Xander tenía muchas cosas en mente y una de esas era tener a Bastian arrodillado frente a él, por qué él no podría ser el chico delicado que él quería pero podía ser mejor que cualquier chico con el que Bastian haya estado hasta ahora.
Con ese pensamiento salió de su habitación para dirigirse a la salida. Hoy era su día libre en el hospital y podría ir temprano al gimnasio y luego regresar a casa de sus padres a almorzar.
Si deseaba, podía ir a su departamento, pero como sabía que Bastian estaba cerca, prefería mantenerse lo más posible junto a él.
— Veo que también vas de salida ¿Te llevo? —Bastian se acercó a él, estaba esperando que el menor saliera de su e
Xander estaba con las manos sobre su espalda baja, estaba sudoroso por la previa acción que vivió a manos del dominante. Sus ojos estaban cubiertos por una venda y no se escuchaba absolutamente nada en esa habitación, el frío metal de una jodida pala de metal estaba siendo guiada por toda su espalda, hasta detenerse en sus glúteos.— Palabra de seguridad, Sum —le quitó la mordaza—. Es nuestra última escena.— Trece, mi señor —abrió la boca lo suficiente para que el mayor colocara de forma adecuada la mordaza.Xander sonrió, aunque no podía mostrarse, estaba seguro de que su pequeño amigo había hecho.Dos dedos fueron puestos sobre su espalda, inclin&aa
Después de terminar sus rondas por las habitaciones donde le tocaba, pudo respirar feliz e ir a donde estaba su mochila y ponerse a estudiar un poco sobre los exámenes finales que le tocaban tomar. Bastian lo seguía de cerca, más de lo que debería.Xander secó el sudor de su frente y se dirigió al cuarto de los enfermeros, pero no sé quedó con darle una mirada coqueta a Bastian el cual volteó rápidamente para otro lado. Lo haría rogar, haría que todas las palabras no quedaran en el olvido.— Xander, espera —Xander aceleró sus pasos y al llegar al cuarto—. Oye, que esperes; te estoy hablando.Bastian agarró fuertemente a Xander de los brazos y lo acorraló contra la pared, y acercó s
Xander lo miró de arriba hacia abajo, buscando la manera de echarlo de su casa, pero lo veía tan mal que le dio pena.— Estás borracho —se cruzó de brazos—. Es mejor que te vayas a tu casa, Bastian.— No, no me vas a decir lo que tengo que hacer —se agarró del marcó de la puerta para no caerse—. Tengo que decirte unas cuantas cosas que no pueden esperar.— Me las dices después, ahora estoy algo ocupado —susurró lo último—. ¿No puedes esperar hasta mañana?— No, no puedo esperar —entró de lleno al apartamento—. ¿Con quién estás? —señaló las maletas—. ¿Te mudas?
Blake metió sus manos en los bolsillos de su abrigo, mientras entraba al club. Xander se había encargado de que lo dejaran pasar sin tener que dar muchos datos, sólo dio su nombre y eso fue todo. Sus manos estaban temblando, y miraba todo con mucha curiosidad. Ni siquiera él mismo sabía porque había accedido en primer lugar a ir, pero ya lo había hecho.Se sentó en la barra y el barman, le sirvió una bebida con poco alcohol. Se miró la vestimenta, y luego frunció la frente, no estaba vestido para la ocasión.— Debes de ser Blake —Arthur llegó a su lado—. Soy Arthur.— Creo que ya sabes mi nombre —sonrió—. Esto es extraño.— De
Bastian, lo único que pudo hacer al día siguiente fue quejarse del dolor que se estaba instalando en su trasero. Ni el dolor en su cabeza podía ser igual a ese, lo primero que llegó a su mente fue que lo habían violado en ese bar o que Xander lo había dejado a su suerte.— Despierta —Xander dejó caer su mano en el rostro del mayor—. Ya es tarde e invades todo lo que me pertenece.Bastian se levantó rápidamente de la cama del menor y lo peor que pudo haber sentido aparte del dolor fue sentir semen saliendo de su entrada e ir bajando lentamente por sus piernas. Levantó su mirada para observar a Xander y ver en su cara esa pequeña sonrisa de maldad aclaró todo en su mente. El maldito mocoso lo había violado y no podía recordar cómo pudo dejar
Alex se cruzó de brazos mirando las calles iluminadas de la gran Bretaña, su hermano Zaid al fin esa noche dejaría de ser virgen, y se sentía como si él fuese la madre orgullosa de que sus hijos lograron algo. El tipo que estaba a su lado, después de salir del club comenzó a notarse tenso y ni hablar de que cada vez que Alex se giraba para verlo, éste se ponía más nervioso.— Bien, suelta la sopa —dijo en cuanto se detuvieron en un semáforo—. Sé muy bien que sabes que soy un vivo.— ¿Qué?— So —rodó los ojos—. No te hagas el estúpido, por el amor de Dios, sé que tu hermano también lo sabe. Por lo que sospecho que me llev
— Alexander, contrólate —Xander lo tomó por la oreja y lo arrastró hacia la casa de sus padres—. ¿Qué se supone que estabas haciendo en ese campamento? Te dije que no tenías permitido salir...llevo meses creyendo que estabas en la otra punta del mundo y hoy casi te matan.— Pero, mamá... —chilló—. Soy un lisiado, ¡Te demandaré con recursos humanos!— ¡Recursos humanos mis pelotas! —abrió la puerta de la casa de sus padres—. ¡Tus abuelos y tú, hacen lo que se les da la gana!— ¡Abuelo! ¡Abuelo Mikhail! ¡Por favor! — El menor se movió de un lado a otro para alejarse de Xander — ¡Mi mamá me quiere matar!
— ¿Se puede saber qué está pasando? —Bastian se colocó a su lado, cuando Xander dejó el teléfono en su lugar—. Has asustado a tu hijo. Por suerte lo llevé a su habitación y le dije que no se preocupara.— ¿Puedes quedarte con él esta noche? Sólo será esta vez...— ¿Qué ha pasado?— Yo... no sé —se pasó una mano por el cabello —. Se supone que esas dos personas ayudaron a mi hijo... una de ellas debía de estar muerta y...— Siéntate, estás muy alterado... ¿Quiénes son ellos?— Son los hijos de mis abuelos... los monarcas de