Allegra se lo quedo mirando mientras se iba al baño. Por su parte, Dante se apoyaba en la pared de la ducha, dejando que el agua cayera sobre su cuerpo. Normalmente, se quedaba en la cama con Allegra después de hacer el amor. Tomado por sorpresa, había actuado sin tacto alguno. Furioso consigo mismo, se habría agarrado a golpes con la pared...

Su relación era casi perfecta. Allegra nunca le exigía nada y lo hacía feliz tuvo que reconocer. No quería perderla, pero ¿qué podía hacer con una amante que no sabía que lo era? Una amante que quería celebrar aniversarios como si fuera una esposa. Dante hizo una mueca. ¿Qué le estaba pasando?, la culpa era de él, pensó que con el tiempo Allegra comprenderia mejor la situación de ellos dos, pero por lo visto se había equivocado.

Dante se estaba secando cuando Allegra ingreso en el baño.

— Una vez dijiste que las cosas deben progresar , que lo que no cambia muere. Pero en dos años nuestra relación no ha cambiado exclamó Allegra

Dante la miró y de