Me removí de mi cómoda y lujosa cama al escuchar el sonido de mi teléfono. Estiré mi brazo hacia la mesita y presioné el botón para contestar.–Hola.–¿Aún estás durmiendo?–Déjame en paz, John –escupí.–Levántate caperucita y espero que estés bien.–¿Vas a venir?–Estoy trabajando, trataré de ir a verte pronto.La misma respuesta de siempre, me despedí de mi hermano, me levanté y bajé a pedirle comida a la cocinera como siempre debo desayunar sola, veo el so
He conducido toda la noche, mis pensamientos divagan en los recuerdos del pasado con mi vida en casa y las últimas horas, especialmente las palabras de mi madre.No sé a dónde voy, sólo sé que no quiero regresar a ese lugar; no quiero tener esa vida, casada con Saúl siendo solo una mujer de revista viviendo bajo su sombra.¿Cuántas veces he tenido que hacer esto?Podría irme a Europa otra vez, ya lo he hecho antes, pero tendría el mismo resultado, porque tendría que volver a casa, estoy cansada de tener esta vida, estoy cansada de ser Eliane Black...*Un leve sonido me hizo reaccionar, bajé la mirada y me di cuenta que me estoy qu
Ha pasado un año desde que comencé a trabajar en el restaurante de Denis. Al principio me costó mucho, porque literalmente nunca había hecho nada de esto en toda mi corta vida.Quiero decir, ni siquiera había entrado a la cocina de la Mansión de mi madre, no sabía que era lavar un plato o tocar una escoba, pero estaba decidida y me esforcé mucho en aprender todo lo que me decían.Marine me miraba como si fuera de otra dimensión, no podía creer que me costará tanto limpiar un simple piso, tuve que inventar que era muy torpe para estas cosas, tampoco puedo negar que si soy muy torpe. Sin embargo, a pesar de quebrar muchos platos, todos en el restaurante me tuvieron bastante paciencia, no por los platos sino por mi carácter.
–¿Estás bien, Lana? –Se acercó Jaime.Es el chico que atiende el bar, es muy amable y gracioso, siempre suelta uno que otro chiste para que todos entremos en confianza.–Si, gracias.–Sabes que si hay problemas con los clientes solo tienes que decirnos.–Para nada, es solo que ya sabes cómo es mi carácter –bufé.Ni yo sé porqué estoy diciendo esto, pero en realidad ese chico no hizo nada malo, simplemente ahora me fastidia que quieran hacer todo con dinero.–Quería hablar contigo –mencionó –. El viernes tengo la tarde libre y estaba viendo que tu tambié
Escuché un pitido fastidioso, me duele demasiado la cabeza, abrí los ojos aunque mi vista es algo borrosa me di cuenta que es una habitación con paredes blancas y utensilios médicos, tengo unos cables en mis manos y agujas, unas imágenes vienen a mi mente de los hombres alcanzando y alguien intervino, mis manos se helaron y comencé a respirar agitadamente, debo tranquilizarme, por suerte fui a terapia hace unos años y la psicóloga me enseñó a identificar el ataque de pánico y cómo calmarlo.¿Por qué me pasan estas cosas a mí?Me tranquilicé después de unos minutos, odio los hospitales, tengo que salir de aquí, me levanté colocando los pies fuera de la cama, tengo una bata blanca y veo a los lados buscando mi bolso q
Al llegar a los apartamentos subí las escaleras, pensé que todos estarían trabajando, pero para mí mala suerte me encontré a la señora Martínez que tiene una farmacia en la esquina, no disimulo al mirar mi extraña vestimenta.–Hola señora Martínez –le di una sonrisa.–Hola cariño –se limitó a decir al verme.–Que pase usted un lindo día –me sonroje.Apresure el paso hacia mi apartamento antes de que alguien más me viera. Solté un suspiro al entrar.–Lana, ¿qué te pasó?Marine está frente a m&iacut
Al día siguiente tuve que ir a la clínica médica Evenson en contra de mi voluntad.Las puertas con sensores se abrieron, me dirigí hacia un cubículo donde se encuentra la secretaria, todo está muy limpio, ordenado y estético, es como entrar a otra dimensión, hay una señora detrás del cubículo con muchos papeles y al mismo tiempo intentando contestar el teléfono y atiendo personas.Solo pensé en la pobre señora intentando hacer todo a la vez.–Hola, buenas tardes –saludé, pero la señora está tan ocupada que no me escuchó, así que volví a repetir aclarando mi garganta –. Buenas tardes.–Bienvenida a Clíni
Mi semana paso con tranquilidad, bueno, a excepción que las chicas del restaurante pasaron un interrogatorio sobre quién era el papasito que me buscaba porque Paty les había contado sobre Derek cuando vino a buscarme y siendo sincera no quería contar la historia sobre aquella noche, la única que sabía lo sucedido es Marine y se guardó el secreto, seguramente porque lo iban a hacer el problema más grande de lo que realmente era.–Veo que tu brazo está mejor –comentó Hank cuando le llevé el desayuno.–Te dije que mi torpeza no tiene límites –le dí una sonrisa fingida.–Sabes, quería disculparme por lo de la propuesta del hotel –comentó –. Siento que me pas&eac