"Mantente abierto a lo desconocido, porque allí vive la oportunidad ".
Emilio Varcarcel. ****** Trisha Ya era domingo por la noche, me habia duchado, y andaba por casa en unos cómodos leggins y una sudadera ligera, alistando mi pequeña mochila para el dia siguente, como era mi costumbre, revisando cuidadosamente para no olvidar nada, cuando unos toques suaves distrajeron mi atención. - Bien, aqui voy - y abri la puerta. ¿Porque tenía que verse terriblemente bien?, la nariz afilada, su mandibula definida, una barba de tres dias que le sentaba fenomenal, y esa sonrisa. - Hola- saludé. Entró sin responder y se abalanzó sobre mis labios, sujetando mi rostro entre sus manos, cerró la puerta empujándola con el pie, y me guio hacia atrás si dejar de besarme. - Te he extrañado mucho, nena- me tumbó sobre el sofá suavemente. Mi cuerpo se amoldó al suyo, encajando perfectamente su cadera con la mía, presionando contra mí punto sensible, haciendo que soltara un gemido. - Oh dios. Sus manos se metieron debajo de mi ropa, acariciando mis senos, y se deshizo de mi sudadera, no traia sostén. - Hola de nuevo, preciosos. Los besó y se metió a la boca cada uno, saboreandolos, sabía lo que me gustaba y lo hacia muy bien. De pronto, escuchamos golpes en mi puerta, insistentes, que cortaron toda la inspiración, y tuve que ponerme de nuevo mi ropa. - ¿Quien es?- me preguntó con molestia. - No lo sé. Me levanté para abrir, era mi otro compañero, Martin, entonces recordé que habiamos quedado para cenar. - Hola Trish ¿estás lista? - Disculpame, creo que lo olvidé, ¿podemos dejarlo para mañana? - Mañana no vas a poder- exclamó George detrás de mí- ni ningún otro dia, estás conmigo ahora Trisha. Queria golpearlo ¿Cómo se atrevia a decidir por mi? - Lo siento Martin, te llamaré después y nos pondremos de acuerdo, ¿esta bien? El asintió y se despidió de mi con un beso en la mejilla. - Cuídate Trish. Cerré la puerta y me gire hacia él, enfadada. - ¿Como te atreves? ¡Tu no puedes. . . ! - ¿¡No puedo que?! Eres mía, no lo niegues,- se acercó hasta que su pecho rozó con el mio- porque cada vez que toco tu piel, te estremeces, cada vez que te beso, me entregas tus labios, siempre has sido mia, eres la única que aún no lo entiende- rozó mis labios con su pulgar - Nos pertenecemos Trish- añadió. Aún me sentía molesta, pero no pude evitar el efecto de su hipnotizante mirada. - No puedes echar a mis amigos de mi casa, y tengo todo el derecho de ir a donde quiera, y con quien quiera, tengo una vida, y no voy a dejarla en pausa por ti. Llamenme egoista, pero no queria perder a mis amigos por un hombre, porque al final sabía que contaba con ellos en cualquier momento. - Sin sentimientos, sin compromiso y sin promesas ¿verdad? - replicó. - Solo quiero algo de tí y eso es que no me traiciones, y si esto va a terminar, debes decirlo de frente- exclamé. Suspiró - bien, eso es . . . un trato, ahora quiero tenerte solo para mi mientras pueda hacerlo. ***** Mi alarma sonó una y otra vez, no podia despertar del todo, estaba agotada, George me habia hecho el amor varias veces durante la noche, aún sentía mis piernas temblar, estaba en el limbo, por fin habia aliviado mi deseo, él envolvía mi cuerpo, sus piernas estaban entre las mias y su brazo rozando mis pechos. - Buenos dias preciosa - me sonrió satisfecho - te ves tan hermosa esta mañana - se recargó en un codo para verme mejor- no pensaba quedarme hasta esta hora, asi que necesito tu ducha. - También yo, o llegaré tarde. - No me importa compartir un baño, no seria la primera vez. Se levantó y la manta se deslizó, dejándome ver su perfecto cuerpo desnudo, un trasero definido y sus piernas musculosas ¿cuando se habia puesto asi de bueno? Sacudi mi cabeza para dispersar mis pensamientos lujuriosos. - Anda golosa, vamos, ¡a la ducha! No pude evitar lo que pasó después, mi excitacion creció al verlo mojado, me empujó contra la fria pared de azulejos, y levantó mis piernas para hundirse en mí una y otra vez. -¡Oh, como me haces sentir! - murmuró agitado. Era una pluma en sus brazos, estaba a punto, no podia contenerme y grité mi placer inminente. - ¡Por dios, George! - ¡Si, nena, sí! Se paralizó, dejandose ir dentro de mi, senti su calidez derramarse, me faltaba el aliento, me bajó con cuidado y después me besó tiernamente. Luego nos duchamos en silencio, esta sin duda habia sido la mejor noche de mi vida. Lo amaba, pero eso no iba a decirselo. ***** - Qué cara traes amiga, parece que te usaron mucho. - Silencio Nat - murmuré. Ella levantó las cejas y su pulgar en señal de aprobación, con una sonrisa de oreja a oreja. - Me gusta verte feliz, pero tienes que contarme todos los de.ta.lles. - Después, hay mucho que hacer. - Más te vale, o te fastidiaré con esto por el resto de tus dias. ***** Martin era un hombre muy agradable, alguna vez compartimos algo de sexo sin compromiso, pero luego decidimos ser solo amigos, tenia un buen cuerpo, unos ojos hermosos, de la misma altura que George, lo encontré antes de salir del trabajo, y nuevamente quedamos para cenar. - El próximo martes y pondré un gran recordatorio en mi calendario. - Nos veremos Trish- respondió sonriente. George llegó junto a mí un momento después. - Desafortunamente, tengo guardia nocturna, asi que, supongo que te veré por la mañana- me dijo después de seguir a Martin con la mirada. - Te traeré un café más tarde. - Gracias. No dudo ni por un segundo en plantarme un beso frente a todos, sentí mi rostro enrojecer por la vergüenza. - Compórtate. Sonrió con picardía y se alejó alegremente por el pasillo. *** - Trish- dijo Natalia tomandome del brazo. - Nat. - Vamos a tu casa, me invitaras un café y me contarás absolutamente todo. -Pues no tengo opción. Es mi mejor amiga, asi que no podia escapar, además necesitaba a alguien con quien hablar. - Creo que aún estoy adolorida- confesé - se volvió más rudo, más. . . apasionado, pero me encanta. - Claro, por eso caminabas de forma graciosa. - ¡No es cierto! Soltó una carcajada. - Bueno no, pero de lo único de lo que estoy completamente segura, es que esta noche vas a dormir como un angelito."La felicidad asusta". ****** Trisha Navegaba en una nube, el haber hablado sinceramente me permitió continuar con mi dia a dia, a veces salía con mis amigos, y las noches qué estaba libre las pasaba con George, el hermoso y delicioso George. Me volvía loca, a cada momento, con cada caricia, sus manos estremecian mi piel cuando me tocaba, como si fuera la primera vez que lo hacía. Nos volvimos amigos y amantes, sin hablar de sentimientos, solo sexo. Me sentía tan bien, que me asustaba, no queria que se rompiera mi burbuja, y deseaba que se prolongara hasta que el dia en que él se fuera. - ¿Vas a ver a tus padres mañana? Me preguntó mientras acariciaba suavemente mi espalda, estaba recostada sobre su pecho desnudo, la sábana lo cubria solo hasta la cintura, y tenia su brazo izquierdo bajo su cabeza, relajado. - Trato de verlos lo más que puedo, es lo menos que puedo hacer, ellos hicieron mucho por mí, me animaron a ser lo que soy - le respondí mientras delineaba con
"Nankurunaisa" "Con el tiempo se arregla todo" ****** Trisha No habia hablado con George desde hacia un par de dias, la verdad es que me sentía traicionada, ¿hacerse una prueba de paternidad?, ¿y si resultaba que si era suyo? Tendría que olvidarme de él, porque yo jamás podría interponerme entre un padre y su hijo. Dos semanas después me buscó en casa, con una gran sonrisa y me entregó un sobre cerrado, porque yo lo había evitado todo ese tiempo. - ¿Ya los viste? - No, quería que tu lo hicieras primero, soy inocente, lo juro - besó dos dedos y los levantó en el aire. Lo abrí con manos temblorosas, y leí el resultado: sin compatibilidad. Suspiré, pero no logré quitarme la sensación de incertidumbre de mi pecho. - Nena, te aseguro que si fuera mio, jamás lo dejaria desprotegido, pero no lo es, si yo quisiera un hijo, sería solo contigo - aseguró. Mi expresión de asombro lo hizo reir, supongo que yo no esperaba esa declaración. - No sueñes, amigo, eso no va a
"El verdadero amor transforma, no deja cicatrices"******George Oscar me dijo que estaba en contacto con Natalia, la amiga de Trish, y que al parecer se encontraba bien.- Ella jamás va a decirte la verdad,- le aseguré - es su mejor amiga, así esté deprimida o esté feliz, no va a soltar nada.- Lo sé, pero también queria una excusa, Natalia es muy bella, es solo que no tuve el valor de invitarla a salir.Oscar siempre habia sido tímido, a pesar de su imponente físico y sus rasgos varoniles, ademas era un buen tipo.- Yo voy a regresar por Trish, en cuanto terminemos la residencia, quiero que venga a vivir conmigo.- ¡Que arrogante eres amigo! Das por hecho que ella aceptará ¿y si no lo hace?- Quiero casarme con ella, y voy a proponérselo cuanto antes, asi espero que eso la haga cambiar de parecer.- Bien, ojala que así sea, no me gustaría que te rechace de nuevo.- Si, también yo.Solo me quedaba un mes para terminar, y estaba impaciente, precisamente ese dia le llamé varias vece
" Aquello que más miedo te da, es aquello que más necesitas hacer".******GeorgeIntenté hablar con Trish después de eso, pero ya no pude, su madre salió de la casa y me había pedido amablemente que me retirara, y como no quería causar más molestias, me fui.Nada habia salido como lo planeé, Trish me habia rechazado de nuevo, pero tenía razón, ¿Cómo podía casarse conmigo si no confiaba en ella? ¿Qué clase de relación podríamos tener? Mi mayor estupidez fue cuestionarle mi paternidad.*Al principio la llamaba cada noche, cuando no respondió empecé a acosarla de distinta forma, le enviaba textos diciéndole que lo sentía, y que estaba arrepentido, pero jamás me respondió. A un día de terminar la residencia, Oscar me preguntó que es lo que haría. - Voy a buscarla, y le pediré que me perdone, por desconfiar de ella.- Nat dice que no ha estado bien, por las náuseas y eso.- ¿Nat? - me reí. - Si, ¿tienes algún problema con eso? Hemos hablado mucho, y sabes que me gusta - se encogió de
Serendipia "Hallazgo valioso que se produce de manera casual o accidental" ***** Trisha No me consideraba una creyente. Aunque siempre habia pensado que las cosas pasan por algo, no estaba segura si eso era creer en el azar o en el destino. En mi primer dia como pasante de medicina, nos reunimos en una pequeña sala de juntas, me senté a un extremo pero quedé a cierta distancia frente a un hombre joven, ojos cafés, barba definida, y un aura de autoridad que lo hacía parecer muy interesante, nos miramos por un segundo, y después seguí con mi atención en la charla del director. Crei que era uno de los médicos encargados, por la forma en cómo se comportaba, cuál seria mi sorpresa al saber que estaba en igualdad de condiciones que yo, solo que ya tenia seis meses en el puesto, asi que si sabía más que yo. - Soy George, creo que estaremos juntos- se presentó al terminar la reunión y se dibujó en su rostro la más hermosa sonrisa que habia visto. - Trisha- respondí nerviosa
"Dos personas que ni soñaban conocerse, terminan encontrándose, en el instante menos esperado, pero en el momento indicado" ***** Trisha Trabajaba como médico adscrito en el mismo hospital en donde realicé la pasantía, debo decir que me sentia muy cómoda, nunca pude admitir para especialidad, y fue entonces que decidí que este seria mi lugar. Cada cuatro meses llegaban los especialistas del ultimo año de la residencia a hacer prácticas, y después de cuatro años, ya me habia acostumbrado a esta rutina y esta vez no seria distinto. Ese día, para mi suerte, nos presentaron a los nuevos residentes, pero mi mirada se fijó en uno solo de ellos, no podia creerlo, era él, más maduro, más atractivo y con aquella sonrisa que me desarmaba . . . George habia regresado. - Trish - se acercó a sonriente saludarme. - Hola - su sola presencia me puso nerviosa - no esperaba verte aquí. - Eso imaginé, pero ahora soy tu medico residente de urgencias, asi que- se aclaró la garganta- . .
"Tan cerca y a la vez tan lejos"******Trisha¡Lo sabia! Este imbécil había elegido mi hospital a propósito.Después de un rato caminando, por fin llegamos a mi casa, saqué mi llave, y la coloqué en el cerrojo, solo quería correr dentro y no salir jamás.- Oye - exclamó cerca de mi oreja, haciendome estremecer- no huyas de mí, solo estamos conversando. Me tomó de mis hombros y me giró lentamente, hasta quedar frente a frente, estaba demasiado cerca, mi respiración se agitó, y mis latidos aumentaron, me sentía como una adolescente.- ¿Tampoco me has olvidado? - exclamó en un susurro.No sabia que responder, trague saliva esperando que no lo notara.- Te olvidé hace mucho tiempo.- ¿Entonces porqué tiemblas? - acarició mi brazo lentamente arriba y abajo, después su mano subió a mi rostro haciendo que lo mirara directo a los ojos.- ¿Acaso te crees irresistible? Yo seguí mi camino, tu deberias hacer lo mismo- repliqué fingiendo molestia.Abrí mi puerta y después la cerré bruscamente,
"El destino pone a personas en tu camino, pero solo una está destinada a quedarse" ****** Trisha ¡Que semana tan estresante! Entre la infinita cantidad de pacientes que llegaron y mi adorable tormento, mis nervios estaban al tope, necesitaba con urgencia la llegada del fin de semana, queria olvidarme de todo por un par de dias, me ocultaría en casa de mis padres, que vivían cerca de un hermoso rio, a una hora y media de aquí, donde nadaria hasta perderme y soltaría todas mis tensiones. - Seguro que ya estas pensando en tu escapada ¿verdad?- me dijo Nat ¡que bien me conocia! - Oh si, ya sabes que siempre me gusta ir a casa de mis padres. - Y dime ¿qué paso la otra noche? Frunci el ceño, no sabia de que hablaba, le di un sorbo a mi café, mientras descansabamos un momento del ajetreo. - No te hagas, has estado distraida, asi que supongo que algo pasó con George. - Fue a verme- solté bajando la mirada- me besó y me dijo que volveria por mí cuando termine la residencia