En el apartamento de Liam. Máximo esta con el contratista supervisando los arreglos del departamento cuando recibe un mensaje que le congela los huesos.Trata desesperadamente de contactar al Liam. Sabía que con la gente que el poseía era un suicido incursionar en ese lugar. No podía contar con la policía estaba bien enterado que toda la flotilla está comprada. Lejos de ayudarles los hundirían más rápido.Empieza a mover piezas para ver con cuanta gente cuenta. Para su desilusión los números los tenía en contra, aún tomando la gente de Julián y Dante.-Rayos Liam, ¿Dónde estás? Le tiempo se nos acaba- Máximo no le gustaba incursionar a ciegas menos sin tener todo el control, el especialista en situaciones así es Liam.Caminado de un lado a otro en la sala, piensa en Halia.-Si quiere salvar a su amiga, tendrá que bajar su orgullo con su padre y pedirle su ayuda- Dice mientras marca su número.Llamada- ¡Aló! - Contesta Halia a no reconocer el número.-Señorita Koyama soy Máximo, esper
Volviendo a la Mansión Koyama.Cuando el auto de Liam pasa los portones ve a lo lejos que Atsushi está sobre Halia. Dentro de él empezó arder un infierno sin control.Adrián por su parte nota el cambio en la cara de su jefe. Observa por el retrovisor el Ferrari de Máximo estacionándose detrás.Atsushi voltea a ver a los recién llegados, para luego fijar su vista en Halia sin separarse de ella. En ese momento comprende que está invadiendo su espacio, por lo que, se separa un poco. Sin embargo permanece frente a ella, cortando cualquier posibilidad de escapar.Todos bajan de los autos y se acercan al grupo de personas que estaba a pocos pasos de padre e hija.Liam se percata que Halia está más pálida de lo normal, en sus mejillas había rastros de lágrimas, el movimiento en su pecho le confirma su respiración agitada. -Halia ¿Estas bien? - Le pregunta Liam. Sin importar que Atsushi este ahí.-Por supuesto que no- Dice Atsushi molesto. Volviéndola a ver agrega -Se escapa del hospital, en
En la Rosa Dorada, todo está pasando con normalidad. Avanzada la noche como cualquier noche en la rosa Dorada. Karen y Cora tomaron un respiro en el camerino.-Karen ¿Has visto al Diablo? - Le dice masajeándose la cintura baja.-La verdad no, desde hace tres días- Menciona sin preocupación - ¿Será que lo mataron? – Vuelve a ver a Karen.-Espero que no- Karen se muestra una cara de preocupación.- ¡No! ¡No puedo creerlo! Que todavía te preocupes por él- Le reprocha Cora.-Cuando éramos niños, él no era así. Siempre fue bueno con nosotras. Fueron esas malas influencias que lo hicieron cambiar.-Será la influencia del dinero, solo eso le importa- Le dice con ironía.-Como sea, él no era malo- La mira molesta.- ¡Estúpidas viejas! ¡Holgazaneando! – Escuchan a Hermann que al parecer las está buscando.- ¡Levántese! - Les grita.-Ustedes dos, hoy trasladarán la merca- Le dice mientras las jala fuera del camerino.- ¿Por qué nosotras? Ese trabajos lo hacen las mulitas- Cora se refiere a los
Volviendo a la incursión.- ¡MiϟӜϟ!- ¡Desplieguen! - Ordena Máximo tratando de cubrir los flancos.Le dice al hombre a su lado- Da parte ¡Ahora! - El hombre se cubre y llama por radio al centro de mando.Los disparos van de varios sentidos. Hábil con movimientos rápidos Liam y los medialunas lograron infiltrarse en el edificio, sin embargo el Caimán también que reconoce la ventaja técnica del lugar.Dentro del edificio, el enfrentamiento se está dando con armas de todo tipo como también cuerpo a cuerpo. Las ordenes de Liam han mantenido hasta el momento sin bajas. No así el bando contrario que empezaban a notar sus pérdidas.- ¡MiϟӜϟ!¡Esos hijos de pxxx! Nos están aniquilando- Le dice Hermann al Caimán agitado, cambiando el cartucho y recargando.-Ese maldito, con quien se habrá aliado, estos hombres parecen entrenados. ¡MiϟӜϟ! ¡MiϟӜϟ! - Vuelve a ver a los compinches que están a su lado.-No, no vamos con las manos vacías, mantén a las pxxx que encuentren cerca. En especial a Karen a
Volviendo a la mansión Koyama.Bruno entra a la sala de la casa, observa a Halia sentada abrazando sus piernas, la mirada perdida en la infinita oscuridad del bosque. Su rostro es apacible.- ¡Halia! – La llama para atraer su atención.Halia al voltearlo a ver palidece de inmediato. En su rostro esta la señal de malas noticias, su corazón de encogió, y sin previo aviso sus ojos revelan un brillo de tristeza.-Habla ¡Por favor! O me vas a matar de angustia- Le dice con tono bajo, bajando sus piernas del sillón para recibir la noticia.-El señor Julián a coordinado un puesto médico en los límites del bosque Koyama, hace unos minutos le informaron por radio que hay varios heridos, y entre ellos unas mujeres- Le dice Bruno consciente de los efectos de sus palabras.Halia se cubre la cara con sus manos, tratando de ocultar su frustración, luego las sube para colocar su cabello hacia atrás. Bruno puede ver rastro de lágrimas, su nariz esta roja tratando de evitar llorar.-Okey- Se amarra el
Volviendo a la carpa de Atsushi.Dos soldados escoltan a las tres mujeres afuera de la tienda, su próximo destino sería un centro de rehabilitaciones de mujeres en vulnerabilidad social. Sus custodios las guían hacia su próximo transporte. Karen se detiene un momento al observa que está saliendo el sol.- ¡Joven! ¡Por favor! Pueden esperar solo un momento para verlo nacer- Le pregunta Karen al soldado. Su mirada esta puesta en las pequeñas luces del amanecer. El hombre que conoció la historia de las chicas sintió pena.-Si, por supuesto, no hay problema. La verdad solo falta unos minutos para salir- Los hombres se coloca solo a unos pasos de ellas.-Mi madre me enseño, a observar el amanecer con esperanza. Me decía que sin importar que, siempre hay un amanecer. Me lo recordaba a pesar de que el cáncer la devoraba por dentro- Dice Karen con tristeza en sus ojos. Cora observa a su amiga para luego fijar su mirada hacia donde el sol está asomando los primeros rayos de luz.Por su lado
Volviendo a la carpa médica.Atsushi se les acerca con cara de pocos amigos. Ignorando por completo a su padre. Halia conduce a Liam a la camilla, con suavidad le quita el chaleco. Su tórax está cubierto por una camisa de mangas ajustada al cuerpo.Liam por más que trata de ocultarlo, no puede evitar sentirse feliz del toque de Halia. Su cercanía, poder percibir su olor. Solo ese instante para él pagaba todo lo que había aguantado de dolor.Halia observa una herida extensa que cubre el hombro y brazo evidentemente por un arma punzo cortante, sin embargo tenía un sangrado leve.Halia acerca el recipiente plástico de almacenamiento de equipo médico. Y un banco para sentarse frente a él. En su rostro hay gran preocupación.- ¡Hey! cambia esa cara, sabes que me he visto en peores- Le dice Liam para tranquilizarla.-Si, eso es cierto. Y siempre ha sido por mi culpa- Dice con congoja.-Hey, no digas eso. Estoy grande, él cuidarte ha sido mi decisión- Halia no aguanta su mira y baja la cabez
Volviendo a la mansión KoyamaLos autos ingresan a las entrada principal de la mansión. Karen puede ver a través por los ventanales a Halia y su padre bajarse de los vehículos escoltados por varios hombres.- ¿Debes de conocerlos de hace mucho tiempo? - Indaga Alba viendo hacia el mismo lugar.-A Halia… Desde siempre, a ese señor… Desde que nos persiguió en la playa. Él y sus hombres desarticularon por completo nuestros grupo, apenas Álvaro y yo pudimos escapar.-Que tonta, porque no usaste a Halia para acercarte a él- Karen la vuelve a ver enojada.-Que estupidez dices, estaba harta de que los hombres me usarán, no iba a permitir …- Karen analiza sus palabras primero y decide callar.Alba se le acerca con una sonrisa socarrona y hablándole al oído.-Con ese papacito, al menos te hubiera ido bien. Eres tonta Karen- Se aleja para seguir viendo a través de la ventana.- «Yo por el contrario no soy tan tonta»- En su mirada hay un extraño brillo.Mientras tanto Cora está entretenida ayuda