Ése fin de semana había sido 1 de sentimientos encontrados para Eleanor, el saber que el mal de Merritt, atacaba de nuevo y esta vez con más ahínco, no era fácil de asimilar para ella. Eran dieciocho años de matrimonio, más el tiempo del noviazgo, que tenía conociendo a su esposo, eran más de veinte años, había crecido al lado de éste hombre y era su familia; sentía una tristeza profunda y una impotencia por hacer poco por aliviar, lo que de manera inminente se acercaba para su esposo.Por otra parte estaba Calvin Foster, el rostro de éste hombre, no se apartaba de su cabeza; y ese lunes tendría que inevitablemente enfrentarlo, jamás pensó vivir una situación cómo ésta.¿En qué momento,vino a complicar su tranquila vida, con un hombre como éste?Llegó a la oficina y de inmediato se encerró tenía mucho que hacer ese día, reuniones y entrevistas; afortunadamente ésto le ayudaba a mitigar la ansiedad que tenía si pudiera tropezar con Foster.En la tarde, cuando casi al finalizar el día,
A la mañana siguiente ya tenía un plan concebido, sabía cómo hablaría con Calvin Foster, al entrar al consorcio se dirigió directamente a la oficina de él, quién aún no llegaba, «se le habían pegado las sábanas », sonrió al pensar en esto.La secretaria llegó y al entrar se sorprendió de verla allí, ella solo le dijo:— Pedí al guardia de seguridad que me abriera ésta oficina, necesito hablar con el señor Foster.— El señor, llegará tarde hoyá señora Downey— le informó la chica con su voz particular— tenía que resolver algo muy temprano y me dijo que llegaría a mediodía.— ¿En serio?— dijo algo decepcionada— bueno, sigo a mi oficina entonces.La chica dijo:— ¿Quiere que le informe apenas llegue señora?— Oh no, yo me comunico con él, gracias— dijo Eleanor con voz calmada.Se sintió vulnerable al ver que quien entraba era la secretaria y no él, ya no podía hacer eso a la mañana siguiente de nuevo, se vería extraño tener que explicar nuevamente su conducta, si Calvin Foster no llegaba
Calvin Foster la vió salir, tan orgullosa y prepotente, «ahora sí que se complicaría todo» pensó. Nunca imaginó que pudiera vivir este momento con Eleanor Downey, se había enojado muchísimo, cuando supo que él la amaba, quizás era porque lo consideró irrespetuoso y él la entendía.Si antes, sentía antagonismo hacia él, ahora lo debería estar odiando, esa confesión jamás debió salir de los labios de él, pero cuando se dió cuenta ya lo estaba soltando. Ahora debía aceptar las consecuencias de su metida de pata.«Aunque no era feliz, estaba casada» pensó, tenía su hogar»; él no era quién para venir a desbaratar su vida. Sintió un vacío en su estómago, sonrió con tristeza, la mujer de quién se había enamorado, lo odiaba, qué ironías tiene la vida.Pagó la cuenta y salió del lugar, sentía que todo el peso del mundo había caído sobre sus hombros, apretó los labios, ya vería qué haría después de éste día, su vida no pintaba nada bonito.Llegó nuevamente a la oficina, inmediatamente su secret
Eleanor se quedó meditando en las palabras de Merritt, ¿Realmente no había vivido? Ella siempre pensó que todo lo que había soñado, era vivir.Ser una gran empresaria, manejar el mundo de los negocios a la perfección, pero ahora su esposo le decía que eso, no era vivir.Aunque él tenía razón, sentía un gran vacío dentro de ella, aún Merritt estaba a su lado y la soledad que sentía empezó a abrumar su mente, no podía dar rienda suelta a éste sentimiento que tenía por Calvin Foster.Tenía que sacar cualquier cosa que estuviera desarrollándose dentro de su cabeza, entonces, empezó a sentir el aroma que despedía su cálida presencia. Un aroma que había quedado impregnado en su piel, esa noche; que la hacía sentir deseos de bailar una danza seductora que la envolviera nuevamente en ese perfume que exaltaba sus sentidos.Sentía una dulzura extraña, al imaginar la mirada de Calvin traspasando su alma, quería rendirse, entregarse a éste sentimiento, pero lo mejor era alejarse de ésto que sent
En la noche, cuando llegó a casa, Merritt estaba ya metido en la cama, lo vió y en su rostro se dibujó la preocupación.— ¿Estás bien amor?— preguntó ella al saludar.— Algo cansado solamente— dijo él respondiendo al saludo de su mujer— ¿Qué le dijiste a Calvin Foster, que desea vender sus acciones, Eleanor?Ella abrió los ojos redondos como platos ante la pregunta de su esposo, parpadeó y dijo:— La verdad, no tengo ni idea— dijo mintiendo con descaro—¿él te dijo algo?— preguntó ella cautelosa.— ¡Cómo se ve que no conoces a Calvin!— exclamó Merritt— él jamás dirá nada, es un caballero.Eleanor se quedó pensando unos segundos y Merritt continuó:— Sé que tú tuviste que ver con su decisión,— dijo su esposo escudriñando el rostro de ella— él sabe que no te es simpático.— ¡No me mires así!— hablaré con el señor Foster mañana—dijo ella.— No podrás hablar con él— le informó Merritt, se va de viaje muy temprano.— ¿Viaje?— preguntó interesada— ¿Dónde?— Eso no lo sé— dijo su esposo— no
Merritt había llamado a Calvin esa mañana, necesitaba que se alejara de Eleanor por un tiempo, así ella ordenaba sus sentimientos revueltos por una emoción, que jamás había sentido. Él se había dado cuenta que la animadversión que ella sentía por Foster, no era otra cosa qué, se estaba enamorando del hombre.Ella, sin darse cuenta, estaba luchando con un sentimiento, que estaba naciendo en su corazón por éste hombre invasor de su cabeza y de su corazón. Merritt la conocía muy bien, sabía de la lucha que ella estaba librando dentro de su alma, Eleanor ya lo sabía, pero era tan noble que prefería ocultarlo ante él, su esposo.Él, no sabía qué tipo de discusión había habido entre ellos, si ya se habían acostado o no, solo sabía que su Eleanor no era la misma mujer desde que Calvin Foster había aparecido en la empresa. Al inicio, no le interesó mucho, pero poco a poco su interés sexual con él, ya no era lo mismo, la sentía distante, sumida en pensamientos que la alejaban mucho de la pa
Esa mañana Eleanor tuvo que salir muy temprano, su vuelo salía a las seis de la mañana, así que cuatro horas antes se estaba embarcando en el aeropuerto. Ya en la mitad de la tarde, tomó un taxi indicando la dirección donde debía llegar, conocía perfectamente la ubicación, el chófer directamente la condujo sin problemas, en menos de veinte minutos estaba frente a las oficinas donde funcionaba una de las sucursales de las empresas Downey.Se dirigió hasta las puertas de vidrio, ya había estado en varias oportunidades en ése lugar y se sentía orgullosa de tener buena memoria, tomó el ascensor y llegó directamente al lugar donde se encontraba el problema que debía solucionar.Cuando llegó la secretaria que sabía quién era, inmediatamente le dió paso libre hasta la oficina que le correspondía, se sentó, mientras la chica dijo algo que ella no entendió muy bien, pero decidió esperar.— Buenos días señor…— escuchó la voz de Calvin?Éste se quedó como de piedra al verla.— ¡Eleanor!—excla
Eleanor y Calvin estuvieron en la ciudad a mediodía, ella en la noche había informado a Merritt de su llegada al otro día y él muy tranquilo, solo había dicho,”¿Ya tan pronto?".Llegaron directamente al consorcio, Merritt los estaba esperando, ella entró en la oficina y después de saludar dijo:— ¿Cómo estás hoy?— La voz de Eleanor era algo tímida.— ¡He estado peor otros días!— respondió sonriente— ¿Dónde me mandaste a Calvin?— preguntó estirando el cuello como si estuviera detrás de ella.— Está en su oficina— dijo Eleanor— ¿Quieres que lo llame?— preguntó.— No, yo voy por él— dijo saliendo de la oficina— espérame acá.Unos minutos después entraba con Calvin Foster en la oficina, palmeando amistosamente su espalda.— A ver, cuéntame; ¿Cómo va todo?— empezó diciendo Merritt al tenerlos a los dos en las oficinas.— Todo está bien— Eleanor habló primero— ¿Me enviaste a la sucursal a limar asperezas con el señor Foster Merritt?— ¡Debiste decírmelo sin exponerme de esa manera.— ¡Amor,