Xander dejó caer su cuerpo contra el colchón cuando estaba seguro de que no tenía la fuerza suficiente para decirle a Bastian que se detuviera. Ya tenía lo que por años había estado buscando, y algo le decía que ese papel que había firmado sería de lo que se arrepentiría después.
— ¿Vas a violarme? —preguntó, con la mitad del rostro contra la almohada—. Es lo mínimo que me merezco después de lo que te oculté.
— ¿Era una especie de venganza por lo que pasó hace ocho años?
— Nunca utilizaría a mi hijo para algo tan bajo —le miró de mala gana—. Si va a reclamarle a alguien, házselo a Valentín no a mí... cierto, y
Bastian se giró boca arriba en la cama, y abrió los brazos, escuchando la risa estruendosa de Xander por alguna parte de la habitación. Tomó la primera almohada que encontró y la abrazó para seguir durmiendo. Se sentía muy bien estar en la cama, ni siquiera estando en la suya podía decirte que estaba cómodo.El salto detrás de él, hizo que las sábanas bajaran un poco de su cuerpo, pero lo tanto como para dejar su trasero libre.— Creo que fue mala idea venir —las cejas de Bastian se juntaron al escuchar la voz de Alexander se coló por sus oídos—. Ya lo mataste y soy parte del crimen.— No lo maté —Xander se sentó junto a su hijo—. Está durmiendo.
Xander salió de su casa, como todas las mañanas junto con Alexander. Iba a llevar a su hijo a la escuela y de paso iría al gimnasio para entrenarse en algo que no fuera la estupidez que iba a cometer. No era que no le interesara en lo más mínimo la vida de Bastian, pero se sentía cansado de que las personas terminaran por usarlo cuando necesitaban algo de él.Bueno, sacando a Blake, porque sin importar que ya tuviera un techo en el cual podía refugiarse, seguía mandándole mensajes y de vez en cuando se pasaban horas hablando, tanto en el gimnasio como por teléfono.Ya era libre de la universidad, por lo que dentro de poco se tomaría unas largas vacaciones fuera del país, y mandaría a la mierda a Bastian, junto con su perfecto cuerpo. Xander despertó y todo su cuerpo se sentía pesado e incómodo. Sus manos estaban atadas y su espalda dolía de puta madre, se movió un poco cuando escuchó la voz de Alex, en un lastimero gemido en busca de que él hiciera alguna señal de que estaba vivo. Se sentó como pudo y frunció el ceño al ver a su madre en esas condiciones tan deplorables.— Mamá —llamó al mayor—. ¿Qué está pasando?— Tu papá nos tiene aquí —sollozó—. Es mi culpa, todo lo hago mal.— ¿Papá Mikhail?— No, sabes de quien hablo —sollozó—. Siempre me meto en problemas, mira ahora donde estamos.Capítulo 15.
— Así que eres mi sensual abuelo —fue lo primero que dijo Alex—. Tengo que decirte que en verdad eres sexy.— Mamá, me estás avergonzando —gimió Xander—. Deja de decir esas cosas.— Es mi oportunidad, cuando lleguemos a la casa tu padre estará ahí y ya no podré decirle a este bombón lo sexy que es —señaló—. ¿Verdad, Liam?— Gracias al cielo —murmuró mirando el paisaje—. Nunca creí que esta familia se metiera en tantos problemas.— No pidas milagros, por algo somos los Jackson Hamilton, se meten en líos desde la primera generación —dijo obvio—. Iniciando con tu padre.<
Esto sucede antes de la muerte de Liam y Harry 1.Un chico de ojos verdes claros, estaba siendo embestido por alguien que nunca se imaginó que fuera capaz de hacer algo como eso con él. Sus pequeñas manos se aferraban lo más que podían al barandal que estaba en una de las ventanas de la última planta de la iglesia.El pequeño pueblo estaba iluminado por los grandes faroles que el demonio que estaba abusando de él había regalado.Todos pensaban que era un Dios, un Ángel mandado por los dioses o que simplemente era alguien que había llegado para ayudar a las personas sin ningún tipo de beneficio o de recompensa por hacerlo.El menor sabía qué clase de persona era, quien era el causant
Xander, el pequeño y hablador pequeño de ocho años que se encontraba mirando a Bastian desde una esquina de la habitación. Todavía no se rendía, deseaba tanto que ese chico de quince años le dijera que sí. Su padre Alex le había dicho que debía de seguir luchando por lo que quería, así como hicieron sus abuelos, hasta el día de su muerte.Se sentía tan cansado, pero valía la pena verlo todo el día, no se rendiría así de fácil, eso sí que no.Hasta que un día escuchó la conversación que cambió su vida, Bastian hablaba con un chico de su facultad de medicina que se preguntó si eran algo más que amigos, por la forma en que sonreía y en la que susurraba cosas que no lograba escuc
Xander salió de la facultad y fue hacia su carro. Se sentía cansado como para ir a su trabajo en el hospital. Su padre le había dado un trabajo en ese lugar, ya que era el director del lugar, y su madre era el jefe de los enfermeros.Desde hace dos años que trabajaba en el lugar, y no vivía con ellos y sus hermanos, los cuales estaban cada vez más insoportables.— Ya voy de camino, mamá —abrió la puerta del carro, y puso el teléfono en el altavoz—. Iré después al gimnasio.— Pasas más tiempo metido en eso que en tu casa —le gruñó Alex, caminando de un lado a otro—. Ya es hora de que llegues aquí.— Dije que ya voy de camino, d
Xander tenía muchas cosas en mente y una de esas era tener a Bastian arrodillado frente a él, por qué él no podría ser el chico delicado que él quería pero podía ser mejor que cualquier chico con el que Bastian haya estado hasta ahora.Con ese pensamiento salió de su habitación para dirigirse a la salida. Hoy era su día libre en el hospital y podría ir temprano al gimnasio y luego regresar a casa de sus padres a almorzar.Si deseaba, podía ir a su departamento, pero como sabía que Bastian estaba cerca, prefería mantenerse lo más posible junto a él.— Veo que también vas de salida ¿Te llevo? —Bastian se acercó a él, estaba esperando que el menor saliera de su e