Capítulo 78. Dudas. . Rosaura se dobla el pie, pero eso no la detiene; se levanta deteniéndolo antes de salir. — No hagas una locura, Emmanuel, suelta el arma, por favor, suelta el arma.— Ella lo toca intentando quitarle el arma; Emmanuel está tan enojado que se niega a ceder.— Nadie me ha tocado, no me he follado a nadie más, solo he sido tuya, por favor, no cometas una locura, no lo hagas, entrégame el arma, Emmanuel. — Señor, ¿está bien?—pregunta Victor preocupado, ya que escuchó gritos. Emmanuel la mira desesperado. — Solo mírate, mira lo que le hiciste a tu cabello, me gustaba tu cabello, todo por huir de mí. ¿Cómo puedo creerte? — Confía en mí, por favor…— Ella le ruega entre lágrimas—. No quiero más problemas, Emmanuel, escúchame, mírame, soy Rosaura, soy tu Rosaura, reacciona, por favor. Emmanuel suelta el arma y la toma del cuello, pegándola contra la pared; la empieza a besar ansiosamente, incrédulo de que la haya encontrado. Se había imaginado lo p
Capitulo 79. verdades a la luz. Rosaura se mueve inquieta, muy nerviosa, intentando explicar la situación. — Los escuché, a Vanessa y a Santino… — Rosaura, deja de caminar de un lado al otro y explícame qué está pasando y qué te tiene tan nerviosa.— Rosaura se paraliza, no puede contenerse, se arrodilla frente a él apoyando sus manos sobre su regazo. — Te mentí, mi amor, sé que te causé mucho daño, pero yo estaba asustada. ¿Cómo podía pensar con claridad? Habían hombres siguiéndome, tú tío me amenazó de muerte y se que me odia, él preferiría a Vanessa, ¿Cómo iba a querer a nuestro hijo?— Emmanuel la escucha, viendo como ella se desmorona.— Me aterre cuando los escuché decir que tú tío jamás aceptaría a nuestro hijo, que se encargaría de hacerme desaparecer, no quería escuchar, no podría creerlo, pero Santino me lo confirmó, dijo que si estaba en mis cinco sentidos y quería proteger a mi bebé, debía huir, estaba muy asustada, porque luego aparecieron esos hombres, sentía qu
Capítulo 80. Encuentro de padre e hijo Emmanuel se acomoda el traje y saca de su abrigo dinero y se lo arroja a la cara. — Quítenlo de mi vista—dice con frialdad. Emmanuel no está soportando ver la realidad de la vida que Rosaura llevaba, y todo empeora cuando entra a la habitación, donde ve las condiciones en las que ella está viviendo: una pequeña colchoneta sobre el suelo, una colcha, sin comida, todo lleno de polvo porque ni para limpiar tiene tiempo, una cocina de una hornilla que claramente es vieja, pocas cosas, pero lo que sí mantiene en orden en una pequeña gaveta son las cosas del niño, documentos, exámenes, su poca ropa, todo lo poco que le ha podido comprar, lo que desgarra su alma, sabiendo en las condiciones en las que su mujer e hijo están, lo enfurece. — Toma lo que vayas a necesitar, aquí no vas a volver. — Ordena dándole una señal a uno de sus hombres para que la ayude. — Solo la ropa, por favor, las cosas del bebé—pide Rosaura, obedeciendo a lo que
Capítulo 81. Decisión. Rosaura lo deja solo; Emmanuel observa a las madres a su alrededor, no todas pueden sostenerlo en el pecho, muchas personas en agonía y mira a su esposa. Ha madurado, la ve más fuerte, no la imagina pasando por esto a ella sola; aún así ha logrado cumplir con cada indicación en el tablero en la cuna de Emilia, es una mujer fuerte, ella lo llena de orgullo. — Papá te ama mi campeón, no sabes cuánto tiempo espere este momento, tienes que ser fuerte, seguir luchando, papá ya está aquí te prometo que no te dejará, vas a estar bien, te lo prometo que pronto te llevaré a casa, eres mi más grande dicha hijo, lo mejor que me ha pasado en esta vida, de todos los momentos en los que me imagine tenerte en mis brazos, no pensé que este sería uno que no podré olvidar, mi Emiliano Maglot, mi pequeño empresario, y el orgullo de tu papá, te prometo que te sentirás orgulloso de tu padre como yo lo estoy de ti, eres fuerte y muy valiente, superaremos está prueba, ya lo ve
Capítulo 82. Clínica. Rosaura se conmociona al ver cómo sacan a su pequeño conectado a aparatos como en el momento de su nacimiento, un momento duro, pero ahora no está sola, tiene un hombro donde llorar y además la certeza de que es por el bien de su bebé. — Tranquila, todo va a estar bien—indica Emmanuel, abrazándola contra su pecho. — Lo sé, aunque aún duele verlo así, me alegra que estés aquí. — Yo estoy orgulloso de ti. Me hubiera gustado haber estado presente para ti; estoy seguro de que ya estuvieras mucho mejor, pero sé que con este cambio lo harás, ya lo peor ha pasado. — Mamá, papá, síganme…—ordena el líder del organismo de paramédicos. — Vamos…—ordena Emmanuel, tomando la mano de Rosaura para guiarla a la salida. Emmanuel se mueve y con él sus hombres. Víctor no puede creer que realmente esté vivo el bebé, que ella haya pasado por todo eso y que además lo haya tenido sola; la admira por su valentía. — Las cosas del bebé, apresúrense…—ordena Victor
Capítulo 83. A salvo. Emmanuel se aproxima a Rosaura, despertándola poco a poco. — Emiliano, Emiliano…— Rosaura se levanta de golpe. — Calma, cariño, está bien, el bebé está bien. — Lo siento, es que…— El doctor la interrumpe. — Es normal, para una madre bajo mucho estrés, permítame…— El doctor empieza a revisarla, evaluando sus pupilas, las ojeras y el estado pálido de su piel.— El exceso de agotamiento no es una buena opción para la madre en lactancia; siempre debe buscar alternar: el bebé duerme y usted también, así podrá contrarrestar el cansancio. ¿Cómo va su alimentación? Puedo evidenciar la palidez de tu piel, ¿puedes levantarte? Rosaura se levanta; el doctor la pesa, notando que a su edad ella debería tener un peso más adecuado. — ¿Pasa algo, doctor?—pregunta Rosaura al ver que él está revisando su pecho. — ¿Su alimentación es buena?—pregunta sabiendo que no es así. Rosaura mira a Emmanuel; él la enfoca manteniéndose calmado. — He tenido mucho t
Capítulo 84. Como si fuera un miembro de la realeza, la habitación de Rosaura está custodiada por varios hombres de seguridad, de Emmanuel y de Vicent, lo que causa curiosidad a las personas saber a quién protegen, ya que el pasillo que da a la habitación de Rosaura está completamente tomado; nadie entra ni sale sin identificarse primero. Mientras que en el auto de Emmanuel, Vicent se sorprende al escuchar todo lo que Emmanuel le cuenta; se desahoga con él, sacando cada frustración que lleva en sus hombros. — Mira nada más, la niña nos salió toda una guerrera; eso hay que recompensarlo. Me has dejado sin palabras saber de los alcances de Vanessa; ella como que no aprecia su vida. — Vanessa no es la que me tiene tan irritado, Santino; se ha burlado de mí todo este tiempo, pensé que era leal, pero he descubierto cosas de él que me hacen dudar de la muerte de mi padre. No quiero pensar mal, pero si lo confirmo, quiero el peor castigo para él, quiero matarlo con mis propias man
Capítulo 85. Tres semanas después. Rosaura despierta en medio de la noche, sintiendo que su estómago gruñe. Abre los ojos lentamente, despertando a Emmanuel, que desde que están en la clínica tiene el sueño ligero a causa del movimiento de ella. — ¿Qué tienes?—pregunta acomodándose en la cama. — Tengo hambre, mi amor, mucha. — ¿Hambre?— Emmanuel ve la hora, 3 am—. ¿Qué quieres comer? Dime, te lo compraré antes de que despierte Emiliano. — ¿Podrías traer un yogurt de fresas con cereal? — ¿Eso quieres? —Sí. — Bien, enviaré a Víctor, ¿nada más? — ¿Recuerdas esos muffins de chocolate? Victor dijo que en la cafetería los preparan. ¿Puedes pedirme dos? — ¿Dos? — Y un batido, que sea de merengada o chocolate. Emmanuel abre los ojos completamente; si pedido lo ha dejado loco. — Ok, voy a pedirlo, quédate en la cama. Emmanuel se levanta al encuentro con Víctor, que vigila en el pasillo. — ¿Pasa algo, señor? ¿Al bebé? —Tu jefa quiere de esos muf