— Señor, entonces usted ya tiene planeado todo lo que va a hacer, ¡He! — el hombre de confianza de Vico le dijo en cuanto lo sacaron del carro del catering. — Por supuesto, sabes que yo nunca pierdo mi tiempo, si he dicho que le sacaré hasta el último centavo a ese idiota es porque lo haré — Aseguró con firmeza, convencido de que lograría su cometido — Comenzaré por hacer que me regrese las gemas y para ello tomaré la más preciada pieza de su colección — Sonriendo entre dientes mientras se relamía los labios y se ajustaba la entrepierna del pantalón — ¡Ya lo verás! Les he dejado un regalito de bodas como muestra de lo que soy capaz de hacer, después de hoy estarán temiendo hasta de su propia sombra. En el terreno de la mansión, los hombres de seguridad continuaban con la búsqueda, uno de los sabuesos olfateó algo y los hombres siguieron la pista falsa alejándose cada vez más de la casa grande, pero llegados a un punto muerto en el que los perros comenzaron a dar vueltas en círculos,
Adriano mantuvo esa sonrisa que solía quitarle el habla a más de una sabiendo que estaba dispuesto a lo que fuera por ella.—No me importa si tengo que dormir sobre el heno de los caballos otra vez, lo haría por ti, repetiría todo otra vez para conocerte, incluso el tema de la mier*da de caballo.Ella se rio ruidosamente, hacía mucho que no se reía de esa forma, tan libre y tan gustosa, tenía su gracia el tema de los desechos de los animales, ella pensó que había sido una especie de venganza anticipada.—Era necesario en ese momento, y se dice: “ Gracias Angelina por salvarme de que la policía me atrapara ” — Dijo imitando el tono profundo de la voz de Adriano.Él continuó riendo y prosiguió con la frase en su propia voz:—“¡Gracias Angelina por salvarme la vida, gracias por bañarme con mier*da de caballo y gracias por hacerme dormir en el suelo en mi propia habitación, ahora mismo amor mío!”—No necesitas dormir en el suelo, ahí hay un sofá cómodo — Dijo señalando a la esquina en don
El sonido de la explosión estremeció la tierra, haciendo que todos se lanzaran al suelo mientras el polvo caía del techo del bunker. Los sollozos de las mujeres llenaron el espacio mientras los hombres intentaban no parecer unos tontos.— ¡Madre santa! ¿Qué fue eso? — Clamó el chef que estaba en medio de los demás empleados y a quien poco le importaban los códigos de los mafiosos y sus clanes, ¡Al diablo con las pantallas! ¡Si pensaban que era un gallina que más daba! — ¿Allá afuera cómo están?— ¡Estamos bien! La explosión fue el en hangar, parece que están bloqueando las vías de escape, no se preocupen, no fue cerca — Alguien respondió con voz trémula.— ¡Pero tembló la tierra como si lo fuera! — Livia respondió de mala gana, parecía que todo el tiempo tenía que estar poniendo en duda lo que los demás decían.— ¡Alguien debe ir por los señores! — Sofi dijo con un nudo en la garganta, se estaba llevando muy bien con Angelina, y ambas se necesitaban la una a la otra, Sofi había encont
Angelina trató de llevarse las manos al cabello para zafarse del agarre de Vico, pero el hombre era demasiado fuerte para ella.— ¡Te lo advierto Vico! No sabes con quién te metes, no me conoces aún, si llegas a hacerle daño yo…Vico se rio estruendosamente, lleno de confianza y pagado de sí mismo, creyéndose intocable, invencible, y lejos de que la ira implacable de Adriano Bonuchi llegara a alcanzarlo.— ¡No eres más que un pobre idiota! ¡Mírate! Ahora misma estás ante mi presencia de rodillas, ¿Qué creíste? ¿Qué podrías con todo? ¿Qué el mal y el terror nunca tocarían a tu puerta? ¡Está tan equivocado Adriano! Yo soy el mal encarnado y tú vas a pagar por todo lo que me debes, ¡Ya lo verás!Vico tomó del cuello a Angelina y la empujó hacia las escaleras para meterla dentro de la casa y Adriano comenzó a reírse a carcajadas, unas tan sonoras y estridentes que Vico pensó por un momento que el otro se había chiflado, ¿Qué razón tenía para reírse de esa forma como si estuviera loco? ¿Y
Adriano se dobló sobre sí mismo de dolor, e imploró al cielo que le diera las fuerzas para seguir, el dolor era intenso y punzante, y aunque estaba acostumbrado a él, no siempre era fácil, y menos si se tenía a diez bribones apuntándole directamente a la cabeza.Vico rio de buena gana, con una voz ridículamente infantil, como si todo en él se hubiera desarrollado menos sus cuerdas vocales, si Angelina lo hubiera conocido en otras circunstancias se habría reído de él.— ¡Vamos hombre! No vas a quedar como un soberano idiota delante de tu mujer, ¿O sí? — Vico comenzó a moverse como si fuera un depredador alrededor de su presa mientras Angelina se doblaba de rodillas y regresaba a su antiguo fervor religioso, rogando a cada santo conocido y por conocer para que los librara en ese aciago momento.Vico se quedó observando a la chica hincada de rodillas y con las manos juntas y ladeó la cabeza en señal de interrogación.— ¿Qué se supone que está haciendo, acaso es algún tipo de broma de mal
Adriano cayó al suelo casi bajo el cuerpo de la enorme mole de peso muerto. Antón hizo una seña a dos de sus hombres y estos saltaron sobre el Ruso para moverlo y quitárselo de encima a Adriano, ayudándolo a ponerse de pie.— Gracias, chicos, avisen a los del bunker que ya pueden salir, pero háganlo con prudencia, todavía no sé quiénes de ellos se quedarán con nosotros, y ya conocen cuáles son mis condiciones para aplicar al empleo.— ¿Ves? El jefe nos lo advirtió, ¡Este hombre nos matará! — Le dijo uno de los hombres de Vico al otro en baja voz, pero Adriano, que tenía oído de tísico, lo alcanzó a escuchar — No he dicho que mataré a nadie, pero no todo el mundo es digno de un puesto de confianza en mis filas, depende de si pasan la prueba o no, si es así, entonces se quedarán, y si no, pues ocuparán otro tipo de lugar, uno lejos de mi casa y de mi gente, en donde me sean más útiles y no me causen problemas.Los hombres de Vico respiraron de nuevo, y Antón, que apenas bajaba la mira d
El rostro de Livia palideció, aunque era una mujer atrevida y con ínfulas de grandeza, el ser atrapada infraganti sobre el marido de otra mujer no era algo que se pudiera sobrellevar con facilidad.— ¿No me escuchaste? ¡Apártate de él! —Angelina repitió con voz fuerte y actitud decidida.Livia reaccionó y levantó las manos de sobre el rostro de Adriano y se paró de la cama.— Señora, no es lo que usted piensa… — Se apresuró a decir — Yo no…— ¿Qué no es lo que estoy pensando? ¡Qué frase tan desgastada! Es que ni siquiera la cabeza te da para inventar una mejor excusa — Soltó envenenada — ¿Cómo puedes ser tan descarada Livia? ¿Es que acaso tienes algún interés en mi marido, es eso? ¿O es que sucede algo entre los dos que todavía no me has dicho?Livia se puso muy nerviosa y las manos comenzaron a sudarle mientras pensaba en algo que decir, necesitaba continuar trabajando en la casona, y ser “despedida” no era una opción, sabía que salir de la mafia no era posible, al menos que fuera en
Luego de que Livia salió de la habitación, Angelina debió tomarse un vaso de agua, casi se atraganta con él, estaba en serio molesta, pero más que molesta, estaba asustada.Acababa de tener una experiencia extrema, una de esas que llaman experiencia límite, en la que su vida y la de Adriano habían estado en serio peligro, pudieron haber muerto, o algo peor… ahora ella estaría abusada, arrastrándose medio muerta en el suelo e implorado por una de dos cosas: o que la dejaran vivir, hecha un guiñapo y tal vez como una sirvienta y solo para cumplir los más bajos instintos de un psicópata, o que tuvieran la piedad de acabar con su miserable existencia.Ninguno de los dos escenarios pintaba nada bien, de modo que estaba realmente agradecida con quien allá arriba le estuviera “echando la manita”, en todo caso, solo por milagro, ella y Adriano habían salido del peligro, y también claro, por la valentía y la agudeza metal de él, pero ella sabía que eso no venía de balde, en serio estaba conven