El trayecto hasta la fiesta, lejos de lo que Stacy había pensado, es corto, lo que le da menos tiempo para mentalizarse. Cuando estacionan frente a la mansión, siente que el estómago se le retuerce y no de la forma placentera en la que suele hacerlo cuando se debe a Xavier.A través de las ventanas del coche puede apreciar con facilidad que la fiesta está en pleno apogeo. Las personas van vestidas como solo había visto antes en las películas.—Creo que llegamos un poco tarde —le dice ella girándose hacia Xavier.—Cuando eres tan importante como yo, no existe tal cosa como el retraso, siempre llego a tiempo. Digamos que los demás son los que llegan demasiado temprano —le responde él acomodándose la corbata.Los ojos de ella se retuercen, poniéndose en blanco mientras niega con su cabeza rápidamente. Se había olvidado de lo arrogante que él podía llegar a ser, pero le gustaba esa confianza que emanaba y, en un momento como ese, la necesitaba más que nunca.—¿En serio nadie te ha dicho n
Stacy se acerca a la puerta desde donde observa a Xavier saludando y hablando con los invitados. Con su presencia, la dinámica del salón ha cambiado por completo, antes, todos estaban disfrutando de la música, las bebidas, conversando, ahora, con él ahí, es como si todo girase a su alrededor a pesar de que no es el homenajeado de la noche.Las personas han parado de hacer lo que estaban haciendo para acercarse a él, saludarlo, hablarle o, simplemente observarlo, muchos con la boca abierta, envidia o admiración en su mirada y, muchas, pero muchas mujeres, con puro deseo.La rubia está en el umbral de la entrada con la respiración más que agitada mientras lo observa embriagada en todo su ser y en toda la energía que desprende, esperando poder ser capaz ella de hacer lo mismo, quizás no con la misma grandilocuencia, pero lo suficientemente convencida de llamar la atención.De pronto, capta cómo el calor en sus clavículas empieza a emanar, él la encuentra con la mirada y le hace un sutil
De pie, en el centro del salón de baile, todas las personas cercanas que han estado escuchando la conversación la observan fijamente esperando una respuesta de su parte.El caos comienza a desatarse en el interior de Stacy. Su corazón está palpitando a toda velocidad. El calor empieza a azotarla como si la habitación estuviera encogiéndose y apretándola dejándola completamente sin aire. Casi que empieza a hiperventilar cuando su cerebro se digna a funcionar y a darse cuenta de algo muy importante.Si Luca no la ha acusado de ser quien realmente es, si ha tardado tanto tiempo en localizar su cara y saber de dónde le parecía conocida, es porque tiene un poco de dudas y eso le brinda a ella una ventaja.—¡Wow! El parecido es increíble —dice él mirándola de pies a cabeza. Luca se acerca, observando su rostro desde todos los ángulos— Estaba leyendo que ella…—Luca, me estás ofendiendo ¿En serio estás comparando a Bella aquí con una asesina? Por favor, el simple hecho de que digas que se pa
De pronto, todos los ojos de los presentes se posaron en Luca quien, a su vez, no apartaba su vista de ella. El bullicio y los comentarios en voz baja cesaron, dando lugar a un completo silencio, no escuchaba nada más allá de la música.Todos están expectantes a la respuesta y al siguiente movimiento de Luca, este parece haber entrado en una especie de viaje astral porque la mira sin mirar en realidad.La respiración de Stacy se corta, temiendo que quizás se haya pasado más de la cuenta, pero, cuando una sonrisa empieza a formarse en el rostro del hombre que tiene en frente, no puede dar crédito.De pronto, otra carcajada estalla en él con más fuerza que la primera. Levanta sus manos, deja caer su celular al suelo y comienza a aplaudir sin dejar de reír como si su cerebro hubiese estado en cortocircuito.—Tengo que admitirlo, eres ruda, me gusta la forma en la que peleas, me gusta. Serás una rival excelente.—No lo entiendes, yo no quiero ser tu rival. Estoy con Xavier y eres su amigo
Los ojos de Xavier brillaron con esa maldad ya característica en él que tanto le gustaba a Stacy.—Ese es el espíritu. Démosle un espectáculo a esos bastardos. Vamos a enseñarles lo que es divertirse.Ella le acepta la mano de Xavier y este la conduce hasta el centro del salón, guiándola en un baile sencillo, pero llamativo. Los invitados de la fiesta se giran para mirarlos, casi como si estuvieran en trance.—Actúa como si no te fijaras en ellos, como si no existieran, no les des importancia. Eres mucho mejor que ellos, estás por encima de la cadena alimenticia, esa tiene que ser tu mentalidad.—Pero no lo estoy, en realidad, estoy muy por debajo de ellos.—Corazón, sí que lo estás. Todas estas personas no son más que una mancha en tu universo. Eres una chica inteligente, agradable, extremadamente atractiva y sensual ¿te has visto esta noche? Estás radiante, Stace. Ellos no te llegan ni a la suela de los zapatos, jamás lo harán. El dinero no define quién eres y ellos jamás hubieran p
Todo el cuerpo de Stacy entra en tensión, es increíble cómo puede sentir las sensaciones tan diferentes al estar en otros brazos que no son los de Xavier.A pesar de estar muy preocupada y, sabiendo que Luca no se trae nada bueno entre manos, decide jugar su papel. No le queda de otra, prefiere mantener su actuación y tener alguna posibilidad de que él deje de intentar exponerla.El corazón le late tan fuerte y rápido que puede escuchar las palpitaciones directamente en sus oídos, pero, quizás, esta sea su oportunidad perfecta para hacerle creer a Luca que ella no es quien él dice ser.Quizás interprete su papel tan bien que él termine creyéndola y, al final, todo esa situación se convierta en una historia graciosa que se cuente como anécdota en cualquier reunión amistosa que se realice en el futuro. Se endereza y finge una sonrisa.—¿La estás pasando bien en la fiesta? Al fin y al cabo, es tu cumpleaños, deberías poder disfrutarla más que todos los presentes.Él se inclina hacia ella
Stacy no pudo evitar que la sorpresa se reflejara por todo su rostro, tampoco pudo evitar que su barbilla cayera como si estuviese dispuesta a tocar el suelo y renuente a volver a su sitio como si tuviese vida propia.La rubia no puede dar crédito a lo que acaba de escuchar. Todas y cada una de las partes de ella le gritan que no le crea, que no confíe en él ni en lo que dice, pero no hay una sola señal de que él esté mintiendo. No tiene sentido ¿por qué le diría algo así de la nada? —Xavier me está brindando su ayuda, no es como si estuviera prisionera o como si hubiera asistido aquí en contra de mi voluntad, aunque, ahora que lo pienso, debí haberme negado a venir.Luca da un giro rápido haciendo que ella pierda de vista a Xavier, aun así, puede sentir el peso de su mirada desde algún lado, percibe con facilidad que la observa mientras Luca y ella continúan su danza.—Xavier no es el hombre que tú crees que es, tienes que prestarme atención —insiste él.—Si quieres que crea que la
Xavier se acerca y la aparta de Luca. —Nos vamos ya. —la voz de él es fuerte y segura y el enojo se escucha en ella con demasiada facilidad, con mucha más de la que le gustaría a Stacy. Hay tantas cosas, tantas ideas rodando la cabeza de la rubia, tantas preguntas que quiere hacerle que no ve la hora en la que pueda expresárselas en voz alta, fuera de tanto bullicio y algarabía.—Sí, por favor —responde ella rápidamente— No quiero estar aquí ni un segundo más —dice esto último mirando con desprecio a Luca.Todavía su mente está dividida respecto a lo que este le ha contado, pero, de lo que sí está convencida es de que es un amigo de mierda. No le importaba lo que él creyera que Xavier hubiera hecho, un verdadero amigo nunca habría revelado sus secretos de manera tan fácil a la primera persona que conociera, de eso no tenía dudas.El mismo Xavier podía acabar con ella con tan solo contar el secreto de ella, y, sin conocerla de tanto tiempo como ellos dos se conocían, la había protegi