—¡Obviamente hay que aprovechar este día al máximo! Nunca tendremos otra oportunidad de coincidir el mismo día libre los tres, y tuvimos suerte porque Jax lo consideró necesario —alegó Zoe, en un tono lleno de entusiasmo.Estábamos en un taxi de camino a una prestigiosa tienda que fabricaba los mejores vestidos de novia en la ciudad, y no solo eso, también hacían para las damas de honor. Serían dos pájaros de un tiro.No podía creer que ya habían pasado dos semana desde que Jax empezó a planear la boda. El pelinegro tuvo que quedarse en el edificio y posiblemente tendría mucho trabajo al darle el día libre tanto a su recepcionista como a su directora de operaciones, no tenía a nadie encargado de vigilar el personal por lo que tendría que hacerlo él mismo.Suspiré.—Ojalá yo pudiera utilizar un vestido ese día, lástima que es mal visto por la sociedad —reprochó Pablo, arrugando la boca.—Cálmate, algún día podrás casarte con el mismísimo Elías. ¿Cómo va su relación? —cuestionó Zoe, int
—Ahí viene —murmuró Zoe, cerca de mi oído.En cuanto vi a la vendedora acercarse a nosotros, me dispuse a levantarme de la banca para contemplar que en sus manos traía varias prendas cubiertas de una bolsa plástica transparente. Su cara no tenía mucha expresión más allá de demostrar serenidad.—Escogí tres opciones basándome en la contextura de la novia, ustedes deciden si les gusta alguna o prefieren otros modelos —informó, sin dejar caer los vestidos.—Déjeme ver el primero —pidió Zoe.Le quitó la bolsa que lo cubría y lo pudimos detallar mejor, más blanco que un papel y la parte de arriba era de mangas largas. Zoe no lo inspeccionó más y procedió a dármelo con una sonrisa que demostraba más emoción que la que yo tenía.Tomé la tela que pesaba un poco, pero no tanto como lo haría uno con falda de princesa. La textura era completamente lisa para mi tacto. A simple vista no tenía mucho diseño.—Ahí está el probador —la vendedora señaló una puerta al lado del gran espejo.Se había camu
Salí del vestidor con la mayor potencia del mundo por lo que había pasado. Me daba coraje no poder tener control en la situación con Richard, era un imbécil por amenazar con hacerle daño a mi padre, mi punto más débil.Tenía que admitir que había jugado muy bien al dar justo ahí. En cuanto salí, me percaté que mis compañeros no estaban así me adentré en el pasillo por donde habíamos entrado antes. Caminé, sosteniendo mi pecho con firmeza para calmar mi respiración, porque mis latidos aumentaron su ritmo debido a la rabia que sentía.Me carcomía una sensación molesta por no poder hacer nada, tantas ganas que tenía de comentárselo a Jax, pero sabía que no debía tomarlo a la ligera porque nadie sabía el paradero de Richard.Llegué a la sala principal en donde estaban mis dos colegas pagando el vestido, no sabía ni cuántos miles de dólares había costado, pero en ese momento mi mente seguía nublada, hasta que la mano de Pablo se sacudió frente a mi y me sacó del trance.—Hey, ¿estás bien?
Estuve tensa, sin poder decir ni una palabra y con la respiración entre cortada, hasta que unas manos familiares me sostuvieron desde atrás. Me sobresalté, pero escuché una voz reconfortante cerca de mi oído.—¿Qué haces aquí? Si no te vas, llamaré a la policía —habló Zoe, determinada, sosteniendo su celular.En ese punto me di cuenta que el Richard que estaba viendo era real, no había experimentado ninguna alucinación respecto a él.—Será mejor que te vayas. Si le llegas a hacer algo te irá muy mal con Jax —avisó Jayce, junto a Zoe.—¿No ven que soy un pobre vagabundo desamparado? ¿No tienen alguna moneda para mí? —inquirió el rubio, haciéndose la víctima.Pero lo que decía era una total mentira, era notorio que el hombre no tenía indicios de estar en las calles mendigando porque su suéter estaba más limpio que la cerámica del lugar. Yo no podía hablar, mis cuerdas vocales se desactivaron en cuanto lo vi.—Mira, Richard, no sé cómo está tu situación económica ahorita, pero lo mejor s
Había pasado un día desde el incidente y yo no quería salir de mi habitación. Jax se enteró de todo lo que sucedió porque había escuchado la conversación mediante mi celular, cosa que lo puso furioso y desesperado en ir a buscarme.Y eso hizo, aunque llegó tarde, cuando los policías habían cerrado esa calle para que las personas no anduvieran por ahí ya que lo consideraban peligroso mientras Richard seguía suelto. A pesar de que tardaron horas buscándolo dentro del bosque, no encontraron ni el más mínimo rastro, como si se hubiese desvanecido.Me aferré a la almohada, pensando en todo lo que había pasado el día anterior y lamentándome por haber sido una cobarde que puso en riesgo a mis colegas.Tocaron la puerta, sacándome de mis pensamientos.—¿Puedo pasar?Un Jax preocupado se asomó por la pequeña abertura en cuanto la abrió, sin adentrarse como solía hacerlo normalmente.Asentí.Me senté en la cama para poder verlo, me sentía impotente porque sabía lo que me iba a preguntar. Me dio
—Aquí están los datos recientes sobre la nueva construcción del hotel, al parecer han avanzado bastante en la última semana —le informé a Jax en cuanto entré a la oficina.Coloqué la carpeta con toda la información detallada sobre su escritorio, el hombre estaba concentrado firmando unos cuantos papeles que desconocía.No habíamos tenido más noticias de Richard desde el incidente, lo cual ocurrió hace una semana... Para mí el tiempo iba volando y el día de la boda se acercaba, todavía Jax no quería poner una fecha exacta hasta que me presentara ante sus padres.Acomodé un mechón de mi cabello detrás de mi oreja, a la espera de que el hombre me respondiera o me ordenara sentarme. No tenía ninguna otra tarea pendiente.—De acuerdo, todo está saliendo perfecto para Sol y Luna. Mi padre está orgulloso de la evolución que ha tenido en los años que llevo liderando —expresó, sin dejar de escribir con el lapicero.—Es mucho el esfuerzo que inviertes en cada una de tus empresas. Y como dicen:
El día había llegado y estábamos de camino al edificio en donde se llevaría a cabo la entrevista hacia nosotros. Jax me estaba explicando las posibles preguntas que me harían con la intención de conocer un poco más a la futura esposa del CEO número uno...Me daba un poco de nervios pensar que estaría frente a la cámara, expuesta ante millones de personas y quién sabe, hasta la noticia podía llegar a mi padre aunque estuviera en otra ciudad.Después de la entrevista nos harían una pequeña sesión de fotos para la revista de la semana, en donde anunciarían nuestro compromiso oficialmente. Me parecía innecesario que todos se enteraran de una situación privada entre una pareja.—Tranquila no estés nerviosa. Haré lo posible por responder todo yo y que no tengas que pensarlo demasiado. No te agobies, preciosa —alegó Jax mientras conducía.Tenía la mano en el volante y la vista fija en la carretera, pero consiguió un mínimo momento para mirarme de reojo y notar que me estaba abrazando a mí mi
—Bienvenidos sean a su canal de noticias favorito. Esperamos que hoy estén teniendo un lindo día, y será mucho mejor porque estaremos revelando una parte importante en el mundo de los negocios —habló la presentadora, sonriendo en todo momento—. Así es, espectadores, se trata del compromiso de Jax Brown, el CEO número uno —finalizó, aplaudiendo.En ese momento noté que las cámaras enfocaron a Jax, pude ver el lente de una haciéndose más pequeño en su dirección. El pelinegro sonrió y empezó a saludar al público que seguramente lo estaba viendo a través de la pantalla.—Es un placer que me hayan hecho esta invitación. Estoy agradecido y feliz por presentarles a la mujer que me dejó flechado —alegó el hombre, mirándome con ternura. No pude evitar que una curva se formara en mis labios—. Ella es Oriana Jones.Me tomó de la mano, aprovechando que estábamos en sillas muy pegadas el uno del otro. Me sentí halagada en cuanto dijo mi nombre, en ese instante las cámaras se centraron en mí y los