Mila se quedó con la boca abierta y sus ojos inmediatamente adquirieron un brillo peligroso, «¿Qué le pasaba a Calvin? Pensó, « Ésto no le estaba gustando para nada».Nunca en todos éstos años lo había visto tan despegado, algo no andaba bien, era necesario que se mantuviera alerta; ¿sería que se estaba interesando en otra chica? No creía ésto posible, ya eran 5 años juntos. Hasta entonces todo iba como ella quería, nunca le había gustado que le tomaran la delantera, Calvin era de ella, porque así lo había decidido y no iba a venir ninguna estúpida a quitárselo a éstas alturas.La cabeza de Mila estaba llena de pensamientos tóxicos, era manipuladora y posesiva, muy celosa y agresiva si era necesario; hasta ese día no había tenido motivos para sacar a relucir su personalidad tóxica que hasta ese entonces se mantenía bajo perfil.Siempre estaba alerta ante cualquier eventualidad, y conocía muy bien a Calvin Foster, y definitivamente éste había cambiado y más que todo el cambio era con
Eleanor, ya estaba más calmada al ver que Merritt estaba es casa, aunque aún seguía enojada, él, no había ido al médico como le pidió y se había concentrado ese día en resolver asuntos en las empresas sucursales, sin informarle a ella para nada. Así que esa noche se durmió algo contrariada con su esposo, a la mañana siguiente, se levantó muy temprano y llamó al médico de la familia y pidió un espacio para que Merritt fuese atendido. Cuando entró nuevamente en la habitación, él ya estaba listo para la faena diaria.— Merritt ya te saqué una cita para hoy, así que nos vamos hasta la clínica— dijo ella sin esperar respuesta tomó su bolso y le pidió que la siguiera, ese día irían con el chofer para asegurarse de que lo trajera a casa. Merritt arrugó su entrecejo, no estaba nada complacido con la decisión de Eleanor, pero así era ella, controlando todo lo que estaba a su alrededor.Cuando terminó el médico de revisar el estado de salud de Merritt; y después de varios exámenes, su rostro
— ¿Se siente bien señora Downey?— le dijo el joven ejecutivo.Ella lo miró y le sonrió con coquetería, no no se sentía bien, el mundo en su cabeza daba vueltas sin control, trastabilló, estaba pasada de copas, el hombre la agarró justo en el momento, en que el suelo se acercaba a su cara.Ella nuevamente volteo a mirarlo y dijo:— ¡Oye, tú si que eres guapo! Hmmmm y qué brazos tan fuertes, ¿abrázame, si?La voz de ella era pastosa y torpe, él le sonrió y meneó su cabeza, había ternura en la mirada del hombre.— ¡Señora, déjeme ayudarla!— dijo él contrariado— ¡me parece que bebió mucho licor!— ¡Y…o yo estoy bien! N...no estoy borracha!— dijo ella, arrastrando las palabras— ¡S…solo fueron u…unas cuantas copitas!— ¡Venga, venga! Yo le ayudo a llegar a su auto— dijo el hombre abrazándola por la cintura.—¡Oh, n…no me sueltes cariño! Hueles tan rico— dijo ella besando el cuello de él— me gustas;A...a dónde me llevas? ¿A...tu cama?— preguntó con picardía Eleanor.— ¡Ojalá pudiera! Pero u
Eleanor iba en el taxi buscando los recuerdos de esa noche anterior, a su mente vino cuando Intentó levantarse, pero estaba tan mareada, que sus piernas no la sostuvieron y si no es por esos maravillosos y fuertes brazos, hubiera ido a parar contra el piso. Él la agarró fuertemente, ella volteó a mirarlo y lo que sintió dentro de su pecho fue más poderoso que ella.Se escuchó diciéndole lo guapo que era y pidiéndole que la besara; ¿era que la borrachera le había hecho perder el juicio?Estaba en su habitación, recordando lo ocurrido esa noche anterior, ¡Había amanecido en la casa del señor Foster! Empezó a ordenar su cabeza; había bebido demasiado licor, estaba llorando en el salón, pues había escogido estar allí para descansar y no sabía porque, había empezado a llorar, luego lo vio allí tan hermoso, cómo un Dios griego y ella, tan desfachatadamente, le había pedido que la besara.Su rostro se multiplicó de colores, estaba recordando todo lo que desencadenó ese beso, ¡Éste hombre
Ése fin de semana había sido 1 de sentimientos encontrados para Eleanor, el saber que el mal de Merritt, atacaba de nuevo y esta vez con más ahínco, no era fácil de asimilar para ella. Eran dieciocho años de matrimonio, más el tiempo del noviazgo, que tenía conociendo a su esposo, eran más de veinte años, había crecido al lado de éste hombre y era su familia; sentía una tristeza profunda y una impotencia por hacer poco por aliviar, lo que de manera inminente se acercaba para su esposo.Por otra parte estaba Calvin Foster, el rostro de éste hombre, no se apartaba de su cabeza; y ese lunes tendría que inevitablemente enfrentarlo, jamás pensó vivir una situación cómo ésta.¿En qué momento,vino a complicar su tranquila vida, con un hombre como éste?Llegó a la oficina y de inmediato se encerró tenía mucho que hacer ese día, reuniones y entrevistas; afortunadamente ésto le ayudaba a mitigar la ansiedad que tenía si pudiera tropezar con Foster.En la tarde, cuando casi al finalizar el día,
A la mañana siguiente ya tenía un plan concebido, sabía cómo hablaría con Calvin Foster, al entrar al consorcio se dirigió directamente a la oficina de él, quién aún no llegaba, «se le habían pegado las sábanas », sonrió al pensar en esto.La secretaria llegó y al entrar se sorprendió de verla allí, ella solo le dijo:— Pedí al guardia de seguridad que me abriera ésta oficina, necesito hablar con el señor Foster.— El señor, llegará tarde hoyá señora Downey— le informó la chica con su voz particular— tenía que resolver algo muy temprano y me dijo que llegaría a mediodía.— ¿En serio?— dijo algo decepcionada— bueno, sigo a mi oficina entonces.La chica dijo:— ¿Quiere que le informe apenas llegue señora?— Oh no, yo me comunico con él, gracias— dijo Eleanor con voz calmada.Se sintió vulnerable al ver que quien entraba era la secretaria y no él, ya no podía hacer eso a la mañana siguiente de nuevo, se vería extraño tener que explicar nuevamente su conducta, si Calvin Foster no llegaba
Calvin Foster la vió salir, tan orgullosa y prepotente, «ahora sí que se complicaría todo» pensó. Nunca imaginó que pudiera vivir este momento con Eleanor Downey, se había enojado muchísimo, cuando supo que él la amaba, quizás era porque lo consideró irrespetuoso y él la entendía.Si antes, sentía antagonismo hacia él, ahora lo debería estar odiando, esa confesión jamás debió salir de los labios de él, pero cuando se dió cuenta ya lo estaba soltando. Ahora debía aceptar las consecuencias de su metida de pata.«Aunque no era feliz, estaba casada» pensó, tenía su hogar»; él no era quién para venir a desbaratar su vida. Sintió un vacío en su estómago, sonrió con tristeza, la mujer de quién se había enamorado, lo odiaba, qué ironías tiene la vida.Pagó la cuenta y salió del lugar, sentía que todo el peso del mundo había caído sobre sus hombros, apretó los labios, ya vería qué haría después de éste día, su vida no pintaba nada bonito.Llegó nuevamente a la oficina, inmediatamente su secret
Eleanor se quedó meditando en las palabras de Merritt, ¿Realmente no había vivido? Ella siempre pensó que todo lo que había soñado, era vivir.Ser una gran empresaria, manejar el mundo de los negocios a la perfección, pero ahora su esposo le decía que eso, no era vivir.Aunque él tenía razón, sentía un gran vacío dentro de ella, aún Merritt estaba a su lado y la soledad que sentía empezó a abrumar su mente, no podía dar rienda suelta a éste sentimiento que tenía por Calvin Foster.Tenía que sacar cualquier cosa que estuviera desarrollándose dentro de su cabeza, entonces, empezó a sentir el aroma que despedía su cálida presencia. Un aroma que había quedado impregnado en su piel, esa noche; que la hacía sentir deseos de bailar una danza seductora que la envolviera nuevamente en ese perfume que exaltaba sus sentidos.Sentía una dulzura extraña, al imaginar la mirada de Calvin traspasando su alma, quería rendirse, entregarse a éste sentimiento, pero lo mejor era alejarse de ésto que sent