—¿¡Cómo pudiste permitir que nos hicieran esto!?—protestaba Nadia en contra de su esposo. Mihai estaba sentado sobre un sofá, el viejo sofá y del que años atrás había querido deshacerse, pero la verdad no pensó que volvería a ese sitio.Al morir su padre, había vendido la mayor parte de su herencia, las cuales eran propiedades. Casas, departamentos, bodegas y algunos terrenos, todo eso, por supuesto, no tenía mucho valor, no era una cantidad que pudiera competir con lo que valía la empresa familiar, la cual su estúpido padre le había dado a su hermano mayor. Con las ganancias, su familia se había dado algunos lujos innecesarios, viajes, ropa, joyas, pero nada que pudieran conservar, por lo que pronto quedaron en la misma situación. Mihai era un bruto cuando se trataba de trabajo, su padre siempre había deseado que se empleara en algo que él pudiera y supiera hacer bien, pero tal como Dmitry, él era muy bueno en el juego y las apuestas, pero él iba a un nivel que Dmitry no se permitía
—¿Te encuentras bien?—cuestiono Dmitry de pronto dejando perpleja a Sarah. Ella alzó la ceja un tanto desconcertada, no sabía que era lo que pretendía con esa pregunta ¿Ofenderla?—Si—respondió ella tratando de tomar una posición recta, había sido un tanto humillante por poco vomitar frente a él.Meses atrás, un hijo era lo que tanto buscaba y anhelaba, pero no había sospechado en lo más mínimo que se sintiria igual que estar enferma.Sarah se veía muy pálida, le había afectado entrar en el ascensor, pero enseguida sospecho que se debía al bebé que se formaba dentro de ella.Él poco o más bien nada sabía sobre embarazos, nunca tuvo hermanos y su madre había muerto cuando él era muy joven así que apenas la recordaba por lo que no había estado expuesto alguna mujer que estuviera embarza, aquello era totalmente nuevo para él, pero por instinto supo que no podrían volver al ascensor.—Tal vez debería regresar al auto y descansar—propuso ella llevándose la mano a la nuca, al parecer también
Aquella reunión había sido un evento infernal para algunos, Dmitry no solo les había recriminado sus malas decisiones, sino que también los había expuesto con pruebas. Documentos de malversaciones donde se encontraban sus firmas, llamas grabadas y videos donde hablaban de sus sucios negocios. Si algo había aprendido Dmitry todos esos años en que había estado ausente, había sido a relacionarse con personas de cierta reputación. Estafadores, mafiosos e incluso hackers que le había sido de utilidad en su investigación. Todo el mundo estaba perplejo, más aquellos que estaban implicados en el desfalco de la empresa, pero lo que más impacto fueron las copias de las demandas que Dmitry ya había interpuesto en su contra. Él sabia que las autoridades poco podían hacer por su caso, sobre todo cuando era su nombre el que había sido utilizado para hacer todos esos fraudulentos movimientos, pero con ello lograba atemorizarlos y que mejor que entregarles un documento oficial para comprobar sus am
Dmitry finalmente dejo de tocarla, la apartó de él y se levantó para tratar de recuperar la comportará, de no controlarse, simplemente se dejaría llevar por sus bajos instintos y la haría suya.Su falo estaba firme, listo y duro para entrar en ella. ¡Oh, cuánto la extrañaba!Pero se contuvo, más por preservar algo de dignidad ante la empresa, aunque nadie podía verlos ahí, la posibilidad de que alguien entrará eran bastante altas.—Debemos irnos—le indicó sin mirarla a la cara, estaba un tanto avergonzado, pero no por lo que había hecho, sino por haber faltado a su palabra.Sarah se acomodo el vestido, un tanto confundida, a penas alcanzaba a comprender lo que había pasado, había un extraño calor entre sus piernas, el mismo que había sentido al ser Nina, cuando ella y Dmitry eran sólo meros desconocidos disfrutando de sexo y sólo eso.Él avanzó hacia la puerta, donde esos dos lo esperaban, la secretaria y el asistente, los cuales pensaba despedir en algún momento, pero mientras le fue
En pocos minutos hubo una reacción de su miembro y un gemido salió de entre sus labios. La boca de Sarah se había llenado casi por completo y al no tener más opciones tuvo que tragar lo que su esposo había depositado en su boca.Pocos segundos después, Sarah retiro sus labios de su miembro, le dio una última lamida para limpiarlo y luego lo guardo en su sitio mientras Dmitry descansaba la cabeza sobre el respaldo del sofa.Por un momento temió que aquello que había tragado le causará náuseas, pero los siguientes segundos no sucedió nada, agradeció al cielo por eso.Se acomodo el vestido, se limpio los labios y se sentó a su lado para observarlo a una distancia ni muy cercana, pero no tan lejos de él para observarlo con detenimiento. Lo contempló por un par de segundos mientras trataba de recuperar el aliento y las fuerzas. Observos sus facciones, su piel y donde esta parecía terminar gracias a una mata de barba bien acomodada.—Esto no cambia nada—dijo Dmitry al abrir los ojos mient
Al llegar a la mansión, Sarah se sintió más animada y por primera vez después de llegar a Rumania, sintió la misma energía que tenía en Mónaco. Nina revivió, pero con otro nombre: Sarah.Después de lo que había pasado en la oficina de Dmitry llegó a una conclusión que la puso bastante feliz, él aún la deseaba y su deseo era mucho más fuerte que su odio, así que pensó que tal vez existía una posibilidad de que él la perdonará.—Señora—dijo Gerald detrás de ella, al entrar a la casa. Sarah se volvió en su dirección—disculpe que la moleste, pero debo regresar por el señor Petrov, así que si me necesita puede marcar a mi número.Le extendió una pequeña tarjeta negra con letras grabada en plateado que decían su nombre y su número. Sarah lo tomó, aunque dudosa de que eso realmente fuese a suceder. La casa estaba rodeada de guardias de seguridad y aunque ni él ni Dmitry estuvieran, ella estaba segura en casa.—Gracias—respondió ella tomando la tarjeta. Luego él dio media vuelta y volvió al a
No contaba con la presencia de tanta gente, las cuales eran testigos potenciales, por lo que su intención de asesinarlo ese día, justo en ese lugar había sido arruinado.—De acuerdo, me iré. Solo daré un pequeño recorrido por los alrededores de la casa antes de eso—le informo con una sonrisa forzada. Sarah se dio la vuelta y comenzó a subir los peldaños de la escaleras.—Haz lo que quieras—le dijo restándole importancia a lo que pretendía hacer— solo no me molestes.Nadia la observo irse, forzandose a si misma para no sacar el arma que llevaba en el bolso y finalmente terminar con su absurda existencia. Cuando Sarah desaparecio de su vista, Soltó un suspiro, sus problemas habrían terminado de no ser por esa gentuza que caminaba a su alrededor, no tenía más opción que dejar pasar la ocasión, pero eso no quería decir que su probabilidad de matarla era diferente. La próxima vez tendría un plan.Paseo por la casa, solo por la planta baja. Dmitry solo había hecho cambios significativos en
Una ligera brisa cruzaba el vestíbulo. Los trabajadores habían hecho todo lo posible para terminar de colocar los ventanales y aunque habían puesto todo su empeño, al final no habían podido terminar la parte trasera, así que lo único que separaba el exterior, era ese pedazo de plástico que se movía y hacía ruido al levantarse por el viento. Dmitry, frunció el ceño, más no se molestó, nada en ese momento lo haría enfadarse, lo había estado meditando toda la tarde, todo lo que le haría a Sarah. Antes de subir a su habitación, fue directo hacia donde estaba todo lo que su secretaria le había conseguido, lo inspecciono antes de llevarla, todo era tal cual lo había solicitado, aunque la lencería era mucho más provocadora de lo que le había solicitado a esa mujer, pensó en la posibilidad de no demandarla por ese gusto que le había dado, pero ya lo vería después. Subió las escaleras con la caja en mano, todo estaba oscuro, les había dado el día a sus empleados para evitar que escucharan el