Saludo a Petrov, mientras mi vista sigue en la pista. Mi morena sube al avión, quitan la escalera y cierran la puerta. En menos de diez minutos, veo como despega y pone rumbo a la capital.De camino a mi oficina, hablamos de temas de negocios, conversación sin interés.-Sabes algo que yo deba saber? -pregunto sin rodeos, cuando salimos del coche en mi parking, me rehúye la mirada, éste ruso sabe algo más de lo que dice.-Querían un fin de semana de chicas, es lo que sé -me dice colocándose la americana. Sonrío al notar, lo mal que miente.Entramos en el bufete y Fernando entra detrás de nosotros a mi oficina. Nos mira serio, con la Tablet en la mano.-Estamos jodidos, muy jodidos -sus palabras hacen que le miremos, esperando una explicación. Busca algo en la pantalla, respira hondo y nos los enseña -salió hace un par de horas, está por todo internet.Miramos la pantalla, fotos nuestras en los clubs, en fiestas privadas, pasan por delante de nuestros ojos. “Empresarios con dinero y gus
Marta y Silvia me inundan de enlaces de vestidos de novia. Si me siguen enviando más, os juro que me pongo a gritar como una loca.Debido al volumen de trabajo, no me puedo encargar de muchas cosas, mi horario de trabajo es el mismo que el de las tiendas. Juanjo me dijo que contratara un planificador de bodas, pero no quiero, ahora mismo, no me fío de que un desconocido, se entere de nuestros planes.Reuní a mi madre y la madre de Juanjo. Las invité a un café y les solté la bomba.-Me gustaría que os encarguéis vosotras dos, de los preparativos de la boda. No tengo mucho tiempo. Elegir lo que os guste, pero nosotros tenemos al última palabra -las miro, me miran calladas. Amelia con lágrimas en los ojos, me dice que encantada y mi madre, por su parte sin decir nada, me abraza -por ahora, lo único que elegí yo, fue la casa que va a diseñar mi vestido de novia.-Quiero verlo -dice mi madre, niego con la cabeza -no seas mala.-Cuando me avisen para la prueba, vamos todas -me río al ver la
Me duele la cabeza, me llevo la mano a la frente y me noto un vendaje. Abro los ojos y recuerdo lo último que escuché. Me levanto de la camilla y me encuentro la mirada de mi madre y de Amelia.-Donde te crees que vas? -pregunta mi señora madre, sin decir nada, me vuelvo a echar, sin dejar de mirarlas -eso está mejor, señorita. Te has dado un golpe en la cabeza, cariño.-Juanjo… -con lágrimas en los ojos miro a su madre.-No terminaste de escuchar lo que dijo el médico -me acaricia la cabeza y sonríe -tuvo una sobredosis, Marge se la produjo con todas las drogas que le adinistró. Se está recuperando, ahora necesita mucho descanso -me guiña el ojo -y mucho cariño -me hace un gesto, para que mire a la cama de al lado y le veo, mi corazón empieza a palpitar a mil por hora -hemos pedido, que os pongan juntos.Espero a que junten las camas y estiro mi mano, para agarrar la suya. Pido una manta, tengo frío y quiero dormir. En ningún momento, le suelto. Ya es mío.Mi madre me acomoda la almo
Tres meses después…MónicaViuda y millonaria, se vuelve a casar. Así he salido en los titulares de la prensa local. Hubo revuelo al saberse todas las hazañas de Carlos, los cuales, enterraron en más mierda a su madre, salieron a la luz muchas más cosas que harían morirse de la vergüenza a cualquiera.Quise devolverle el dinero al padre de Carlos, pero éste no me dejó, me dijo que me lo merecía, que lo gastara como buenamente quisiera. Aunque la verdad, es que ni en cinco vidas, podré gastarme semejante suma de euros.Al final, Marge fue detenida por secuestro, también cómplice, manipulación, etc…, pero como su cabeza no está en condiciones, tiene que estar encerrada en un sanatorio mental, durante diez años, por lo menos. Pienso en su hija, en el futuro que le espera. Nico me dijo, que con los cuidados debidos, la loca puede a llegar a curarse, pero ella tiene que poner de su parte.No soy una samaritana, ni soy una idiota para perdonar a semejantes animales. Me han hecho daño, mucho
- Nadie me va a amargar mi día y menos mis padres -le digo a Marta mientras bebo un sorbo de mi copa de vino -llevo cinco años con Marcos y en una semana nos casamos, si no quieren ir, problema de ellos -mi enfado va en aumento, lo que hace que mi querida mejor amiga, coja mi copa y la deje encima de la mesa de cristal, que seguro barata no ha sido, conociendo a su marido y como se gasta el dinero, en cada local de moda que inaugura. -Ya vale, deja de decir tonterías. Mónica cariño, tus padres quieren verte feliz. Sabes que él, nunca fue de nuestra santa devoción -hago como que no va conmigo su comentario y miro hacia la pista de baile, donde una docena de chicas, todas guapísimas y con un modelito que no deja nada a la imaginación -deja de mirar a las bailarinas, te estoy hablando y atiéndeme. La miro de mala gana, esperando a que siga diciendo cosas en contra de mi futuro marido. -No puedes esperar a que nos caiga bien, una persona que te trata como si fueras insignificante, ese
No puedo creerme que empiece el día discutiendo con mi suegro, por culpa de su hija. Maldigo mil veces el día que la conocí, el día que empezamos a salir y el día que le pedí que se casara conmigo. Aunque si no recuerdo mal, eso fue cosa de nuestros padres. Necesito separarme de ella, alejarme de toda la gente que nos ve, como una pareja perfecta. Si la conocieran de verdad, no pensarían eso. Nuestros padres, son socios en el bufete en el cuál también trabajo yo, de momento soy un simple abogado, pero estoy seguro que en un corto plazo, podré gozar de la sociedad. En una cena navideña del bufete, mi madre me presentó a Marge, una chica aparentemente tímida, no era excesivamente guapa, pero sí llamaba la atención. Vestía simple, pero eso sí, los trapos que llevaba eran de diseñadores conocidos. Podría jurar, que nunca la ví, con ropa de Zara como todos los mortales, los millones que tiene Amancio Ortega, estoy seguro que no es por todo lo que ella gasta en sus tiendas. Me pareció s
Se acabó, se terminó ser la idiota, abrí los ojos tarde, pero por fín lo hice. Camino por la calle, que tantas veces he mirado desde la ventana del piso. No quiero mirar hacia ahí, va a estar asomado y ya no merece la pena girarme. Hoy he decidido dejar atrás diez años junto a Carlos, lleno de mentiras, de promesas incumplidas, de lágrimas, muchísimas lágrimas.Me casé con la certeza de que había cambiado, con la idea de un matrimonio como el de mis padres. Que tonta. A mi querido marido, se le cayó la máscara a los pocos meses de la boda, le tapaba sus fiestas, sus resacas, sus mujeres. Que tonta. Venía implorando perdón, que me quería, que nunca más me haría daño, estaba tan cegada, que le perdonaba. Que tonta.Cumplí mi promesa, tarde, pero la cumplí. No quería tener problemas con él, mantuve a Marta al margen de mis problemas matrimoniales. Para ella siempre iban bien las cosas, incluso cuando me quedaba en casa llorando y mi marido estaba de fiesta. Cuando me llegaban fotos de Ca
Tengo que salir de la oficina, me siento agobiado, con mi suegro pasando cada poco por delante de mi oficina. Le digo a Ivanna, que si me llaman, me la pase al móvil del trabajo. Contacto con un colega, para que me lleve el tema de mi divorcio, no quiero que nadie de mi bufete se haga cargo, todos van a ir a favor de la hija del jefe.Quedamos en una cafetería del centro de la ciudad. Un sitio espacioso, decorado con mucho gusto, música tranquila y relajada. Una amable camarera, me señala una mesa, justo lo que quería, apartada de la gente, para poder hablar tranquilamente.Me siento mirando hacia la puerta, esperando ver a Fernando entrar, no debe de tardar, siempre es puntual, el problema soy yo, que vine antes de tiempo. Pido un café expresso, saco el móvil para que el tiempo pase más rápido. Oigo abrirse la puerta, levanto la cabeza, pero no es a quien espero, es algo mejor.Una preciosidad de mujer, camina con paso firme, segura de sí misma, se acerca a una mesa, con una sonrisa