esquivar haciendo queestechocara contra la pared del baño&mdas
No sabía a dónde ir, tomé la carretera que había agarrado Bastian cuando me llevó al bosque cerca de un arroyo, pero me seguí, necesitaba escapar de todos, mi plan era sencillo, conducir hasta que se acabara la gasolina, era algo que Milan y yo veíamos en las películas y que siempre tuvimos en mente, pero esta vez yo lo estaba llevando a cabo. Me dolió el corazón cuando escuché gritar a Bastian, pero no me detuve, no estaba preparada, ¿acaso no entendían que quería estar sola y lejos de todos?. Incluida mi madre y no porque la odiara, simplemente era porque no tenía las agallas para ponerle un maldito alto a mi padre, estaba harta, quería respirar para mí, vivir por mí, preocuparme solo por mí, era egoísta pensar de aquella manera pero eso deseaba.Apreté el volante con más fuerza d
En efecto, se trataba de una cabaña, tal vez debió haber sido de un guardabosques ya que no había ninguna luz encendida, se veía algo abandonada, la lluvia había cesado por completo, hacía frío, nos acercamos y Bastian me bajó con cuidado, no había señal de vida humana, él se asomó por las ventanas pero no logró divisar nada.—Al parecer esta vacía —confirmó Bastian.—¿Y ahora qué haremos?.—Pues entrar, cuando amanezca ya pensáremos en algo.—Bien —asentí.Bastian intentó abrir la puerta a punta de empujones p