4. Mi pequeña gatita

La luz tenue y parpadeante de la oficina de Derek contribuyó a crear un ambiente de tensión palpable en la habitación, generando una atmósfera cargada de incertidumbre y misterio. Miré detenidamente por la ventana, observando con detenimiento la majestuosidad de la ciudad de pleno dia, mientras mi mente analizaba minuciosamente cada detalle de la estrategia que estaba a punto de ejecutar.

Sabía perfectamente que lo que estaba a punto de proponerle a Derek era un riesgo considerable, pero el profundo sentimiento de rencor hacia mi exmarido, quien me había abandonado en esta situación tan desigual e injusta, era tan abrumador que superaba con creces cualquier atisbo de temor que pudiera surgir en mi interior.

Me debí de haber visto increíblemente provocativa y llamativa, con mi deslumbrante vestido rojo ceñido que resaltaba y realzaba mis curvas femeninas. Cuando me di la levanté mi mirada y me encontré con la mirada de Derek, pude vislumbrar sus ojos profundos y su gesto relajado provocaron en mí una sensación que había permanecido latente en mi interior durante un largo período de tiempo. En este preciso momento se encontraba él, el familiar directo que era un bastardo, y a pesar de todos los conflictos pasados entre nuestros respectivos linajes, era la única persona que podía brindarme su apoyo incondicional en lo que estaba planeando.

—Derek —intentaba ocultar mi furia de recordar a Trevon—. Sé perfectamente que la última ocasión en la que tuvimos un encuentro no se desarrolló en las condiciones más favorables ya que apenas pude verte, sin embargo, se que adoraras lo que te traere.

Él inclinó ligeramente la cabeza hacia un lado, dejando entrever una sonrisa juguetona y traviesa en sus labios.

—¿La ex mujer de mi primo pidiendo ayuda? ¡Realmente esto es completamente inesperado! ¡Nunca me lo hubiera imaginado! Estoy sorprendido que me busques.

—No debería sorprenderte en absoluto. Es algo que ya deberías haber previsto con antelación. —Permanecí inquebrantable mientras mis penetrantes ojos lo escudriñaban detenidamente—Trevon, quien se supone era mi esposo, me ha llevado al borde de la desesperación con su actitud negligente y su falta de compromiso. Me ha quitado todo y no tengo el apoyo de nadie. Y tú serás mi aliado más valioso. Quiero acabar con algo así que te necesito.

Derek se acercó un poco más, su tono de voz se volvió aún más seductor, sus palabras casi susurradas a mi oído, creando una atmósfera de misterio y complicidad entre ellos.

—Debo confesar que realmente lograste despertar mi curiosidad. Dices que necesitas mi ayuda para poner fin a algo, pero ¿de qué hablamos? Y lo más importante ¿De qué manera crees que podré lograrlo?

Apreté fuertemente mis labios, luchando con todas mis fuerzas contra la ira que se estaba gestando en lo más profundo de mi ser al recordar a Trevon.

—Sería de gran ayuda si pudieras hacerme el favor de representar el papel de mi prometido. Para que Trevon se entere asi tambien mi padre no podria volver a enviarme a Italia mientras acabo con el hotel de Trevon. Yo te ofrezco continuar ampliando mi red de contactos para fortalecer tu emprendimiento en el sector hotelero. En esta situación, los dos podemos obtener beneficios mutuos.

Derek levantó una ceja con curiosidad, un brillo de diversión y picardía en sus ojos avispados.

—Me parece una propuesta realmente interesante y digna de consideración. Entonces, estás considerando la posibilidad de utilizar mis habilidades seductoras para atraerlo hacia una artimaña premeditada. La embriagadora y manipuladora ex esposa de un hombre al que deseo ver caer, y yo, el prometido ideal y comprometido con la verdad y la justicia.—rio de manera sarcástica —Claro que sí, tengo la habilidad para llevar a cabo esa tarea. Sin embargo, ¿qué hay de ti, Eloise? ¿Estás dispuesta a jugar con fuego?

Por un breve instante, el resentimiento se entrelazó con un destello de emoción intensa, sin embargo, permanecí inquebrantable en mi postura.

—Es un juego que estoy dispuesta a jugar, Derek. Esta situación no es simplemente un entretenimiento para mí. Es indiscutiblemente mi destino y lo que está por venir en mi vida. Y deseo fervientemente que experimente el mismo nivel de sufrimiento que he experimentado yo en el pasado.

Un profundo silencio cargado de significado se apoderó de la escena, creando una atmósfera densa y palpable que parecía envolvernos por completo. La tensión, lejos de disiparse, se intensificaba con cada segundo que pasaba, manifestándose no solo en el ambiente que nos rodeaba, sino también en el sutil contacto físico que se producía entre nosotros, casi de manera imperceptible pero con una fuerza indiscutible. Finalmente, con un ligero asomo de complicidad y un brillo travieso en sus ojos, Derek esbozó una sonrisa encantadora que iluminó su rostro.

—En ese caso, creo que sería conveniente proceder de esa manera. ¿Qué te parece si llevamos a cabo esa acción juntos? Sin embargo, es importante que tengas presente en tu mente, Eloise. Cuando decides jugar con fuego, es importante recordar que las llamas pueden consumirte si no tienes cuidado, pero también pueden brindarte calor y luz en los momentos más oscuros de tu vida.—reía de manera enigmática—yo estoy rodeado de sombras y secretos ¿Estas dispuesta a caer a la sombra conmigo?

—Mas que nunca—susurre—hare lo que sea necesario para acabar con el.

Su sonrisa se agrando de manera peligrosa—entonces mi pequeña gatita me complace decir que sere tu prometido mas amoroso.

Mientras se inclinaba un poco más cerca para enfrentar su mirada penetrante, sentí que un nuevo capítulo se abría ante mí, repleto de intriga, venganza, seducción y un toque de misterio que despertaba mi curiosidad. Por primera vez en un largo periodo de tiempo, experimenté la sensación de tener el dominio de la situación. Se acerco a donde me encontraba cortando el espacio personal que nos separaba. Con delicadesa tomo mi mano con una amplia sonrisa.

—Vayamos a buscarte un anillo, eres mia, desde ahora seras mia y de nadie mas —su tono ronco me hacia temblar —te convertiras en la reina de la oscuridad y te prometo que dominaremos todo este mundo.

Sus ojos se posaron con lentitud en mi alrededor, y por un momento sentia que habia hecho un trato con el mismo diablo.

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