50

Los niños ya estaban en la cama cuando salieron al fin, regresarían en la madrugada casi, así que Constance cuidaría de ellos.

Subieron a los asientos traseros de una limosina que August había contratado para esa noche, y sonrojada, Tess miró el interior con ojos grandes de asombro. August destapó la champaña y mientras el auto echaba a andar tan suavemente como si fuera sobre rieles, Tess no pudo evitar sentirse tan emocionada que lo que quería era gritar.

—Sonríes como si estuvieras a punto de cometer una travesura —observó él mirándola encantado y pasándole su copa de burbujeante champaña, y Tess no pudo evitar soltar una risita.

—Estoy… nerviosa, supongo.

—¿Por la limosina?

—Sí —admitió ella sin reparo—. Y por el concierto… Es decir… es mi primer concierto as

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP