Volviendo a la mansión KoyamaLos autos ingresan a las entrada principal de la mansión. Karen puede ver a través por los ventanales a Halia y su padre bajarse de los vehículos escoltados por varios hombres.- ¿Debes de conocerlos de hace mucho tiempo? - Indaga Alba viendo hacia el mismo lugar.-A Halia… Desde siempre, a ese señor… Desde que nos persiguió en la playa. Él y sus hombres desarticularon por completo nuestros grupo, apenas Álvaro y yo pudimos escapar.-Que tonta, porque no usaste a Halia para acercarte a él- Karen la vuelve a ver enojada.-Que estupidez dices, estaba harta de que los hombres me usarán, no iba a permitir …- Karen analiza sus palabras primero y decide callar.Alba se le acerca con una sonrisa socarrona y hablándole al oído.-Con ese papacito, al menos te hubiera ido bien. Eres tonta Karen- Se aleja para seguir viendo a través de la ventana.- «Yo por el contrario no soy tan tonta»- En su mirada hay un extraño brillo.Mientras tanto Cora está entretenida ayuda
Volviendo a la casa Koyama.Atsushi observa como bajan las dos mujeres por las escaleras.-Veo que están mejor tus pies- Le dice Atsushi sin quitarle la vista.-Use magia, medicina oriental y la medicina de Julián para recupérame. Pero no me he podido hacerme cargo de las fisuras de las costillas, como el foco es en la espalda- Dice Halia agotada.-Belinda trae mi botiquín. ¡Por favor!- ¡Si, señor!-Tenemos un poco más de media hora antes que llegue los Lombardo. Tratare de aliviarte y apresura a que sanes.-Gracias Bàba- Halia se le acerca y lo abraza. Necesitaba sentir el calor de su cuerpo. Cuando discutieron hubo un momento que pensó que no lo volvería a ver, luego la angustia que lo hirieran se apodero de ella.Atsushi le corresponde el abrazo, con un poco de fuerza.- ¡Augh!- ¡Lo siento! - Se disculpa Halia.-No pequeña. El que debe disculparse soy yo- Le dice Atsushi preocupado.-Aquí esta su botiquín- Lo interrumpe Belinda.-Vamos al despacho. Belinda nos avisa cuando llegue
Halia se siente desafortunada, abatida, si por la vísperas sacaba el día, no le iba ir bien el resto de su vida. Esta perdida por completo que si misma que olvido a Mónica y su madre.Atsushi por su parte está contento de que Bárbara y su hija llegarán a la casa, las recibió como dijo anteriormente.-Me alegra que hayan venido- Le da un beso en la mejilla a Bárbara, la cual no puede evitar sonrojarse. Manteniendo su elegancia saluda a Mónica.-Bienvenida Mónica siéntanse como en su casa- Les dice señalado que entren.- ¿Dónde está Halia? - Pregunta Mónica ansiosa. Sabía que nada bueno podía salir de la visita de los Lombardos.-Allá- Le señala donde Halia todavía esta de pie mirando hacia el bosque.-Si me disculpa iré con ella- Le da un pequeña inclinación de cabeza a ambos.-No hay problema- Le dice Atsushi.-Por la cara que tiene Halia, no salió bien la visita- Le dice Bárbara.-Vaya ¿Alguna vez se le escapa algo? - Le pregunta Atsushi con admiración.-Señor Lombardo soy una mujer
Halia conduce al resto de las chicas a las mesas de jardín. Por fin siente un respiro de los excitantes días pasados. Atsushi le corre la silla a Bárbara y se sienta a su lado. En la mesa contigua a las chicas.-No sería mejor que nos sentáramos con ellas- Le dice Bárbara avergonzada. En especial con lo que acaba de decir.- ¡Mujer! Ten consideración de mí. Estoy haciendo un esfuerzo sobre humano para tolerarlas- Le dice Atsushi casi en suplica.-Entiendo, no hay problema- Le dice Bárbara con una sutil sonrisa. Atsushi esta encantado con la gracia y gentileza de Bárbara. Su traje color crema y su peinado la hace ver elegante.A los pocos minutos, llega Alba con uno de los vestidos que le facilitó Belinda, por cierto el más corto, sin embargo, no subía de un par de dedos de la rodilla.-Les importa si los acompaño- Les dice a la pareja.-Hee, cla….-Lo correcto es que acompañe a sus amigas- La frena Atsushi. Bárbara no podía sentir más vergüenza ajena.- ¡Disculpe! - Dice Alba con voz
Al amanecer Atsushi se voltea buscando por inercia el cuerpo de Halia. Cuando no la siente, abre los ojos, su mano esta donde debería estar Halia.- «Halia ¿Levantándose temprano? ¿Habrá pasado algo?»- Se sienta recostado en el respaldar meditando. Siempre que se queda en su habitación aprovecha para dormir.Atsushi es consciente de las constantes pesadillas de Halia, que suelen agotarla, por alguna razón cuando duerme con él no las tienen, permitiéndole dormir plácidamente.Halia aprovecha cada vez que tiene oportunidad para quedarse en la habitación de Atsushi para dormir. Usualmente cuando se quedan juntos al despertarse él aprovecha para abrazarla, luego se levanta, dejándola que disfrute del calor de la cama. Pero esta vez.Atsushi se sienta en el borde de la cama, observa el espacio vacío donde se supone durmió Halia. Su olor está presente en la habitación, pero percibe algo más. Fruñe las cejas, y sin cambiarse sale del cuarto.Al salir al pasillo sus fosas nasales son invadida
Ha muchos kilómetros de la mansión Koyama.El Diablo observa la escena, sus ojos no muestra ningún tipo de emoción no así su mandíbula tensa. El edificio es uno de los que utiliza como fachada. Había invertido mucho dinero en el lugar. El ver que los túneles fueron ubicados le produce preocupación.-Patrón, no parece que se obra de otro cartel, esto parece militar- Le dice uno de los hombres revisando las huellas y los cuerpos- Estos hombres fueron brutales en el asalto.- ¿Quién autorizo la salida de las chicas? – Ignorando el comentario, no quería tener a hombres temblorosos a su cargo. La voz del diablo emanaba seguridad y confianza.-Los hombre que lograron huir, nos dijeron que la orden venía del Caimán, los tipos cantaron más fácil que un canario. Les ofreció repartir las ganancias de la merca robada- Le dice otro hombre de cabello negro con bigote.- ¿Te dijeron porque se llevó a las chicas? - Pregunta el Diablo caminado hacia afuera de las instalaciones del edificio de oficina
En la mansión Koyama todos se sientan a comer. Julián se sentó enfrente de Halia. En el lugar donde la noche anterior ocupo Alba.Karen y Cora comen en silencio en cierta medida siente perturbación de la mirada inquisidora de Atsushi.- ¿Cómo siguen los hombres? -Indaga Atsushi.-Los que estaban más lastimados son los del coronel, es sorprendente como Liam logró echárselos a la bolsa, todos sin excepción ven a Liam semejante a un superhéroe, lo admiran mucho. En su totalidad le deben la vida- Dice exagerando sus expresión con las manos.-Si, es cierto lo que dices, el muchacho se lució esa noche. Nunca me imaginé que tuviera tal nivel de combate- Da una sonrisa de frustración mirando a los presentes.-Pero no salió ileso- Interviene Halia.-Cuando llego a la carpa presentaba una herida importante que nadie había atendido- Dice molesta.-Halia creo que ya conoces a Liam, no es un hombre que se deja ayudar tan fácilmente- Dice Julián.-En eso se equivoca, me permitió ayudarle sin ningun
Ha varios kilómetros de ahí. Atsushi llega a la compañía Lombardo, las palabras de Bárbara le rodeaban en la cabeza. Estaba pensando que tal vez Kano, ya no era el joven gentil y cordial que conoció hace mucho tiempo.- «¿Estaré haciendo mal, comprometiendo a Halia con Kano? ¿Qué estoy pensando? Si no la comprometo a la fuerza, muy posible se quede sola el resto de su vida. O peor escoja a Liam como su compañero de vida. ¡No! No quiero, ni pensarlo. Liam en un arranque de ira podría matarla, sin pensarlo dos veces»- Piensa Atsushi mientras terminan de estacionar en el parqueo interno de los Lombardo.-Señor, llegamos- Le dice Marcus al ver a su jefe pensativo.- ¿Marcus? ¿Crees que estoy haciendo mal? - Bruno solo mantiene la vista hacia el frente.-Usted es el hombre más sabio que conozco, su intensiones jamás serán malas, pero si me pide mi opinión, en el corazón no se manda, el amor no se puede imponer.-Así que piensas que estoy equivocado- Da una sonrisa de frustración.-Lo que d