—¿Dice que yo vele por las necesidades de su hija? —ella se da la vuelta a lo que él se detiene —. ¿De verdad me está diciendo eso? Sé que me ha contratado como su niñera, pero, ¿de verdad? —Abril lo enfrenta con la mirada.—¿Qué es lo que me está queriendo decir? —Hunter mira fijamente esos ojos grises.—Que se dé cuenta de lo que está haciendo con su hija Jewel.La mención de su hija en la conversación lo puso en alerta, el CEO se cruza de brazos pareciendo más intimidante de lo que ya era.—¿Qué está diciendo? —Abril se atreve a dar un paso hacia él.—Yo no tengo porque decirle algo que usted mismo puede ver, sin embargo, pretendo decírselo porque esa pequeña no se merece sentirse como se siente.En ese momento él traga saliva en seco. Y aunque parecía tranquilo, por dentro estaba muy intranquilo.—Su hija cree que usted no la quiere, señor Lanzoni. En eso debería estar pensando, y en vez de estar reclamándole a la niñera por algo que ya sabe que debe hacer, debería estar pensando
Abril le sonríe a su padre, seguía derramando lágrimas, sin embargo comenzó a sonreír.—El señor Lanzoni no ve el daño que le está haciendo a su hija, y me da mucho pesar saber que esa pequeña cree que su papá no la quiere.—Abril a veces no podemos ayudar a todo el mundo, si tu jefe es como es con su hija no puedes interferir, en su manera de llevar las riendas en su hogar con esa niña.—Pero no está bien, papá. Si conocieras a Jewel te darías cuenta de que es una niña encantadora y dulce.—¡Te creo! —Jhon limpia las lágrimas de ella sonriéndole con amor —. Sin embargo él se su papá y sabe bien como tratar a su hija. Si ese es su modo de hacerlo no puedes meterte.La joven pestañea varias veces.—¿Significa que no puedo interferir?—No. Pero eso no quiere decir que me agrade la manera en que te amenazo. No estuvo bien como te hablo y eso no puede volver a suceder. ¿Regresaras a trabajar?Abril se queda pensando en eso, había salido tan rápido de la casa que no pensó en lo que haría d
Al colgar la conversación con Alonzo, el rubio marca rápidamente el número de la niñera. Este comienza a sonar y sonar pero ella no atendía, no colgó la llamada hasta que lo mando a buzón.Mira el aparato en su mano y vuelve a marcar el número, hasta que de pronto como que escucha un sonido en la casa, sale de su despacho y se encamina hasta dónde provenía el ruido.Con el teléfono inalámbrico en la mano detalla que el móvil que le dio a la niñera se encontraba sobre la mesa. El CEO cuelga la llamada y toma el aparato, ella lo había dejado, ¿y eso que significaba?—Demonios, si la niñera renuncio Jewel me odiara.Traga saliva dejando el teléfono en el mismo lugar.[…]El sábado Hunter no fue a trabajar para poder quedarse en casa con su hija, luego de desayunar observa a la niña mirar su plato un poco aburrida.—¿Qué quieres hacer hoy?—Nada…—él frunce el ceño, pero vuelve a probar.—¿No quieres nadar en la piscina un rato?—No, ayer tuve clases. No quiero nadar de nuevo.Se recuesta
Hunter atendía a unos clientes importantes justamente cuando su móvil comenzó a vibrar, seria de mala educación atender la llamada en plena reunión, por eso dejo esperando la llamada.Pensó que luego la devolvería…[…]Abril miraba hacia la puerta muchas veces, pero su jefe no aparece. Hasta que las luces bajaron y la gente hizo silencio de la nada, la función iba a comenzar ya. Ella supo que el papá de Jewel no iba a llegar a tiempo.De pronto las niñas comenzaron a salir para hacer su baile, Abril sonrió al ver a Jewel como la principal de aquel recital. La niña en lo que echó un vistazo hacia donde estaba sentada su sonrisa se le apago un poco, y Abril supo porque.Sin embargo la pequeña miró sus ojos y sonrió, eso era bueno, al menos eso quiso pensar. Era increíble como su padre se le pudo olvidar algo como eso, y lo peor de todo es que ignorara su llamada.De verdad que no tenía excusa para eso…[…]Luego de despedir a sus clientes, Hunter sonríe porque había hecho buenos negocio
—¿Por qué debería? —Responde un poco nerviosa —. Yo no soy la que esta…—calla sus palabras, puesto que sabía que no debía seguir hablando.—¿Qué? ¿Por qué no termina de decir lo que tiene atorado?Ella aplana los labios al tenerlo tan solo a un escalón de distancia, se veía tan grande e imponente ante ella que era tan baja de estatura.—Ese no es mi problema, como usted lo ha dicho —Hunter la mira a los ojos y ve en ellos más de lo que su boca dice.—Esta tan enojada como lo está mi hija, lo puedo ver en sus ojos.—El que lo esté o no, eso no debe importarle a usted. Mi opinión en esta casa no es imprescindible, y eso me ha quedado bastante claro. Pero no por ello dejare de decirle que debe darse cuenta de lo que está haciendo con su hija. Ahora son su permiso debo arreglar el cuarto de Jewel.Con los nervios carcomiendo el interior de su cuerpo, Abril pasa a un lado de su jefe. Sus piernas parecían de gelatina y seguía sin comprender porque razón se estaba sintiendo así. Era evidente
—¡¿Un viaje a la playa?! —Jhon le pregunta incrédulo a su hija—. ¿Cómo está eso de que harás un viaje para la playa con ese hombre, Abril? ¿En qué estás pensando?—¿Eso que significa, papá? —dice ella sacando una pequeña maleta debajo de su cama.—Te vas a una isla con tu jefe, ¿crees que eso está bien?—Papá, por favor, ¿Qué insinúas? Yo no me voy para esa isla con mi jefe a solas; yo voy en calidad de niñera, a cuidar de Jewel. No es un viaje de placer como estás pensando.—¿Eso crees?Abril se detiene para mirar la maleta y empieza a pensar en las palabras dichas por su padre. Él estaba pensando que su jefe tenía otras intenciones con ella, ¿Qué clase de intensiones podrían ser esas?Frunce el ceño puesto que no tiene idea, el señor Lanzoni fue explícito con ella, únicamente la necesitaba para cuida de Jewel no para nada más.—Papá, no entiendo porque me estás diciendo estas cosas. El señor Lanzoni me necesita para estar con Jewel, ¿Por qué dices cosas tan extrañas?El grado de in
Abril vio la vía por el que iban y frunce el ceño al visualizar la salida que señalaba el camino al aeropuerto. Sin embargo no pronuncia alguna palabra puesto que ella no sabe ni siquiera a donde se dirigían.Un par de minutos después ella visualiza el aeropuerto, los pálpitos de su corazón iban en aumento a medida que la edificación se mostraba cada vez más. Para ese entonces no soporto más.—Disculpe señor Lanzoni, pero, ¿A dónde vamos?—Tomaremos un avión para ir a la playa.Abril fija sus ojos al frente, nunca en vida se había subido a un avión. Y el saber que ese día lo haría la angustiaba, no estaba lista para abordar uno.Cuando bajan de la camioneta, Abril siente que Jewel toma su mano para apretársela.—¿Te da miedo volar? —la castaña la observa a la niña.—Nunca me he subido a un avión —susurra pensando que solo Jewel la escuchaba.Pero la verdad es que Hunter las estaba oyendo, y enterarse de que a ella le daba miedo volar conllevaba a un problema. Si hubiera estado enterad
—No, como cree, señor Lanzoni. —Abril me has dicho que no te bañaras en la playa por no tener bañador, vamos a ir de compras—la rubia le sonríe alegremente. —Realizare una llamada y luego salimos a comprar lo que quieran. Abril observa como su jefe se aleja con el móvil en la mano, estaba tan nerviosa. Ella no quería un traje de baño, ¿y si no encontraba uno que le quedará bien? ¿Cómo lidiaría con Jewel? Estaba en una posición incómoda. —Estoy segura de que encontraremos uno muy bonito para ti, yo lo buscaré para ti. —Jewel, no creo que sea buena idea que vayamos a por un bañador, yo me puedo quedar en la orilla viendo cómo te diviertes. —De eso nada, también tienes que probar el agua nunca te has metido en el mar. Así que vamos a cambiarnos. La niña jala su cuerpo hacia la recámara y un par de minutos después salen de la misma con otro vestuario. Justo a su salida, Hunter ingresa en la casa topándose con ellas en la sala. —Ya estamos listas, ¿nos podemos ir a la tienda? —preo