La cara que tenía Ian era tan horrorizada que no pude contener la risa.
Mis carcajadas le hicieron arrugar la frente del desconcierto.No sabía si aceptaría o no pero el hecho de verlo tan afectado y descolocado había valido la pena.—Solamente la cara que has puesto —le digo entre risas —es suficiente para que disfrutara la broma —sigo riendo más fuerte y él se sienta sobre el sofá soltando aire contenido.—Nena,esta me la pagas —amenaza alzando un dedo hacia mi.
—Fue una broma, pero tienes que admitir que muy ingeniosa y además te lo estabas pensado —trato de quitarle peso al asunto, porque lo que en realidad le voy a pedir sé que lo va a cabrear.—Te dije que lo que quisieras, así que sí, lo iba a hacer —dice sorprendiendome, aunAmanecer a su lado era idílico, y yo ya lo había experimentado, quería volver a sentir esa sensación esta mañana ;pero el idilio acabó pronto por lo tremendos estruendos que hacía un claxon afuera de la casa .Abro un ojo, y seguido abro el otro tapándome la luz con las manos, que molesto era despertar con ganas de amar a mi príncipe y que me cortaran los planes los benditos amigos que compartíamos.No necesitaba bajar para saber que eran ellos. ¿Quien más podría ser?Cuando me giro hacia el lado de Ian, lo descubro vacío y hago un puchero lamentando su ausencia.¿Dónde estará?Mi respuesta llega rápido al verlo en la puerta con una bandeja de desayuno y unas flores rojas, muy rojas, adornando el romántico detalle.—
Los siguientes días en la finca fueron maravillosos, estuvimos una semana entera haciendo paseos románticos y acumulando recuerdos hermosos que se convertirían en anécdotas para nuestros hijos en un futuro.Junto a Liam y Sami compartimos días mágicos. Mientras ellos empezaban a dar sus primeros pasos como pareja , nosotros lo hacíamos como matrimonio.Aquella mañana era la última que pasaríamos en la calma del valle y el romance idílico llegaría al final dando paso al rutinario compromiso con la vida . Todo dejaría de ser rojo pasión para volverse una mezcla de colores entre vivos y menos vivos , con las cosas buenas y malas de la vida.Era como tener un maquillaje doble,un lado muy común y neutral , contrastado por el otro lado con uno más relajado.Decidí d
¡Ian,... Estephano o Emilio!Íbamos por la carretera en el auto y me parecía mentira que al fin la tuviera para mí. Había tantas mentiras en mi vida, que sentía que terminarían hundiendo nuestra historia cuando ella supiera la verdad.Solo le había ido dando pequeñas dosis de esa verdad, pero lo principal no lo sabía, y temia tanto el día que supiera todo, que casi podía sentir mi corazón bombeando más y más fuerte ante mis propios pensamientos.Cuando amas tan enfermizamente como yo la amo a ella, estás al borde de un abismo todo el tiempo. Y ni por asomo quería curarme... estaba tan enfermo de ella como quería .Era un kamikaze de su amor.El amor lastima, aunque creamos que cura ...el amor lastima.No paro de pregúntar
Ian EstephanoHabía muerto,mi mujer había muerto.Ni siquiera la había podido despedir, quería haber llorado sobre su tumba y haberle dedicado unas hermosas palabras , esas que solo ella sacaba de mi y que ahora ya nunca podría decirle.Estaba muerto por dentro .Por fuera, había tratado de matarme también, pero no lo había logrado.Ni para eso servía ya, mi hermano me había descubierto y lo había impedido. Quería que sufriera en carne viva el dolor de su perdida.Decía que así como yo le había quitado todo, el me lo había quitado ahora y que sería más feliz, si me veía sufrir. Él había provocado el accidente y yo no podía reaccionar para denunciarlo, no ten&ia
Todo lo que podía ver era oscuridad , sentía en mi piel el dolor más grande que jamás conté sentir. Mi propio padre me había traicionado y de la peor manera.No era su primera vez , pero los hijos siempre esperamos un mínimo de compasión por parte de nuestros progenitores. El me había demostrado que me equivoqué al esperar eso de alguien que no sentía más amor que por si mismo.Mi madre en cambio , echo tres lágrimas falsas y dió la espalda del brazo de su marido , a vivir la vida que habían ido comprando poco a poco , gracias a mis ventas.Todas las veces que me vendían , ellos solo se compraban tiempo y fortuna. Se puede ser muchas cosas , pero tan cruel con un hijo , es algo difícil de aceptar.Llegados a este punto , ya yo me sentía huérfana , no había forma humana de resusitar a mis padres en mi coraz
El estaba recostado sobre la puerta con las manos en los bolsillos de su pantalón deportivo y yo solo podía mirarlo por encima de mi hombro sin cambiar la posicion. Pensé que nunca volvería a tener esa aura azul que desprendía el delante mis ojos , era doloroso verlo y sentir que pudimos perdernos para siempre.Su mirada seria y dolida , asustaba la mía. Nos mirábamos como evaluando los daños y las opciones para seguir adelante.Era tan especial que mis ojos se llenaron de lágrimas y todo lo que no había logrado sacar fuera en estas horas , lo hice justo delante de él.Me gire sobre mi cuerpo y boca abajo en la cama llore fuerte , sentía mi cuerpo convulsionarse y mis manos apresaban mi rostro contra el colchón que amortiguaba el sonido de mi pena.Sentí su cuerpo sobre el mío , y sus brazos rodeando los míos obligandome a darme la vuelta
- amor , sabes que tienes que bajar verdad? , Que no puedes quedarte aquí eternamente y por mucho que yo quiera mudarme a tu piel , no podemos.- no quiero Ian , ni siquiera puedo oír como te llaman por el nombre que tanto marca en mi vida un espacio de tiempo y de lugar , quiero seguir solo con IanLlevaba dos días encerrada en la habitación. Solo salía él , cuando tenía trabajo o asuntos que ni siquiera preguntaba cuáles eran y volvía , tratando de hacer todo en el menor tiempo posible.También venían Sami y Liam , se habían vuelto mi escolta practicamente y yo me sentía a gusto con ellos. Pero salir de aquí no era algo que me planteaba a corto plazo.No quería ver a mis suegros, llevaba días en su palacio y no les hablaba siquiera . Solo la reina había venido a verme y disculparse por el comportamiento de su hijo y yo no qu
Diez años después , yo seguía siendo tan feliz como nunca imaginé llegar a ser. Ya sin la sombra de cartas ni mensajes terroríficos, que nadie me podía mandar porque el maldito de Emilio no estaba en nuestras vidas para atormentar a ninguno de nosotros con sus enfermas venganzas que no lo llevaron a nada bueno.Era una esposa trabajadora más , no la princesa de ninguna parte.Es cierto que en la vida nadie quiere lo que tiene ,y todos anhelan lo que no pueden tener.Pero en mi caso , ni siquiera sabía que anhelaba el azul intenso que miraba diariamente hasta que no lo tuve. Ahora que lo tenía solo podía estar agradecida.En estos diez años , habíamos crecido como pareja y como padres , sí , teníamos dos hijos.Mi príncipe Arthur y mi princesa Isabel ...Aunque Liam y Sami eran los actuales reyes ,y tenían 3 hijos , el acuerdo que Ian