El grupo estaba terminado de comer, a pesar de que la velada estaba muy amena. Halia se sentía descorazonada, entendía que Karen muy posible estaba trabajando, le agradecía el haberle reservado un lugar tan cómodo, la comida deliciosa, pero ella esperaba poder pasar un buen rato con ella.
Sin embargo, pasaba el tiempo y nada que aparecía.
-Halia aquí en el planeta tierra- La llama Mónica al verla tan pensativa.
-Si dime, ¿Qué decías? -Halia le presta atención.
-Crees que este postre sea delicioso- Dice señalado un cup cake con un vistoso lustre.
-Solo pídelo y así nos daremos cuenta- Argumenta Alonso.
Mónica lo vuelve a ver, cuando sus miradas se encuentra su corazón se acelera, siente una gran presión en el pecho. Nunca imagino que él estaba prest&
Continuando en el Night Club Rosa Dorada.Alonso registra toda la escena, observa las facciones reprimidas de Halia y Dunca. Nota que este último tiene sus manos en puños. Mueve su cabeza en un lado a otro, Su cuerpo se tensó, estaba preocupo al ver que Dunca estaba concentrado solo en Halia y no en sus alrededores.-Señorita me encantaría enseñarle el lugar, yo sería su escolta personal- El Caimán le dice en tono coqueto. Que además mostraba un mirada dominante.Dunca siente un fuego dentro de su estómago - «Qué se cree este»- Antes que Dunca intervenga, habla una voz tremendamente masculina detrás del Caimán.-Creo que ese privilegio le corresponde al dueño del restaurante, ¿No te parece Franco? – Llega el Diablo con dos hombres detrás de él. Halia solo se percata de él,
Salen por la entrada principal a un paso constante pero rápido, en dirección a donde están los autos. Todos iba en silencio en este punto Liam ya había dado espacio físico a Halia para que pudiera asimilar las cosas. Solo la llevaba de la mano.Por otro lado, Dunca quería despellejar vivo a Liam, entendía porque había hecho dicho espectáculo, pero no lo podía tolerar. Sin embargo, guardándose su incomodidad los escolta hacia los autos.-Halia te vas con nosotros, sin discusión- Ordena Dunca. Estaba a punto de colapsar. Sentía que todo su cuerpo explotaría con la más mínima provocación.Halia se detiene quedando atrás, se suelta de la mano de Liam, ve a todos que en ese momento giran para verla.- ¡Esto no está bien! - .... Un nudo atorado en su garganta. Las l&aac
El Rolls-Royce circula por una de la calles principales, seguido de cerca por el Auto de Sergio, ambos lados se pueden observar las diferentes comercios, una vez en la intersección Dunca que constantemente mira a la pareja en el asiento de atrás decide girar hacia el oeste, cuando la mansión Koyama se encontraba hacia Este. Liam mira el espejo retrovisor a Dunca tratando de leer sus facciones. -He decido hacer una parada antes de regresar a la mansión de Koyama donde podremos hablar y sé que Halia le hará muy bien- Le comunica Duncan. Halia que estaba viendo por la ventana, al escuchar a Dunca, lo vuelve a ver. Su rostro era un desastre, perdió todo el glamor que le había logrado captar la madre de Mónica. Cruzan la mediana principal y como devolviéndose al este. Halia se sienta más erguida al reconocer el lugar. El silencio dentro del auto era abrumador, Dunca no querí
Halia hace un gran silencio, perdida en su recuerdo. Ambos hombres la miran. Solo se podía escuchar el motor del auto. Liam recordando la conversación con Atsushi toma el riesgo de preguntar- ¿Halia el Señor Koyama sabes esto? - ¡No!... En ese momento no lo vi necesario, el los conoce mejor que yo. Para ellos un crimen más o uno menos no hacia la diferencia. Bueno eso fue lo que pensé hace muchos años- Suspira. -Luego pasaron los años, y no supe nada más, ni de ellos ni de mis amigos. El señor Koyama resulto ser en general muy diferente a los que yo pensaba de él- Sonríe. -Con el tiempo no solo se ganó mi respecto, sino mi cariño y admiración. Por fin después de mucho tiempo puede sentirme amada y protegida por un adulto. En especial cuando contracto a Belinda- Los ojos lleno de luz al mencionar a su nana. - ¡Mmm! Halia creo que debes contarle al señor Koyama esto- Le d
Mónica y Sergio se les une en desayunador bar.- ¡Que buenos tacos!, están bien frescos y la carne es deliciosas. Ahora entiendo porque estaba tan lleno ese lugar- Sergio se lame los labios.-Huy bebimos haber comprado para llevarle a Bàba, ya para esa hora de que lleguemos a la casa Belinda debería estar con Raúl- Dice mientras se come otro pedazo.-No te preocupes compre bastante. Puedes llevarle al señor Koyama, que debe haber estado muy ocupado por lo del in
Unas horas antes el joven presidente llega a su oficina, a kilómetros de distancia se podía percibir su malhumor- «Por culpa de ese imbécil quede como un orangután frente a Atsushi»- Se suelta su corbata la frustración estaba haciendo añicos su auto control.Se asoma por los ventanales viendo la gran ciudad a sus pies. Siente nuevamente vibrar su teléfono, no se molesta en contestarlo sabe de quien se trata.Desde el sábado Elena no dejaba de llamarlo. Su juicio precisa que esta mujer se estaba pasando de la raya.«¿Ella siempre ha sido así?»- Kano recapacita.Kano siempre la ha tenido en alta estima, por lo que no había notado su mal hábito de estar buscándolo y no darle espacio. Cruzas sus manos.- «¿Por qué su comportamiento me molesta ta
Capítulo 51Una vieja deudaLlegando a la propiedad de los Koyama, los cuatro jóvenes se habían puesto de acuerdo que no hablarían del peligro al que estuvieron expuestos, a menos que el señor los Koyama los acorralara.Ocultar información no era sinónimo de mentir. Alonso no estaba muy convencido, pero no quería ir contra la corriente. Por lo que decide mandarle un mensaje a Marcus disculpándose por su mala percepción.Y aclarando que la velada continúo sin ningún contratiempo.En el Rolls Royce viajan Alonso, Dunca, Halia y Liam, Sergio se comprometió en dejar a Mónica en su casa.Halia estaba concentrada en su teléfono, estaba mensajeando con Mónica y Sergio. De vez en cuando sonreía de las ocurrencias de sus amigos. Liam no podía evitarlo, estaba perdido en s
Halia está exhausta física y mental, tuvo un día con mucho trajín, la chica se movía de un lado a otro en la cama, su frente está impregnada de gotitas de sudor, su respiración agitada. Al parecer sufría de otra pesadilla, el vaho sale de ella en cada respiración. El frio en toda la habitación era fatigoso. Una oscuridad peculiar se apodera de todo el espacio libre, resaltando los objectos del cuarto. Halia siente una presión de energía muy cerca de ella, en su estado semiconsciente da un grito ahogado, abre sus ojos para encontrarse con su habitual techo color mármol. Se trata de sentar, pero la opresión de energía no tenía precedentes. Así que toma toda su fuerza para reincorporarse. - «¿Qué es esto?»- Halia por fin logra sentarse. Su respiración para este momento estaba agitada, su piel se puso blanquecina, Halia usaba una camiseta de tirantes de color palo rosa que la hacía ver mucho más demacrada. Las gotas de su sudor se veían en la piel descubi