Bueno, bueno, estamos conociendo más de las cosas que envuelven el drama que resalta en la vida de la pelinegra de ojos verdes... ¿Será una asesina o no? ¿A quien mataron? ¿Quien era ese rubio? Muchas teorías deben formarse en su cabeza así que, plasmen las aquí si desean. Besitos.
Roma; Italia.20 de mayo del 2022.Sekhmet.Intento abrir mis ojos, pero es demasiado complicado; el dolor de mis huesos y músculos tampoco ayuda mezclándose con la jodida sensación de ahogo que me atemoriza mas de lo que me gustaría admitir. Mi cabello está todo enmarañado, mis rodillas raspadas, tengo cortadas en los brazos, piernas y en el estomago totalmente infectadas siendo esto evidente debido a los temblores, el sudor de mi frente y la picazón que se apropia de mis heridas por los restos de sangre seca.El suelo mugriento de la celda solo trae un olor fétido y moribundo. Mi garganta se siente rasposa y reseca; aun siento el sabor acido de mi vomito al sentir las viseras humanas inundar mi cavidad bucal. No sé que día es, ni cuánto llevo en aquella celda; no me he alimentando y las torturas no cesan por más que quiero hacerme la fuerte hay momentos en los que esas voces vienen a atormentarme sacando a relucir mis peores temores, una siempre querrá demostrar un fuerte inquebrant
Nikolai: Abro mis ojos recibiendo el impacto de la luz del sol obligándome a cerrarlos de nuevo. Tengo una terrible resaca que es como si llevara años bebiendo. Me sobo mi cabeza, a la misma vez que siento como las tres mujeres de la noche anterior continúan en mi cama. Paso la mano por el trasero de una de las chicas mientras disfruto de manosearlo. Ella se remueve un poco rosando su coño con mi pierna y solo eso basta para activar a mí falo de nuevo. Presiono el botón que está al lado de la cama y las cortinas se cierran logrando que la luz solar desaparezca. Miro el reloj de la mesita de noche con detenimiento. 6:00 AM. Me levanto de la cama como fui traído al mundo, con mí polla venosa, erecta, palpitando con ganas de un buen polvo. —Levántense —ordeno con voz ronca. Ellas obedecen, en segundos las tres se ponen de rodillas con sonrisas perversas en sus rostros, justo en frente de mí con sus bocas y manos tocando mi verga, mientras sus ojos denotan deseo. Las t
Sekhmet. 23 de mayo del 2023 Tomo suaves bocanadas de aire alejando el recuerdo de la persona de hace unos días, apaciguando la incomodidad que se acumula dentro de mí, mientras termino de limpiar mi Beretta con la mirada de Darla encima de mi anatomía. Realizo varios apuntes en mi agenda, tratando de calmar mis acelerados latidos por pura inercia. Los recuerdos a veces son las mejores armas de destrucción, no solo son los que guardan sentimientos, también pueden causar terror y venir mezclados junto con esas heridas causadas en su momento. Me he dado cuenta de que por más que creamos que hemos superado ciertos momentos… No es así, hay simples cortes que se quedan ahí, destruyendo tu alma poco a poco con cada paso o segundo en el que mi mente se transporta a esos días. Lo que pasa es que a veces creemos que somos felices con personas que no son capaces de darnos nada mas que no sea dolor y malestares, confundimos esos breves momentos de felicidad que solo terminan atándonos
Sekhmet: 24 de mayo del 2023 Enjuago mi rostro, eliminando las gotas de sudor que se deslizan por mis mejillas, y cada pequeña partícula de mi rostro. Liberando las endorfinas contenidas en cada uno de mis poros, mientras ejecuto mi descanso. Suelto un leve suspiro, y me centro en golpear el maldito saco de boxeo, la rabia me carcome desde adentro, dándome la oportunidad de sentir mi cuerpo arder como loco. Esa sensación de ser como un toro en un rodeo siendo dominado por su odio al color rojo. Cierro mis ojos tratando de calmarme, pero cada palabra vuelve a mi cabeza obligandome a explotar en una tormenta de frustración. —¡Te odio hijo de la gran puta! —exclamo golpeando el saco de boxeo con todo lo que tengo casi destrozando este mismo. Dejarme llevar por mis hormonas es lo que me ha causado tantos problemas, repercutiendo en el hecho de que Nikolai esta causando que mi actitudes vengativas terminen impulsándome a desear jugar su mismo juego; ser una persona renco
Hola queridas lectoras que se mantienen en las sombras, quería mandarles un enorme saludo por parte de Nikolai que a pesar de que lean, pero no comenten o no apoyen mucho el las quiere más de lo que se imaginan.. Pórtense muy mal. ———— Nikolai 25 de mayor del 2023. Abro la puerta del jet privado con todo lo necesario en mi cintura. Paso la mano por mí cabello y el frío clima de Suiza me recibe, pero gracias a mí chaleco no podría pescar ningún resfriado o algo peor; aunque mi cuerpo lo que tiene de caliente lo tiene de fuerte. La pelinegra arregla su trenza, toma todas sus armas para acercarse a dónde me encuentro. —Tengo hambre —anuncia colocándose bien sus guantes a la vez que presiona un botón del traje volviéndolo de un material resistente a las fuertes ventiscas. —Cómeme la polla; es un alimento muy importante —la molesto acercando mi boca a su oreja, mordiéndo el lóbulo de esta con brusquedad, erizando los bellos de su piel. —¡
Hola queridas lectoras que se mantienen en las sombras, quería mandarles un enorme saludo por parte de Nikolai que a pesar de que lean, pero no comenten o no apoyen mucho el las quiere más de lo que se imaginan.. Pórtense muy mal. ———— Nikolai 25 de mayor del 2023. Abro la puerta del jet privado con todo lo necesario en mi cintura. Paso la mano por mí cabello y el frío clima de Suiza me recibe, pero gracias a mí chaleco no podría pescar ningún resfriado o algo peor; aunque mi cuerpo lo que tiene de caliente lo tiene de fuerte. La pelinegra arregla su trenza, toma todas sus armas para acercarse a dónde me encuentro. —Tengo hambre —anuncia colocándose bien sus guantes a la vez que presiona un botón del traje volviéndolo de un material resistente a las fuertes ventiscas. —Cómeme la polla; es un alimento muy importante —la molesto acercando mi boca a su oreja, mordiéndo el lóbulo de esta con brusquedad, erizando los bellos de su piel.
Canarias; España. Sekhmet 27 de mayo del 2019. Desde siempre me he esforzado por mantenerme en una de las primeras filas del ejército, empeñándome por no ser vista como la hija de una de las mujeres más importantes en los descubrimientos médicos; mucho menos como la hija de un hombre importante por sus logros en la milicia. Muchos me ven por encima del hombro creyéndose más de lo que son, imponiendo que ser hijos de personas con reconocimiento pueden verse superiores a otros, a quienes hemos luchado por ganarnos nuestros propios méritos con garras y dientes. Siento el estruendoso y molesto sonido de la campana que indica que es el comienzo de nuestro entrenamiento. Aun somnolienta me levanto de la cama apresurando mi paso cuando suena la segunda alarrma. Cubro mis labios por el bostezo que se escapa de estos y adentro mi cuerpo en el interior del baño de aquella habitación pequeña. Los entrenamientos de ayer resultaron ser más agotadores de lo que puedo admitir, el can
Nikolai.. 28 de mayo del 2023. Deslizo las manos por mi cabello con la frustración abordando cada partícula de mi sistema, sintiendo las estupidas ganas de agarrar a la pelinegra del cuello y devorarla con ansias y deseos constantes. Relamo mis labios acabando con la llamada que resalta mis ganas de acabar con la mayoría de mis problemas. Las palabras de Sekhmet las siento como dagas de doble filo cortando cada fibra latente, se repiten como una música sin rumbo que acaba con la poca paciencia que poseo. Paso la mano por mi cabello frustrado, caliente y molesto. El deseo, y las ganas me están superando más de lo que me gustaría admitir porque la verdad está en que, no importa lo jodido que sea todo, tampoco es el hecho de que vine a esta organización a llevar acabo misiones de alto estándar para proteger mi imagen, también para acabar con uno de mis peores enemigos que más me ha tocado las pelotas. —¡Hija de la gran puta! —escupo terminando de colocar los papeles funcio