5. Un trato.

"Mantente abierto a lo desconocido, porque allí vive la oportunidad ".

Emilio Varcarcel.

******

Trisha

Ya era domingo por la noche, me habia duchado, y andaba por casa en unos cómodos leggins y una sudadera ligera, alistando mi pequeña mochila para el dia siguente, como era mi costumbre, revisando cuidadosamente para no olvidar nada, cuando unos toques suaves distrajeron mi atención.

- Bien, aqui voy - y abri la puerta.

¿Porque tenía que verse terriblemente bien?, la nariz afilada, su mandibula definida, una barba de tres dias que le sentaba fenomenal, y esa sonrisa.

- Hola- saludé.

Entró sin responder y se abalanzó sobre mis labios, sujetando mi rostro entre sus manos, cerró la puerta empujándola con el pie, y me guio hacia atrás si dejar de besarme.

- Te he extrañado mucho, nena- me tumbó sobre el sofá suavemente.

Mi cuerpo se amoldó al suyo, encajando perfectamente su cadera con la mía, presionando contra mí punto sensible, haciendo que soltara un gemido.

- Oh dios.

Sus manos se metieron debajo de mi ropa, acariciando mis senos, y se deshizo de mi sudadera, no traia sostén.

- Hola de nuevo, preciosos.

Los besó y se metió a la boca cada uno, saboreandolos, sabía lo que me gustaba y lo hacia muy bien.

De pronto, escuchamos golpes en mi puerta, insistentes, que cortaron toda la inspiración, y tuve que ponerme de nuevo mi ropa.

- ¿Quien es?- me preguntó con molestia.

- No lo sé.

Me levanté para abrir, era mi otro compañero, Martin, entonces recordé que habiamos quedado para cenar.

- Hola Trish ¿estás lista?

- Disculpame, creo que lo olvidé, ¿podemos dejarlo para mañana?

- Mañana no vas a poder- exclamó George detrás de mí- ni ningún otro dia, estás conmigo ahora Trisha.

Queria golpearlo ¿Cómo se atrevia a decidir por mi?

- Lo siento Martin, te llamaré después y nos pondremos de acuerdo, ¿esta bien?

El asintió y se despidió de mi con un beso en la mejilla.

- Cuídate Trish.

Cerré la puerta y me gire hacia él, enfadada.

- ¿Como te atreves? ¡Tu no puedes. . . !

- ¿¡No puedo que?! Eres mía, no lo niegues,- se acercó hasta que su pecho rozó con el mio- porque cada vez que toco tu piel, te estremeces, cada vez que te beso, me entregas tus labios, siempre has sido mia, eres la única que aún no lo entiende- rozó mis labios con su pulgar - Nos pertenecemos Trish- añadió.

Aún me sentía molesta, pero no pude evitar el efecto de su hipnotizante mirada.

- No puedes echar a mis amigos de mi casa, y tengo todo el derecho de ir a donde quiera, y con quien quiera, tengo una vida, y no voy a dejarla en pausa por ti.

Llamenme egoista, pero no queria perder a mis amigos por un hombre, porque al final sabía que contaba con ellos en cualquier momento.

- Sin sentimientos, sin compromiso y sin promesas ¿verdad? - replicó.

- Solo quiero algo de tí y eso es que no me traiciones, y si esto va a terminar, debes decirlo de frente- exclamé.

Suspiró - bien, eso es . . . un trato, ahora quiero tenerte solo para mi mientras pueda hacerlo.

*****

Mi alarma sonó una y otra vez, no podia despertar del todo, estaba agotada, George me habia hecho el amor varias veces durante la noche, aún sentía mis piernas temblar, estaba en el limbo, por fin habia aliviado mi deseo, él envolvía mi cuerpo, sus piernas estaban entre las mias y su brazo rozando mis pechos.

- Buenos dias preciosa - me sonrió satisfecho - te ves tan hermosa esta mañana - se recargó en un codo para verme mejor- no pensaba quedarme hasta esta hora, asi que necesito tu ducha.

- También yo, o llegaré tarde.

- No me importa compartir un baño, no seria la primera vez.

Se levantó y la manta se deslizó, dejándome ver su perfecto cuerpo desnudo, un trasero definido y sus piernas musculosas ¿cuando se habia puesto asi de bueno?

Sacudi mi cabeza para dispersar mis pensamientos lujuriosos.

- Anda golosa, vamos, ¡a la ducha!

No pude evitar lo que pasó después, mi excitacion creció al verlo mojado, me empujó contra la fria pared de azulejos, y levantó mis piernas para hundirse en mí una y otra vez.

-¡Oh, como me haces sentir! - murmuró agitado.

Era una pluma en sus brazos, estaba a punto, no podia contenerme y grité mi placer inminente.

- ¡Por dios, George!

- ¡Si, nena, sí!

Se paralizó, dejandose ir dentro de mi, senti su calidez derramarse, me faltaba el aliento, me bajó con cuidado y después me besó tiernamente.

Luego nos duchamos en silencio, esta sin duda habia sido la mejor noche de mi vida.

Lo amaba, pero eso no iba a decirselo.

*****

- Qué cara traes amiga, parece que te usaron mucho.

- Silencio Nat - murmuré.

Ella levantó las cejas y su pulgar en señal de aprobación, con una sonrisa de oreja a oreja.

- Me gusta verte feliz, pero tienes que contarme todos los de.ta.lles.

- Después, hay mucho que hacer.

- Más te vale, o te fastidiaré con esto por el resto de tus dias.

*****

Martin era un hombre muy agradable, alguna vez compartimos algo de sexo sin compromiso, pero luego decidimos ser solo amigos, tenia un buen cuerpo, unos ojos hermosos, de la misma altura que George, lo encontré antes de salir del trabajo, y nuevamente quedamos para cenar.

- El próximo martes y pondré un gran recordatorio en mi calendario.

- Nos veremos Trish- respondió sonriente.

George llegó junto a mí un momento después.

- Desafortunamente, tengo guardia nocturna, asi que, supongo que te veré por la mañana- me dijo después de seguir a Martin con la mirada.

- Te traeré un café más tarde.

- Gracias.

No dudo ni por un segundo en plantarme un beso frente a todos, sentí mi rostro enrojecer por la vergüenza.

- Compórtate.

Sonrió con picardía y se alejó alegremente por el pasillo.

***

- Trish- dijo Natalia tomandome del brazo.

- Nat.

- Vamos a tu casa, me invitaras un café y me contarás absolutamente todo.

-Pues no tengo opción.

Es mi mejor amiga, asi que no podia escapar, además necesitaba a alguien con quien hablar.

- Creo que aún estoy adolorida- confesé - se volvió más rudo, más. . . apasionado, pero me encanta.

- Claro, por eso caminabas de forma graciosa.

- ¡No es cierto!

Soltó una carcajada.

- Bueno no, pero de lo único de lo que estoy completamente segura, es que esta noche vas a dormir como un angelito.

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