- Señora Vermont – el secretario Han corría hacia ella cuando Pietro estallaba en la oficina- Señorita Loren – le guiñó un ojoEl secretario Han se detuvo de golpe- Era una broma – Lily estalló en una carcajada cuando notó la reacción del secretario - Entiendo – rio incómodo- El Señor Vermont me dijo que hablara contigo sobre la disculpa pública de Vermont- ¿Está todo en orden, Señorita Loren? – Maximiliano Han miraba la expresión decaída de las niñas en los brazos de Lily- Todo en orden – respondió recostando la cabeza sobre el cabello de Eva- Sobre la disculpa de Vermont – el secretario Han sacó su teléfono y deslizó el dedo por la pantalla.El celular de Lily sonó y maniobró con las niñas en brazos para sacarlo de su bolsillo- Yo le envié un archivo – El secretario le explicó cuando noto que Lily buscaba su teléfono – puede verlo luego, ya hemos gravado el discurso del Señor Vermont, será enviado a los medios en tres días- ¿Pietro dio un discurso? – Lily no se imaginaba a P
Lorenzo miró a Pietro con cautela.Aun ignorando la imagen de su mujer en los brazos del doctor Park, las palabras de sus hijas eran más que suficientes para despertar el lado más oscuro de su amigo.Aunque Matt quisiera negarlo, sintió escalofríos cuando enfrento la mirada de Pietro.Era claro en esa expresión sombría, que en su mente ya lo había matado cien veces.Pietro apretó los labios en una línea recta. Y Lily se sintió aún más pequeña.Pero como cada vez que sus hormonas la dominaban, se incorporó tambaleante y apretó el botón del piso de Matt en el panel del ascensor.Las puertas se cerraron. En silencio, Matthew se levantó, la ayudo a cargar las niñas y salieron apurados en cuanto las puertas se abrieron.En lugar de entrar en el departamento, se giraron y bajaron los cuatro pisos hasta el lobby del edificio, sin siquiera detenerse a conversar sobre qué harían luego.- Lily – susurró Matt, al ver que Lily cargaba con ambas niñasElla miraba entre la rendija de la puerta para
No volvieron a casa, resultó que en su arrebato, Pietro había conducido en la dirección opuesta, así que luego de un rato de andar en completo silencio, terminó por parar en un hotel cuando la noche los alcanzó.En realidad, Lily entendía que más allá de eso, él había continuado sin detenerse al notar que Eva entrecerraba sus ojos mirando por la ventanilla.Emma se había dormido momentos antes y se notaba más relajada que Eva.Ambos sabían que había hecho todo mal. No podían ignorar que Eva tenía razón al estar enojada con ellos, y simplemente no sabían cómo responderle.En el fondo, Lily se sintió agradecida de que Pietro hubiera continuado conduciendo hasta que Eva se durmió por completo.Sus hijas merecían saber toda verdad, y Eva necesitaba respuestas, pero aunque su hija fuera inteligente, seguía siendo solo una niña a punto de cumplir cinco años. Nada más.Y había verdades que Lily aún no encontraba la manera correcta de decirles.No se trataba tanto del rol de Pietro, en realid
- Justamente por eso, creo que es mejor que no sepa nada de esto aún- No puedes pretender que no le diga nada- ¿No dices que es complicado todo en la empresa ahora? Y que necesita a Samantha ¿Cómo se sentirá Pietro al saber que perderá un hijo?Lorenzo tenía que admitir que ella tenía razón en eso.- Lorenzo, no tengo ganas de remar contra la corriente, hay cosas que ni él ni yo podemos manejar y es mejor que todo siga su curso- Pietro no la está pasando bien con todo esto- No puedo hacer nada por él, no cuando él no me deja acercarme- Como su amigo, es difícil ver todo lo que sufre- Si le dices de mi embarazo solo empeorarás las cosas- Tengo miedo de que colapse - Y yo tengo que cuidar mi salud- ¿Cómo puedes ser tan egoísta?- Porque tengo dos hijas, Lorenzo, dos hijas que ya han soportado demasiado, y aún necesito prepárame para perder este bebé, no tengo tiempo para pensar en algo más que recuperar Loren’s para Eva y Emma, no puedo entrar al quirófano con la incertidumbre
Lily tomó el papel delante de ella y lo hizo un bollo entre sus manos antes de tirarlo a un rincón del cuartoEstaba cansada. Harta.Llevaba dos semanas encerrada en la mansión, sonriendo las veinticuatro horas de los siete días de la semana para que sus hijas no supieran cuanto detestaba estar allí.La habían traído derecho del hotel a la mansión sin darle espacio para protestar.Al parecer, Pietro había cambiado su estrategia y en lugar de querer separarla de las niñas, se las había arreglado para mantenerlas a las tres en solo dormitorio para mantener a Lily a raya.- Mamá ¿Quieres que te ayude con ese proyecto? – Eva miró con el ceño fruncido el bollo de papel- No cariño, gracias – respiró hondo – me ayudas mucho más terminando el que te entregué, Gustavo lo necesita para mañanaEn realidad, no había apuros, ni presiones, ella ya había enviado a Cassa ocho de los doce proyectos más urgentes y con eso había adelantado dos meses de trabajo, pero si no se concentraba en algo, termin
Lily se sentó en la mesa con las niñas, mirando la comida con la nariz arrugada.- Señorita, su medicación – Luis le extendió una píldora rosaAl notar la confusión de Lilian, Luis le explicó: - Se debe haber acabado la caja que comenzó a tomar cuando estuvimos en la playa.- Oh, tienes razón, pensaba comprar esta tarde- No puede cortar su tratamiento Señorita, debe tomar esta pastilla con el almuerzo, así que fui personalmente a la farmacia esta mañana, también compré de la que debe tomar a las ocho y la de antes de dormir.- Tampoco es como si yo hubiera querido salir – dijo Lily con amarguraLuis comprendía la expresión de Lily.Si bien en la mansión había mucho espacio para moverse, nada se comparaba a caminar un poco entre otra gente.- El Señor Vermont me aviso hace un minuto que no estará almorzando en casa- ¿De verdad? – Lily levantó la cejaLa nuca de Luis transpiraba- Mejor – susurró Emma, como si esa palabra en realidad se hubiera escapado de sus labios.Eva asintió al l
- Lilian Loren ¿En qué estás pensando? – Lily caminaba de una punta a la otra en su habitación mientras se abanicaba con una mano.El rostro le ardía y era como si su cuerpo entero picara.- Son las hormonas – se dijo.Hablaba sola y se reprendía como si se tratara de alguien más… y a la vez se avergonzaba e intentaba justificarse ante ella misma.La cabeza que antes le dolía, ahora le daba vueltas.Todo se sentía surreal cuando pensaba en las veces que había sido tan íntimos con Pietro.Se mordió el labio inferior, inquieta.Pensar en la camisa que se tensaba cuando él la abrazaba con fervor y en la firmeza de su pecho, inevitablemente la hacía recordar el poder con el que la invadía.- Cómo puedes ser tan desvergonzada – se tiró sobre la cama y escondió la cabeza en la almohada.Por un momento, cuando la cercanía entre ellos superó la distancia que habían tenido todo ese tiempo, el primer pensamiento que la abordó, había sido en realidad mucho más que eso: fue un impulso, de lo más
- Pietro – Lily se sintió ofendida - ¿Cómo puedes decir eso?- ¿Algún día me amarás como a él?- Te amo Pietro – confesó al final- Como desearía que esto fuera más que un sueño, igual que aquella noche – susurró Pietro contra sus labiosAquel cuarto emitía una vibra algo extraña que aumentaba la temperatura de sus cuerpos, y envolvía todo en un manto surreal.Para Lily, no era por el hecho de que recién se despertaba, ni porque Pietro hubiera tomado algo de más. No. Era porque estaban en esa habitación.Y la pasión comenzaba a acariciar sus cuerpos de manera arrasadora, igual que aquella noche, varios años atrás.- No es un sueño Pietro – susurró con la respiración agitadaLos ojos de Pietro se agrandaron por un momento, y luego se entrecerraron antes de besarla.En acto entre sus cuerpos ya era instintivo, y ambos sabían cómo desnudar al otro, así que en cuestión de segundos, ella estaba sobre la falda de Pietro, abrazando su torso desnudo, como tanto había deseado durante todo el d