En el presente, a escasas horas de haberse dado la ceremonial matrimonial:
Adriano sacudió la cabeza para poner en orden sus pensamientos, la visión de los recuerdos que le traía el maldito ramo de rosas desde la esquina del salón se burlaba de sus sentimientos y le mostraba todo lo que había pasado desde que cayó abaleado sobre la tierra de ese enorme rosal.
Las imágenes se sucedían una tras otra en su mente alcoholizada mientras continuaba vaciando las botellas de Whisky.
— Señor, debería usted irse a descansar, ya ha bebido mucho y puede hacerle daño — Uno de sus hombres se acercó y le dijo con extrema diplomacia.
— Déjame, ¿Cuándo has visto que hierba mala muere? Aquí puedo beberme la cava completa que de seguro no moriré de una cirrosis, primero me matan mis enemigos de un balazo, que el trago — Adriano respon
El chorro de luz cálida se colaba por la enorme ventana panorámica cayendo directamente sobre el rostro de Angelina. La joven parpadeó unos segundos y se cubrió los ojos con la mano, el sonido de las aves y su canto se escuchaba agradablemente desde la habitación, al menos la mansión estaba rodeada de naturaleza y eso a ella le encantaba. Estiró los brazos y las piernas estaba completamente entumida.¡Había dormido metida en el vestido más incómodo del mundo! Se sentía adolorida y había trasudado dentro de él, intentó incorporarse, pero el ajuste no se lo permitió.Debió rodar de lado para poder levantarse, lo ajustado del vestido no le dejó hacerlo. Se sentía todavía cansada y necesitaba una ducha, pero por más que hizo varios intentos no logró sacarse el estúpido vestido, no lo podía creer. Trató
El llanto la dobló sobre sí misma. El dolor en el pecho se hizo palpable, y Angelina estuvo ahí en el suelo por largo rato hasta que una voz delgada y familiar se escuchó desde el otro lado de la puerta.— ¿Señora? ¿Señora Bonuchi?Angelina se sobre saltó al escuchar que la llamaban ahora con su nuevo apellido de casada. « ¿Señora Bonuchi? ¿Acaso es una broma? », ella pensó, en su vida imaginó cambiar de apellidos, y menos adoptar como suyo el de un hombre contra la ley, ¡El de un mafioso! Su estómago se revolvió por completo causándole unas terribles náuseas y debió correr al sanitario para devolver la billis, ya que no había comido nada desde… ¡No sabía desde cuando!— ¡Señora Bonuchi! ¿Está usted ahí? Voy a pasar — Anunció la
La chica estaba realmente hambrienta, pero no quería darle la impresión a su nuevo esposo de que él estaba asumiendo el control sobre ella desde las cosas más básicas, de modo que continuó rehusándose a probar alimento. — Ya te dije que no pienso probar bocado, me declararé en huelga de hambre si es necesario hasta que desistas de mantenerme en este lugar obligada. Adriano estaba masticando un trozo de fruta y se le quedó atorado a medio camino. No supo si reír o molestarse, ¿Mantener obligada? ¡Qué tontería! Era su esposa ahora, la esposa del temible Adriano Bonuchi, ¿Qué pensaba? ¿Que se entraría y saldría por la puerta como quisiera? ¡Pues no! — ¿Qué diablos estás diciendo Angelina? ¿Acaso crees que las órdenes aquí las das tú? Pues déjame informarte que estás muy equivocada cariño — Le dijo poniéndose en pie y acercándose como un felino enjaulado hacia ella con la mirada gris penetrante y un intento de sonrisa dibujada en los labios, un gesto desconocido para ella. Angelina se
Angelina trataba todavía de tranquilizar su pecho y disimular todo lo que tenía por dentro por culpa del patán de su marido, ¿Cómo se había atrevido a besarla de esa forma? ¿Cómo? Inspiró profundo e intentó concentrarse en la conversación con Sofi, al fin de cuentas parecía ser importante para sobrevivir en aquella estúpida jaula de oro.— Mmm… entonces, son tres lugares prohibidos ¿Eh? El desván, el despacho cuando él esté en reuniones de “negocios” — Dijo con sarcasmo haciendo las comillas en el aire con sus dedos — y el cobertizo, ¿Qué habrá en el cobertizo?La chica hizo caso omiso a su pregunta, como si no la hubiera escuchado y Angelina que era bastante intuitiva lo notó, pero lo dejo pasar para no acorralarla, estaba sola en la enorme propiedad y necesitaba una aliada, e incluso una amiga, si jugaba bien sus cartas con Sofi podría inclinar la balanza en su favor y ponerla de su lado.— Está bien, no preguntaré cosas que no puedas responder, ¿Qué más vas a mostrarme?Sofi pareci
Angelina trataba todavía de tranquilizar su pecho y disimular todo lo que tenía por dentro por culpa del patán de su marido, ¿Cómo se había atrevido a besarla de esa forma? ¿Cómo? Inspiró profundo e intentó concentrarse en la conversación con Sofi, al fin de cuentas parecía ser importante para sobrevivir en aquella estúpida jaula de oro.— Mmm… entonces, son tres lugares prohibidos ¿Eh? El desván, el despacho cuando él esté en reuniones de “negocios” — Dijo con sarcasmo haciendo las comillas en el aire con sus dedos — y el cobertizo, ¿Qué habrá en el cobertizo?La chica hizo caso omiso a su pregunta, como si no la hubiera escuchado y Angelina que era bastante intuitiva lo notó, pero lo dejo pasar para no acorralarla, estaba sola en la enorme propiedad y necesitaba una aliada, e incluso un
Angelina estaba anonadada, ¿Cómo se le ocurría a ese bestia de Adriano a mover sus cosas de habitación sin consultarle? ¿Acaso no era suficiente haberla llevado a la fuerza a su casa como para ahora llevarla a la fuerza también a su habitación? ¡Estaba realmente loco si creía que ella aceptaría el cambio y que iba a pasar una noche siquiera junto a él!La ex novicia caminó con rapidez hacia dentro, sin siquiera dirigir la mirada hacia el cobertizo, y subió por las escaleras directo a su habitación. Empujó la puerta y en efecto, tal como Sofi le había dicho, mientras ella daba un paseo por la propiedad, sus cosas fueron mudadas al lado.Abrió el closet y estaba vacío, la cama no tenía sábanas ni cobertores, en la sala de baño no había paños ni tampoco estaba el albornoz, todo había desaparecido.Se
Adriano acaba de darle órdenes como si fuera una niña y la había dejado ahí sola en la terraza, además de lo incómodo que había sido aguantarse la insolencia de la tal Livia. Angelina se limpió la cara de nuevo en cuanto Adriano se alejó, parecía que estaba destinada a pasar el resto de sus días llorando, eso era claro. — ¿Y ahora qué haré? — Susurró para sí misma — ¡No puede ser que me convertiré en la dama de compañía de un maníaco narcisista! ¡Y su juguete nuevo para exhibir delante de sus amigotes delincuentes! La chica se llevó ambas manos a la cara. — ¡Santa Madona! Ayúdame a ser fuerte, ¡Necesito ser más fuerte que nunca! — Rogó en una corta plegaria. Sofi estaba esperando tras bastidores, como le había prometido, y en cuanto Angelina se quedó sola, se apresuró a acercarse de nuevo a ella. — Señora, ya es muy tarde, aprovechemos que el señor ya se fue a atender a sus invitados y que no hay moros en la costa para que se arregle. — ¡Ay, Sofi! ¡Estaría perdida sin ti! — Dijo
Angelina sintió sobre ella las miradas de todos los asistentes a la cena, no sabía cómo, pero Adriano se las había arreglado para tener el salón hermosamente decorado con flores y luces en un derroche de elegancia y distinción únicos. — Señora, baje — Sofi le susurró por detrás recordándole que debía bajar las escaleras, porque era claro que Angelina estaba en pausa, en neutro, sin saber qué carajos hacer — Solo baje, el señor le tomara la mano en cuanto llegue al descanso. La voz de Sofi activó el cerebro de la chica y esta movió un pie y luego el otro en una sucesión de movimientos mecánicos mientras se sujetaba de la baranda para no dejarse caer, era impresionante como la sala en pleno había dejado de hablar solo para mirarla a ella, o eran gentes muy curiosas, o Adriano estaba ejerciendo algún tipo de influjo sobre ellos para que la quisieran mirar de esa manera. Continuó bajando escalón por escalón con el bendito en la boca y un frío recorriendo su estóm