2. Tú, de nuevo.

"Dos personas que ni soñaban conocerse, terminan encontrándose, en el instante menos esperado, pero en el momento indicado"

*****

Trisha

Trabajaba como médico adscrito en el mismo hospital en donde realicé la pasantía, debo decir que me sentia muy cómoda, nunca pude admitir para especialidad, y fue entonces que decidí que este seria mi lugar.

Cada cuatro meses llegaban los especialistas del ultimo año de la residencia a hacer prácticas, y después de cuatro años, ya me habia acostumbrado a esta rutina y esta vez no seria distinto.

Ese día, para mi suerte, nos presentaron a los nuevos residentes, pero mi mirada se fijó en uno solo de ellos, no podia creerlo, era él, más maduro, más atractivo y con aquella sonrisa que me desarmaba . . . George habia regresado.

- Trish - se acercó a sonriente saludarme.

- Hola - su sola presencia me puso nerviosa - no esperaba verte aquí.

- Eso imaginé, pero ahora soy tu medico residente de urgencias, asi que- se aclaró la garganta- . . . ¿donde empezamos?

*****

Ya iba de salida después de un turno agotador, durante el día traté de que su presencia no me distrajera para realizar mi trabajo.

- Trish, espera- George se apresuró a alcanzarme- ¿podemos hablar más tarde?

- Disculpa, estaré ocupada, saldré con alguien, y no puedo cancelarlo.

- Entiendo . . . entonces. . . te veo mañana.

Me mostró una sonrisa tensa y yo solo me alejé.

Caminé a casa, cuando entré, me desplomé en el sofá. ¿Porqué tenia que verlo de nuevo?

Ya lo tenía olvidado, pero solo bastó verlo un segundo y su sonrisa volvió a atraparme.

Decidí prepararme para mi cita, que en realidad era una cena con mi amiga Natalia, sin ningún hombre incluido en nuestros planes.

***

- ¿Como dices? eso no fue al azar, sabes que pueden elegir dónde harán sus rotaciones- dijo cuando le conté sobre George.

- Lo sé, ¿porqué tenia que cruzarse otra vez en mi camino? - resoplé y me dejé caer pesadamente en el respaldo de mi asiento

- Dime la verdad ¿aún sientes algo por él?

Esa era la pregunta que me estaba haciendo desde el momento en que lo vi.

- ¡Claro que no! sería muy estúpido de mi parte, además, a estas alturas ya debe estar casado y con hijos.

- No lo sabes, y en serio creo que deberías hablar con él.

Natalia habia sido mi amiga desde que llegue al hospital, y nos contábamos todo, ella no habia visto a George porque estaba de vacaciones, pero lo conocía, lo habia visto en fotos, le habia hablado de él, así que no me extrañó cuando vi su cara de asombro.

- Creo que tendrás la oportunidad de hacerlo justo en este momento - murmuró.

- ¿Qué?

- ¿Trish?- escuché su voz detrás de mi y cerré los ojos.

- Hola- balbucee al verlo de pie junto a mí- oh, ella es mi amiga Natalia- la presenté- Natalia él es el doctor Olsen.

- Vaya que eres atractivo, tal como lo dijiste Trish - exclamó descaradamente, examinándolo de arriba a abajo.

- ¡¡Nat!!

- Soy George - su maravillosa sonrisa hizo su aparición, dejándome sin aliento - asi que Trish te habló de mí.

- Por supuesto, dice que no quiere hablar contigo porque probablemente ya estés casado.

Quería matar a Natalia, ¡Que boca tan floja!

El se río, y me miró.

- Para nada, no estoy casado y tampoco tengo hijos.

Sentia mi rostro arder por la vergüenza, veía a Nat, y solo queria que la tierra me tragara.

- Pero sientate George, ¿quieres un café?- preguntó Nat.

- No quiero interrumpir su cena, será otro dia, te veo mañana Trish- me hizo un guiño y se fue a su mesa, donde lo esperaba otro de los médicos residentes.

Solté un largo suspiro, ese hombre con su carisma, podría tenerme de nuevo a sus pies si así lo quisiera.

- Regresa aquí Trish - Natalia chasqueó sus dedos frente a mí- vaya que te afecta, el sexo debió ser estupendo.

Volvi a sonrojarme, más que eso, me hizo el amor muchas veces, y siempre fue increíble.

- Estuve muy enamorada de él, y no quiero hacerme ilusiones ahora, solo estará por unos cuantos meses. y luego se irá.

- Pues yo que tú me tiraba a ese pedazo de hombre, desde ahora y hasta que se vaya, solo por darme el gusto de tenerlo.

Ojalá fuera tan sencillo, porque sabia que involucraria mis sentimientos y no queria pasar por eso de nuevo.

- No, Nat, entre él y yo no puede haber nada.

- No creo que él piense lo mismo, ¿que no te diste cuenta como te veía.?

Tambien lo noté y habia algo más sus ojos qué solo deseo.

- Solo recuerda lo mucho que me costó olvidarlo, eso no va a volver a pasar.

Natalia suspiró, lo sabia muy bien, ella habia sido mi paño de lágrimas por mucho tiempo.

- Fue tu decisión no tener contacto con él.

- Lo sé, pero no me arrepiento, creo que fue lo mejor.

Terminamos la cena y nuestra charla, al levantarme instintivamente los busqué en el restaurante, pero ya no lo vi, salimos del lugar y para mi sorpresa, él estaba afuera, de pie, esperando.

- Ustedes si que saben prolongar una conversación.- exclamó - Trish, ¿puedo a acompañarte a tu casa? Debo decirte algo.

- Pero vine con Natalia. . .

- Yo traje mi auto, no te preocupes, anda Trish.- le lancé una mirada matadora por traicionarme y dejarme sola con él.

Me guiño un ojo y puso sus pulgares arriba.

~Que gran ayuda pensé~

*****

- ¿Recuerdas a Helen? - dijo para romper el silencio mientras caminabamos.

- Helen- repetí pensativa- ¿ohh, la que me preguntó qué habia hecho para que salieras conmigo, cuando estábamos en la pasantía?¿Esa Helen?

- La misma, la vi hace un par de meses, en un congreso, nos saludamos, y me preguntó si tu y yo aún seguiamos juntos.

- Le dijiste que no por supuesto.

- Lo que no sepa, no le hace daño, le di a entender que estabamos casados, perdoname, es que vi que tenia intenciones de invitarme a algún lado, y esa fue mi mejor opción.

- Y seguramente ya tenias planeado venir aqui a tu rotación, ¿verdad?

-Asi es- aceptó poniendo cara de cachorrito- ya lo había decidido.

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP