Capítulo 43
Lina, temerosa de ser vista, se escondió apresuradamente bajo el escritorio, pero tiró el vaso de agua sin querer, derramándolo por toda la mesa y goteando sobre su cabello y cuello.

Los pasos se acercaron y un par de zapatos de hombre aparecieron frente a ella, seguidos por la voz de Santiago desde arriba:

—¿Lina?

Lina no tuvo más remedio que ponerse de pie, ocultando disimuladamente el pan detrás de ella, y dijo sonrojada:

—Señor Cruz.

La mirada de Santiago se detuvo dos segundos en su cuello. —¿Por qué no has ido a almorzar?

—Yo... no tengo hambre—mintió Lina.

Pero apenas terminó de decir que no tenía hambre, su estómago emitió un fuerte gruñido. Lina rápidamente cubrió su vientre con la mano, su rostro enrojeciendo de vergüenza.

Santiago miró su estómago.

—Ven conmigo a la cafetería. De paso te explicaré algunos puntos sobre el proyecto de cooperación con el señor Gómez.

—Está bien—Lina guardó el pan a medio comer en el cajón, tomó su libreta y un bolígrafo, y siguió apresuradam
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo