Steven no se encontraba muy contento al saber que tenía que mudarse a un "pueblo" anteriormente sus padres y él vivían en la ciudad de Nueva York, pero tras un cambio de residencia de su padre su trabajo le exigía que viviera en Vermont por un tiempo indefinido.
Vermont da frontera con Canadá y Nueva york, su padre ya se había adelantado mientras que Steven y su madre les tocaba irse ellos aparte con la mudanza, mientras que su madre tenía la mirada fija hacia el camino él escuchaba música alternativa para relajarse y observar el paisaje.
Sarah gira su mirada hacia su hijo para observarlo y le toca el rostro haciendo que Steven la observara algo confundido, ella sonríe y le dice: —Ya estamos en Stowe cariño, te encantará además podrás hacer nuevos amigos en la secundaria si es eso lo que tanto te preocupa.
Steven por otro lado le responde de manera cálida: —Madre yo no tengo problema en cambiarme de secundaria, en nueva york tenía todo y este gran cambio me afecto un poco, ni siquiera pude despedirme de mis dos mejores amigos.
Sarah empieza a reír por lo que le respondió su hijo, aunque Sarah extrañaba a su esposo necesitaba estar junto a él, mientras seguían en camino a lo lejos pudieron divisar un puente grande. La historia de aquel puente es algo trágico, una joven muchacha término acabando con su vida al no poder estar con su amado por culpa de su padre, ya que este quería que ella se casara con un terrateniente muy influyente.
Emily se llamaba la chica, al enterarse que su padre fue el asesino ese mismo día se colgó del puente para así no llevar a cabo la boda, el puente estaba recién construido así que fue nombrado Emily por tan triste historia de amor.
Steven se sintió un poco atraído por el puente al estar dentro de este pudo notar la silueta de una chica rubia, pero lo más raro es que ella vestía un traje de época al salir ya la rubia no se encontraba, las calles de Vermont eran muy atractivas y hacían que el chico se viera algo interesado en pasear un poco en el.
— ¿Qué nombre tiene aquel puente que acabamos de salir? —pregunta Steven con cierto interés.
—Se llama puente Emily pero realmente su nombre real es Covered Brigde, hay muchas historias sobre él, si quieres mañana haremos un recorrido por todo el pueblo ¿te parece? —expreso con voz armoniosa.
El chico de cabello negro acepto la propuesta de su madre, finalmente llegaron a la urbanización las casas eran grandes y no tan lujosas pero si tenían un aire de ser cómodas, al detener el auto quedaron en frente una casa de dos plantas y de color crema suave. Al salir del auto ambos quedaron maravillados y la puerta fue abierta por Simón un hombre alto cabello de piel blanca con potentes y azules ojos, Steven podría ser la segunda mejor versión de su padre, al ver a su familia sintió una gran alegría y abrazo a ambos.
— Los extrañe muchísimo, estos cuatro meses aquí en silencio han sido algo fuerte—comento mientras aun seguía abrazándolos.
— Papa solo son cuatro meses, no es para tanto—dijo Steven con voz juguetona.
— ¿Acabas de escuchar lo que dijo nuestro hijo Sarah? No puedo creerlo que chico tan frio se ha convertido—expreso con picardía.
Al transcurrir las horas la familia Wells termino de instalarse en su nueva casa, Steven quiso recorrer la urbanización mientras que su madre preparaba la cena junto a su esposo Simón, el cielo estaba un poco gris y el ambiente era frio él disfrutaba de eso con sus audífonos puestos pero un ligero choque hace que su música sea interrumpida.
—Disculpa no fue mi intención—comenta un chico de cabello rubio más o menos de su edad.
—No pasa nada mi nombre es Steven Wells, eres de esta urbanización—le pregunto.
El chico se quedo un poco pensativo y le respondió que si vivía allí, ambos crearon un conexión se fueron caminando hasta sus casas dando la casualidad que ambos vivían en la misma cuadra y de frente, pero Steven olvido preguntar su nombre, iba a devolverse para preguntárselo pero ya él había entrado a su casa quizás lo volvería a ver en otra ocasión.
Al abrir la puerta de su casa un olor llego a su nariz sabia que la cena se encontraba lista, camino al comedor y ve que sus padres están en una escena algo romántica Steven los interrumpe con tan solo aclarar su garganta, dándoles un susto a la pareja.
—Hijo dios que susto, perdona nuestra imprudencia—comento Sarah apenada.
—Madre no tienes que darme explicaciones, es normal eso en ustedes se aman ¿no? Pero por favor respeten la comida—respondió riendo.
Después de risas y chistes entre ellos mismos la familia Wells se dispuso a cenar tranquilamente, pero una parte de Steven aun pensaba en aquel chico que conoció.
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La puerta del cuarto es abierta de manera inesperada causando que el chico se sobresaltara, era Sarah quien lo despertó diciéndole que tenia nueva escuela y que entraba a las ocho en punto a su clase de historia. Steven estaba muy enojado tras no recibir algún aviso por parte de sus padres lo que le pareció extraño que empezara tan rápido y sin siquiera conocer dicho instituto.
—vaya manera de iniciar el primer día, les agradezco a ambos por tomarse la amabilidad de avisarme anoche en la cena —comento con cierta rabia.
—discúlpanos hijo, pero lo había olvidado además tengo un contacto allá que me ayudo a que entraras a la mejor escuela de Vermont, bueno tienes quince minutos para estar listo—responde Simón.
—Al menos puedo saber el nombre—pregunto arqueando una ceja.
—Instituto Lyndon, la mejor de todas—responden ambos al unísono.
Tras varios minutos de rezongadora por parte de Steven, ya este se encontraba listo su padre se ofreció en llevarlo mientras que Sarah lo iría a buscar.
Al entrar al carro su padre le estuvo diciendo que tratará de hacer nuevos amigos y socializar un poco, Steven por su parte no le estaba prestando la atención suficiente él ya sabía que hacer pero no le agradaba que le dijeran lo que tenía que hacer.
— ¿Estas escuchando lo que te dije Steven? —pregunto Simón con el ceño fruncido.
—Si padre, pero te recuerdo que no voy a una primaria creo que estoy lo suficientemente grande para saberme comportar ¿no? —le respondió con voz gélida.
Simón se sorprendió un poco por aquella respuesta de parte de su hijo, luego pensó que estaba exagerando un poco que ya su muchacho no era un niño ya, tras transcurrir varios minutos del silencio llegaron al instituto Steven se bajo del auto y se despidió de su padre.
Mientras que caminaba fue visto por varias chicas incluso chicos algunos murmuraban otros solo miraban pero no decían alguna palabra, de repente una señora vestida de negro lo llama por su nombre, Steven se detiene en medio del pasillo y ella caminaba hacía él.
— ¿Steven Wells?—pronunció con voz impostada.
—Si soy yo—respondió el chico de cabello negro.
—Mi nombre es Beatriz Clare, y soy la persona encargada para hacerte el recorrido y asignarte tu horario de clases, tengo entendido que vienes de Nueva York—agregó la dama.
—Si vengo de allá, mi padre me comento de usted mientras veníamos para acá espero no haber llegado tarde.
—No te preocupes la entrada es a las nueve, y son las ocho y treinta en veinte minutos puedo hacerte el recorrido y al finalizarlo te entregaré tu horario; ven empecemos de una vez.
Beatriz le fue comentando a Steven todo lo referente al instituto desde su fundación hasta la actualidad, él no podía negar que ya se estaba aburriendo pero fingía mostrar interés para no lucir como una persona desinteresada en la explicación de dicho recorrido. Tras aquella larga charla aburrida, la señora Clare le hace entrega de su horario al pelinegro su primera clase era filosofía empezaba a dirigirse al salón y luego un bullicio llamo su atención cada vez era más fuerte cuando al fin pudo llegar al lugar Steven quedó muy sorprendido él chico que ayer tuvo contacto estaba siendo rodeado por un par de buscapleitos.
Se intentó acercar pero no logró hacerlo por la gran cantidad de personas que habían alrededor, el rubio tenía una mirada fría hacia sus agresores un pequeño hilo de sangre recorría su boca este se levanto lentamente y se quedo de pie sin decir alguna palabra, un brillo en aquellos ojos azules se presentaron con tan solo un golpe fuerte derribo a ambos sin bacilar.
Todos los chicos empezaron a gritar con euforia como si aquel acto se tratase de algún gran espectáculo, en seguida desapareció de la vista de todos pero Steven logró verlo y lo siguió para ver si se encontraba bien.
Da la casualidad de que ambos veían clase en la misma aula, al entrar el salón se encontraba solo y fue ahí que aprovecho para hacer su pregunta.
—Hola, no sé si me recuerdes pero somos vecinos y ayer hablamos un buen rato hasta llegar a nuestras casas—comento con voz ronca.
— ¿Steven no? Si me acuerdo de ti, si vas a preguntarme que me sucedió pues desde hace ya un tiempo esos tipos me molestaban pero yo no les hacía caso mi padre me aconseja que no use violencia pero todos tenemos un límite, y ese límite puede salirse de control como paso hace varios minutos.
No encontraba que decir Steven pareciese como si el rubio le hubiese leído el pensamiento.
—Vaya, tienes toda la razón a veces el ser humano entiende a los golpes—ríe.
—Soy Christian... Christian Hamilton.
—Justamente ayer te iba a preguntar tu nombre pero cuando lo iba hacer ya no estabas—comento Steven.
La conversación se fue alargando ambos tuvieron aquella conexión de amistad a primera vista, Christian busco su bolso para sentarse junto a Steven la mesa era de dos puestos aun seguían hablando sobre como eran las personas del instituto y otros aspectos no tan importantes.
—Buenos Días—interrumpió una voz ronca.
Era de suponerse que esa voz es él profesor de filosofía, todos los alumnos se sentaron para escuchar el discurso y presentación de aquél hombre maduro.
—Sin duda esta clase será muy aburrida—comenta el rubio con una media sonrisa.
Tras dos largas horas de clase ambos chicos salieron del salón, las chicas no paraban de observarlos con interés y cierta lujuria eran como el centro de atención del todo del instituto.
—Es normal que todos nos miren de esa manera—pregunto Steven.
—Pues en realidad yo las ignoro, ninguna me causa alguna fascinación o atracción—respondió.
Llegaron al patio principal en donde la gran mayoría de los estudiantes se la pasaban, Christian le estuvo diciendo a Steven que le gustaba estar un poco alejado de todos.
—Esta parte está un poco alejado ¿no crees?
—En realidad no, siento que hay paz y me siento más tranquilo sin aquella bulla por parte de ellos.
A Steven le parecía algo extraño pero a la vez interesante, había conocido a personas que eran muy sociables pero Christian era la excepción siendo un adolescente le guastaba ser misterioso.
— ¿Por qué te mudaste a Vermont?—comenta con voz ronca.
—Mis padres, bueno más bien por el trabajo de mi padre su empresa lo envió para acá para trabajar unos meses pero al parecer dicha compañía quedo maravillada con su trabajo y le dieron el empleo aquí.
—Vaya que genial, supongo que se te ha hecho un poco difícil acostumbrarte ¿no? Lo digo porque como debes de venir de la cuidad.
—Al principio sí, pero poco a poco me iré acostumbrando. Debo irme mi próxima clase está por comenzar nos vemos Chris.
—Igual yo estamos en contacto.
Ambos toman un camino diferente para llegar a sus respectivos salones, pero a las afuera del instituto una mujer observaba detenidamente al chico de cabello negro, el olor de Steven le llegaba cada vez más causando que aquellos ojos azules cambiarán a un rojo carmesí, la fémina estaba hambrienta y quería incrustar sus colmillos en su cuello para alimentarse con su deliciosa sangre, pero debía esperar ese momento desapareció para buscar una víctima a quien matar.
Sarah y su hijo se encontraban recorriendo el pueblo para conocerlo más a fondo incluyendo sus costumbres peculiares, por otro lado Steven escuchaba la historia del puente Emily el chico parecía muy interesado en aquella trágica historia de amor. Tras una larga mañana de recorridos ambos se topan con una librería, no dudaron en entrar a dicho lugar ambos amaban la lectura; Sarah se dirigió a los libros de romance mientras que su hijo fue a los de suspenso y misterio.Steven necesitaba comprar un libro siempre los terminaba en dos días, eso también dependía del autor y trama del libro desde hace ya un tiempo el buscaba un libro en especifico llamado "La Sombra" de John Katzenbach mientras buscaba se topo con un libro de color rojo carmesí que decía lo siguiente: "La inmortalidad vendrá por ti" el ti
Ya había pasado una semana de la repentina y extraña muerte del profesor, la policía no podía entender porque su cuerpo fue drenado toda su sangre no le encontraban una explicación tardaron días para entregarle el cuerpo a su familia, decidieron dejar el caso abierto para seguir investigando.Steven dejo de correr en las mañanas por temor a ver aquella sombra escalofriante, pasaron semanas en la no que se ejercito pero decidió tomar el riesgo paso una media exactamente pero no sucedió nada al llegar a la puerta de su casa sintió un alivio grande.Al parecer aquella sombra había desaparecido pero no debía confiarse del todo, decidió guardarse el secreto porque no quería que se burlaran de él. A las afuera del pueblo había una casa cerca del bosque, estaba habitada por mujeres era muy raro cuando un hombre vivía allí nadie sabia que ese casa era un aquelarre, la suprema había decidido construir la casa ahí porque en la época de Salem muchas brujas fueron quemadas y destruidas por usar m
En nueva York la noche era fría más de lo común lo interesante era había un chico huyendo de algo o alguien, su cabello era plateado con algunas ondas su respiración era muy agitada llevaba más una hora corriendo la pregunta es la siguiente: ¿De quién huye? Una flecha logra pasarle justo por el rostro esta llevaba una especie de explosivo, provocando una explosión mediana de la niebla salen dos hombres altos de vestimenta negra ambos tenían armas cuando el humo de la explosión se disipo buscaban a su víctima pero la veían por ningún lado.—Debe estar en cualquier lado, no podemos bajar la guardia.— ¿Me buscaban? —Exclamo saliendo desde el suelo.Sus manos empezaron a formar rayos azules con tan solo alzar sus brazos sus enemigos fueron lanzados directo a una pared, esto le ayudaba huir y poder refugiarse de sus enemigos comunes "Cazadores" Evan era el único brujo que quedaba todo su clan fue eliminado mucho tiempo atrás, trataba de no usar sus poderes para no ser un blanco fácil él n
Steven se encontraba en la biblioteca leyendo un libro sobre mitología griega, al mismo tiempo cargaba puestos sus audífonos la música instrumental siempre fue favorita desde hace ya un tiempo mientras hojeaba la página que había terminado de leer una sensación extraña invadió su cuerpo, se sentía observado por alguien pudo recordar que aquella misma sensación le sucedió llegando a su casa después de haber corrido, lentamente fue girando su cabeza para ver de quien se trataba.—Christian eres tú—dijo con voz aliviada.—Hola Steven, pasaba por aquí y vi que estabas leyendo, me detuve para saludarte—respondió.Los chicos se quedaron en silencio por unos minutos, hasta que Christian le hablo sobre una invitación a su casa que le gustaría que fuera a un almuerzo que su madre habría propuesto para darle la bienvenida a él y su familia, Steven se quedo pensando un poco sobre aquella invitación hasta que finalmente acepto con gratitud.— ¿Entonces nos vemos el domingo al mediodía? —le pregun
Ya la noche había cubierto con todo su manto al bosque más profundo, en el se encontraba Alan Wytte hermano menor de Evan había sido enviado allí para su protección el chico sabía muy bien cómo usar sus poderes pero todavía estaba desarrollando nuevos dones, un pequeño zorro era su acompañante el pobre animal casi muere devorado por un puma pero Alan no lo permitió y lo curo, en forma de agradecimiento se quedo con él.Algunos ruidos eran normales pues los animales nocturnos salían, en medio de la fogata estaban los dos, Alan observaba las estrellas eso le recordaba a su hermano ya que ambos se la pasaban observándola en la cuidad cuando no eran perseguidos por los cazadores de brujas, pero un ruido extraño hizo que foxie levantará su cabeza para ponerse a la defensiva ese crujido había sido una pisada humana.- ¿Evan eres tu hermano? -preguntó inseguro.El silencio fue la respuesta, el chico pensó que quizás era un animal y se asusto por su voz pero al girarse para sentarse de nuevo
Aquella noticia no le había asimilado bien Steven, se repetía una y otra vez que era brujo incluso su silencio llegaba incomodar a sus padres mientras desayunaban en la mesa.—Hijo, quiero explicarte todo lo que ha pasado pero por favor necesito de tu compresión y entendimiento—señaló.—Papá eso es lo que estoy esperando, pero al parecer algo te lo impide no entiendo porque me negaste tener mis dones hasta ahora—replico.Simón no quería que Steven supiera sobre que realmente eran ya que eso podría traerles problemas con otros seres que estaban en busca de su familia, por eso él había formado parte de los cazadores de vampiros para evitar a toda costa lo relacionado con la hechicería; lo único que quería era tener una vida como mortal por eso mantuvo sus poderes dormidos incluyendo el de sus dos hijos.— ¿Somos los únicos de la familia?—preguntó con el ceño fruncido.—No, tienes una hermana pero no sé si este aquí en el pueblo perdí contacto con su madre.La expresión de Steven cambio
Era un momento muy tenso la vida de Steven se encontraba en grave peligro, buscaban un hechizo para que el chico se recuperara pero no lo encontraban el nerviosismo de Sarah se notaba sus manos estaban en su boca, se le ocurrió la idea de decirle a su esposo que usará aquel hechizo de recuperación vital.—Eso requiere mucha energía, necesito otro poder extra—le respondió.—Sabes muy bien que tú puedes, eres el Halliwell más fuerte que queda así que no te rindas.Simón suspiro profundo y cerro sus ojos para recordar aquel hechizo que había usado en su hermano pero su temor era si no llegara a funcionar porque así paso cuando su hermano estaba entre la vida y la muerte, no quería que esa historia se repitiera ahora en su hijo, pasaron dos minutos y decidió hacerlo busco nuevamente el hechizo extendió sus manos y empezó a decir las siguientes palabras: —"Tui gratia Iovis gratia sit cura". Una luz blanca envolvió por completo a Steven y en minutos despertó exaltado, miraba hacia todos lad
Indiscutiblemente ser vampiro no es un juego muy pocos saben lidiar con esa gran furia que lleva dentro sobre todo para los nuevos que se inician en ese periodo de transición y aceptación, los Hamilton siempre fueron reconocidos por ser inofensivos ya llevaban tiempo consumiendo sangre animal si alguno tuviera la grandiosa idea de consumir sangre humana todo sería un desastre para la familia, es por eso que los Sellers odiaban a cada integrante de la familia y prometieron vengarse aquella noche de noviembre de 1895.Ahora que sabían que una Seller andaba rodando cada rincón del pueblo debían estar alerta, los Sellers son muy agresivos y despiadados no entran en razón y destruyen todo lo que tenga vida, Jack se encargaría de vigilar a la chica lo que le pareció muy extraño es que estuviera detrás del vecino al parecer el chico tenía algo especial consigo.Nadie del pueblo tenía que enterarse de que lo estaba sucediendo, el caso del profesor asesinado su caso seguía abierto pero el culp