A la mañana siguiente, Xavier se marcha justo y como lo había prometido. Stacy exhala un suspiro con la mente acelerada por toda la locura.Se habían conocido aquella noche en el restaurante en el que ella trabajaba, se habían pasado toda una semana enviándose mensajes y planeando una cita. Ella terminó matando a su padre y terminó ahí en esa enorme mansión.Lidiaron con la policía, Ali fue asesinada, Luca y Emy desaparecieron y Xavier admitió haber cometido un asesinato premeditado en el pasado. Si todo no era demasiado como para volverla loca, no sabía qué lo haría entonces.Su corazón se aprieta. Todos los indicios disponibles apuntan a que es un monstruo asesino, sin embargo, dice que su padre y su madrastra son las únicas víctimas y todo lo que la rubia quería era creerle a él. Confiar en que no había ningún otro secreto.Sin más, Stacy sale de su habitación y avanza por la chirriante mansión, buscando respuestas cuando ni siquiera conoce las verdaderas pregunta
—¡Por Dios, Stace! ¿Estás bien? —cuando escucha la voz es que se da cuenta de que es Javier quien la ha sacado del agua.Stacy se agarra con fuerza al musculoso bíceps de él, expulsando todavía de forma desesperada agua por su boca.—Agárrate de mí…te tengo —con una mano en su espalda y otra bajo sus muslos, él la levanta contra su cuerpo.Rápidamente, la lleva hacia el interior de la mansión y la envuelve en una toalla. Unos minutos después, ella logra recuperar el aliento por fin.—Gracias por sacarme de ahí. Me has salvado, sin ti, estaría muerta a estas alturas —le dice con su voz un poco ronca a causa del agua y la tos.—No tienes nada que agradecerme, me alegra poder haber estado aquí —le responde él tomando asiento frente a ella, su ceño está fruncido cuando vuelve a hablar— ¿Qué pasó ahí afuera?—Quería darme un chapuzón y despejar mi cabeza después de todo lo que tu hermano me había contado. No sé qué, pero algo me rodeó el tobillo y me hundió.—
Por otra parte, continuaba pensando que había algo más en esa propuesta, Javier nunca había hablado con ella de esa manera tan íntima y la emoción de su voz le inclinaba a pensar que estaba más emocionado por que ella aceptara de lo que debía. Simplemente, no se sentía bien.Le había pedido un tiempo a Xavier para pensar las cosas por sí misma, no para traicionarlo y huir con su hermano.—Javi, tu oferta es bonita y la aprecio muchísimo, no sabes cuánto aprecio en verdad que te preocupes por mí y por tu sobrino, pero no puedo traicionar a Xavier de esa manera. Él ya tiene problemas de confianza y huir contigo solo los empeoraría, además, simplemente no me veo capaz de hacerlo, estoy enamorada de él. Si me marcho, si finalmente decido marcharme es porque tengo que hacerlo por mis propios términos, no para que me cuides tú o nadie, y por mi hijo, no porque mis sentimientos hacia él hayan cambiado.El rostro de Javier se apaga en cuanto escucha la respuesta de ella, lo esta
Stacy está congelada de pie en el despacho de Xavier, todo lo que puede hacer es observar sin parar la lista y leer los nombres una, y otra, y otra vez.Richard, Lily, Sean, Penny, Michael, Ali, Julie, Morgan, Stephan, Luca, Emy, Mason…Stacy.La rubia de ojos verdes traga en seco haciendo un esfuerzo sobre humano por mantener la calma. Con su dedo índice diestro, sigue el trazo de las letras. El papel está hundido justo en el nombre de ella, resultaba evidente que había presionado el bolígrafo con mucha fuerza al escribirlo.¿Acaso eso quería decir que lo había escrito de manera ensañada? ¿Deseaba más su muerte que la de los nombres anteriores al de ella? ¿Por qué siquiera estaba en esa lista? Si Xavier quería acabar con su vida ¿por qué estaba con ella? ¿por qué le había dicho que quería formar una familia a su lado? ¿por qué se había empeñado en protegerla y cuidarla?Stacy no sabía qué exactamente, pero algo en todo aquello no tenía sentido, había algo que no le cuadraba en lo abso
Un grito de espanto salió de lo profundo de la garganta de Stacy y, sin pensarlo dos veces, agarra la lámpara de la mesa más cercana y la arranca de la pared en búsqueda de algún arma para protegerse.—Sea quien seas ¡Retrocede! No tengo miedo de usar esto —dice firmemente.Sus ojos se abren de par en par y el color se le escapa de su rostro cuando se da cuenta de quién es la mujer que le había hablado.—¡Detente! No estoy aquí para hacerte daño.Verónica, la antigua ama de llaves, está parada firmemente y con semblante pasivo justo en frente de ella. La lámpara cae de la mano de Stacy y va a parar al suelo.—¿Verónica? ¿por qué siempre tienes que aparecer de manera tan silenciosa? Juro que lo haces adrede.—Le expliqué una vez que mantenerse silencioso en este lugar era un punto a su favor. Después de años en esta casa, aprendí algunos trucos. Disculpe por haberla asustado, no fue mi intención. Quería asegurarme de que podía llegar a su habitación sin que el personal de la casa se di
Una vez solos en la habitación, los ojos de Javier revolotean hacia el papel hecho una bola que sostiene Stacy en la mano todavía. El movimiento de la cabeza de él capta la atención de la rubia sacándola de sus pensamientos y haciéndola enfocarse en el hombre que tiene delante.—Veo que encontraste una manera de revisar el cajón que te dije.El ceño de Stacy se frunce de inmediato ¿Tan bien conocía él ese papel que con solo una mirada de lejos supo de lo que se trataba? Algo no estaba bien y, después de lo que Verónica le había intentado decir, la rubia no confiaba en él.¿Acaso existía alguien en esa familia en el que pudiera confiar por completo? ¿Por qué Javier habría puesto tanto esmero en amenazarla con ese espejo? ¿Qué se traía en manos?NO hacía mucho acababa de sugerirle que dejara a Xavier y se marchara con él. le había insinuado que podía ser su pareja y que haría un mejor trabajo que su hermano. Si la quería cerca de él ¿con qué motivo pretendía asustarla para que se march
El horror se comienza a dibujar en el rostro de Stacy. Sus ojos se abren de par en par al darse cuenta de la connotación que tiene esa noticia. Si todavía albergaba esperanzas para Xavier, para el hombre al que amaba, acababan de caer, acababan de esfumarse de la faz de la tierra. Al final, los comentarios de las personas eran ciertos.—Javier, dime por favor que eso no es cierto —pide ella desesperada.—Lo siento Stacy, pero no puedo hacer eso. Acaban de informar la noticia, y no tengo muchos detalles.EL celular de Javier suena de nuevo y él contesta y sale de la habitación para poder atender la llamada.Si la noticia había salido a la luz, eso significaba que había información rondando por ahí afuera. Una parte de ella quiso buscar en internet la noticia, pero, la otra, le impidió hacerlo.Necesitaba mantenerse imparcial, neutral si quería conversarlo con Xavier y escuchar su versión de la historia. Si se predisponía y leía toda la basura que se encontrara, no iba a lograrlo.Ya l
Stacy estaba devastada. La persona en la que había depositado su confianza durante un buen tiempo, la persona que se supone la cuidaría, la persona de la que se había enamorado perdida e irrevocablemente, la persona que se convertiría en el futuro padre de su hijo, al parecer era un asesino serial.El dolor que sentía en medio de su pecho era incomparable con nada de lo que había sentido anteriormente. Cuando se trataba de su padre, sabía a lo que atenerse porque lo conocía, sabía que era un borracho agresivo y sabía también lo que esperar de él, pero con Xavier había sido completamente diferente.NO podía engañarse, sí había desconfiado de él varias veces, porque tuvo las pruebas delante de sus propias narices, pero, al final, había terminado confiando, descansando en él, creyendo que él cuidaría su espalda.Descubrir ahora que todo lo que había contado había sido una vil mentira, la estaba destrozando por dentro y ni siquiera quería pensar en lo que sería de su hijo cuando naciera.