Narra John
—¡Maldita sea! —grité con rabia.
—Cálmate John —me ordenó Khoved irritado.
—¡¿Cómo mierdas quieres que me calme?!, ¡si esa perra tiene a mi hija! —grité histérico.
—Quédate tranquilo maldición, recuerda el chip —tenía razón.
Pero eso ya estaba resuelto, porque ya había mandado a rastrear su ubicación.
Ya más calmado tome mi celular y marque un número en especifico.
—No&
Narra TatianaHorasatrás...—Aquí tienes para que huyas y no te maten —le entregué el dinero y los papeles falsos.—Gracias —agradeció con la cabeza baja—, no le hagas daño por favor —me suplicó.—Ya sabes lo que haré y estuviste de acuerdo, así que no seas marica y lárgate de aquí —le di la espalda y me fui de ahí.Esté chico me enseñó que por amor y egoísmo podemos hacer cualquier cosa, incluso vender a la persona que supuest
Narra Jade4 añosdespués...Hoy por fin, después de tanto esfuerzo me voy a graduar de la universidad y también es mi aniversario con Tom, ya son cuatro años desde que somos novios oficialmente.En estos momentos estoy en el salón de belleza junto a Anna y mi madre.—¿Cómo se sienten las número de sus clases? —pregunta mamá orgullosa.—Genial mami —responde Anna feliz.—Normal —me encojo de hombros.
En esta vida todos tienen enemigos, no importa si eres inocente, igual el peso ajeno puede caer sobre tus hombros. Nadie está libre de pecado hasta que se demuestre lo contrario.El mayor error de John fue haber creído que Greg no haría nada y se quedaría de brazos cruzados mientras se follan lo que le pertenece, ¿irónico?, podría ser que sí...Uno se dejó cegar por la codicia y el otro fue tan amable que aceptó un estúpido trato que al final nadie cumpliría, porque así es la vida, no siempre se puede ganar y se debe aprender a vivir con ello, a unos les toca fácil y otros deben luchar por el pan de cada día.—¿Te irás y nos dejaras en paz? —preguntó John molesto, la situación lo tenía harto y solo quería a ese animal lejos de él.—Esta bien, querido amigo —espetó Greg con sarcasmo y le sonrió con cinismo— me disfruté mucho follarme a tu esposa.John apretó los puños y lo miró con odio, aquel
Narra JohnMe muevo de aquí para allá en el almacén revisando la mercancía que llegó hace dos días, no me fío mucho de los colombianos, a veces mezclan la cocaína con otras cosas para hacer más peso. Sinceramente siento más pesada la labor, pocas personas me generan la confianza suficiente, pero como dicen por ahí: los años te enseñan muchas cosas.—¡Javier! —llamo a mi mano derecha.Él ha estado conmigo desde que me tocó hacerme cargo del negocio, al principio fue muy difícil, yo no quería esta vida pero no quedo más opción que aceptarla y adecuarme a ella.—Señor Fortein todo listo —me informa, él está serio como siempre y ordena a uno que otro hombre para haga bien su trabajo.—¿Revisaron bien el cargamento que llegó de Colombia? —le pregunto, él asiente.—Si señor, todo en orden —dice confiado, por eso es mi mano derecha, siempre hace todo correcto.Él se va a d
Narra Jade—¡Despierta dormilona! —me grita Anna con su voz chillona.—Que seas mi mejor amiga, no te da el puto derecho de despertarme —le gruño mientras me levanto de la cama para arreglarme.—¡Woow! —hace cara de sorprendida.— Nunca vas a cambiar ese vocabulario, al señor John no le gustaría que su nena hablé así -dice burlona.—Cállate —le digo malhumorada y le saco el dedo del medio.Ella coloca los ojos en blanco y suelta un suspiro- lo bueno es que vivo al lado de tu casa.—Por desgracia así es -ella de echa a reír y yo también.Es cierto somos vecinas desde que sus padres se mudaron a este vecindario cuando ella tenía 6 años, nos conocimos y desde ese entonces fuimos muy amigas. La quiero incluso como una hermana, siempre hemos estado la una para la otra.—Atraparme si puedes, tortuga —dice Anna entre risas.—Ya vas a
Narra JohnDespués de haber dejado a Jade en la universidad, me dirijo al almacén 4D que es donde producen la droga, necesito cerciorarme de que todo este en orden para poder exportarla dentro de dos días.Estaciono el carro y me bajo de él, entro al almacén pero para mi sorpresa no hay nadie, en seguida saco mi arma y recorro el lugar a paso lento por si hay algún enemigo rondando.—Baja la guardia —reconocería esa voz donde fuera, así que menos me confío.—Greg —digo entre dientes— teníamos un trato —le recuerdo molesto.—Ah, eso —se encoje de hombros— solo vengo a hacer negocios —dice como si fuera lo más simple del mundo.—¿Y mis hombres? —le pregunto e ignoro lo que dijo anteriormente.—Están bien amigo mío —hace un gesto con la mano para restarle importancia.—No te creo, vete de aquí y déjanos en paz —le digo tajante y con una voz firme.<
Narra GregFue un poco difícil convencer al idiota de John, lo bueno es que al final accedió a mi propuesta y es que en realidad le convenía mucho aceptar, todos vamos a ganar, sobretodo él.—Reúne a los hombres —le ordeno a mi mano derecha.—Si señor Lacruz —responde y se va a buscar a los demás hombres.Cuando todos están reunidos, me preparo para hablar, todos están atentos a mis movimientos y lo que tengo que decir.—Bien les quería contar que ya tenemos un nuevo y mejor distribuidor —todos se miran entre sí confundidos— así que debemos tener mucho cuidado con nuestros pasos y ser cautelosos—. Les informe, pero más que nada era una advertencia para que no salen mis planes.Todos asienten, Joel les da los detalles sobre quien es y a que cartel pertenece.Debo prepararme porque dentro de dos días viene mi mujer a visitarme, he anhelado tenerla de nuevo conmi
Narra JadePensé que la universidad sería fácil pero estuve muy equivocada, a penas llevo tres semanas y tengo demasiados trabajos por hacer; todos los días se suma una tarea nueva y parece que nunca fuera a terminar lo que ya tengo.—¿Qué tal tu día? —me pregunta Anna.Tenía días sin verla, pues la universidad no me ha dejado tiempo para nada.—Igual que todos, tengo mas trabajos que vida —digo cansada, puedo apostar que tengo ojeras de mapache.—Yo también estoy igual y no me ando quejando —no puedo evitar reírme, aunque ambas somos buenas estudiantes, ella siempre sabe como manejar el estrés.—Cierto —le doy la razón— ¿salimos? —le pregunto haciendo ojitos.—Puede ser, tenemos cosas que hacer y trabajos que entregar para el lunes Jade —me recuerda y se encoge de hombros—. No debemos estar pensando en ir de fiesta —coloca los ojos blanco.¿Olvide