"El destino pone a personas en tu camino, pero solo una está destinada a quedarse"
****** Trisha ¡Que semana tan estresante! Entre la infinita cantidad de pacientes que llegaron y mi adorable tormento, mis nervios estaban al tope, necesitaba con urgencia la llegada del fin de semana, queria olvidarme de todo por un par de dias, me ocultaría en casa de mis padres, que vivían cerca de un hermoso rio, a una hora y media de aquí, donde nadaria hasta perderme y soltaría todas mis tensiones. - Seguro que ya estas pensando en tu escapada ¿verdad?- me dijo Nat ¡que bien me conocia! - Oh si, ya sabes que siempre me gusta ir a casa de mis padres. - Y dime ¿qué paso la otra noche? Frunci el ceño, no sabia de que hablaba, le di un sorbo a mi café, mientras descansabamos un momento del ajetreo. - No te hagas, has estado distraida, asi que supongo que algo pasó con George. - Fue a verme- solté bajando la mirada- me besó y me dijo que volveria por mí cuando termine la residencia, y yo. . . lo eché de mi casa. No estaba orgullosa de eso, sobre todo cuando tenia tantos sentimientos hacia él. - ¿¡Lo echaste!? De verdad que no te entiendo Trish. - Yo tampoco me entiendo, cuando está cerca, siento que algo nos une, no puedo describirlo, pero después recupero la cordura y sé que esto no irá a ningún lado. Nat me miró confundida. - Date la oportunidad, ¿y si él es tu destino? Lo estarías dejando pasar. - ¿Y si no lo es? Se río. - Pues ya sabes lo que dicen ' disfruta del equivocado, mientras llega el indicado' Solo ella podría hacer ese comentario tan trivial mientras estaba en medio de una crisis amorosa. - Me lo pensaré. ***** ¡Sábado por fin! Llegué con mis padres alrededor de las nueve de la mañana, me gustaba salir temprano para poder estar el mayor tiempo posible con ellos, mamá siempre me recibía con un desayuno delicioso, fruta y algunos aperitivos que me gustaban. Yo les daba dinero cada vez que iba, porque mi padre ya estaba retirado de su trabajo. Mamá hacia reposteria, decía que era algo que la entretenía, además ganaba algo extra, y como no habia forma de disuadirla, no dejaría de hacerlo. - ¡Mamá voy al río! - exclamé con mi mochila al hombro, saliendo de la casa. - Ten cuidado, la corriente ha estado un poco fuerte, no te metas a lo profundo. - Claro mamá. Llegué a la orilla, extendí mi toalla en un sitio escondido detrás de un arbusto, me senté y me quité las sandalias, tenia traje de baño, pero no me gustaba quitarme los pantalones cortos si habia más gente, miré alrededor y para mi sorpresa, no habia nadie, asi que me lo quité y me lancé, estaba fresca, el agua desvanecia cualquier ruido alrededor, era una sensación de paz indescriptible, queria dejarme llevar, pero recordé la advertencia de mamá. Casi una hora después estaba lista para irme, "solo una vuelta más " me dije. - ¿Te puedo acompañar? Su voz me hizo reaccionar muy rápido y trague un poco de agua. -¿Qué. . que haces aquí?- tosí- ¿Ahora eres mi acosador? Tuvo la desfachatez de reirse. - ¿Puedo?- señaló al agua. - El rio es público, además ya me iba. Se desvistio rápidamente y se lanzó al agua solo con sus boxers, lo perdí por un momento y luego salió detrás de mí. - ¡Refrescante! Me atrapó entre sus brazos y plantó un beso en mis labios. Recordé las palabras de Nat 'disfruta al equivocado' Enredé mis manos en su cuello, profundizando el beso. - No quiero compromisos- lo besé.- ni promesas- lo besé- ni sentimientos. Se detuvo un segundo y me miró. Se veia tan sexy con su largo cabello mojado y sus ondas oscuras echadas hacia atrás. - Esta bien, será como tu quieras. Nadamos un poco más y luego tomó mi mano y me llevó hacia la orilla, sacó una toalla de su mochila y me envolvió con ella, frotándola en mi piel, me atrajo hacia sus labios, y solo me dejé llevar. Deslizó su boca hasta mi cuello, haciéndome estremecer. - No quiero hacer esto aquí - murmuré. - ¿Hacer qué, nena?¿acaso me deseas?- susurró. - Si, si te deseo - respondí con sinceridad. Su perfecta sonrisa apareció, acarició mi pierna y la subió hasta su cadera, haciéndome sentir su creciente virilidad. - ¿Te diste cuenta de que también te deseo? - murmuró - Esto es lo que me provocas cada vez que te tengo cerca, no puedo evitarlo y solo tú puedes aliviarme. Me separé de él, agitada, con los latidos de mi corazón desbocados. - No puedo, aquí no, además es mi fin de semana con mis padres. - Puedo esperar - dijo seguro de si mismo - ya he esperado mucho por ti. Me puse mis shorts sobre mi traje mojado, y el volvió a ponerse su camisa y su pantalon corto. - No digas nada a mis padres - le advertí mientras caminabamos a casa. - ¡Mamá, ya volví!- grité al llegar. - ¡Hey, que bueno, justo a tiempo para un aperitivo! - Mamá él es. . . - George, si, lo sé, pasó por aquí antes de alcanzarte en el río, dijo que es amigo tuyo, y que también es doctor. Lo miré con molestia, ¿Cómo se atrevió? El sonrió satisfecho. - Natalia te dijo donde encontrarme, ¡voy a matarla! - Lo siento nena, pero necesitaba verte. - ¿Nena? Que bonito - dijo mamá. Rodé los ojos, hasta ella me habia traicionado. - Creo que ya debes irte, te veré mañana por la noche. - ¿Quieres que se vaya mojado y sin haber probado nada? De ninguna manera, puedes ducharte y después comer unas galletas que preparé. - ¡Mamá! George tiene cosas que hacer. - Me ducharé y luego me iré, lo prometo. Mamá le indicó el camino, y yo desaparecí en mi antigua habitación, me duché y me vestí con ropa mas decente, al salir, ya lo vi sentado en la mesa con una taza de café y hablando con mi padre. - Toma, son mis famosas galletas - le dijo. - !!No las comas!!- exclamé- mamá le pone nueces- la miré- George es alérgico a las nueces. - Lo siento, no sabia. - Conoces muy bien a este amigo tuyo- murmuró cerca de mí. - No te das una idea, mamá. Si era más que un amigo, un sentimiento salvaje, un tiron en mi alma que me hacia querer estar con él y nunca alejarme."Mantente abierto a lo desconocido, porque allí vive la oportunidad ". Emilio Varcarcel. ****** Trisha Ya era domingo por la noche, me habia duchado, y andaba por casa en unos cómodos leggins y una sudadera ligera, alistando mi pequeña mochila para el dia siguente, como era mi costumbre, revisando cuidadosamente para no olvidar nada, cuando unos toques suaves distrajeron mi atención. - Bien, aqui voy - y abri la puerta. ¿Porque tenía que verse terriblemente bien?, la nariz afilada, su mandibula definida, una barba de tres dias que le sentaba fenomenal, y esa sonrisa. - Hola- saludé. Entró sin responder y se abalanzó sobre mis labios, sujetando mi rostro entre sus manos, cerró la puerta empujándola con el pie, y me guio hacia atrás si dejar de besarme. - Te he extrañado mucho, nena- me tumbó sobre el sofá suavemente. Mi cuerpo se amoldó al suyo, encajando perfectamente su cadera con la mía, presionando contra mí punto sensible, haciendo que soltara un gemido. - Oh
"La felicidad asusta". ****** Trisha Navegaba en una nube, el haber hablado sinceramente me permitió continuar con mi dia a dia, a veces salía con mis amigos, y las noches qué estaba libre las pasaba con George, el hermoso y delicioso George. Me volvía loca, a cada momento, con cada caricia, sus manos estremecian mi piel cuando me tocaba, como si fuera la primera vez que lo hacía. Nos volvimos amigos y amantes, sin hablar de sentimientos, solo sexo. Me sentía tan bien, que me asustaba, no queria que se rompiera mi burbuja, y deseaba que se prolongara hasta que el dia en que él se fuera. - ¿Vas a ver a tus padres mañana? Me preguntó mientras acariciaba suavemente mi espalda, estaba recostada sobre su pecho desnudo, la sábana lo cubria solo hasta la cintura, y tenia su brazo izquierdo bajo su cabeza, relajado. - Trato de verlos lo más que puedo, es lo menos que puedo hacer, ellos hicieron mucho por mí, me animaron a ser lo que soy - le respondí mientras delineaba con
"Nankurunaisa" "Con el tiempo se arregla todo" ****** Trisha No habia hablado con George desde hacia un par de dias, la verdad es que me sentía traicionada, ¿hacerse una prueba de paternidad?, ¿y si resultaba que si era suyo? Tendría que olvidarme de él, porque yo jamás podría interponerme entre un padre y su hijo. Dos semanas después me buscó en casa, con una gran sonrisa y me entregó un sobre cerrado, porque yo lo había evitado todo ese tiempo. - ¿Ya los viste? - No, quería que tu lo hicieras primero, soy inocente, lo juro - besó dos dedos y los levantó en el aire. Lo abrí con manos temblorosas, y leí el resultado: sin compatibilidad. Suspiré, pero no logré quitarme la sensación de incertidumbre de mi pecho. - Nena, te aseguro que si fuera mio, jamás lo dejaria desprotegido, pero no lo es, si yo quisiera un hijo, sería solo contigo - aseguró. Mi expresión de asombro lo hizo reir, supongo que yo no esperaba esa declaración. - No sueñes, amigo, eso no va a
"El verdadero amor transforma, no deja cicatrices"******George Oscar me dijo que estaba en contacto con Natalia, la amiga de Trish, y que al parecer se encontraba bien.- Ella jamás va a decirte la verdad,- le aseguré - es su mejor amiga, así esté deprimida o esté feliz, no va a soltar nada.- Lo sé, pero también queria una excusa, Natalia es muy bella, es solo que no tuve el valor de invitarla a salir.Oscar siempre habia sido tímido, a pesar de su imponente físico y sus rasgos varoniles, ademas era un buen tipo.- Yo voy a regresar por Trish, en cuanto terminemos la residencia, quiero que venga a vivir conmigo.- ¡Que arrogante eres amigo! Das por hecho que ella aceptará ¿y si no lo hace?- Quiero casarme con ella, y voy a proponérselo cuanto antes, asi espero que eso la haga cambiar de parecer.- Bien, ojala que así sea, no me gustaría que te rechace de nuevo.- Si, también yo.Solo me quedaba un mes para terminar, y estaba impaciente, precisamente ese dia le llamé varias vece
" Aquello que más miedo te da, es aquello que más necesitas hacer".******GeorgeIntenté hablar con Trish después de eso, pero ya no pude, su madre salió de la casa y me había pedido amablemente que me retirara, y como no quería causar más molestias, me fui.Nada habia salido como lo planeé, Trish me habia rechazado de nuevo, pero tenía razón, ¿Cómo podía casarse conmigo si no confiaba en ella? ¿Qué clase de relación podríamos tener? Mi mayor estupidez fue cuestionarle mi paternidad.*Al principio la llamaba cada noche, cuando no respondió empecé a acosarla de distinta forma, le enviaba textos diciéndole que lo sentía, y que estaba arrepentido, pero jamás me respondió. A un día de terminar la residencia, Oscar me preguntó que es lo que haría. - Voy a buscarla, y le pediré que me perdone, por desconfiar de ella.- Nat dice que no ha estado bien, por las náuseas y eso.- ¿Nat? - me reí. - Si, ¿tienes algún problema con eso? Hemos hablado mucho, y sabes que me gusta - se encogió de
Serendipia "Hallazgo valioso que se produce de manera casual o accidental" ***** Trisha No me consideraba una creyente. Aunque siempre habia pensado que las cosas pasan por algo, no estaba segura si eso era creer en el azar o en el destino. En mi primer dia como pasante de medicina, nos reunimos en una pequeña sala de juntas, me senté a un extremo pero quedé a cierta distancia frente a un hombre joven, ojos cafés, barba definida, y un aura de autoridad que lo hacía parecer muy interesante, nos miramos por un segundo, y después seguí con mi atención en la charla del director. Crei que era uno de los médicos encargados, por la forma en cómo se comportaba, cuál seria mi sorpresa al saber que estaba en igualdad de condiciones que yo, solo que ya tenia seis meses en el puesto, asi que si sabía más que yo. - Soy George, creo que estaremos juntos- se presentó al terminar la reunión y se dibujó en su rostro la más hermosa sonrisa que habia visto. - Trisha- respondí nerviosa
"Dos personas que ni soñaban conocerse, terminan encontrándose, en el instante menos esperado, pero en el momento indicado" ***** Trisha Trabajaba como médico adscrito en el mismo hospital en donde realicé la pasantía, debo decir que me sentia muy cómoda, nunca pude admitir para especialidad, y fue entonces que decidí que este seria mi lugar. Cada cuatro meses llegaban los especialistas del ultimo año de la residencia a hacer prácticas, y después de cuatro años, ya me habia acostumbrado a esta rutina y esta vez no seria distinto. Ese día, para mi suerte, nos presentaron a los nuevos residentes, pero mi mirada se fijó en uno solo de ellos, no podia creerlo, era él, más maduro, más atractivo y con aquella sonrisa que me desarmaba . . . George habia regresado. - Trish - se acercó a sonriente saludarme. - Hola - su sola presencia me puso nerviosa - no esperaba verte aquí. - Eso imaginé, pero ahora soy tu medico residente de urgencias, asi que- se aclaró la garganta- . .
"Tan cerca y a la vez tan lejos"******Trisha¡Lo sabia! Este imbécil había elegido mi hospital a propósito.Después de un rato caminando, por fin llegamos a mi casa, saqué mi llave, y la coloqué en el cerrojo, solo quería correr dentro y no salir jamás.- Oye - exclamó cerca de mi oreja, haciendome estremecer- no huyas de mí, solo estamos conversando. Me tomó de mis hombros y me giró lentamente, hasta quedar frente a frente, estaba demasiado cerca, mi respiración se agitó, y mis latidos aumentaron, me sentía como una adolescente.- ¿Tampoco me has olvidado? - exclamó en un susurro.No sabia que responder, trague saliva esperando que no lo notara.- Te olvidé hace mucho tiempo.- ¿Entonces porqué tiemblas? - acarició mi brazo lentamente arriba y abajo, después su mano subió a mi rostro haciendo que lo mirara directo a los ojos.- ¿Acaso te crees irresistible? Yo seguí mi camino, tu deberias hacer lo mismo- repliqué fingiendo molestia.Abrí mi puerta y después la cerré bruscamente,