Lily estaba parada delante del espejo en la habitación, tan feliz.
Todo en ese día había sido perfecto.
Con una sonrisa, aliso los pliegues de su largo y blanco vestido de novia.
“¿Debería quitármelo?”
Pero había soñado con el momento en que su recién casado esposo le quitaría él mismo su vestido de bodas, "cuando todo el ruido en el salón cesara y finalmente, estuviéremos solos los dos en la habitación que compartiremos por el resto de nuestras vidas"
Lo esperaba desde hacía tres horas.
Cuando al fin estuvieran solos los dos.
Pensándolo de nuevo, sería mejor darse una ducha y cambiar su ropa. Pablo estaría exhausto después de todo el trajín del día y la ceremonia.
Cuando estaba a punto de ir al baño, alguien golpeo a la puerta.
- Señorita, el Señor Vermont le envía esto, dice que un jugo de naranja sería bueno mientras espera por él a que termine sus negocios con un socio de la compañía que asistió a la boda.
- Gracias – tomo la bandeja con el jugo - ¿Sabes si demorara mucho más?
- No me atrevería a preguntar Señorita Loren – la camarera respondió con una mueca de disgusto.
Lily siempre se sentía incómoda en aquella casa cuando Pablo no estaba con ella, todos los protocolos para las personas en la mansión la hacían sentir fuera de lugar.
- Está bien, lo siento por incomodarte.
Aunque pudiera dudar de si alguien como ella, algún día, podría ser parte de una familia como esa, nunca dudo del amor de su esposo por ella.
Incluso en un momento como ese, después de un largo día y en medio de una reunión, él pensaba en ella y le enviaba ese jugo.
Bebió todo el contenido de la jarra y retomó el camino al baño.
Se sintió mareada.
Terminar la ducha y cambiarse fue todo un desafío.
Se acostó calmando su mente ansiosa, debería intentar descansar un poco.
No era obligación consumar su matrimonio en la primera noche ¿No? Tendrían mucho tiempo para hacerlo.
De seguro eso de la noche de bodas no era más que un mito, después de vivir lo que era preparar la ceremonia, estaba segura de que más de un matrimonio se dormía del cansancio en la primera noche sin hacer nada.
Estaba a punto de cerrar los ojos cuando la abrazaron por detrás.
- Pensé que estarías ocupado un tiempo más – dijo con timidez.
No se animaba a mirar su rostro con los pensamientos que acababa de tener.
- Te veías tan hermosa en tu vestido de novia que no podía evitar preguntarme cómo sería poder quitártelo yo mismo – su voz sonaba ronca contra su cuello.
- No sabía si esperarte o cambiarme, creí que sería mejor tomar un baño
- ¿Algún día te podrás un vestido de novia para mí? – fue un susurro que se quebró al final, Lily notaba que algo no estaba bien, pero estaba tan ansiosa que no podía pensar en otra cosa, aparte del aliento del hombre contra la piel de su nuca.
- Pablo, ¿De qué hablas? - sentía que el calor subía a sus mejillas - ¿Para quién más usaría ese vestido?
Él presionó su cadera contra la de ella y entonces llegaron los nervios, porque lo que fuera que pasara esa noche, serían todas sus primeras veces.
Pablo la respetaba tanto que nunca la beso siquiera y ahora besaba desde su hombro hasta el lóbulo de su oreja, saboreando cada centímetro de su piel expuesta.
Lily temblaba ante las sensaciones que su cuerpo descubría con tan solo eso.
Cuando no pudo reconocer la colonia de su esposo, se lamentó de no poder concentrarse en los detalles del hombre que amaba. Quizás había bebido mucho alcohol y por eso sentía que él era más grande que cuando se paraba a su lado.
Requirió de todo su coraje darse vuelta para enfrentar la mirada ferviente de aquel hombre.
¿Sería por la oscuridad de la habitación que su ojos se veían diferentes?
Estaba asombrada con la cercanía que sentía y que le mostraba más de este hombre que no se había atrevido a imaginar.
Pablo parecía más delgado bajo su traje, pero ahora que buscaba los botones de su camisa era como si sus hombros fueran el doble de anchos y pudo sentir la firmeza de su pecho.
No sabía que él entrenaba.
La piel del hombre ardía en cada parte que Lily tocaba, pero quería más que solo sentir el calor de sus palmas, quería sentir todo su cuerpo pegado a él.
Cuando sus labios se encontraron, la aprisionó debajo de él y se acomodó entre sus piernas con un solo movimiento.
Como si esa fuera su única oportunidad para poseerla, no estaba dispuesto a perder el tiempo con preámbulos.
Lily jamás se animó preguntarle si él tenía experiencia en esto, así que no sabía si la brusquedad con la que empujaba contra la cama era un error o no, y como siempre supo que la primera vez dolía, cerró los ojos y soportó su abrupta invasión.
Aguantó cada una de sus embestidas con lágrimas en los ojos, sin ningún reproche.
Jamás imaginó que todo aquello, era solo un chiste para Pablo.
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- ¿No deberías estar con tu esposa?
- ¿Debería? – murmuró contra el pecho de Samantha
- Pablo, ya lo hicimos una vez – sonreía – Creo que deberías guardar algo de energía para mi prima.
- No la nombres mientras estamos juntos.
- No es la primera vez que hablamos de ella mientras hacemos el amor.
- ¿Vas a hacer esto de nuevo? En serio me desmotiva que la llames así hoy.
- ¿Qué la llame "tu esposa"? ¿O mi prima? - gimió cuando Pablo pellizco uno de sus pezones - ¿Sientes culpa? ¿Ahora que te has casado me vas a dejar? – separaba sus piernas para que él se acomodara entre ellas.
- No siento nada por ella
- Siempre dijiste lo mismo, pero se casaron de todos modos.
- Igual que tú y mi hermano.
- No estamos casados – levantó las cejas mientras recorría con sus uñas la espalda de Pablo.
- Creí que ya había fecha para la boda.
- No me casaré con él, a diferencia de ti, yo no quiero ser infiel.
- ¿O no quieres casarte con él porque le temes?
- ¿Me acostaría contigo a sus espaldas si le tuviera miedo?
- Incluso yo le temo a veces
- Pietro no es más que humo, no puede hacer nada contra su familia.
- Mm – se hundió en ella – Eso es cierto, él no hace nada.
A Pablo le excitaba la comparación con su hermano mayor, por sobre todo porque su juego favorito era quitarle todo lo que pudiera.
- ¿No … crees… que ella te esté… esperando? – preguntó entre jadeos.
- ¿Quieres que me detenga para ir con ella?
La mujer cerró sus piernas alrededor de la cadera de Pablo.
- Cásate conmigo.
La mujer abrió los ojos, asombrada, al tiempo que gemía.
- Te acabas de casar
- Luego de que te cases con Pietro
- ¿Por… qué?
- Quítale todo lo de los Vermont, y yo te daré todo lo de la familia de tu prima.
- ¿Crees que… podremos…?
- Estoy seguro
- ¿Después de… que ella ... Cobre la herencia de mi tío… anularás ese matrimonio?
- No solo lo anularé, me quedaré con todo lo de la familia Loren y contigo.
- Pero… Lily… se dará cuenta
- Le preparé un regalo de bodas que la mantendrá entretenida.
Samantha abrió la boca, pero Pablo aumentó la fuerza de sus movimientos y no la dejó pronunciar nada más.
Después de haber tenido la respuesta que quería entre gemidos y jadeos, la dejo dormir y se paró delante de la ventana, mirando hacia el ala de la mansión en la que habían llevado a cabo la celebración de ese matrimonio, horas atrás.
Había calculado que Lily estaría en la ventana opuesta, a la misma altura.
Si los vidrios no fueran tintados, incluso podría ver cuando otro hombre arruinaba a esa mujer.
Solo la luna era testigo de la malicia que la sonrisa en su rostro revelaba.
Marcó un número en su teléfono y habló con el ánimo de quien ve que todo sigue sus planes.
-¿Cómo va todo?
- El hombre que contrató ya está en la habitación de su esposa, Señor, pudimos confirmar que lo que deberían hacer – trago saliva, incómodo – se está haciendo.
- Perfecto, no te olvides de sacarlo de allí antes de que los efectos de las drogas terminen, ella no tiene que reconocerlo o se alarmará y eso arruinara todo.
- Estamos listos para eso, Señor, lo moveremos en cuanto usted salga para que los tiempos coincidan.
- ¿El auto está listo?
- Sí, Señor, recuerde no hacer más de treinta kilómetros con ese auto, no se desvíe de la ruta programada.
- ¿Qué sucederá con el auto?
- Después de que cambien de vehículo, su auto explotará para simular el accidente. Los boletos para su vuelo con la Señorita Samantha estarán en la guantera con la nueva documentación para que puedan salir del país.
- Los papeles de Samantha no serán necesarios
- ¿No irá con usted, Señor?
- Aún la necesito aquí para que me ayude con algo más.
- ¡Señor Vermont! – el mayordomo corrió apresurado atreves del jardín - ¡Señor Vermont!Pietro Vermont frunció el entrecejo mientras intentaba abrir los ojos.Lo desconcertó notar el sol sobre él y se giró sintiendo náuseas.- ¡Señor Vermont! - Lu… Luis – habló con dificultad - ¿Qué sucede?Se sentó con lentitud mirando a su alrededor. Parpadeó varias veces para adaptarse a la luz. Tenía su traje hecho un desastre y estaba en medio del jardín, al lado de la piscina.- ¿Qué hace aquí fuera, Señor Vermont? – preguntó preocupado. Pietro no respondió, ciertamente, aún no comprendía por qué estaba allí.- Señor… ¿durmió aquí anoche? – se avergonzó al preguntarlo, de seguro había una razón para ello. Pero, ¿cuál podía ser? Para que el gran Pietro Vermont, que rara vez salía de la oficina y nunca pisaba ese jardín, yaciera al lado de la piscina a las diez de la mañana.Pietro, simplemente, le dedicó esa mirada que hacía temblar a todos.- ¿Se... Se encuentra bien Señor?- ¿Me veo mal? –
- Lily, ¿Estás segura de volver? - Rose preguntó.- No tengo muchas opciones ¿No? – rio con un toque de amargura.- Todavía debes hacerte otros estudios, ¿Por qué no vas haciendo eso allí? Yo puedo viajar la próxima semana para ayudarte con las niñas antes de la cirugía.- El abogado de Cosméticos Loren me envió una citación para presentarme en la empresa esta semana.- Lily, estoy segura de que hay algo raro en todo esto.- ¿Más raro que cuando planearon culparme de la muerte de Pablo para echarme del país y quedarse con la empresa de mis padres?- ¡Lo digo en serio, Lilian Loren! - Solo digo que, tratándose de mi tía y Samantha, todo es posible.- No creo que te transfieran el poder sobre las acciones de tus padres – susurró – el abogado de la empresa fue despedido esta mañana y tu tía lleva tres horas en una junta con los inversionistas, y hay rumores de que…- Si vas a chusmear en tu trabajo, al menos trata de contar todo completo – se burló.- Hay rumores de que Samantha comenzar
Después de la muerte de Pablo, Lily intentó defender su unión, aunque la familia Vermont la acosara, presionara y encerrara en un galpón sucio y apestoso, no porque fuera fuerte, simplemente porque estaba agotada.Sus padres habían fallecido y ahora su esposo, tampoco podía seguir creyendo que Samantha era su familia.Había quedado sola y estaba destruida, emocional y físicamente.Habían pasado dos meses del día en que enviudó, y llevaba tres días sin comer. Sus captores al menos le daban un litro de agua.Lilian se había rendido ante la vida, y si lo que quedaba de ella era eso, pues mejor sería dejar ese mundo con el recuerdo de su boda, así que cuando un hombre de un metro sesenta y ciento treinta kilos le preguntó por octagésima vez si firmaría los papeles de la anulación matrimonial, cerró los ojos.Despertó en un hospital con la noticia de que estaba embarazada.Esa misma noche se dirigió a la compañía Vermont, irrumpió en el estudio de Pietro y le entregó los papeles firmados.R
- Señorita Loren, el Señor Vermont la espera en su oficina - le indicaron en cuanto aparcaron.- Luca – se volvió hacia el chofer - ¿Me ayudas con las niñas?- Por supuesto, Señorita Loren, niñas, suban al auto hasta que mamá regrese.- No me refería a eso – rio – ¿Puedes darles la mano al subir? Yo llevaré el equipo en el maletero.- Puedo ayudarla con eso Señorita - le dijo mientras abría el maletero- ¿No que tenías experiencia con niños? Te necesito a mi lado para que me acompañes con las niñas, yo puedo manejar las cosas de mi trabajo.- Entiendo, la sigo – tomó las manos de las niñas con firmeza.Eva y Emma intercambiaron miradas y luego la miraron a ella.Lily asintió con la cabeza y cargando un maletín y dos cajas, camino detrás del empleado de Vermont Corporaciones que los recibió.- Luca, por cierto –ralentizó sus pasos para tomar algo de distancia del hombre delante de ellos y murmuró – no quiero que te refieras a mí como la madre de las niñas mientras estemos aquí.- Así se
- Comprendo, entonces, con esa información creo que podemos terminar todo esta semana – era absurdo esperar que le hablara algo más de él y sus gustos, tendría que seguir a ciegas.- ¿Pretende terminar un trabajo que planeo seguir de manera minuciosa en tan solo una reunión?- No - Lily sonrio - Pero pensaba que podríamos lograr un punto medio entre sus tiempos y los míos, Señor Vermont, ¿Hay algo que quiera que mantenga de esta propuesta?Por no recibir la propuesta, se giró hacia la caja a su lado - Okay, tengo once propuestas másPietro observaba como Lily sacaba más y más imágenes y bocetos - ¿Preparaste todo esto en una semana?- Sí, Usted necesitaba una propuesta esta semana, pero no podía venir hasta aquí solo con esto.- Señorita Loren…- Un momento, estoy buscando una que creo que nos servirá para poder conversar sobre el diseño de las fachadas, pero no sé por dónde estará …-- Lilian… ¿Puedes mirarme un momento?- Sí, enseguida- Ahora – Pietro no tenía mucha paciencia y no e
- ¿Por qué volvió Señorita Loren?Eran los únicos dos en la cafetería y Lily miraba las opciones en el menú antes de acercarse al mostrador para hacer su pedido.- ¿Mm?- …- Lo siento, leía el menú y no escuche su pregunta.- Me preguntaba por qué volvió después de cinco años – hacer esa pregunta había sido inexplicablemente difícil para Pietro - ¿Está aquí solo por el proyecto o hay algo más?Pietro tenía un objetivo para ese encuentro, que definiría el resto de su vida, así que, aunque fuera imperceptible para Lily, él estaba ansioso.Sabía que la propuesta que le haría sería difícil de explicar, pero el tiempo se acababa y ahora que ella estaba allí debía aprovecharlo.Si sus fuentes estaban en lo correcto, Pablo ya se habría cansado de jugar con mujeres y huir de prestamistas por toda la costa del pacífico, y volvería cuando su abuelo definiera la fecha de su boda con Samantha.Y el abuelo Vermont estaba desesperado por esa unión después del fiasco del matrimonio de Lily y Pablo.
- Señor Vermont – el Director del hospital fisionaba sus manos, nervioso ante Pietro Vermont - ¿Podría acercarse a llenar la información de la paciente?- … - La imagen de Lily desvaneciéndose en sus brazos se repetía en su mente aún, y no escucho al director Rocher cuando se acercó a él.- Sería útil conocer su grupo sanguíneo por si es necesario - intentó nuevamente, asumiendo que Pietro no quería pasar por el proceso de admisión.- … - preocupado, sacó su teléfono y envió un mensaje a su secretario, pidiendo toda la información de Lily.- Doctor, Señor Vermont, la Señorita Loren se encuentra estable, ha sido un desmayo – una mujer madura se acercó a ellos – Pudimos encontrar algo de información útil en su celular – le entrego una bolsa transparente con la billetera y el celular de Lily - No hay heridas visibles en el cuerpo de la joven y hemos extraído sangre de la paciente para realizar estudios completos, esperamos poder dar con el origen del desmayo pronto, pero sería de mucha a
Luca, que ya podía retirar las niñas de allí, salió apresurado.- El padre de las niñas falleció, él es el tío – le explicó Rose a Matthew, que se había apresurado hacia la cama de Lily y medía su pulso.Pietro aún no podía terminar de asimilar todo lo que acababa de descubrir.¿Cómo pudo no aparecer nada de eso en las investigaciones de su secretario?No solo era padre, tenía dos hijas.Miró a Lily en la camilla.La había buscado por cinco años y al fin tenía la oportunidad de hacerla suya, ahora no había vuelta atrás, no la dejaría escapar.La idea de una familia, aunque nunca antes había cruzado por su mente, se había instalado en el centro de su pecho.“Es el tío”“Tan segur como de que mis hijas son el vivo retrato de su padre”“Ese señor es nuestro abuelo”Se levantó, ajustó su corbata y miró a Lily.En su interior, Pietro comenzó a sentir que se asfixiaba.Debía acelerar su matrimonio con Lily antes de que Pablo apareciera.Lilian comenzó a moverse, y Matthew se apresuró a su l