Justo antes de golpear la puerta con los nudillos algo dentro se le encogió y empezó a recordar todas las cosas que le habían pasado durante el bachiller cuando fue el nuevo.
--------------PASADO--------------
Nada más entrar al instituto respiró hondo. había sido el nuevo antes, aunque a los siete años no importaba mucho eso, ya que los amigos se hacían con facilidad, pero ahora tenía 16 y estaba a punto de entrar en un edificio que no conocía, lleno de gente que no había visto jamás.
Respiro hondo de nuevo y dio un paso al interior. Se dio cuenta de lo diferente que era a su antigua ESO, lo diferente que era al bachillerato al que habían ido sus compañeros... Cogió
Tras salir del despacho del rector, Ibai se dirigió a la comisaría. Sabía que ya no era becario allí y que no podría colaborar en el caso, pero no era eso lo que buscaba. No, ahora mismo solo quería hablar con alguien, y Yeri le parecía la mejor opción, siempre era la mejor opción.Una vez llegó, vio como el inspector se sorprendía de verlo, y era normal, había dimitido de ser becario en el lugar el día anterior para que él no perdiese su puesto de trabajo remunerado.—Pensé que habías dejado las prácticas aquí...—Ya... no vengo como becario... si no como amigo... quiero compañía... no estoy muy bien...
El joven de ojos azules despertó atado a la dama de la justicia que había cerca de la facultad de derecho. Vio la hora en un termómetro con reloj cercano, las dos y dieciocho de la madrugada.Afinó la vista y pudo ver una figura que caminaba por ahí, entre los coches del parking, los árboles y el termómetro.—¡Oye! ¡Ayúdame!La figura lo miró directamente. Javier no pudo ver su cara, estaba totalmente cubierta por un buff hasta la nariz y unas gafas de visión nocturna en los ojos.Se empezó a acercar y Javi se arrepintió de haber gritado. Si no llega a haberlo hecho seguramente la figura, que ahora sabía era su verdugo, no lo habría visto.
Ibai tenía una sonrisa de oreja a oreja mientras iban en el coche, estaba más feliz que un niño con zapatos nuevos... iba drogado de amor, siendo sinceros. Yerai dejó el coche parado con los paralelos puestos para que Ibai se bajase pero, antes de que se soltase el cinturón siquiera, lo besó a modo de despedida. El universitario bajó del coche y se fue a la cafetería del aulario que tenía al lado para tomar algo antes de clase, ya había desayunado, pero la noche anterior había dormido poco, así que mezclar un café y un Cola Cao no le vendría nada mal. Mientras mezclaba ambas cosas en el vaso, oyó arrastrar la silla de enfrente y levantó la mirada de golpe, asustado por si era Ma
La figura encapuchada de siempre admiraba como una joven corría con el testigo en la mano en dirección a su compañera unos metros más allá para entregárselo y poder seguir la competición sin tener que esforzarse más.La joven era veloz, pero tenía poco aguante, por lo que después de la competición sería una presa muy fácil.La sombra empezó a escanear las gradas en busca de ciertas personas. Las gradas que había en el velódromo que había tras Anoeta no eran muy grandes cuando eran estas competiciones pequeñas, y tampoco se solían llenar, así que su trabajo de búsqueda no era complicado. Sonrió para sí cuando vio que no estaba ninguna de sus próximas víct
Bajó el bate con fuerza en reiteradas ocasiones. Una y otra vez veía como la madera aplastaba el cuerpo de la joven, se manchaba de sangre y se alejaba del cuerpo.Cuando el cansancio inundó sus extremidades se alejó de la zona de duchas y las abrió todas desde la llave de paso exterior, dejando caer el bate al suelo junto a la llave.Las cerró y miró a Enara de nuevo. Sin sangre pero molida a palos. Estaba preciosa.La cogió en brazos como pudo y a llevó hacia unas vallas que había colocadas en una de las pistas del velódromo. Le quitó la toalla despacio y dibujó con la sangre que se había quedado en sus guantes el símbolo que correspondía, ese simple stickman
Antes de que la pareja llegara al escritorio el teniente los detuvo y mandó a Yerai al velódromo, donde se había encontrado el cadáver de una joven que aparecía en la lista. Cuando el teniente se fue hacia su despacho, Yerai le hizo un gesto a Ibai para que fuese con él hacia allí. En el coche Iabi esperaba tener algo de cariño, ya que no había nadie supervisándoles, pero no fue así. Su ahora chofer se mantenía frío como el hielo hasta que llegaron al velódromo. Al acercarse al campo de atletismo vieron a Enara sobre unas vallas totalmente desnuda, lo que hizo que Yerai soltase un suave bufido por lo perfecto de su cue
Ambos amigos charlaban en una cafetería cerca de la universidad. Las clases acababan de terminar y no querían estar en el aulario o alguna de las facultades, así que caminaron un poco a una cafetería cercana.Mientras el que estudió temporalmente en casa se bebía un capuccino doble con caramelo, el que siempre estuvo en alguna institución pública se tomaba un moka de chocolate blanco con espuma en forma de gatito.Ninguno de los dos hablaba demasiado, no se contaban nada que no supiesen, no se decían nada que el otro no pudiese suponer, pero a ambos les gustó hablar.Ambos llevaban tiempo sin un amigo de su misma edad con el que compartir todo, así que la compañía del otro se hac&i
Mientras el joven iba a comisaría se puso a pensar en por qué no había dicho que era sobre el caso. ¿Creía acaso en algún rincón de su ser que Sam era inocente al cien por cien y no quería estigmatizarlo? ¿O era que no quería creerlo? Tal vez fuese que si decía que era el sospechoso principal del caso tendría que dar explicaciones de por qué se había guardado esa información...Entre pensamientos se adentró en el edificio. La atmósfera se condensó y el olor de ambiente pasó a ser el de policía profundo.—Ibai. —La voz de Yerai le hizo levantar la mirada del suelo y sonreír levemente.—Siento haberme ido como