Volviendo a la mansión Koyama.Bruno entra a la sala de la casa, observa a Halia sentada abrazando sus piernas, la mirada perdida en la infinita oscuridad del bosque. Su rostro es apacible.- ¡Halia! – La llama para atraer su atención.Halia al voltearlo a ver palidece de inmediato. En su rostro esta la señal de malas noticias, su corazón de encogió, y sin previo aviso sus ojos revelan un brillo de tristeza.-Habla ¡Por favor! O me vas a matar de angustia- Le dice con tono bajo, bajando sus piernas del sillón para recibir la noticia.-El señor Julián a coordinado un puesto médico en los límites del bosque Koyama, hace unos minutos le informaron por radio que hay varios heridos, y entre ellos unas mujeres- Le dice Bruno consciente de los efectos de sus palabras.Halia se cubre la cara con sus manos, tratando de ocultar su frustración, luego las sube para colocar su cabello hacia atrás. Bruno puede ver rastro de lágrimas, su nariz esta roja tratando de evitar llorar.-Okey- Se amarra el
Volviendo a la carpa de Atsushi.Dos soldados escoltan a las tres mujeres afuera de la tienda, su próximo destino sería un centro de rehabilitaciones de mujeres en vulnerabilidad social. Sus custodios las guían hacia su próximo transporte. Karen se detiene un momento al observa que está saliendo el sol.- ¡Joven! ¡Por favor! Pueden esperar solo un momento para verlo nacer- Le pregunta Karen al soldado. Su mirada esta puesta en las pequeñas luces del amanecer. El hombre que conoció la historia de las chicas sintió pena.-Si, por supuesto, no hay problema. La verdad solo falta unos minutos para salir- Los hombres se coloca solo a unos pasos de ellas.-Mi madre me enseño, a observar el amanecer con esperanza. Me decía que sin importar que, siempre hay un amanecer. Me lo recordaba a pesar de que el cáncer la devoraba por dentro- Dice Karen con tristeza en sus ojos. Cora observa a su amiga para luego fijar su mirada hacia donde el sol está asomando los primeros rayos de luz.Por su lado
Volviendo a la carpa médica.Atsushi se les acerca con cara de pocos amigos. Ignorando por completo a su padre. Halia conduce a Liam a la camilla, con suavidad le quita el chaleco. Su tórax está cubierto por una camisa de mangas ajustada al cuerpo.Liam por más que trata de ocultarlo, no puede evitar sentirse feliz del toque de Halia. Su cercanía, poder percibir su olor. Solo ese instante para él pagaba todo lo que había aguantado de dolor.Halia observa una herida extensa que cubre el hombro y brazo evidentemente por un arma punzo cortante, sin embargo tenía un sangrado leve.Halia acerca el recipiente plástico de almacenamiento de equipo médico. Y un banco para sentarse frente a él. En su rostro hay gran preocupación.- ¡Hey! cambia esa cara, sabes que me he visto en peores- Le dice Liam para tranquilizarla.-Si, eso es cierto. Y siempre ha sido por mi culpa- Dice con congoja.-Hey, no digas eso. Estoy grande, él cuidarte ha sido mi decisión- Halia no aguanta su mira y baja la cabez
Volviendo a la mansión KoyamaLos autos ingresan a las entrada principal de la mansión. Karen puede ver a través por los ventanales a Halia y su padre bajarse de los vehículos escoltados por varios hombres.- ¿Debes de conocerlos de hace mucho tiempo? - Indaga Alba viendo hacia el mismo lugar.-A Halia… Desde siempre, a ese señor… Desde que nos persiguió en la playa. Él y sus hombres desarticularon por completo nuestros grupo, apenas Álvaro y yo pudimos escapar.-Que tonta, porque no usaste a Halia para acercarte a él- Karen la vuelve a ver enojada.-Que estupidez dices, estaba harta de que los hombres me usarán, no iba a permitir …- Karen analiza sus palabras primero y decide callar.Alba se le acerca con una sonrisa socarrona y hablándole al oído.-Con ese papacito, al menos te hubiera ido bien. Eres tonta Karen- Se aleja para seguir viendo a través de la ventana.- «Yo por el contrario no soy tan tonta»- En su mirada hay un extraño brillo.Mientras tanto Cora está entretenida ayuda
Volviendo a la casa Koyama.Atsushi observa como bajan las dos mujeres por las escaleras.-Veo que están mejor tus pies- Le dice Atsushi sin quitarle la vista.-Use magia, medicina oriental y la medicina de Julián para recupérame. Pero no me he podido hacerme cargo de las fisuras de las costillas, como el foco es en la espalda- Dice Halia agotada.-Belinda trae mi botiquín. ¡Por favor!- ¡Si, señor!-Tenemos un poco más de media hora antes que llegue los Lombardo. Tratare de aliviarte y apresura a que sanes.-Gracias Bàba- Halia se le acerca y lo abraza. Necesitaba sentir el calor de su cuerpo. Cuando discutieron hubo un momento que pensó que no lo volvería a ver, luego la angustia que lo hirieran se apodero de ella.Atsushi le corresponde el abrazo, con un poco de fuerza.- ¡Augh!- ¡Lo siento! - Se disculpa Halia.-No pequeña. El que debe disculparse soy yo- Le dice Atsushi preocupado.-Aquí esta su botiquín- Lo interrumpe Belinda.-Vamos al despacho. Belinda nos avisa cuando llegue
Halia se siente desafortunada, abatida, si por la vísperas sacaba el día, no le iba ir bien el resto de su vida. Esta perdida por completo que si misma que olvido a Mónica y su madre.Atsushi por su parte está contento de que Bárbara y su hija llegarán a la casa, las recibió como dijo anteriormente.-Me alegra que hayan venido- Le da un beso en la mejilla a Bárbara, la cual no puede evitar sonrojarse. Manteniendo su elegancia saluda a Mónica.-Bienvenida Mónica siéntanse como en su casa- Les dice señalado que entren.- ¿Dónde está Halia? - Pregunta Mónica ansiosa. Sabía que nada bueno podía salir de la visita de los Lombardos.-Allá- Le señala donde Halia todavía esta de pie mirando hacia el bosque.-Si me disculpa iré con ella- Le da un pequeña inclinación de cabeza a ambos.-No hay problema- Le dice Atsushi.-Por la cara que tiene Halia, no salió bien la visita- Le dice Bárbara.-Vaya ¿Alguna vez se le escapa algo? - Le pregunta Atsushi con admiración.-Señor Lombardo soy una mujer
Halia conduce al resto de las chicas a las mesas de jardín. Por fin siente un respiro de los excitantes días pasados. Atsushi le corre la silla a Bárbara y se sienta a su lado. En la mesa contigua a las chicas.-No sería mejor que nos sentáramos con ellas- Le dice Bárbara avergonzada. En especial con lo que acaba de decir.- ¡Mujer! Ten consideración de mí. Estoy haciendo un esfuerzo sobre humano para tolerarlas- Le dice Atsushi casi en suplica.-Entiendo, no hay problema- Le dice Bárbara con una sutil sonrisa. Atsushi esta encantado con la gracia y gentileza de Bárbara. Su traje color crema y su peinado la hace ver elegante.A los pocos minutos, llega Alba con uno de los vestidos que le facilitó Belinda, por cierto el más corto, sin embargo, no subía de un par de dedos de la rodilla.-Les importa si los acompaño- Les dice a la pareja.-Hee, cla….-Lo correcto es que acompañe a sus amigas- La frena Atsushi. Bárbara no podía sentir más vergüenza ajena.- ¡Disculpe! - Dice Alba con voz
Al amanecer Atsushi se voltea buscando por inercia el cuerpo de Halia. Cuando no la siente, abre los ojos, su mano esta donde debería estar Halia.- «Halia ¿Levantándose temprano? ¿Habrá pasado algo?»- Se sienta recostado en el respaldar meditando. Siempre que se queda en su habitación aprovecha para dormir.Atsushi es consciente de las constantes pesadillas de Halia, que suelen agotarla, por alguna razón cuando duerme con él no las tienen, permitiéndole dormir plácidamente.Halia aprovecha cada vez que tiene oportunidad para quedarse en la habitación de Atsushi para dormir. Usualmente cuando se quedan juntos al despertarse él aprovecha para abrazarla, luego se levanta, dejándola que disfrute del calor de la cama. Pero esta vez.Atsushi se sienta en el borde de la cama, observa el espacio vacío donde se supone durmió Halia. Su olor está presente en la habitación, pero percibe algo más. Fruñe las cejas, y sin cambiarse sale del cuarto.Al salir al pasillo sus fosas nasales son invadida