—¿Por qué no me lo dijiste nunca? —le pregunta Stacy con suavidad, sollozando— Esto es… Xavier, esto es sencillamente increíble. Nunca nadie había hecho algo así por mí, por mi familia. Gracias —le dijo ella sabiendo que nunca le podría agradecer por todo lo que había hecho.—En realidad no fue nada, es un placer ayudar. Te dije que lo haría. Soy un hombre de palabra.Stacy hala a su madre para darle otro abrazo, nunca tendría suficiente de ello. Necesitaba disfrutar de su familiaridad y de su cariño. Al fin estaban libres de todo el mal que las rodeaban, eran libres por primera vez en su vida.Por fin todo volvía a la normalidad, todo se sentía correcto, como si así debería haber sido desde el inicio.—Esto es genial, ahora que ya la policía no está aquí puedo quedarme y ayudarte, puedo…—En realidad, Stace —Xavier la interrumpe y comparte una mirada cómplice con Mercedes, pero ella niega con la cabeza y dice:—Seré yo quien se lo explique —le dice a Xavier con determinación— Cariño,
Stacy no podía sentirse más orgullosa de su madre. No lo había pensado hasta ese momento, pero ella era la persona más fuerte que conocía y que conocería en toda su vida. Había dado todo de sí misma para protegerla, sacrificándose una y otra vez. Aceptar lo que le estaba proponiendo era lo mínimo que podía hacer por ella.Ambas se volvieron a juntar en un fuerte abrazo.—Estoy muy orgullosa de ti y de la mujer en la que te has convertido, cariño —le dice Mercedes— Por favor, vive la vida que yo siempre tuve miedo de tener.Stacy asiente con su cabeza y, finalmente, se a aparta a regañadientes, secándose las lágrimas de los ojos. Su madre apoya la mano sobre su corazón.—Siempre estoy aquí contigo, cariño, justo aquí dentro. Incluso cuando no me veas, estoy contigo, ten siempre eso en mente.Tras una última y emotiva despedida, Xavier y Stacy se dirigen hacia la mansión. NO había nada más que la rubia deseara que quedarse al lado de su mano, pero ella quería demostrar que podía forjars
No podía creerle, no podía confiar en una sola palabra que saliera de la boca de ese hombre. Ella misma acababa de presenciar la amabilidad de Xavier con su madre y se había prometido que no iba a desconfiar más de él.Hasta el momento, Luca no se había presentado más que como un completo patán. En su fiesta de cumpleaños la había hecho sentir indefensa, la había humillado e intimidado cuando más frágil se encontraba.Ahora estaba ahí, había llegado a ella porque era el único recurso que tenía a su disposición. Estaba ahí porque la necesitaba, quería utilizarla después de que se había comportado como un completo patán.No, no lo ayudaría. No iba a mostrarle una gota de amabilidad, no cuando él no lo había hecho con ella cuando más lo había necesitado. Si su esposa se había desaparecido, eso estaba en manos de alguien más, a saber cuántos enemigos Luca se había buscado por tener una personalidad tan arrogante de mierda.La rubia estaba decidida, no desconfiaría más de Xavier, no despué
Stacy se vio obligada a llevarse una de sus manos hacia su boca para ahogar la exclamación que se le salió en cuanto escuchó las palabras de Xavier. Ya él había querido abordar esa conversación con ella, pero la muerte de Ali estaba muy reciente y ella simplemente estaba frustrada, deprimida y estresada, no había sido el momento correcto.Con todo lo que había sucedido, a ella simplemente se le había olvidado esa conversación o, mejor dicho, media conversación. Escuchar al propio Xavier decirlo en voz alta y a su hermano, la hacía sentir un hormigueo en todo su cuerpo. Le gustaba.—Tienes que estar bromeando —dijo Javier casi en un tono gracioso.—¿Por qué bromearía con algo tan serio como eso? ¿Acaso tengo cara de estar bromeando?El corazón de Stacy palpita erráticamente y las palabras de Xavier y su hermano solo se repiten en su cabeza. Xavier estaba enamorado de ella, no había dudas de ello y eso la hacía querer pegar el grito en el cielo, bailar de alegría. Podía sentí la emoción
A solas con ella, Xavier se acerca lentamente haciendo que el fuego arda en el interior de Stacy como lava fundida.La mano de él llega a la parte de atrás del cuello de la rubia y arrastra su boca hacia la suya.La boca de Xavier toma la de Stacy con fuerza, como si hubiera estado deseando eso durante años. Agarra la parte de atrás de su cabello e inclina su cabeza hacia atrás, arrastrando su lengua a lo largo de la suya y las rodillas de ella se debilitan. Sus movimientos son urgentes, hambrientos, insistentes y exigentes. Su aroma embriagador y masculino está en la nariz de la rubia y apenas puede respirar, no es que quiera ni respirar si esa es la otra opción. Las manos de ella se mueven por los planos firmes de su amplio pecho haciendo que gima en su boca."Oh Dios. Él toma mi boca como si quisiera follarme. Nunca antes me habían besado así." —piensa ella con deseo —Joder —murmura Xavier entre besos y todo el cuerpo de Stace late con calor.Está mojada. Ha hecho que se empa
—Oh, Mierda, corazón —exclama Xavier.El intenso placer de estar dentro de ella nunca pasa de moda y ahora que se habían confesado lo que sentía el uno por el otro, era diez veces más intenso.Lentamente, con una lentitud insoportable, la rubia se estira sobre la longitud de él y este la rodea para rozar su clítoris debajo de sus bragas. Los ruidos que salen de Stacy son jodidamente deliciosos, suaves, dulces y desesperados. Xavier apenas se puede controlar mientras el calor rodea la base de toda su columna vertebral. Nunca antes la había sentido tan mojado y tan cómoda, era como si se hubiese preparado solo para él.Un gemido bajo sale del pecho de él y aprieta la cintura de ella con gran necesidad, empujándola más hacia sí. No le debería gustar tanto estar desenfrenado por ella, no la debería desear tanto, pero de verdad, de verdad había intentado mantenerse separado de ella por todas las advertencias que su hermano le había hecho, solo para descubrir que era en vano. No impo
Después de que se aseguran de que su respiración vuelve a normalidad y se acomodan sus ropas, Xavier acompaña a Stacy hasta su habitación. En el pasillo, justo antes de que ella entrara, él le toma la cara entre sus manos y le roza el labio inferior con su pulgar.—Refréscate y nos vemos abajo dentro de diez minutos para cenar —le dice él sonriendo.Haciendo lo que le dice, la rubia se da un rápido baño de agua fresca y se asoma a su armario. Xavier ha hecho tanto énfasis en esa cena que tiene la impresión de que es importante, así que se decanta por un vestido rojo que marca su figura y deja ver su escote.Vestida y preparada, se reúne con Xavier abajo. Está usando la mezcla perfecta de ropa entre informal y formal.—Stace, te ves impresionante, como siempre —la elogia él.—Gracias, pero creo que has sido el ganador esta noche.Ambos se observan por unos segundos sin poder de quitarse la sonrisa tonta de sus rostros. Finalmente, es él quien rompe el silencio.—Por favor, siéntate. Ha
El trayecto hasta el evento benéfico es corto. Las personas vestidas de etiqueta se arremolinan dentro del salón de baile.—¿Quieres tomar algo? —le pregunta Xavier.De tan solo escucharlo e imaginar el sabor del alcohol en su garganta, a Stacy se le revuelve el estómago. Desde hacía unos días venía sintiéndose bastante mal. Tendría que agendar una cita con el doctor luego.—No, gracias, pero sí quiero saber más sobre esta organización benéfica —responde ella sonriendo. Necesitaba distraerse de la idea de su malestar de estómago.—Nuestra empresa familiar siempre ha donado dinero a obras benéficas. Para mi padre no era más que una desgravación fiscal. Cuando me hice cargo, decidí destinar ese dinero a una causa, una que en verdad significara algo para mí. No quería donar solo por hacerlo como mi padre, quería hacerlo porque me importara —le explica Xavier.La sinceridad en sus palabras asombra a la rubia. Había muy pocas ocasiones en las que él se abría de esa manera con ella, sobre t