Años atrás
Apenas hace unos pocos días sus hermanos se habían ido a otro país dejándolo solo en esa enorme escuela sin tener con quien hablar, todos estaban mirando al niño raro con esos trapos que no podía ser hijo de un gran empresario y de un diseñador de modas por las pintas que tenía.
Ahora con sus libros sujetados en su pecho, trataba de salir huyendo de las miradas burlonas que ese día había recibido de los demás niños.
Sus ojos bicolores estaban en el frío y mal lavado suelo de esa escuela a la que tanto le tenía miedo, los profesores se hacían de oídos sordos y de ojos ciegos con cada cosa que le sucedía, no entendía porque ellos estaban de esa forma con él si nunca se m
Su sonrisa se hizo más grande cuando vio a Matt parado en la entrada de la escuela con el pequeño Theo en brazos y con su tío a su lado, pero luego se borró cuando lo vio con ropa casual. Hizo un puchero acercándose a ellos, no le gustaba cómo estaba yendo ese día.— Quita esa cara de espanto que tienes en este momento —rió Matt, entregándole a Theo, quien comenzó a jugar de inmediato con el cabello con su cabello.—Me dejarás solo —movió como pudo sus manos, con el niño en brazos.— Solo serán por unos días —le sonrío—. Noah tiene una
¨Sigue siendo cuidadoso como hasta ahora. Tus días están contados, el gran Jeremy Sommers caerá ante mis manos y pagará todo el daño que le estás haciendo a Nedward¨Soltó un fuerte gruñido cuando llegó uno de los tantos mensajes esa semana. Ya había perdido la cuenta durante todo ese tiempo de las veces que había tratado de investigar ese famoso número de una buena vez por todas, pero era sumamente difícil de rastrear.Tenía a sus mejores hombres trabajando en eso, pero tal parecía que ese ser humano se las sabía toda para no dejarse atrapar por él. Pero lo que más le llamaba la atención de todo eso era que esa persona no hacía nada por cuidar de Nedward.No ha
Bajó del carro de su hermano con las piernas temblando, sentía que su corazón en cualquier momento saldría de su lugar y más aún que moriría sin al menos conocer un poco más ese país que no sea más que las cuatro paredes de su habitación.Mordió su labio caminando hacia la casa con las piernas temblando por la falta de energía que ambas tenían, no quería estar en ese lugar, no deseaba estar allí y más aún después de las cosas que su le hacía cuando estaba enojado porque no podía hacer nada con Nedward en la escuela.Al menos podría decirse que estaba salvando una vida que no fuese la suya. Al principio de todo Nedward le gustaba, no podía negar eso, pero las cosas se fueron aclarando poco a poco cuando
Una sonrisa salió de sus labios cuando se dio cuenta de que ya era hora de salir de su cabaña e ir hacia donde su hermano a seguir lo que habían estado haciendo por días, semanas y los meses que él había regresado de esa escuela militar.Miró hacia ambos lados para darse cuenta de que no había nadie a la vista que pudiese interrumpir su huida hacia el otro lado del campamento, donde supuso que su hermano estaba solo porque vio a Nedward salir hace unas horas solo hacia una de las salidas del bosque. Ajustó bien su abrigo, para no morir de hipotermia, agradeció a los dioses que la supuesta tormenta no hubiese comenzado aún, porque si no su pene estuviera morado y no solamente por la excitación.Miró por la ventana de la habitación y su sonrisa se hizo más gra
Mirando como la espalda de su hermano subía y bajaba conforme su respiración, se preguntó así mismo varias cosas de las cuales toda su vida se había dado cuenta de que estaban mal.Durante los últimos cuatro meses en los cuales había estado disfrutando sin descanso alguno del cuerpo más pequeño, no sabía que podía a llegar a caer tan a fondo por él, y más aún que fuera un bastardo como su padre siempre le decía cuando estaba enojado con él.Pasó las yemas de sus dedos por las marcas de mordidas que este tenía en esa área. No iba a negar para nada que los días en los cuales muy pocas veces habían salido de la habitación no los había disfrutado poseyendo el cuerpo del menor. La primera lágrima cayó por su mejilla, seguida de las demás que no tardaron en salir, todo estaba dicho. En sus manos tenía la prueba de que estaba esperando un bebé y ya todos sabemos de quién era.Quería que el mundo se lo tragara en ese momento, no podía ser cierto que estaba esperando un bebé por el amor de Dios si apenas tenía dieciocho años recién cumplidos hace menos de mes y ya estaba con el domingo nueve en camino.No sabía qué iba hacer ahora que ese niño venía en camino, su mente estaba nublada y no podía pensar con claridad. Necesitaba de la única persona en la cual podía confiar en que no lo juzgaría sin al menos preguntar cómo fueron las cosas desde el principio. Su abuelo Harry había convencido a sus padres de que se quedaría con ellos esa noche por motivos de que sus padres necesitaban pasar más tiempo a solas y esas cosas de las cuales él trataba de ser oídos sordos la mayor parte del tiempo por diferentes razones.Ahora se estaba mirando en el espejo de cuerpo completo que tenía en el closet de su habitación y era cierto lo que su abuelo le había dicho sobre que estaba más gordo o de igual forma que su padre y que solo era cuestión de tiempo para que la ropa dejara de servirle.Debía de ser una broma si estaba esperando un bebé de su director y más aún si eran dos en lugar de uno. No sabía que haría después de ese día, tenía algo en mente y era decirle todo a Jeremy sin importar que suCapítulo 33.
Capítulo 34.
Escuchaba gritos de personas discutiendo en algún lugar del sitio de donde estaba. Su cuerpo estaba tan ligero que con seguridad podía decirse así mismo que estaba en una cómoda cama o que era la suya a ciencia cierta.No recordaba mucho de lo había pasado, estar abrazando a su padre cuando se llevaron a Jeremy en una patrulla de policía y después todo se volvió negro. Sus planes de decirle que estaba esperando un bebé se fueron a la mierda en el mismo instante en que se dejó hacer por las caricias del mayor y nunca le pudo decir que estaba esperando a su bebé.Se movió un poco en la cama, lo cual no le causó nada a las personas que seguían discutiendo donde estaba. Abrió los ojos encontrándose con las paredes de la habitación en su total