—Aquí están los datos recientes sobre la nueva construcción del hotel, al parecer han avanzado bastante en la última semana —le informé a Jax en cuanto entré a la oficina.Coloqué la carpeta con toda la información detallada sobre su escritorio, el hombre estaba concentrado firmando unos cuantos papeles que desconocía.No habíamos tenido más noticias de Richard desde el incidente, lo cual ocurrió hace una semana... Para mí el tiempo iba volando y el día de la boda se acercaba, todavía Jax no quería poner una fecha exacta hasta que me presentara ante sus padres.Acomodé un mechón de mi cabello detrás de mi oreja, a la espera de que el hombre me respondiera o me ordenara sentarme. No tenía ninguna otra tarea pendiente.—De acuerdo, todo está saliendo perfecto para Sol y Luna. Mi padre está orgulloso de la evolución que ha tenido en los años que llevo liderando —expresó, sin dejar de escribir con el lapicero.—Es mucho el esfuerzo que inviertes en cada una de tus empresas. Y como dicen:
El día había llegado y estábamos de camino al edificio en donde se llevaría a cabo la entrevista hacia nosotros. Jax me estaba explicando las posibles preguntas que me harían con la intención de conocer un poco más a la futura esposa del CEO número uno...Me daba un poco de nervios pensar que estaría frente a la cámara, expuesta ante millones de personas y quién sabe, hasta la noticia podía llegar a mi padre aunque estuviera en otra ciudad.Después de la entrevista nos harían una pequeña sesión de fotos para la revista de la semana, en donde anunciarían nuestro compromiso oficialmente. Me parecía innecesario que todos se enteraran de una situación privada entre una pareja.—Tranquila no estés nerviosa. Haré lo posible por responder todo yo y que no tengas que pensarlo demasiado. No te agobies, preciosa —alegó Jax mientras conducía.Tenía la mano en el volante y la vista fija en la carretera, pero consiguió un mínimo momento para mirarme de reojo y notar que me estaba abrazando a mí mi
—Bienvenidos sean a su canal de noticias favorito. Esperamos que hoy estén teniendo un lindo día, y será mucho mejor porque estaremos revelando una parte importante en el mundo de los negocios —habló la presentadora, sonriendo en todo momento—. Así es, espectadores, se trata del compromiso de Jax Brown, el CEO número uno —finalizó, aplaudiendo.En ese momento noté que las cámaras enfocaron a Jax, pude ver el lente de una haciéndose más pequeño en su dirección. El pelinegro sonrió y empezó a saludar al público que seguramente lo estaba viendo a través de la pantalla.—Es un placer que me hayan hecho esta invitación. Estoy agradecido y feliz por presentarles a la mujer que me dejó flechado —alegó el hombre, mirándome con ternura. No pude evitar que una curva se formara en mis labios—. Ella es Oriana Jones.Me tomó de la mano, aprovechando que estábamos en sillas muy pegadas el uno del otro. Me sentí halagada en cuanto dijo mi nombre, en ese instante las cámaras se centraron en mí y los
Bueno, la entrevista no había salido mal después de todo. Habían pasado dos días desde ese acontecimiento y lo único malo que me agobiaba eran los paparazzi que permanecía afuera del edificio de Jax y solían fotografiarnos cada vez que entrábamos o salíamos del trabajo.Era agotador porque por más que intentábamos hablarles y pedirles que no siguieran haciéndolo, no nos escuchaban, simplemente se concentraban en sacar fotos de nosotros, en especial de mí por ser una nueva joyita del momento por así decirlo.—¡Oriana! —La voz de Zoe me sobresaltó.Irrumpió en la oficina de Jax, aunque él no se encontraba en ese momento ya que estaba en la sala de reuniones atendiendo un asunto importante sobre el nuevo hotel que estaba en construcción.—Zoe, me asustaste —Llevé una mano a mi pecho.Mi respiración se había acelerado de repente por el simple empuje que le dio a la puerta, sonó como una patada.—Lo siento, quería venir a verte. Últimamente no hemos hablado mucho y Jax no nos deja ni tener
Un nuevo día había llegado y me encontraba en mi habitación, arreglándome para ir al trabajo. Amaba trabajar para el hombre que sería mi futuro esposo, me consentía mucho y aun así me pagaba, y me daba amor.¿Qué más se podía pedir para ser feliz?Pero obvio que la felicidad nunca solía durar para siempre y había una gran piedra en el camino que dificultaba mis salidas para no quedar expuesta ante él. Preferiría no decir el nombre del susodicho.Terminé de colocarme el uniforme, mi camisa blanca mangas largas junto a la famosa falda de tubo que afirmaba mis glúteos. Jax también estaba listo y lo ayudé con la corbata, se veía tan sexy en traje que me moría de ganas por desvestirnos ahí mismo, pero íbamos tarde.—Entonces, ¿quieres que me mude a tu habitación? Pensaba que irías a la mía, pero si así te sientes más cómoda, claro que acepto —comentó.Le había pedido a Jax que trajera sus cosas a mi habitación y la hiciéramos de nosotros dos. Ya me había acostumbrado al lugar y como tal h
Ella era una mujer pelirroja, su cabello siempre había estado teñido desde que tenía memoria y por lo visto no había cambiado ese aspecto. Sus ojos azules tenían un poco de arrugas no muy visibles gracias a los kilos de maquillaje que usaba para verse joven. Ella debía de tener unos cuarenta y tantos años... Me tuvo muy joven. Se levantó en cuanto me vio, me sorprendió que todavía me recordara si yo había cambiado muchísimo desde la última vez que nos vimos. Era una jodida niña cuando pasó. Mi expresión indiferente no desapareció en cuanto se me acercó, la miré en todo momento con desaprobación y recelo por lo que nos hizo pasar. ¿Ahora se arrepentía? —Oriana, hija. Cuánto tiempo sin verte ¿No crees? —habló, su voz era cálida. Intentó llevar su mano a mi mejilla para tocarme, pero se la quité de la manera más sutil posible. La dejé con la boca entre abierta por mi gesto, pero ¿Qué esperaba que hiciera? ¿Que actuara como si nada hubiese pasado? —¿Qué estás haciendo aquí? —pregunt
—Oriana, prepárate porque Zoe ya planeó la despedida de soltera para ti... —Jax entró a la oficina, dejó de hablar en cuanto me vio cabizbaja—. ¿Estás bien? ¿Sucedió algo?Mi cabeza tenía tantas cosas que no podía ni pensar muy bien. Había regresado a la oficina luego de haber hablado con mi madre y conocido a mi nuevo hermano perdido, que irónico sonaba.Aferré mis manos en la tela de mi falda, encima de mis muslos. Jax se acercó a mi escritorio.—Oriana... —repitió, colocando una mano en mi hombro.En ese momento volví a la realidad y levanté mi mentón para mirarlo a los ojos, él tenía el entrecejo fruncido por la preocupación hacia mi estado.No me había dado cuenta que derramé unas cuantas lágrimas antes de que él llegara. Con la yema de su dedo índice me acarició la mejilla.—Pasó algo que me dejó un poco inestable, la verdad no sé cómo debería haber reaccionado —hablé, con la voz baja.—Cuéntame... Sabes que estoy aquí para apoyarte y no me gusta verte triste —pidió, sosteniendo
—¿Hola? ¿Zack? —cuestioné, restregando mis ojos.Me acababa de despertar porque mi celular no paraba de sonar con el tono de llamada. A penas vi la hora y eran las seis de la mañana. ¿Por qué me llamó tan temprano?—¡Oriana! Lamento haberte despertado, pero me preguntaba si nos podíamos reunir hoy en el café... —expresó, sonaba aturdido.—Tengo que trabajar hoy, Zack. Además, no quiero volver a ver a mamá, al menos hasta que ordene mis pensamientos —le dije, en un bostezo.—Por eso no te preocupes, mamá no irá. Solo seré yo ¿Te parece? —infirmó—. Quiero conocerte un poco más... Siempre quise tener algún hermano mayor presente.—De acuerdo, te dejaré un mensaje cuando esté en mi hora de descanso —resoplé, derrotada—. ¿Tú no tienes que ir al colegio o algo? —indagué.—Estoy libre hoy —respondió—. ¡Nos vemos más tarde, Oriana! —añadió, con emoción.Y colgó.Sin esperar alguna respuesta por mi parte. Esa conversación fue más corta de lo que esperaba. Suspiré y me quité las sábanas de enci