P.O.V. Tania Voy directo hacia la residencia; estamos a pocos minutos de llegar y me encuentro bastante impaciente por saber todo lo que ocurrió. —Espero que tu prima no se haya arrepentido —me habló Nicola, mirándome por el espejo del retrovisor. —No lo hizo. —¿Cómo estás tan segura? Qué tal si al final les haya contado todo y al llegar a la casa nos maten a los dos —dijo con un miedo en su voz. —¿No me digas que tienes miedo? —indagó. Él no me contesta; solo me ve con atención y aparta la vista mirando hacia el frente. —Sí, tengo miedo, estuve a punto de que tu padre me matara y no quiero perder la vida con ese demente de Adriano Borbon. Sé que tu padre no es tan loco, pero con él estoy seguro de que me desollaría vivo y me haría las peores cosas —declara con una voz llena de miedo. —Entonces, si no logro divorciarme y tuviera que estar atada a él toda mi vida; ¿estarías conmigo? —preguntó para saber a qué me tengo que atener. —No lo sé, Tani, yo quiero tener hijos
P.O.V. AdrianoAbro mis ojos sintiéndome algo aturdido y con la cabeza algo pesada. Me froto los ojos para intentar enfocar mi vista ya que está muy borrosa. Al hacerlo, recuerdo lo que pasó anoche con mi dulce Mia. La busco por la cama, pero su lado está completamente frío y sin rastro de ella.Me levanto rápido buscándola por la habitación, pero no la encuentro. Ni su ropa está por ningún lado. Mi corazón empieza a palpitar al pensar en si se ha ido, pero respiro hondo, quitando eso de mi mente.—Quizá está abajo —me tranquilizo. Sintiéndome un poco más tranquilo, me dirigí al baño para tomar una ducha rápida. Me puse un pantalón de mezclilla azul oscuro y mi camisa oscura. Me peino el cabello y me coloco mis botas al salir de la habitación.Mientras camino por el pasillo, siento un fuerte mareo; quizá puede ser porque me desvele y tuve varias veces con Mia y mis fuerzas sean pocas.Bajo las escaleras con cuidado; busco por todos los lados en busca de mi linda mujer de melena café r
P.O.V. Tania Oír esa declaración de Adriano solo me causa más disgusto; salgo de la piscina cubriendo mi cuerpo mojado con una toalla y pensando con calma lo que ese orangután me acaba de declarar. —Cómo es posible que no me diera cuenta de que Mia era virgen. Ahora entiendo por qué me preguntaba cosas tan extrañas —murmuró—. Eso era algo que no espera ahora Adriano; debido a eso está obsesionado con ella. Eso será un gran problema; debo de pensar algo para que no sean felices. Ya sé qué voy a hacer. Tomo mi teléfono que está en la pequeña mesa de madera y me alejo de la casa lo más que puedo hasta llegar a la playa. Busco el número de mi prima y lo marco. —Hola —escuchó su voz. —Hola, prima, ¿dónde estás? —preguntó, fingiendo una voz desesperada. —Estoy en el aeropuerto, estoy a minutos de despegar —le cuenta y eso me alegra—. ¿Ocurre algo? Adriano despertó. —Si acaba de despertar y está como una fiera buscándote. Me exigió que le dijera tu paradero, pero no lo hice —mi
Entro a la casa de mis padres metiendo mi maleta también y para mi suerte en ese preciso momento mi madre llegó a la sala. —Hola, hija, buenos días, ¿por qué no dijiste que llegarías hoy? Le hubiera dicho a tu padre que fuera por ti —me saluda mi madre a la vez que me examina. —Hola, mamá, no quería molestarlo, él tiene mucho trabajo. —Tienes razón, pero porque llegaste tan pronto pensé que llegarías hasta la semana que entra —continúa interrogándome. —Quería regresar antes para ponerme al corriente con todo —miento y veo cómo mi madre me examina—. Bueno, mamá, me iré a descansar, el vuelo estuvo muy pesado. Le doy un beso en la mejilla y estoy por irme con mis cosas. —Espera —me detiene—. Te veo diferente, hay algo nuevo en ti. La veo con atención esperando no ser descubierta y es que no sabía que perder la virginidad era algo tan evidente. —A la mejor son los aires de España que me ayudaron a verme mejor —miento de nuevo. —Quizá es eso, en fin al rato bajas para co
P.O.V. Tania La bestia se la ha pasado encerrado en su despacho; sé que está buscando con desesperación a mi prima, pero no le será nada fácil de encontrar porque estoy tan al pendiente de todo que hasta me marqué a la aerolínea por donde se fue ella, avisándoles que una persona la estaría buscando y ellos me aseguraron que no entregarían nada de información. Nicola me será de ayuda, ya que él es uno de los hombres de seguridad y sabrá todos los movimientos de ese hombre. Así estaré un paso adelante de él. —Buenos días, Tania, ¿tienes un minuto? Oigo la voz de ese hombre y ruedo los ojos. Pero ya que tengo que oír lo que dice. [***] Después de oír todo lo que me acaba de decir, la ira, la rabia se apodera de mi cuerpo; siento mi cara caliente, aprieto mi quijada y hago un puño con la mano. —¡No te daré el divorcio! —gritó, molesta.—Te recuerdo que fuiste tú quien me lo pidió, así que solo he tomado la decisión de dártelo, ya que no tengo el más mínimo interés en segui
P.O.V. Nicola Me alejo lo más que puedo de ella o puedo seguir escuchando tantas idioteces; aunque me duela mucho todo lo que me dijo, solo me ha de entender que no me ama y que quiere estar con él. En el hecho de pensar eso me arde hasta el alma y no puedo contener más las lágrimas. La verdad, no sé qué hacer. Recuerdo sus palabras dudando de mi amor; me lastima mucho que ella piense eso si hasta tuve que seguirla hasta acá, desafiando la muerte segura. Sé que me equivoqué al no contestarle, pero es que pensé que él no le daría el divorcio; sin embargo, sí lo hizo y ella no quiere aceptarlo. El plan iba tan bien; ahora todo se ha ido abajo. No sé si hice lo correcto, pero tomaré un respiro y lucharé un poco más por ella. Le haré entender que ese hombre no la ama como yo. —¡Nicola! —Oigo la voz del señor Borbon. Rápido limpio las lágrimas y agarro mi postura de guardia. —Sí, señor —respondo al tenerlo a centímetros de mí. Me doy cuenta de como frunce el entrecejo. —¿Ocu
P.O.V. Tania —¡Estás loca, yo no soy tuyo, nunca lo fui y nunca lo seré! Pero si quieres saber quién es mi dueña, es Mia, así que pierdes tu tiempo conmigo y grábate en tu cabeza hueca que no me interesas —dijo con mucho odio en su voz y cierra la puerta cerrándola con seguro. Eso me deja molesta, ver cómo Adriano me corre de su habitación como si fuera un perro, pero no me dejaré; yo sé lo que sentí cuando lo tocaba y no le creo ni un poco que no me desea. Sé que eso que me dijo que estaba soñando con mi prima es solo una fachada para no admitir lo que es más que evidente. Con mi ropa en mis manos entro a mi habitación, me visto rápido con mi ropa de dormir y me quedo sentada al borde de la cama, quedándome pasmada al recordar su bellísimo cuerpo, tan bien definido y esa parte tan hermosa. Verla completamente recta y llena de venas me hace saborear y es que siempre había visto hombres con las venas de los brazos salidas, no las de esa parte, y déjame admitir que es algo bastant
P.O.V. Adriano. Estoy tan lleno de rabia. No sé qué mosca le picó a Tania; antes estaba tan empeñada en odiarme y ahora está obsesionada en tenerme. No sé qué le ocurre, pero sé que no es para nada bueno. Para nada permitiré que esté haciendo esto y tengo una jugada perfecta de que hay alguien que con un poco de dinero hará que su hija se divorcie de mí. Ella no es la única que sabe jugar sucio; por alguna razón son un mafioso. Creo que ya es momento de que ella sepa por qué realmente me dicen la bestia. —¡Max! —grité con todas mis fuerzas. Las puertas se abren. —Sí, señor —responde muy fuerte. —Dime qué pistas tienes sobre la información que te di ayer —preguntó primero eso, ya que es más importante. —Estamos buscando, señor, pero hemos encontrado muchas mujeres con ese nombre y apellido. Pero seguiremos a cada una de ellas hasta encontrarla —me cuenta. —Está bien. ¿Han ido a las escuelas a buscar a una Mia Cote? —Sí, señor, en eso estamos, pero hay varias escuela