Me quedo sin saber muy bien como reaccionar ante aquel giro de los acontecimientos.
Me tomo un minuto para observar a los dos hombres a mi lado y no podía estar más asombrada por el hecho de que fueran hermanos. De todos los escenarios que podía esperar ver, jamas conté con algo así. Es que era demasiado coincidencial. Pero lo que todavía me asombraba más era el descaro de Liam por presentarme como su novia frente a su hermano...Su hermano,repetí en mi mente.Aquellos dos hombres parecían no salir de mi vida una vez que habían entrado y el primero se empeñaba en autotitularse mi dueño y el segundo mi novio. Nuevamente sentía que aquello era surrealismo puro.
Y en ese justo instante me di una cachetada mental y reaccioné presentando dos interrogantes a mis acompañantes.
—¡Hey, tú! -señalo a Liam que alza una ceja para mí - ¿dejaras algún día de presentarme a toda tu familia como tu novia? —lo ví alzar los hombros y me giré resoplando hacia su hermano —Y,tú -¿cuál era su nombre?...Ni siquiera lo sabía -¿ me dirás tú nombre alguna vez o mejor aún, preguntarás el mío?
Liam se veía muy divertido desde la silla en la que estaba cómodamente recostado como preparándose para ver algún espectáculo en vivo. El muy cachondo había dado la vuelta con normalidad a la mesa del dueño de aquella oficina y disfrutaba de todo lo que allí acontecía.
Era alto como su hermano pero le faltaba algún que otro centímetro para alcanzarlo en su totalidad , con la piel blanca pero un pelo castaño que hacía un contraste matador con aquellos ojos azules que ya parecían el sello de la familia,hasta la hermosa Miah los tenía de carta de presentación.
Y por otro lado estaba el señor capullo, rubio de una manera tan cegadora que parecía que brillaba y hacía resaltar aún más el azul cielo de sus ojos balconeados por pestañas perfectamente alineadas.
—Y bien, ¿quien responde primero?-digo colocando mis brazos en jarra, esperando una respuesta que no era precisamente la que obtuve.-Respondes tú -me dice el señor de nombre aún desconocido para mi -¿que es eso de la novia de mi hermano?Que yo recuerde tú me perteneces- dice muy serio. Como si de verdad se creyera con ese derecho tan primitivo.Mi boca no podía abrirse más...—¿Desde cuándo he pasado a ser su propiedad ?,señor... uhmm- señalo con una mano instandole a seguir con un chasquido de mis dedos.—Ian para ti nena —sonríe satisfecho usando como siempre con la p**a palabrita.—Pues muy bien Señor Ian —cuadré los hombros para mascullar —esta será la última vez que nos veamos todos,así que pasando a dejar las cuentas claras- enumero con mi mano alzando el pulgar -número uno, yo no le pertenezco ni le perteneceré jamás a nadie —afirmo y levanto mi siguiente dedo —y dos, su hermano y yo no somos nada ,el resto de la historia se la contará él, que parece muy divertido por lo que asumo que le sobra el tiempo ,cosa que a mí no. Y ya por último les digo a ambos que no ha sido un placer conocerles -miento descaradamente - asi que hasta nunca.Salgo de allí casi corriendo y me resulta sumamente extraño que el rubio de ojazos azules no haga ningún intento por detenerme dada la cacería que sentía me había estado dando.
Me desplace por el lugar tanteando el sitio que tan poco conocía deseosa de salir de allí y poner distancia entre aquellos tarados y yo.
Pero no avancé mucho cuando sentí mi móvil sonar indicando la entrada de un mensaje que rezaba lo siguiente:
*Que sepas que te he dejado correr pero de mi no escaparas jamás,antes me pertenecías y así sigue siendo, pero te dejare jugar un rato más a las princesas escondidas. Hasta en tu juego yo sigo siendo el Rey*M****a,m****a y más m****a. Las manos me temblaban y el móvil amenazaba con caer al suelo de los nervios que me había producido aquel mensaje amenazador.¿Cómo me había encontrado?Y lo que es aún peor , ¿cuánto tiempo me estaba dando?Sabía que aquel mensaje significaba el final de mi libertad. Había pasado de huir de los hermanos ojos azules y el rubio que se cree mi dueño, a disponerme a correr lejos del productor de aquel mensaje que tanto me perturbaba. Ya estaba en el elevador y sentí que podía morir de parada cardíaca,sentía mis latidos a más de ochenta pulsaciones y mis manos temblaban sin parar. Los ojos escocían de tantas ganas de llorar a moco tendido que me llenaban los sentidos.Miraba mi móvil y el número de dónde provenía el mensaje era número oculto, claro, él podía cazar pero nunca ser cazado.
Solo había estado 3 meses fuera de aquella cárcel y ahora que por fin respiraba libertad y sentía que tocaba mi ansiado arcoiris, mi destino se hacía presente una vez más recordándome que ya estaba sentenciada y mi condena no demoraría en reclamarme. Había sido muy ilusa cuando pensé que tenía escapatoria.
Llegué a la planta baja y fui directo a recepción para que me indicaran dónde había un baño, tenía que calmarme y necesitaba refrescarme o me daría un colapso nervioso.
Así debía haber sido la expresión que proyectaba cuando la misma chica borde de antes, me indicó en esta ocasión un camino al final de un pasillito lateral que me llevaría hasta un baño. Justo lo que necesitaba antes de enfrentarme al mundo hostil, otra vez.
Echándome agua en la nuca y en mi frente sentí el pitido del móvil indicando un nuevo mensaje que no sabía si quería leer.Pero tenía que ser fuerte , no podía luchar esta batalla sin toda la información que pudiera reunir.Y con toda la valentía que fui capaz de sacar de mí, saqué el móvil y desbloqueandolo ví que el mensaje era de la señora Estela Menphis dándome la enhorabuena por haber conseguido el trabajo ,así como indicándome que empezaría mañana mismo.
Respire profundo al sentirme tranquila de que no fuese otro amenazante mensaje de aquel psicópata y sentí a su vez, que estaba volviendo a encauzar mi rumbo.Tomaría el trabajo, y como sabía perfectamente que tendría que viajar seguido escogería muy bien el país más correcto para quedarme y empezar a esconderme otra vez. Era un poco miserable y casi nada profesional usar mi nuevo empleo para mi propio beneficio, pero escapar era vital para mí y no podía desaprovechar esa oportunidad que me llegaba como por la gracia divina.
Así que sería poco profesional las veces que hicieran falta con tal de no volver allí, la que consideraba mi cárcel y aceptar mi destino.
Ese, que cambiaría yo y nadie más que yo. Tenía que tomar las riendas de mi futuro y hacerlo costara lo que costara.Así fue como desastrozamente mi día de azúl se fue a la m****a volviéndose completamente gris por las preocupaciones que me seguían allá donde fuera.
Pero lo que no imaginaba era la noche que todavía se me avecinaba. Los sucesos perturbadores que aún estaban por venir y pondrían todavía más, mi vida paras arriba.
¿No creen que hay días que parece que solo empeoran? ¿Días que parece que no mueren, días en que sienten que están empantanados en un sitio y por mucho esfuerzo que hagan no logran moverse?
Pues hoy es uno de esos días y lo peor es que no acaba...aún falta la oscura noche.
Aquel día por fin estaba finalizando.Ya empezaba a caer la tarde cuando llegue a la casa. Había ido a un centro comercial a comprar algunas pocas prendas de vestir que me sirvieran para mi nuevo empleo y dieran un poco de sosiego a mi descalabro de sistema nervioso, debido todo a la amenaza implícita en aquel mensaje perturbador.Las prendas anteriores solo eran para estar cómoda y presentable pues en el trabajo de camarera usábamos uniforme para lucir todas iguales y solo debía llevar mis propios zapatos. No se me podía culpar de tener demasiado fondo de armario.Había ido reuniendo algunas mudas de ropa a lo largo de estos tres meses según iba cobrando porque cuando me fui de allí solo me lleve lo puesto.Mi huída había sido tan intempestiva e improvisada que no me detuve a recoger nada que no fuera el poco efectivo que te
Lentamente empecé a notar que podía abrir mis ojos, aunque lo hiciera con la vista nublada, recién adaptándome a la iluminación del lugar que a pesar de ser una luz tenue, mis dilatadas pupilas se esforzaban en brindarme alguna imagen del ambiente que me rodeaba.Solo había una luz encendida y era de una lámpara negra en una mesa de noche que veía justo al lado de la cama en la que estaba acostada y atada de las dos manos. Hice esfuerzos por safarme del cabecero, y mis muñecas ardieron contra la fricción de dos pañuelos que me mantenían sometida.Desorientada, trato de mirar todo a mi alrededor en busca de algún detalle que me dé pistas de dónde podría estar y quién me había traído aquí.Pero no veía muy bien y estaba muy asustada,comenzando a d
Poco a poco voy cayendo en mi realidad.De hecho siento que soy escupida a presión hacia mi realidad.Me siento como si todo este tiempo hubiese estado en un sueño del que recién me estoy despertando. Como si los pocos meses en los que fui libre y feliz solo hubiesen sido producto de mi imaginación y no una certeza que viví.Pero tengo que ser inteligente si quiero ganar tiempo para correr lejos de él. No puedo rendirme ahora.Y es que, ¿como pude ser tan descuidada?...Me reprendo a mi misma. He ido por la ciudad como una más cuando en realidad no lo soy. Nunca lo he sido y nunca lo seré.Soy una condesa. Sí, escapada de mi país y de mi palacio pero sigo siendo una condesa.Todo el maldito mundo debe estar buscándome ,y he sido tan confiada o tan estúpida como para no camuflajear
Desde que era pequeña mi padre el Conde de Hoffman ,uno de los condes más importante de la realeza de Escocia me había repetido y repetido hasta el cansancio que mi matrimonio estaba pactado con uno de los hijos del rey. Yo era una niña pequeña que asumía que los príncipes eran buenos y no podía estar más feliz de estar destinada a ser princesa un día al lado de uno de los príncipes más importantes de mi país.Pero no podía estar más equivocada. Cuando al crecer, con solo doce años me sentía bien sola en aquella casa enorme que en realidad era un palacio antiguo heredado a mi padre entre otras propiedades, y dónde solo me sentía querida y acompañada por mi nana, que dedicaba todo el tiempo que podía a ser la madre y el padre que yo no tenía a pesar de tenerlos de forma fí
No sabía cuánto tiempo llevábamos en aquel sitio, que tampoco tenía muy claro que sitio era. Simplemente queria encontrar una solución ya y salir de allí.Cada vez estaba más confundida y nerviosa. Sentía que no debía estar a solas con él y menos ahora que sabía, que era el príncipe y que tenía todo el derecho sobre mí que el maldito acuerdo le había dado. Ahora mi situación era incluso peor.Había fallado al pensar que ese rubio divertido y seductor de fabulosos ojos azules me estaba dando caza al servicio de otra persona, cuando en realidad él era quien me buscaba y me había encontrado por sí mismo. Aunque, en teoría, ni siquiera había escapado de su lado. Siempre me tuve bajo su control.—Bella tenemos que hablar y lo sabes perfe
—¡Acepto!—¿En serio? —me abraza tan fuerte que siento mucha presión en mis costillas.—Pero, tengo condiciones —matizo y me mira ceñudo. El gesto le hace una arruga muy sexi en la frente.Se separa de mí y vuelve a su bebida que había dejado a medio tomar y da un trago largo. Lo miro embelesada, nadando en el azul de sus ojos.—Oh nena, no sabes lo feliz que estoy , pero no sé si pueda concedertelo todo...hay cosas que quiero de ti y no son negociables.—Necesitamos llegar a un acuerdo y te pido por favor que seas sereno y objetivo a la hora de escuchar mi propuesta.Trato de hacerlo razonar incluso antes de saber lo que quiero y le digo esto acercándome a él en un intento de crear empatía para que acepte.&m
Ian abre la puerta con cuidado, y resopla cuando se encuentra a su hermano Liam y a mi amiga del otro lado mirándolo con cara seria por el arma que empuña.La baja enseguida y dejándolos pasar revisa el pasillo asegurándose que no haya nadie más. Mira hacia ambos lado y cierra detrás de los chicos cuando entran.—Joder Liam, ¿no podías esperar que te avisará?Le reclama a su hermano y en cuanto ve que mi amiga me abraza, agachada en el piso porque estoy temblando aguantandome a mis propias piernas , se inclina frente a mí, me carga y me sienta en su regazo en la cama meciendome para que le calme. Estoy aterrada... pensé que era él. Casi muero del miedo.—¿Han follado ya, o tenemos que seguir esperando? —farfulla el tonto de mi " c
Llegamos a un lujosos barrio donde asumo que vive él, y en todo el camino no he dejado de regalarle mis besos y aprovechar el color de sus ojos para cancelar mis miedos a lo que está por venir.Bajamos por una rampa hasta el garaje de su edificio y desde ahí subimos a lo que asumo es el penthouse, en un elevador de velocidad increíble. Todo el tiempo me acaricia las mejillas con sus nudillos, me besa los párpados y juega con mi nariz, haciéndome reír. Es muy lindo. Y me seduce. Mucho.Llegando tomados de la mano me guía dentro de aquel majestuoso lugar....y no tengo tiempo de observar casi nada cuando siento que me lleva hasta lo que se adivina como la cocina sentádome sobre una enorme encimera.Acaricia mis muslos y los va acomodando de manera que consigue meterse entre mis piernas y siento que muero cuando