Famiglia

Apolo 

Me metí en su cama. La cama era suya y no pude resistir la tentación de dormir a su lado. Aunque fue un error, y luego fue un error aún mayor quedarme retosando a su lado. Ella me miró con ojos cándidos y me dijo: 

 —Y…¿puedes hacerlo de nuevo? 

Eso basto para que estuviese duro como una roca deseando follarla por el resto del día y la noche. No había logrado contener mi voluntad, carajo. Napoleón no debió desear tomar Rusia, tanto como yo anhelaba  tomar a mi esposa. Después todo se redujo a un solo momento. La gloria. Me había sentido un rey, como Aníbal sobre los enormes elefantes. 

Tocar esa piel morena y tersa, acariciar cada rincón, cada detalle mientras le arrancaba gemidos ahogados y sollozos de placer, era sin duda una droga difícil de ignorar. 

Me arrepent&i
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo