Así empezó su vida en el consorcio, reunión tras reunión, viajes de negocios, casi no tenía tiempo para verse con la chica con quién estaba saliendo, pobre Mila, muchas veces se quedaba esperando para salir a cenar con él y tuvo que conformarse con disculpas.Ella tenía que estar consciente de que él no era un hombre común y corriente, que a pesar de su juventud, era un importante hombre de negocios.Conocía a Mila desde la secundaria, cuando asistían al mismo colegio, ella tenía quince años y le pidió ser su pareja en su baile de presentación; cómo era un caballero en ningún momento pensó en negarse. Desde ese día, siempre andaban juntos y así, todos concluyeron que eran novios y en algún momento se casarían, él no lo afirmaba ni lo negaba, solo se dejaba llevar por la corriente.Con el tiempo se hicieron cada día más íntimos y terminaron acostándose y obviamente que teniendo sexo. No quería lastimar a la chica, amor como tal, no sentía, era un cariño y cada cierto tiempo ella lo vi
Calvin sonrió y se dirigió a su oficina sin recibir una sola mirada de aquella mujer que le había alterado sus sentidos y sentimientos, se rascó un poco su cabeza en señal de contrariedad, tendría que aprender a vivir con éste témpano de hielo; él se sabía muy bien parecido y que gustaba a las mujeres.A veces, se fastidiaba de Mila, porque parecía un chicle pegada a él y refunfuñando cuando alguna fémina le echaba ojitos, se sonreía al pensar en ésta palabra y en su adorado abuelo, quien no quería para nada a Mila.« Es que sus ojitos no me gustan hijo»pensaba en su abuelo y en el porqué no le agradaba la chica, él se empeñaba, a veces en observar y ver qué tenían sus "ojitos", pero realmente nunca vió lo que veía su abuelo.Se concentró en su trabajo y poco a poco dejó de pensar en Eleanor, su chica de hielo, en Mila y en su abuelo, tenía demasiadas cosas que resolver y necesitaba todo el tiempo para lograr lo que se esperaba de él. Su trabajo le encantaba, siempre se mantenía en c
¡Buenos días señor Foster! Calvin giró al escuchar la voz chillona que lo saludaba y subió sus dos cejas al decir: — ¡Buenos días! ¿Usted es?— preguntó imaginando quién era. — Soy su secretaria y por los momentos asistente— dijo ésta corroborando la sospecha de Calvin— dijo entonces la chica— soy Anna Wilson. — Muy bien señorita Wilson, espero tenga la eficiencia— dijo Foster— que se necesita en estos casos. — Le aseguro que no tendrá quejas de mi— dijo la secretaria. Calvin la vió salir e instalarse en una oficina justo al frente de la de él, con una vista panorámica no muy agradable al tener que mirar a la chica frecuentemente. Se preguntaba «¿Quién la habrá elegido?» «De ser muy eficiente para compensar tan poca belleza» Bueno lo importante era que tenía una secretaria y así sería más organizado el trabajo. Justo cuando pensaba sentarse vió a Eleanor pasar frente a las oficinas que él ocupaba, « iba a ser así siempre» torturando su corazón, cada vez que la veía». Ésto pensó
Mila se quedó con la boca abierta y sus ojos inmediatamente adquirieron un brillo peligroso, «¿Qué le pasaba a Calvin? Pensó, « Ésto no le estaba gustando para nada».Nunca en todos éstos años lo había visto tan despegado, algo no andaba bien, era necesario que se mantuviera alerta; ¿sería que se estaba interesando en otra chica? No creía ésto posible, ya eran 5 años juntos. Hasta entonces todo iba como ella quería, nunca le había gustado que le tomaran la delantera, Calvin era de ella, porque así lo había decidido y no iba a venir ninguna estúpida a quitárselo a éstas alturas.La cabeza de Mila estaba llena de pensamientos tóxicos, era manipuladora y posesiva, muy celosa y agresiva si era necesario; hasta ese día no había tenido motivos para sacar a relucir su personalidad tóxica que hasta ese entonces se mantenía bajo perfil.Siempre estaba alerta ante cualquier eventualidad, y conocía muy bien a Calvin Foster, y definitivamente éste había cambiado y más que todo el cambio era con
Eleanor, ya estaba más calmada al ver que Merritt estaba es casa, aunque aún seguía enojada, él, no había ido al médico como le pidió y se había concentrado ese día en resolver asuntos en las empresas sucursales, sin informarle a ella para nada. Así que esa noche se durmió algo contrariada con su esposo, a la mañana siguiente, se levantó muy temprano y llamó al médico de la familia y pidió un espacio para que Merritt fuese atendido. Cuando entró nuevamente en la habitación, él ya estaba listo para la faena diaria.— Merritt ya te saqué una cita para hoy, así que nos vamos hasta la clínica— dijo ella sin esperar respuesta tomó su bolso y le pidió que la siguiera, ese día irían con el chofer para asegurarse de que lo trajera a casa. Merritt arrugó su entrecejo, no estaba nada complacido con la decisión de Eleanor, pero así era ella, controlando todo lo que estaba a su alrededor.Cuando terminó el médico de revisar el estado de salud de Merritt; y después de varios exámenes, su rostro
— ¿Se siente bien señora Downey?— le dijo el joven ejecutivo.Ella lo miró y le sonrió con coquetería, no no se sentía bien, el mundo en su cabeza daba vueltas sin control, trastabilló, estaba pasada de copas, el hombre la agarró justo en el momento, en que el suelo se acercaba a su cara.Ella nuevamente volteo a mirarlo y dijo:— ¡Oye, tú si que eres guapo! Hmmmm y qué brazos tan fuertes, ¿abrázame, si?La voz de ella era pastosa y torpe, él le sonrió y meneó su cabeza, había ternura en la mirada del hombre.— ¡Señora, déjeme ayudarla!— dijo él contrariado— ¡me parece que bebió mucho licor!— ¡Y…o yo estoy bien! N...no estoy borracha!— dijo ella, arrastrando las palabras— ¡S…solo fueron u…unas cuantas copitas!— ¡Venga, venga! Yo le ayudo a llegar a su auto— dijo el hombre abrazándola por la cintura.—¡Oh, n…no me sueltes cariño! Hueles tan rico— dijo ella besando el cuello de él— me gustas;A...a dónde me llevas? ¿A...tu cama?— preguntó con picardía Eleanor.— ¡Ojalá pudiera! Pero u
Eleanor iba en el taxi buscando los recuerdos de esa noche anterior, a su mente vino cuando Intentó levantarse, pero estaba tan mareada, que sus piernas no la sostuvieron y si no es por esos maravillosos y fuertes brazos, hubiera ido a parar contra el piso. Él la agarró fuertemente, ella volteó a mirarlo y lo que sintió dentro de su pecho fue más poderoso que ella.Se escuchó diciéndole lo guapo que era y pidiéndole que la besara; ¿era que la borrachera le había hecho perder el juicio?Estaba en su habitación, recordando lo ocurrido esa noche anterior, ¡Había amanecido en la casa del señor Foster! Empezó a ordenar su cabeza; había bebido demasiado licor, estaba llorando en el salón, pues había escogido estar allí para descansar y no sabía porque, había empezado a llorar, luego lo vio allí tan hermoso, cómo un Dios griego y ella, tan desfachatadamente, le había pedido que la besara.Su rostro se multiplicó de colores, estaba recordando todo lo que desencadenó ese beso, ¡Éste hombre
Ése fin de semana había sido 1 de sentimientos encontrados para Eleanor, el saber que el mal de Merritt, atacaba de nuevo y esta vez con más ahínco, no era fácil de asimilar para ella. Eran dieciocho años de matrimonio, más el tiempo del noviazgo, que tenía conociendo a su esposo, eran más de veinte años, había crecido al lado de éste hombre y era su familia; sentía una tristeza profunda y una impotencia por hacer poco por aliviar, lo que de manera inminente se acercaba para su esposo.Por otra parte estaba Calvin Foster, el rostro de éste hombre, no se apartaba de su cabeza; y ese lunes tendría que inevitablemente enfrentarlo, jamás pensó vivir una situación cómo ésta.¿En qué momento,vino a complicar su tranquila vida, con un hombre como éste?Llegó a la oficina y de inmediato se encerró tenía mucho que hacer ese día, reuniones y entrevistas; afortunadamente ésto le ayudaba a mitigar la ansiedad que tenía si pudiera tropezar con Foster.En la tarde, cuando casi al finalizar el día,