"Tan cerca y a la vez tan lejos"
****** Trisha ¡Lo sabia! Este imbécil había elegido mi hospital a propósito. Después de un rato caminando, por fin llegamos a mi casa, saqué mi llave, y la coloqué en el cerrojo, solo quería correr dentro y no salir jamás. - Oye - exclamó cerca de mi oreja, haciendome estremecer- no huyas de mí, solo estamos conversando. Me tomó de mis hombros y me giró lentamente, hasta quedar frente a frente, estaba demasiado cerca, mi respiración se agitó, y mis latidos aumentaron, me sentía como una adolescente. - ¿Tampoco me has olvidado? - exclamó en un susurro. No sabia que responder, trague saliva esperando que no lo notara. - Te olvidé hace mucho tiempo. - ¿Entonces porqué tiemblas? - acarició mi brazo lentamente arriba y abajo, después su mano subió a mi rostro haciendo que lo mirara directo a los ojos. - ¿Acaso te crees irresistible? Yo seguí mi camino, tu deberias hacer lo mismo- repliqué fingiendo molestia. Abrí mi puerta y después la cerré bruscamente, dándole en la cara, sin darle oportunidad de decir nada más. Me recargué, esforzándome para que mis sentidos volvieran a la normalidad, escuché sus pasos alejarse y suspiré de alivio. ¿Porqué demonios era tan blanda con él? Aún me provocaba esa atracción sin sentido y su m*****a sonrisa, su perfecta sonrisa era la muerte para mí. Sabía lo que hacia, me provocó y me hizo desearlo más que nunca. ***** - ¡No seas tonta! Solo tírate a ese hombre, sin compromiso de tu parte, déjaselo en claro, además ya lo conoces, ¿que más da una vez más? - No me des ánimos- dije a Nat, que por fin habia regresado de sus vacaciones- no quiero nada con él. - Pero ¿Porqué?, si tu lo. . . - ¡Porqué va a irse Nat! Y no voy a volver a sufrir por él, ¿entiendes? - Si ya, ya- se rindió- lo siento, solo queria verte feliz. - Además me habló de la estúpida de Helen. - ¿Aquella que?. . . - Si, la misma, la que andaba tras él antes de que me conociera, ¡cómo la destaba!, y ya no quiero recordar a personas indeseables. - Esta bien, bien, no te molestes. A la hora de salir me despedi de Nat, ella tenia una cita, asi que estaría sola en casa, porque mis padres no vivían cerca, y solo los visitaba los fines de semana. Un par de horas después tocaron a mi puerta, maldije porque ya estaba en mi cómoda pijama, con una taza de café caliente y en mi sillón favorito, dispuesta a ver una película de amor no correspondido. Sabía quien era, podía sentir su vibra en mis huesos al acercarme, abrí y me dió un repaso de pies a cabeza por mi atuendo matapasiones con dibujo de conejitos. - ¿Qué?¿tienes algún problema?¿o acaso te perdiste?. Reprimió una sonrisa y me miró. - Quería invitarte a cenar, pero veo que ya estas cómoda, hasta te duchaste- acomodó mi cabello húmedo detrás de mi oreja. - Iba a ver una película, y después a dormir. Suspiré resignada al ver su mirada de suplica. - ¿Quieres entrar? No lo dije dos veces, paso junto a mi, y entró a mi casa, recorriendo todo con la mirada. - Es bonita, muy tú, relajada y cómoda. Rodé los ojos, no esperaba una evaluación de mi humilde morada. - ¿Y? ¿A que debo el honor de su visita, doctor Olsen? Tomé mi taza de café, y me acomodé de nuevo en mi sillón, él se sentó en el otro a un lado mío e inicie la película, mi favorita, un angel se enamora de una doctora, irreal, pero muy romántico, amores imposibles. - Queria verte, además ya te lo dije, iba a invitarte a cenar. No le di una respuesta, me miró impaciente y yo veia al televisor. - Por favor Trish,- dejó caer su espalda en el sillón, en una posición relajada - te sabes todos los diálogos de esta película, es increible que aún la sigas viendo. - Shhh es mi favorita, lo sabes. - Hasta yo me la sé, me obligaste a verla no sé cuantas veces durante seis meses. - ¡Por favor!- exclame frustrada y la puse en pausa, asi no podía - ¿quieres un café? - Lo acepto. Me levanté y fui hasta la cocina, busqué una taza y de pronto ya estaba detrás de mí. - Te he extrañado, nena, nunca pude olvidarte y tampoco dejé de amarte. Me giré hacia él y me atrapó entre la encimera y sus brazos musculosos. - ¿Vas a decirme que durante cuatro años solo pensaste en mi? No te creo. -Es cierto y tú pensabas en mí, lo sé. . . no te imaginas como me gusta recordar la primera vez que te besé en aquel comedor lleno de gente, fue tan dulce - murmuró cerca de mis labios. Estaba tan cerca, posó sus labios en los mios y presionó suavemente, abrí ligeramente la boca y tomó el control, mordió mi labio inferior, enviando descargas a mi cuerpo, no podia evitarlo, ni quería. Sostuvo mi rostro entre sus grandes manos mientras me besaba y luego se apartó dejándome ver su deslumbrante sonrisa. - Ahí estás mi amor. Volvió a besarme, con más intensidad. Mi mente se quedó en blanco, solo podía sentir sus besos ardientes. - Apártate- le rogué- por favor. Me deshice de su agarre, fui hasta la puerta y la abrí. - Vete. . . ahora. - Trish, lo siento, no queria incomodarte. Lo mire enfadada. - ¿Porqué me haces esto? ¡Ya me habia olvidado de tí! seguí adelante, y ahora, ¡de nuevo estás aquí, y me besas y me persigues, no es justo, tú te irás y yo me quedaré de nuevo sin nada! No queria parecer débil frente a él, asi que aguante mis ganas de llorar. - Nena, no seria así, sé que tengo que irme pero, volveré por ti, además nunca debimos separarnos en primer lugar. - No, sal de aquí, solo seremos compañeros, no puedo ofrecerte más. Su rostro no reflejó ninguna emoción, pero vi enfado oculto en sus ojos, se dirigió a la puerta y salió sin decir nada. Apenas habia pasado una semana desde que volvió, y ya habia puesto mi vida patas arriba, estos cuatro meses iban a ser una verdadera tortura."El destino pone a personas en tu camino, pero solo una está destinada a quedarse" ****** Trisha ¡Que semana tan estresante! Entre la infinita cantidad de pacientes que llegaron y mi adorable tormento, mis nervios estaban al tope, necesitaba con urgencia la llegada del fin de semana, queria olvidarme de todo por un par de dias, me ocultaría en casa de mis padres, que vivían cerca de un hermoso rio, a una hora y media de aquí, donde nadaria hasta perderme y soltaría todas mis tensiones. - Seguro que ya estas pensando en tu escapada ¿verdad?- me dijo Nat ¡que bien me conocia! - Oh si, ya sabes que siempre me gusta ir a casa de mis padres. - Y dime ¿qué paso la otra noche? Frunci el ceño, no sabia de que hablaba, le di un sorbo a mi café, mientras descansabamos un momento del ajetreo. - No te hagas, has estado distraida, asi que supongo que algo pasó con George. - Fue a verme- solté bajando la mirada- me besó y me dijo que volveria por mí cuando termine la residencia
"Mantente abierto a lo desconocido, porque allí vive la oportunidad ". Emilio Varcarcel. ****** Trisha Ya era domingo por la noche, me habia duchado, y andaba por casa en unos cómodos leggins y una sudadera ligera, alistando mi pequeña mochila para el dia siguente, como era mi costumbre, revisando cuidadosamente para no olvidar nada, cuando unos toques suaves distrajeron mi atención. - Bien, aqui voy - y abri la puerta. ¿Porque tenía que verse terriblemente bien?, la nariz afilada, su mandibula definida, una barba de tres dias que le sentaba fenomenal, y esa sonrisa. - Hola- saludé. Entró sin responder y se abalanzó sobre mis labios, sujetando mi rostro entre sus manos, cerró la puerta empujándola con el pie, y me guio hacia atrás si dejar de besarme. - Te he extrañado mucho, nena- me tumbó sobre el sofá suavemente. Mi cuerpo se amoldó al suyo, encajando perfectamente su cadera con la mía, presionando contra mí punto sensible, haciendo que soltara un gemido. - Oh
"La felicidad asusta". ****** Trisha Navegaba en una nube, el haber hablado sinceramente me permitió continuar con mi dia a dia, a veces salía con mis amigos, y las noches qué estaba libre las pasaba con George, el hermoso y delicioso George. Me volvía loca, a cada momento, con cada caricia, sus manos estremecian mi piel cuando me tocaba, como si fuera la primera vez que lo hacía. Nos volvimos amigos y amantes, sin hablar de sentimientos, solo sexo. Me sentía tan bien, que me asustaba, no queria que se rompiera mi burbuja, y deseaba que se prolongara hasta que el dia en que él se fuera. - ¿Vas a ver a tus padres mañana? Me preguntó mientras acariciaba suavemente mi espalda, estaba recostada sobre su pecho desnudo, la sábana lo cubria solo hasta la cintura, y tenia su brazo izquierdo bajo su cabeza, relajado. - Trato de verlos lo más que puedo, es lo menos que puedo hacer, ellos hicieron mucho por mí, me animaron a ser lo que soy - le respondí mientras delineaba con
"Nankurunaisa" "Con el tiempo se arregla todo" ****** Trisha No habia hablado con George desde hacia un par de dias, la verdad es que me sentía traicionada, ¿hacerse una prueba de paternidad?, ¿y si resultaba que si era suyo? Tendría que olvidarme de él, porque yo jamás podría interponerme entre un padre y su hijo. Dos semanas después me buscó en casa, con una gran sonrisa y me entregó un sobre cerrado, porque yo lo había evitado todo ese tiempo. - ¿Ya los viste? - No, quería que tu lo hicieras primero, soy inocente, lo juro - besó dos dedos y los levantó en el aire. Lo abrí con manos temblorosas, y leí el resultado: sin compatibilidad. Suspiré, pero no logré quitarme la sensación de incertidumbre de mi pecho. - Nena, te aseguro que si fuera mio, jamás lo dejaria desprotegido, pero no lo es, si yo quisiera un hijo, sería solo contigo - aseguró. Mi expresión de asombro lo hizo reir, supongo que yo no esperaba esa declaración. - No sueñes, amigo, eso no va a
"El verdadero amor transforma, no deja cicatrices"******George Oscar me dijo que estaba en contacto con Natalia, la amiga de Trish, y que al parecer se encontraba bien.- Ella jamás va a decirte la verdad,- le aseguré - es su mejor amiga, así esté deprimida o esté feliz, no va a soltar nada.- Lo sé, pero también queria una excusa, Natalia es muy bella, es solo que no tuve el valor de invitarla a salir.Oscar siempre habia sido tímido, a pesar de su imponente físico y sus rasgos varoniles, ademas era un buen tipo.- Yo voy a regresar por Trish, en cuanto terminemos la residencia, quiero que venga a vivir conmigo.- ¡Que arrogante eres amigo! Das por hecho que ella aceptará ¿y si no lo hace?- Quiero casarme con ella, y voy a proponérselo cuanto antes, asi espero que eso la haga cambiar de parecer.- Bien, ojala que así sea, no me gustaría que te rechace de nuevo.- Si, también yo.Solo me quedaba un mes para terminar, y estaba impaciente, precisamente ese dia le llamé varias vece
" Aquello que más miedo te da, es aquello que más necesitas hacer".******GeorgeIntenté hablar con Trish después de eso, pero ya no pude, su madre salió de la casa y me había pedido amablemente que me retirara, y como no quería causar más molestias, me fui.Nada habia salido como lo planeé, Trish me habia rechazado de nuevo, pero tenía razón, ¿Cómo podía casarse conmigo si no confiaba en ella? ¿Qué clase de relación podríamos tener? Mi mayor estupidez fue cuestionarle mi paternidad.*Al principio la llamaba cada noche, cuando no respondió empecé a acosarla de distinta forma, le enviaba textos diciéndole que lo sentía, y que estaba arrepentido, pero jamás me respondió. A un día de terminar la residencia, Oscar me preguntó que es lo que haría. - Voy a buscarla, y le pediré que me perdone, por desconfiar de ella.- Nat dice que no ha estado bien, por las náuseas y eso.- ¿Nat? - me reí. - Si, ¿tienes algún problema con eso? Hemos hablado mucho, y sabes que me gusta - se encogió de
Serendipia "Hallazgo valioso que se produce de manera casual o accidental" ***** Trisha No me consideraba una creyente. Aunque siempre habia pensado que las cosas pasan por algo, no estaba segura si eso era creer en el azar o en el destino. En mi primer dia como pasante de medicina, nos reunimos en una pequeña sala de juntas, me senté a un extremo pero quedé a cierta distancia frente a un hombre joven, ojos cafés, barba definida, y un aura de autoridad que lo hacía parecer muy interesante, nos miramos por un segundo, y después seguí con mi atención en la charla del director. Crei que era uno de los médicos encargados, por la forma en cómo se comportaba, cuál seria mi sorpresa al saber que estaba en igualdad de condiciones que yo, solo que ya tenia seis meses en el puesto, asi que si sabía más que yo. - Soy George, creo que estaremos juntos- se presentó al terminar la reunión y se dibujó en su rostro la más hermosa sonrisa que habia visto. - Trisha- respondí nerviosa
"Dos personas que ni soñaban conocerse, terminan encontrándose, en el instante menos esperado, pero en el momento indicado" ***** Trisha Trabajaba como médico adscrito en el mismo hospital en donde realicé la pasantía, debo decir que me sentia muy cómoda, nunca pude admitir para especialidad, y fue entonces que decidí que este seria mi lugar. Cada cuatro meses llegaban los especialistas del ultimo año de la residencia a hacer prácticas, y después de cuatro años, ya me habia acostumbrado a esta rutina y esta vez no seria distinto. Ese día, para mi suerte, nos presentaron a los nuevos residentes, pero mi mirada se fijó en uno solo de ellos, no podia creerlo, era él, más maduro, más atractivo y con aquella sonrisa que me desarmaba . . . George habia regresado. - Trish - se acercó a sonriente saludarme. - Hola - su sola presencia me puso nerviosa - no esperaba verte aquí. - Eso imaginé, pero ahora soy tu medico residente de urgencias, asi que- se aclaró la garganta- . .